LA NUTRIA EN CASTILLA Y LEÓN

Transcripción

1 LA NUTRIA EN CASTILLA Y LEÓN Javier Morales y Mª Asunción Gómez-Gayubo Resumen La situación de la nutria en Castilla y León en general es buena y se encuentra distribuida prácticamente en todos sus ríos; siendo más abundante su presencia en los afluentes al norte del Duero, como eje principal que recorre de este a oeste toda la Comunidad. En el resto de cuencas, Ebro, Tajo y cuenca del Miño, la presencia de nutria también es generalizada, salvo en las cuencas Cantábricas de la provincia de Burgos. Los principales resultados del tercer muestreo realizado durante el período , sitúan su presencia en el 69,5% de las estaciones muestreadas, y en el 76,7% de las 935 cuadrículas UTM-10 km muestreadas. La especie se localiza en las nueve provincias, con una mayor presencia en León y Burgos. El área continua con menor presencia es el oeste de Valladolid, centro-este de Zamora y norte de Ávila. En el resto de las provincias la nutria está presente en al menos la mitad del territorio castellano-leonés. Las poblaciones de nutria parecen haber aumentado su distribución en esta Comunidad Autónoma, colonizando de nuevo zonas donde en la década de los 70 era común y llegó casi a desaparecer, hasta tener una situación favorable en estos momentos. Morales, J. y M. A. Gómez-Gayubo (2008). La nutria en Castilla y León. Pp: En: J. M. López-Martín y J. Jiménez (eds.). La nutria en España. Veinte años de seguimiento de un mamífero amenazado. SECEM, Málaga. 99

2 Morales y Gómez-Gayubo Castilla y León y su red fluvial La Comunidad Autónoma de Castilla y León con una superficie superior a km 2 está formada a partir de los terrenos de la gran meseta norte ibérica, con altitud media de unos 800 m, y una orla montañosa con alturas próximas a los m; que configuran básicamente la Cuenca del Duero. Asimismo en el Oeste de las provincias de León y Zamora existe una porción de tierras que vierten hacia la Cuenca Sil-Miño y de menor altitud media, que suponen el 25% de la misma. En el Sur de Ávila y Salamanca existen profundos valles encajados, con las menores altitudes medias de la Comunidad, que vierten aguas hacia el Tajo (el 7% de la superficie de esta cuenca). En la parte noreste de Burgos existe una pequeña fracción de terreno montañoso que vierte aguas hacia la cuenca del Nervión, y en León pequeñas superficies de la Comunidad fluyen hacia otras demarcaciones hidrográficas del Norte. Finalmente en las provincias de Soria y Burgos existe una amplia superficie extra-mesetaria, de menor altitud media, que vierte aguas hacia diversos afluentes del Ebro (el 10% del territorio de esta cuenca). La parte final del tramo español del río Duero presenta un profundo encajonamiento en un cañón fluvial que transporta violentamente sus aguas desde la cuenca sedimentaria (unos 600 m de altitud) de la meseta hasta las menores altitudes de esta Comunidad, en donde apenas se superan los 200 m. Castilla y León posee además de esta amplia red fluvial un conjunto de masas de agua superior a elementos, conformada por lagos, lagunas, charcas naturales y lavajos temporales que ofrecen un amplio recurso a su ocupación, estacional y permanente, por parte de las nutrias. Por lo general el clima de Castilla y León es continental mediterráneo con grandes oscilaciones de temperatura entre los veranos secos y calurosos, y los inviernos fríos, húmedos y largos. La influencia oceánica es acusada en las estribaciones más cantábricas y en la depresión del Bierzo; asimismo se hace sentir en determinados enclaves del Sistema Central de Salamanca y Ávila, donde se producen la precipitaciones más intentas (más de l/m 2 de media anual en el fondo de los valles) de todo el territorio autonómico. La zona más xérica se corresponde con la depresión del eje central del Duero en el noreste de Salamanca y el sur de Zamora (menos de 400 l/m 2 de media anual) donde existe años en los que la aridez estival limita la actividad vegetativa durante más de cuatro meses. Las estribaciones ibéricas de Burgos y Soria son más húmedas con aridez estival inferior a 3 meses y algo atenuada por las tormentas veraniegas. El norte de Burgos presenta inviernos más temperados 100

3 La Nutria en Castilla y León y cortos que la Cuenca del Duero, y con un mayor ritmo de precipitaciones que se incrementan en un gradiente sur a norte, al igual que ocurre en toda la orla montañosa norte correspondiente a la Cordillera Cantábrica. La utilización del recurso agua se distribuye en toda la Comunidad Autónoma entre los caudales naturales, los aprovechamientos hidroeléctricos y los regadíos de superficie y subterráneos, además de las acometidas para su utilización en asentamientos urbanos ribereños. Siendo totalmente secundarios los industriales, mineros y recreativos. Quizá con la excepción del tramo del Ebro que discurre por el término municipal de Miranda de Ebro (Burgos), y pequeños tramos del Duero en Valladolid y Zamora, la calidad del agua de todos los ríos castellano-leoneses se considera buena, y ofrece una amplio abanico de recursos y de hábitat para las nutrias. Esta amplia utilización histórica de la red fluvial para los intereses humanos ha alterado gran parte de los cauces y cambiado los flujos naturales en muchos de ellos, de manera que las comunidades naturales han ido adaptándose a las nuevas condiciones. Fiel reflejo de este fenómeno es la progresiva colonización por la nutria de los abundantes tramos embalsados que existen en los ríos de Castilla y León. Un seguimiento especial de este fenómeno se desarrolla en las zonas más someras donde desembocan afluentes y en colas de los mismos. En la actualidad gran parte de la red fluvial en todas las cuencas ha sido incluida en la Red Natura 2000 reflejando así su estado aceptable, en general, de conservación; acompañado de un estado cada vez más favorable de ocupación por las nutrias. Esfuerzo y desarrollo del muestreo Durante el tercer muestreo de nutria en Castilla y León se han realizado estaciones de muestreo con un reparto desigual por provincias (Tabla 1), siendo León (264) la provincia con un mayor número de datos y mejores resultados. El trabajo de campo se desarrolló principalmente entre abril de 2004 y junio de La mayoría de los muestreos se realizaron en los intervalos altitudinales de m y m de altitud (326 y 799 controles respectivamente). En los rangos altitudinales superior e inferior se hicieron un número insuficiente de controles para hacer una comparación. El Sondeo alcanzó el 84,7% de las cuadrículas de la malla UTM-10 km que abarca la Comunidad Autónoma de Castilla y León. En las provincias de Salamanca no se hicieron 101

4 Morales y Gómez-Gayubo controles en 80 cuadrículas, mientras que en Zamora fueron 26 las que no se pudieron muestrear o en las que no se hallaron medios acuáticos con agua durante la época en que se desarrolló el trabajo de campo. En las demás provincias no se pudieron hacer puntos de control entre 5 y 8 cuadriculas por provincia; excepto en León donde únicamente se quedó una sin muestrear (Fig. 1). El esfuerzo de muestreo se aumentó con relación al anterior muestreo en 207 estaciones. Cabe valorar como de suficiente el esfuerzo de muestreo en todas las provincias excepto Salamanca. El 79,7% de estaciones (964) se realizaron en la demarcación hidrográfica del Duero, mientras que sobre las cuencas de la Norte se hicieron el 7,0%, en el Ebro el 9,2% y en cursos del Tajo en las provincias de Ávila y Salamanca el 4,1% restante. Valoramos como de suficiente el muestreo para todos las cuencas fluviales, excepto para el Río Carrión, el alto Alagón, el Águeda y el Huebra, y también algunos tramos del Tormes y del Duero en Zamora y Salamanca. Resultados Los resultados del tercer muestreo se concretan en 840 estaciones de muestreo con resultado positivo de realizados, es decir un 69,5% de puntos con éxito en la detección de la especie. Los resultados fueron positivos en 76,7% de las 935 cuadrículas UTM-10 km muestreadas de las del total de la Comunidad (Tabla 1). A continuación se resumen los resultados por provincias: En Ávila la nutria presentó un patrón de ocupación similar al anterior muestreo, con un total de 45 positivos de 93 estaciones (el 48,4%). La parte cerealista de la provincia ofreció pocos resultados positivos explicables por la precariedad de la red hidrográfica. Sin embargo, en la mitad sur se presentaron los mejores resultados, en especial en las zonas serranas y en el valle del Tiétar. De las 96 cuadrículas muestreadas los resultados positivos alcanzaron el 58,3%, con una gran zona al noroeste de la provincia de resultados negativos. En Burgos se han realizado 168 estaciones de las que 141 fueron positivas (83,9%). Sólo en la vertiente cantábrica la presencia de nutria no es positiva, en el resto de los puntos muestreados la presencia de esta especie se puede detectar en cualquier masa de agua permanente en la provincia. De las 182 cuadrículas, 155 resultaron 102

5 La Nutria en Castilla y León positivas (85,2%), sólo 26 fueron negativas y 6 se quedaron sin muestrear por no existir en esa cuadrícula puntos de agua donde se pudiera detectar la presencia de nutria. León es la provincia con mayor número de estaciones realizadas (264) y donde se han encontrado los mejores resultados. El 86,4% de las cuales resultaron positivas, con igual reparto de puntos con presencia en los tramos de la demarcación Duero como en la Minho. Llimia. Únicamente en el centro provincial se detectó una zona con varias cuadrículas negativas, dentro de una red fluvial muy compleja y bien ocupada por la nutria. Se muestrearon casi la totalidad de las cuadrículas posibles (264), de las que únicamente 24 dieron resultados negativos. Por lo tanto esta provincia la ocupación de la nutria representa el 88,2% de la provincia. En Palencia se han realizado 97 estaciones siendo 82 positivas (84,5%). De las 105 cuadrículas muestreadas 89 fueron positivas (84,8%). Únicamente en el cuadrante sur-occidental de la provincia se encontró un patrón escaso de distribución del mustélido, ligado a la escasa entidad de la red hidrográfica de esta zona, formada fundamentalmente por pequeños arroyos temporales y acequias de riego muy poco naturalizadas en un entorno semi-estepárico de cultivos Tabla 1. Resultados del muestreo realizado en las provincias de Castilla y León expresados a partir de las cuadrículas UTM-10 km y de las estaciones de muestreo obtenidos durante el período Cuadrículas UTM-10 km Estaciones de muestreo Provincia N Positivo % Pos N Positivo % Pos Ávila , ,4 Burgos , ,9 León , ,4 Palencia , ,5 Salamanca , ,6 Segovia , ,0 Soria , ,0 Valladolid , ,0 Zamora , ,0 Castilla-León , ,5 103

6 Morales y Gómez-Gayubo cerealistas intensivos. Es destacable la buena representación de la especie en la mayor obra de ingeniería hidráulica de la región, el canal de Castilla y sus humedales asociados. En Salamanca mostró un patrón de ocupación similar al anterior muestreo (80,6% positivas de las 98 estaciones muestreadas), sin embargo la escasa intensidad de este tercer muestreo en esta provincia no permite completar un patrón de mejora en la ocupación de su parte central. La nutria ocupa los principales cursos de agua y embalses de las cuencas del Tormes, Águeda, Alagón y Huebra. En esta provincia el porcentaje de cuadrículas positivas fue del 78,7%, sin embargo únicamente se muestreó menos de la mitad de éstas. En la provincia de Segovia se han realizado 112 estaciones de las que 75 han sido positivas (67,0%). Respecto a las cuadrículas se han revisado 89, de las cuales 48 tuvieron alguna estación positiva (71,9%). En Soria se han realizado 138 estaciones de las cuales 71 han sido positivas (51,0%). La nutria se encuentra presente en casi todos los ríos que no tienen un marcado carácter mediterráneo. De 126 cuadrículas muestreadas 92 resultaron positivas (73,0%), 34 resultaron negativas y sólo en 5 casos no se pudo controlar la presencia de nutria porque no existen puntos de agua. La presencia de nutria en Valladolid dio los porcentajes más bajos de positivos en el Sondeo, con una total de 40 lugares con presencia contrastada de nutrias sobre 93 estaciones (43,0%). Los mejores resultados se obtuvieron ligados a las márgenes del Duero, mientras que en los arroyos y pequeños tributarios de las márgenes norte y sur los resultados fueron escasos. Esta es la provincia en que más cuadrículas resultaron negativas (48,5%), con una parte occidental de la misma con aparente ausencia de la nutria. En Zamora se realizaron 169 estaciones de las cuales 93 resultaron positivas (55,0%) para la presencia de nutrias. Se encontraron 71 cuadrículas positivas de las 169 muestreadas (64,0%). Los mejores resultados se obtuvieron en el noroeste provincial, donde los ríos presentan un estado de conservación más favorable para el mustélido y una menor estacionalidad. Asimismo, el eje principal del Duero presenta una buena tasa de ocupación, mientras que los ríos de su margen sur son menos utilizados por las nutrias, debido en gran parte a su escasa entidad y gran estacionalidad. 104

7 La Nutria en Castilla y León Figura 1. Distribución de la nutria en Castilla y León a partir de los resultados del tercer muestreo realizado durante el período

8 Morales y Gómez-Gayubo Los cursos de agua de Tierra de Campos dieron resultados predominantemente negativos, en las pocas cuadrículas en las que se pudo encontrar masa de agua que muestrear. Valoración y diagnosis de los resultados Los resultados de este último muestreo ofrecen un patrón muy desigual entre la mitad norte y el centro-este de la Comunidad, con buenos o muy buenos resultados; y la parte sur y centro con una aparente menor ocupación por parte del mustélido, coincidiendo con la parte más árida de la cuenca del Duero. Análisis por cuencas hidrográficas Los mejores resultados se obtuvieron en los cursos de agua de las cuencas Norte y Duero Norte, con resultados muy buenos en los ríos Esla, Órbigo, Tera, Pisuerga, Arlanza - Arlanzón y Valderaduey, en su parte norte. En esta zona los resultados positivos de los controles fueron del 87 y 77%, respectivamente. Los resultados fueron buenos incluso en los tramos de ríos ocupados por grandes pantanos como Riaño, Valparaíso o Ricobayo. En las cuencas del Ebro y Tajo también se obtuvieron buenos resultados con el 53 y 72% de los controles positivos, respectivamente. En especial en los ríos Ebro, Nela, Oca, Alberche, Tiétar y Alagón, excepto su parte más alta con pocos controles. El eje principal del Duero presentó buenos resultados con continuidad desde cabecera hasta los Arribes internacionales en la ocupación por las nutrias (el 91%), excepto en el tramo correspondiente a la provincia de Valladolid, y la mayor parte de los grandes embalses del tramo internacional. Los tributarios de la vertiente sur del Duero presentaron peores resultados en el Sondeo (60% positivos), con escasos controles positivos en los pequeños tributarios estacionales de las provincias de Zamora, Valladolid y Ávila; y algo mejores en los ríos de más entidad como Adaja, Cega, Duratón o Riaza. Asimismo los mejores resultados fueron encontrados en el río Tormes, con distribución continua de las nutrias desde Gredos a su desembocadura, incluidos los pantanos de Almendra y Sta. Teresa. En Salamanca quedaron mal representados algunos de los ríos de esta unidad como el Yeltes, Morasverdes, Águeda, Huebra y Guareña, que en el anterior Sondeo dieron buenos resultados. 106

9 La Nutria en Castilla y León Comparación con muestreos anteriores Durante el tercer Sondeo Nacional se ha comprobado una tendencia de ocupación de las nutrias de todo el territorio castellano leonés, confirmando así una progresiva mejora iniciada desde el primer al segundo muestreo. La mejora se ha detectado en todas las provincias, y en especial en Segovia, Ávila, Burgos y Zamora. El porcentaje de controles positivos se ha duplicado en Castilla y León entre el primer (33,6%) y este último muestreo (69,5%) (χ 2 = 67,74; g.l.= 1; p< 0,001), habiéndose realizado más controles en éste último (769 en el primero por ahora) (Fig. 2). La mejora detectada en este tercer mustreo puede achacarse fundamentalmente a tres causas: 1) cese de la persecución directa de las nutrias, 2) mejora de la calidad del agua (en especial aguas debajo de grandes núcleos de población) y las riberas en muchos ríos y, 3) la recolonización de los tramos en ríos mesetarios por la gran conectividad de las poblaciones ya asentadas previamente en las zonas montañosas. Dicha mejora parece solaparse en gran medida con la actual expansión del visón americano (Neovison vison) por el centro de la cuenca del Duero. Únicamente en 4 cuadrículas (el 0,04%; 3 en Burgos y una en Zamora) se detectó la presencia del mustélido alóctono sin poder constatar la de nutria. Si bien esta valoración debe ser tomada con reserva debido a la escasa representatividad de los datos de visón americano en Castilla y León conseguidos durante los muestreos del muestreo de nutria. Otros factores como la proliferación de cangrejos, tanto americano como señal, en gran parte de nuestros ríos y arroyos parecen favorecer su presencia, pero no de una manera determinante. La disponibilidad de refugios, una menor estacionalidad de muchos cursos de agua y la calidad del hábitat ribereño podrían ser determinantes para progresar en esta tendencia positiva en sucesivos muestreos. Las actuaciones realizadas por la confederaciones se han vuelto menos agresivas en los últimos años en algunos ríos y las actuaciones de mejoras de hábitat y restauraciones se han visto ampliadas. Estas mejoras de hábitat han afectado a muchos tramos creándose corredores ecológicos que ayudan a conectar poblaciones que antes se encontraban aisladas. Se deberían tener más criterios biológicos y técnicos a la hora de desarrollar proyectos de restauraciones hidrológicas, aún queda mucho por hacer. 107

10 Morales y Gómez-Gayubo Figura 2a. Distribución de la nutria en Castilla y León a partir de los resultados de los tres muestreos que se han realizado. Se muestran sólo las localizacions de los valores de presencia confirmada de nutria. 108

11 La Nutria en Castilla y León Figura 2b. Distribución de la nutria en Castilla y León a partir de los resultados de los tres muestreos que se han realizado. Se muestran los valores a partir de las referencias de las cuadrículas UTM-10 km. 109

12 Morales y Gómez-Gayubo Problemas de conservación Pese a la mejora observada en la distribución de la nutria en los ríos de Castilla y León persisten aún problemas que deben ser tenidos en cuenta de cara a asegurar la total recuperación de esta especie y asegurar su conservación futura. Entre ellos destacan: Contaminación del agua. La construcción de nuevas estaciones depuradoras de aguas residuales ha ayudado a que la calidad del agua mejorara en muchos cauces sobre todo después de los núcleos urbanos, aunque aún queda mucho por hacer. La contaminación química mediante pesticidas está presente aún en muchos tramos de ríos, en las provincias de Zamora y León (Órbigo y Esla), hay pueblos que no pueden beber agua por la presencia de atrazinas, esto se repite en distintos puntos de la geografía castellano y leonesa. Además en muchos casos las depuradoras no han sido diseñadas correctamente y/o no funcionan por falta de mantenimiento, vertiendo directamente al río las aguas fecales urbanas. Tendría que ser necesario la presencia de depuradoras en pueblos que en épocas veraniegas el número de habitantes se triplica, y estas situaciones no suelen estar previstas y el dimensionado de las depuradoras no es el suficiente para las necesidades del lugar. La situación de calidad del agua en varios de los grandes embalses del tramo final del Duero en la Comunidad se reconoce como muy mala (estado hiper y eutrófico), incluso con episodios de anoxia total estival y formación de cianotoxinas. Destrucción de hábitat. En muchos casos ha sido uno de los factores negativos para la presencia continua de la nutria. Cuando se produce una alteración del río, destrucción de sotos fluviales, la nutria desaparece de ese tramo y necesita buscar otro territorio vacío en el que situarse. En zonas de regadíos, la disminución del caudal puede afectar negativamente a la disponibilidad de presas si no se mantiene un caudal ecológico mínimo. La destrucción del hábitat puede provocar la muerte en época de cría de camadas. En épocas de sequía la disminución de caudal y el aumento de zonas sin agua reduce considerablemente el hábitat de la especie, limitando su área de distribución. 110

13 La Nutria en Castilla y León Fragmentación de los cursos fluviales. Esto se puede producir sobretodo en aquellas presas de gran altura que son bastante frecuentes en la cuenca del Duero. En estos casos a la nutria les supone un mayor esfuerzo el superar estos obstáculos exponiéndose a la hora de atravesarlos, a los depredadores y a la muerte por atropellos ya que en la mayor parte de los casos la nutria utiliza las carreteras para superarlos. Los proyectos de ampliación de la red de embalses de abastecimiento y el recrecimiento de los existentes para aumentar su capacidad de almacenamiento de agua para usos urbanos y agrícolas, suponen una nueva amenaza de destrucción del hábitat que podría ser determinante en las próximas décadas si de una forma más fehaciente se consolidan los cambios climáticos en cuanto al ritmo de precipitaciones que ya han empezado a notarse, y la menor disponibilidad de agua hace más estacionales arroyos y pequeños ríos que ahora alojan nutrias. Mortalidad antrópica. Este tipo de problemas es muy común en movimientos dispersantes en busca de nuevos territorios, existen una serie de puntos negros en las carreteras donde los animales pueden ser atropellados. Hay lugares en que no hay pasos de fauna y la lámina de agua llega hasta la carretera provocando que la especie tenga que cruzar la vía para trasladarse al otro lado del arroyo. Estos casos también se pueden repetir cuando se pierde la conectividad entre los arroyos y cauces principales, las carreteras fragmentan el hábitat y obligan a los animales a exponerse a los peligros de los atropellos. Además puede existir mortalidad en aquellos tramos de río en los que existe centrales hidroeléctricas, es necesario que los canales de acceso a la central tengan rejillas que impidan el paso de ejemplares subadultos con poca experiencia en el agua que se vean absorbidos por la corriente y perezcan en las turbinas de dichas centrales, esto también puede suceder con otros mustélidos de menor tamaño como los visones. Incluso en pequeñas acequias con paredes verticales, puede provocar el ahogamiento de estos mustélidos porque no tienen capacidad para salir, y pueden morir ahogados en los sifones. 111

14 Morales y Gómez-Gayubo Perspectivas futuras y recomendaciones para la conservación Es previsible que la nutria seguirá aumentando su distribución, sobre todo en aquellas zonas donde los cangrejos americanos (Procambarus clarkii fundamentalmente, junto con Pacifastacus leniusculus en zonas montanas y ríos de aguas frías) sigan colonizando nuevos territorios, ya sea de forma natural o por haber sido introducidos. En algunos casos el cangrejo señal no encuentra límite altitudinal relegando al cangrejo autóctono a zonas más marginales y ayudando a su extinción en todo su territorio tarde o temprano, pero para la nutria es un factor positivo. En aquellas zonas donde los recursos tróficos no escasean, y con suficientes refugios, la nutria podrá alcanzar óptimos de densidades, siempre que los ríos mantengan suficiente hábitat y caudal circulante. En relación con la creciente demanda de agua para nuevas urbanizaciones, industrias, cultivos de regadío y campos de golf, las previsiones de los gestores de dichas concesiones son de exceder en una década el volumen que Castilla y León es capaz de almacenar en sus embalses. De este modo parece imprescindible en los próximos años implementar medidas eficaces que garanticen el uso racional del agua. Muy en especial en la parte central de la cuenca del Duero, donde los cursos son más estacionales y los manantiales muestran señales de agotamiento y contaminación. Desde un punto de vista de conservación para la nutria cabría resaltar como recomendaciones generales para Castilla y León: Que se aplique una nueva política de gestión racional del agua, ajustando los diversos usos de los cauces y los embalses para compatibilizarlos con la conservación de la fauna y la flora autóctonas, Que se aplique una política activa de regeneración de la cubierta vegetal natural de las riberas, incluyendo expresamente la necesidad de prohibir los cultivos con fines madereros de chopos en los cauces ordinarios, La exigencia de que los organismos de cuenca garanticen el caudal ecológico de los ríos y se progrese en el sentido expresado en la Directiva Marco del Agua de mejora de la calidad integral de las aguas de superficie para cumplir el objeto de buen estado ecológico en

15 La Nutria en Castilla y León Y en particular: La protección y conservación del hábitat. Cuando se realice cualquier actuación en el medio sería necesario contemplar al menos ciertas medidas que mantengan al menos un mínimo de refugios. Aplicando en cada caso medidas correctoras dirigidas a la restauración del hábitat. Mantener corredores ecológicos que puedan ayudar a la dispersión de individuos jóvenes en busca de nuevos territorios y conectar distintos territorios para no fragmentar las poblaciones. La revegetación de zonas alteradas para acelerar su recuperación. En zonas de escolleras revegetar al menos el tercio superior para recuperar y naturalizar la zona lo antes posible disminuyendo el efecto visual de zona canalizada. Sería recomendable realizar censos de nutria al menos cada 5 años en aquellas zonas donde la presencia sea constante y de forma bianual en las zonas donde la nutria se encuentre en peligro o que vaya colonizando nuevos territorios para conocer mejor su expansión en los últimos años. Además ante cualquier destrucción de hábitat se debería realizar un seguimiento para ver en que momento las nutrias vuelven a utilizar esos territorios. Diseñar y construir pasos de fauna específicos para la nutria en aquellos puntos de las carreteras donde se concentren atropellos de esta especie y su posterior seguimiento, ver como los utilizan y si funcionan. Y por último, sería muy importante poder determinar cuál es la interacción entre la nutria y el visón americano y como puede afectar esta especie exótica a las poblaciones de nutria y otros mustélidos autóctono. Este tipo de estudios pueden ayudar a plantear un mejor manejo de una especie invasora que ha formado sus poblaciones a partir de granjas peleteras ya sea por sueltas intencionadas como por escapes progresivos al medio y su gran adaptación a los sistemas fluviales disminuyendo la biodiversidad en nuestros ríos. 113

16 Morales y Gómez-Gayubo Agradecimientos El trabajo de campo se realizó por las siguientes personas: Ávila: Félix Bueno, Noemí del Arco, Ascensión Encinas, Rosa Fernández Salvador, Pablo García, Laura Martínez y Álex Ruiz Burgos: Mª Asunción Gómez Gayubo, Javier López de Luzuriaga García, Javier Morales Martín, Javier Polo, Mónica Rodríguez Comte León: Paula Arroyo Hernández, José Maria Colino Merino, Yolanda Cortés, Jorge Falagón Fernández, María Fernández Cañedo, Benito Fuertes Marcos, Javier García Fernández, Pedro García Roves, David César Manceñido, Javier Morales Martín, Judith Poncet e Ignacio Rodríguez Martínez Salamanca: Eduardo Carrasco, José Miguel Colorado, Pablo García, Ángel González, Guillermo Hernández, Miguel Lizana, Vicente López, Javier Morales Martín, Inés Olivera, Juan José Ramos, Miguel Rouco e Ismael Sayaad Palencia: Alberto Fuentes, José Placer y Asier Sáiz Segovia: Carlos Bravo, Félix Bueno, Javier Cubo María, Rafael Díez y Javier Dorrego Soria: Mª Asunción Gómez Gayubo, Jesús Lasheras, Javier López de Luzuriaga García, Gonzalo San Frutos y César Villegas Valladolid: Juan Carlos Arrieta, Álvaro Ballesteros, Carlos Bravo, Félix Bueno, Yolanda Cortés, Noemí del Arco, Ascensión Encinas, Julia Encinas, F. J. García, Laura Martínez, Javier Morales Martín y Álex Ruiz Zamora: Gonzalo Alarcos, Yolanda Cortés, F. J. García, Javier Morales Martín y Rafael Romero Suances. 114

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