MIRAR COMO JESÚS ORACIÓN INICIAL INTRODUCCIÓN: JESÚS Y LOS POBRES

Transcripción

1 ORACIÓN INICIAL MIRAR COMO JESÚS Rezamos todos juntos Quiero ser, Padre, tus manos, tus ojos, tu corazón. Mirar al otro como Tú le miras: con una mirada rebosante de amor y de ternura. Mirarme a mí, también, desde esa plenitud con que Tú me amas, me llamas y me envías. Lo quiero hacer desde la experiencia del don recibido y con la gratuidad de la donación sencilla y cotidiana al servicio de todos, en especial de los más pobres. Envíame, Señor, y dame constancia, apertura y cercanía. Enséñame a caminar en los pies del que acompaño y me acompaña. Ayúdame a multiplicar el pan y curar heridas, a no dejar de sonreír y de compartir la esperanza. Quiero servir configurado contigo en tu diaconía. Gracias por las huellas de ternura y compasión que has dejado en mi vida. En tu Palabra encuentro la Luz que me ilumina. En la Oración, el Agua que me fecunda y purifica. En la Eucaristía el Pan que fortalece mi entrega y me da Vida. Y en mi debilidad, Señor, encuentro tu fortaleza cada día. Amén INTRODUCCIÓN: JESÚS Y LOS POBRES JESÚS, BUENA NOTICIA PARA LOS POBRES A continuación lee atentamente este texto: (Basado en F. EZCURRA, Educar en la caridad y la justicia, Verbo Divino, Estella 2002) La caridad, la acción caritativa de la Iglesia ante una sociedad que causa la pobreza, que rechaza al pobre por ser pobre y hace difícil su reinserción, ha de plantearse el problema de las injusticias que oprimen y violan los derechos humanos, especialmente los de los más pobres y necesitados. No seríamos fieles a nuestra

2 vocación y a nuestra misión si no estuviéramos atentos a discernir, denunciar y combatir los mecanismos generadores de pobreza y de los pobres en nuestra sociedad. El Reino de Dios pertenece, según Jesús, a los desposeídos, a los hombres y mujeres que se caracterizan por la necesidad. (Juan Pablo II, Pastoral cuaresma 81, 12) Hay cristianos con cierto recelo ante la afirmación de que Jesús es buena Noticia para los pobres; ellos creen que Jesús es Buena Noticia para todos, pobres y poderosos, que no importa ser pobre o rico, que lo importante es ser buen pobre o buen rico. Para estos creyentes, su actitud ante la pobreza es como un deber moral: es decir, nosotros vivimos bien, nada nos falta; en cambio, los pobres viven mal, quizá sin pan para comer. Conclusión: tenemos que ayudarles; nosotros somos buenos dando y ellos, los pobres, son buenos recibiendo. Así resulta: caridad igual a dar, a limosnas. Frente a esta manera de pensar, debemos proclamar con firmeza que Jesús es Buena Noticia para los pobres, como dice el mismo texto evangélico: El Espíritu del Señor está sobre mí y me ha ungido para que dé la Buena Noticia a los pobres (Lc 4,18). San Lucas sitúa así a Jesús en la línea de los profetas, los grandes defensores de los pobres. Jesús acoge, defiende y se pone de parte de los pobres, no por el hecho de que sean mejores, sino porque son pobres, por ser injustamente tratados. La pobreza es fruto de la injusticia, del egoísmo humano. El egoísmo, la ambición, la opresión del otro, no caben en el Reino que Jesús nos anuncia. «El Reino de Dios pertenece, según Jesús, a los desposeídos, a los hombres y mujeres que se caracterizan por la necesidad. Se trata, según toda la tradición bíblica, de los indigentes, los indefensos, víctimas de la opresión de los poderosos, incapaces de defender sus derechos frente a los abusos de los fuertes y violentos, hombres sin prestigio ni recursos, gentes a las que nadie hace justicia, personas para las que no hay sitio en las estructuras sociales ni en el corazón de los hombres». (El Evangelio, Buena Noticia para los pobres, pastoral de los obispos de Pamplona, Vitoria, Bilbao y San Sebastián, 1981, p. 121). Preguntas 1. Subraya y comenta las ideas que más te han llamado la atención del texto. 2. Qué idea crees que tiene los creyentes en general y los miembros del grupo en particular sobre la caridad? Concretar los rasgos que definen la idea que se tiene de la caridad. 3. Cómo contrasta este texto con la imagen que se tiene habitualmente de Dios? 4. Qué importancia crees que tiene, de cara al Reino de Dios, ser pobre o rico? 5. Por qué Dios está a favor de los pobres? Razonar la respuesta. 6. Qué significa para ti que Jesús es Buena Noticia para los pobres?

3 ACTITUD DE JESÚS ANTE LOS POBRES A continuación lee atentamente este texto: La actitud de Jesús con los pobres fue tan cercana, tan constante, tan comprometida, que es la clave para entender su mensaje y su vida: para nosotros, conocer tal actitud es decisivo, porque sólo en Jesús conocemos a Dios. El gemido de los pobres es el gemido de Dios, que sufre en ellos. Opta decididamente en su vida por los enfermos, leprosos para el judío, la enfermedad era un castigo de Dios por sus pecados-, mendigos, samaritanos despreciados, los ignorantes incapaces de cumplir la ley. Jesús se acerca a ellos, los consuela, los cura, los defiende. En cada página del evangelio vemos cómo se volcó en defensa de los que sufren y padecen la injusticia, al mismo tiempo que con palabras duras condenó a quienes vivían en la abundancia y rodeados del sufrimiento y de la miseria. La cercanía y la actitud de Jesús hacia los pobres pueden verse en la parábola de Epulón y Lázaro (Lc 16,19-31), en la comparación entre el rico que entra en el Reino y el camello que pasa por el ojo de una aguja (Mc 10,25), en la cruda oposición entre las bienaventuranzas y malaventuranzas (Lc 6,20-26), en la expresión de que no es posible servir a Dios y al dinero (Mt 6,24), o la violenta expulsión de los mercaderes del templo (Mc 11,15). No cabe un reinado de un Dios que es Padre con la existencia de los pobres. Dios no es indiferente; no puede serlo. Está a favor de los pobres, de los indefensos. La afirmación de que Jesús «murió por nuestros pecados», sin más precisión, tiene el peligro de aislar su pasión y muerte de la causa por la que fue a la cruz. Jesús fue perseguido y condenado también por ponerse de parte de los pobres. No fue la única causa, pero sí muy importante, pues la actitud de acogerlos y ponerse de su parte revelaba un Dios que los poderosos del pueblo no aceptaban. La evangelización de los pobres es el corazón mismo de la predicación de Jesús. Él puso los cimientos para que todavía hoy sea posible la esperanza entre los pobres; el problema está en si nosotros los creyentes estamos alimentando eficazmente esa esperanza, si somos Buena Noticia para ellos y nos ven comprometidos en la defensa de sus derechos. Si esto no fuera así, urge una revisión seria de nuestra fe, de nuestra celebración de la eucaristía, de nuestra pastoral. Preguntas 1. Enumerar distintos aspectos de la actitud concreta de Jesús ante los pobres. 2. Es compatible el Reino de Dios con la existencia de los pobres, de la pobreza? Por qué?

4 3. Es lo mismo hablar de los pobres, rezar por los pobres, ayudar a los pobres, estar al lado de los pobres, tomar partido por los pobres? Analizar estas expresiones y las diferencias que puede haber entre ellas. 4. Jesús murió por nuestros pecados, pero qué causas concretas le llevaron a la cruz? ORACIÓN Qué te sugiere la imagen?... Ahora vamos a dedicar unos minutos a pedir al Señor que, en este inicio de curso, nos dé un corazón como el Suyo, y una mirada cargada de misericordia. En primer lugar nos ponemos en presencia del Señor, con un rato de silencio (interior y exterior). A continuación, recordamos a las personas a las que acogemos y atendemos, y pedimos por ellas al Señor; también podemos ser más concretos, y expresar alguna petición concreta. Por último, el que quiera puede realizar la petición en voz alta. Por.., para que el Señor le ayude a./ le conceda la gracia de / Por nuestro equipo parroquial, para que Jesús nos ayude a / El resto pueden responder Te rogamos, óyenos, u otra fórmula similar.

5 Para terminar, oramos juntos (Oración franciscana de la paz) Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: donde haya odio, ponga yo amor, donde haya ofensa, ponga yo perdón, donde haya discordia, ponga yo unión, donde haya error, ponga yo verdad, donde haya duda, ponga yo la fe, donde haya desesperación, ponga yo esperanza, donde haya tinieblas, ponga yo luz, donde haya tristeza, ponga yo alegría. Oh Maestro, que no busque yo tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como amar. Porque dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado, y muriendo se resucita a la vida eterna.