Resultados del Índice de Competitividad Sistémica de las Ciudades Mexicanas, 2013

Transcripción

1 Resultados del Índice de Competitividad Sistémica de las Ciudades Mexicanas, 2013 ar. da a conocer por tercera ocasión los resultados del Índice de Competitividad Sistémica de las Ciudades Mexicanas (ICSar-Ciudades) correspondiente al año En este análisis se abordan de manera breve sus principales características metodológicas, así como el universo de ciudades seleccionado. También se describen los resultados generales del índice, en el cual, las zonas metropolitanas y ciudades de Valle de México, Monterrey, Los Cabos, Chihuahua y Querétaro ocupan las cinco posiciones más altas.

2 El mundo vive en un proceso constante de urbanización: mientras que Naciones Unidas estima que 29.4 por ciento de la población mundial en 1950 habitaba en ciudades, para 2011 dicha proporción ascendió a 52.1 por ciento; de esta manera, en este último año 3,632.5 millones de personas vivían en una ciudad. Las proyecciones indican que para 2030 la población en las ciudades será 59.9 por ciento del total. La urbanización en México ha sido más acelerada respecto al ritmo mundial: mientras que en 1950 sólo el 28.0 por ciento de los mexicanos habitaba en ciudades, para 2010 dicha proporción se elevó a 72.3 por ciento; ello significa que en ese año 81.2 millones de personas vivían en alguna de las 384 ciudades del país. Lo anterior refleja la enorme importancia que tienen las ciudades como nodos de producción de bienes y servicios, como acumuladoras y dispersoras de conocimiento, de concentración de capital humano y como centros importantes de interacción social. En ellas se aglutinan gran parte de las empresas, los centros educativos y universidades más prestigiadas, hospitales, recintos culturales, amenidades y una amplia diversidad de servicios para las empresas y los habitantes. Ello explica su gran contribución al crecimiento económico, a la innovación y al desarrollo social de los estados, regiones y países en los que se ubican. Por ejemplo, en México las 59 zonas metropolitanas existentes son responsables del 67.3 por ciento del valor agregado total del país. Sin embargo la aglomeración también puede generar externalidades negativas que no se pueden soslayar. En México, el alto grado de urbanización se ha acompañado de un crecimiento desbordado de las ciudades, que se refleja en una expansión espacial de las mismas en una proporción mayor que el crecimiento poblacional. Ejemplos claros de este fenómeno son ciudades turísticas como Puerto Vallarta, Cabo San Lucas y San José del Cabo, así como San Cristóbal de las Casas, Tlaxcala, Guanajuato, Toluca, Oaxaca, Pachuca y Tuxtla Gutiérrez, por mencionar algunas. Lo anterior provoca mayores costos para proveer de infraestructura básica a los nuevos asentamientos, dificultades para proporcionar transporte público, un uso intensivo del automóvil particular y por ende mayores niveles de contaminación del aire. Otras externalidades negativas se asocian con los niveles de ruido, la degradación de las áreas verdes, la contaminación del agua, la delincuencia y la pobreza urbana. En contexto resulta útil conocer cuáles son las ciudades que ofrecen el mejor entorno para el establecimiento y el desarrollo de las empresas, las mejores condiciones de vida para sus habitantes, así como el grado de sustentabilidad de las mismas. En otras palabras, identificar los factores que explican la competitividad de las ciudades, y a partir de ello contribuir a la construcción de una agenda que permita mejorar su desempeño. Precisamente con el objetivo de conocer la situación de las ciudades mexicanas en competitividad, ar. presenta por tercera ocasión el Índice de Competitividad Sistémica de las Ciudades Mexicanas (ICSar-Ciudades). El objetivo del índice es identificar cuáles son las fortalezas y áreas de oportunidad de las mismas, y a partir de ello definir una agenda que permita a las ciudades enfrentar los obstáculos que les impiden alcanzar un mayor dinamismo económico y sobre todo una mejor calidad de vida para sus habitantes. Como en cada edición, la construcción del índice supuso la actualización, revisión y sustitución de indicadores, con el fin de obtener un índice robusto y fácil de interpretar. En este año además se amplió el universo de ciudades, de manera que en total se incluyen 99 centros urbanos que se conforman de las zonas metropolitanas oficialmente reconocidas y de ciudades medias y pequeñas. En conjunto estas ciudades concentran tres cuartos del valor agregado nacional y más del 80 por ciento de los trabajadores; asimismo, albergan el 85 por ciento de la población de 18 años y más que cuenta con estudios profesionales. 2

3 1. Universo de ciudades seleccionado El Índice de Competitividad Sistémica de las Ciudades Mexicanas (ICSar-Ciudades) considera las urbes más importantes del país. Para la selección de las ciudades, el estudio parte de la Delimitación de las Zonas Metropolitanas 2010 y del Catálogo del Sistema Urbano Nacional (SUN) 2012; dichos documentos determinan que existen actualmente 59 zonas metropolitanas (ZM); de esta manera, a las 56 identificadas en 2005 se añaden tres: Celaya (Guanajuato), Tianguistenco (Estado de México) y Teziutlán (Puebla). A 2010 las 59 ZM concentraron 63.8 millones de personas que representaron 56.8 por ciento de la población nacional. Además de las ZM, se consideraron 40 ciudades adicionales del SUN 2010, las cuales se caracterizan por asentarse en un solo municipio. Dichas ciudades se seleccionaron a partir de un criterio poblacional, de manera que todas aquellas que tienen más de 90 mil habitantes en 2010 fueron incluidas en el universo del ICSar-Ciudades. Dichas urbes son importantes nodos de actividad económica y social, que tienen influencia en zonas aledañas aunque no se encuentren conurbaciones importantes con otros municipios. En comparación con la edición anterior del ICSar-Ciudades 2010, se adicionaron cuatro ciudades: Comitán de Domínguez, Chiapas; Tepatitlán (Jalisco); Zitácuaro (Estado de México) y Los Cabos, cuya cabecera municipal es San José del Cabo (Baja California Sur). 2. Estructura del índice El ICSar-Ciudades se conforma de indicadores duros, construidos a partir de información de distintas dependencias y organismos públicos. Los datos se obtienen a escala municipal y a partir de los mismos se construyen los indicadores para las zonas metropolitanas y las ciudades seleccionadas. El ICSar-Ciudades se conforma de 86 indicadores que se distribuyen en 25 factores. 3

4 El cálculo del índice se hace de manera recursiva, es decir, primero se estiman los ponderadores de los indicadores para obtener los factores; posteriormente se calculan los coeficientes de los factores que conforman cada uno de los niveles, y por último se obtienen los ponderadores para los niveles, para de esta manera construir el índice final. La estimación de los ponderadores se realiza mediante el método de componentes principales. 3. Resultados del índice A continuación se presentan los resultados obtenidos en el ICSar-Ciudades en el indicador global; los grados de competitividad son tres: alto, medio y bajo, que se distinguen con los colores verde, amarillo y rojo. De manera similar a ediciones anteriores, el ICSar-Ciudades muestra que las urbes más competitivas se sitúan en el Norte, así como en el Centro del país. 1 Las mismas tienen una vocación productiva predominantemente industrial. También sobresalen algunas ciudades con vocación turística (tales como Los Cabos, Mazatlán y Cancún), importantes receptoras de visitantes nacionales e internacionales, y por supuesto la ZMVM como el principal nodo de servicios en el país. 4

5 Las ZM y ciudades que ocupan las primeras diez ciudades en el índice son: Valle de México, Monterrey, Los Cabos, Chihuahua, Querétaro, Cancún, La Paz, Hermosillo, Guadalajara y Tijuana. Dichas ciudades cuentan con ventajas en el área empresarial, principalmente en lo que se refiere a su especialización en sectores avanzados y al asociacionismo; asimismo muestran un amplio acceso a la tecnología, ocupan los primeros lugares en cuanto al porcentaje de la población con estudios superiores así como en la disponibilidad de centros públicos de investigación. Las ciudades cuentan también con ventajas visibles en infraestructura, sobre todo en lo que se refiere a comunicaciones y transportes, además de una fuerte demanda local que se refleja en altas remuneraciones. Las cifras muestran que estas ciudades tienen una alta vocación exportadora (con excepción de las turísticas), en general cuentan con una buena penetración financiera y una alta capacidad recaudatoria que descansa en una sólida base económica y social. Todo lo anterior se acompaña de altos grados de bienestar social y de mayores oportunidades para la mujer. Sin embargo también enfrentan fuertes retos relacionados con la política ambiental y con la seguridad pública. En contraparte, se observa que las ZM y ciudades con los menores niveles de competitividad se concentran en las macroregiones Centro y Sur-Sureste. Gran parte de las mismas se especializa en las actividades agropecuarias, en las actividades comerciales o en las industrias ligeras y en menor medida en el turismo. Entre estas urbes también se encuentran algunas que tienen una vocación hacia la industria pesada o a la extracción de petróleo e hidrocarburos, tales como Salamanca, Tula, Poza Rica, Minatitlán y Tehuantepec, aunque dada su especialización productiva presentan problemas medioambientales serios. Llama la atención que ciudades capitales como Oaxaca, Chilpancingo y Tlaxcala cuenten con un grado bajo de competitividad, lo que entre otros aspectos se explica por la debilidad de su demanda local y de las finanzas públicas, así como por rezagos en términos de bienestar social; ello además coincide con el grado de competitividad de sus respectivas entidades federativas. Las diez urbes menos competitivas son: Tecomán, Apatzingán, Fresnillo, Acayucan, La Piedad-Pénjamo, Zitácuaro, Tuxtepec, Rioverde- Ciudad Fernández, Comitán de Domínguez y Tehuantepec. Dichas ciudades ocupan los últimos 5

6 lugares en los seis niveles del sistema competitivo, aunque destacan los rezagos en las áreas relacionadas con las redes inter-empresariales (empresas integradoras y asociacionismo), el fomento tecnológico, la profesionalización de sus habitantes, la infraestructura en comunicaciones y la fuerza de la demanda local (con excepción de la ZM de Tehuantepec); también muestran un entorno laboral difícil, una reducida capacidad recaudatoria y complicadas condiciones socioeconómicas que se reflejan en elevados grados de marginación y de incidencia de pobreza. Las urbes catalogadas con grado medio de competitividad se distribuyen a lo largo de todo el territorio nacional, aunque tienden a concentrarse en mayor medida en la macro-región Centro. Dentro de ellas, destacan las ZM de Matamoros, Veracruz, Reynosa-Río Bravo, León, Pachuca y Puebla-Tlaxcala, así como las ciudades de Culiacán, Ciudad Obregón, Hidalgo del Parral y San Luis Río Colorado por obtener una calificación mayor a la media nacional. Ello se explica por ventajas relativas en los factores relacionados con la inversión, con su especialización en manufacturas y servicios de alto valor agregado, y por los bajos grados de marginación, entre otros aspectos. Consideraciones finales Los resultados del ICSar Ciudades muestran un patrón de competitividad ya conocido: son las regiones del Norte y Centro del país las que concentran en mayor medida las ciudades y zonas metropolitanas más competitivas; por su parte, el Sur- Sureste y también el Centro albergan las urbes con los menores niveles de competitividad. Ello refleja, por una parte, la capacidad de las ciudades más grandes y las más vinculadas con el sector exterior para ofrecer las mejores cualidades para atraer inversión privada, tales como una población altamente calificada, una ubicación estratégica (cerca de corredores troncales o de grandes mercados nacionales e internacionales) y adecuada infraestructura física, lo cual si bien es producto de factores históricos y geográficos, también se debe a la implementación de políticas públicas que por años favorecieron la canalización de inversión pública a las mismas. Por otra parte, el patrón de competitividad muestra la alta heterogeneidad de competitividad de las ciudades del Centro del país, que no han logrado insertarse en la dinámica de urbes cercanas más grandes, y el resto de las ciudades del Sur-Sureste, que han permanecido relativamente aisladas de la dinámica nacional a partir del proceso de apertura comercial y liberalización económica. 1 ar. utiliza cuatro grandes macro-regiones. La Macro-región Norte está integrada por Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas. La Macro-región Centro se integra por Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Morelos. Por su parte, la Macro-región Capital está integrada por el Distrito Federal y el Estado de México. La Macro-región Sur-sureste se integra por Veracruz, Tabasco, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Contacto: Belem García Carrillo bgarcia@arinformacion.com (55) Ext