Carne cruda XIX BIENAL DE FLAMENCO P Septiembre, Crítica CINE PÁGINAS: 44

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2 14 Septiembre, 2016 PÁGINAS: 44 TARIFA: 1954 ÁREA: 588 CM² - 68% FRECUENCIA: Diario O.J.D.: 4331 E.G.M.: SECCIÓN: CULTURA Y OCIO XIX BIENAL DE FLAMENCO Dolores Agujetas, durante su actuación. ÓSCAR ROMERO Carne cruda Crítica CINE DOLORES AGUJETAS Cante: Dolores Agujetas. Guitarra: Manuel Parrilla. Palmas: Rafael Junquera, El Nene. Lugar: Iglesia de San Luis. Fecha: Lunes 12 de septiembre. Aforo: Casi lleno. Juan Vergillos La cantaora jerezana llenó el coqueto enclave de San Luis de los Franceses. ÓSCAR ROMERO La estética Agujetas es un patrimonio flamenco muy valioso. Un legado único, necesario. Es una estética primitivista, que no primitiva, ya que el flamenco decimonónico, aunque tenía su lado lúgubre, romántico, era mayormente lírico y lúdico. Todo lo contrario del arte Agujetas. Un arte sin concesiones. La estética de la carne cruda, de un existencialismo radical, de posguerra, que eclosionó precisamente tras los conflictos bélicos que asolaron España y Europa en el siglo XX, y que llevó a su máxima expresión el desaparecido Manuel Agujetas, padre de Dolores. Un arte sin adornos, esencial, en los tuétanos. Poesía pura. No hay matices ni estilización sino demanda directa. Primitivista porque apela a valores básicos del ser humano, principalmente la rebelión frente a los reveses, el destino. La tragedia, la herida abierta, fresca. El grito atrabiliario. El dolor en tiempo presente. El presente puro de la seguiriya. Dolores Agujetas cantó la letra por playeras el carrito de los muertos, esa que dio origen a la becqueriana Venta de los gatos. Es un cante extraño, sobrecogedor, lúgubre, espectral, francamente romántico, que hoy en día sólo una cantaora radical y fuera de las poses artísticas al uso como Dolores Agujetas puede cantar de una manera creíble. Agujetas es verdad de a puño, una verdad extraña en la que, sin embargo, todos nos podemos identificar. Ello significa una lectura personal, bastante libre, de la tradición. El legado, fuera del museo, toma vida, se hace presente puro. También los martinetes, otro estilo en el que los Agujetas han dejado su sello, resultaron sobrecogedores. Por tarantos hizo con enjundia los cantes de Manuel Torre. También los fandangos resultaron lozanos, directos. Tientos-tangos, soleares y bulerías por partida doble, por soleá y festeras, completaron el recital. Manuel Parrilla ofreció un acompañamiento fresco, natural, muy rico en falsetas y sugerencias, sin estridencia alguna. P.3

3 @ SEVILLADIRECTO.CO Septiembre, 2016 URL: TARIFA: - UUM: - UUD: - TVD: - TMV: - Pulse aquí para acceder a la versión online P.5

4 URL: UUM: - UUD: - TARIFA: - TVD: - TMV: - 14 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online P.8

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6 URL: UUM: UUD: TARIFA: 101 TVD: TMV: 1.77 min 15 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online P.14

7 URL: UUM: UUD: TARIFA: 101 TVD: TMV: 1.77 min 15 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online P.15

8 15 Septiembre, 2016 PÁGINAS: 54 TARIFA: 3140 ÁREA: 558 CM² - 62% FRECUENCIA: Diario O.J.D.: E.G.M.: SECCIÓN: CULTURAS Jaime Heredia el Parrón, en el palacio de Carlos V. :: FRANCISCO JOSÉ SÁNCHEZ MONTALBÁN «Mi abuelo tenía una fragua y mi abuela le daba al fuelle; el disco se lo dedico a ellos» Jaime Heredia el Parrón Cantaor flamenco :: JORGE FERNÁNDEZ BUSTOS GRANADA. El pasado domingo se puso a la venta con IDEAL Carbón de fragua, el flamante segundo disco en solitario de Jaime Heredia el Parrón. Mañana viernes, 16 de septiembre, se presentará en el Centro Federico García Lorca, y más tarde en San Luis de los Franceses en la Bienal de Sevilla. En su recital granadino estará acompañado de José Quevedo el Bola, a la guitarra; Paquito González, a la percusión; y, a los coros y palmas, Anabel Rivera, Víctor Carrasco y Ana Heredia. El acto estará lleno de sorpresas, en forma de estrellas invitadas; y será presentado por Curro Albaicín. Un reciente atardecer nos recibió en su casa albaicinera y, con la Alhambra enfrente iluminada, nos respondió a unas preguntas. -En 2007 vio la luz su primer disco en solitario, Pan con aceite y azúcar. Se lo ha pensado para presentar un segundo trabajo discográfico. -Uno se para y se pone a trabajar en mil cosas, y hasta que no lo ve claro, no se decide. He grabado cosas sueltas y colaboraciones con muchos artistas, aunque ya tenía ganas de preparar un disco en solitario. He intentado que sea honesto, pero sobre todo de mi corte, que muestre mi forma de cantar y de entender el flamenco. - Está conforme entonces con el resultado? -Sí, estoy contento. Casi todo el disco es clásico y lleno de verdad. Hemos hecho taranto, malagueña, seguiriya, soleá... Las bulerías creo que son muy buenas, y los tangos también. El Parrón presenta mañana en el Centro Lorca su nuevo disco Carbón de fragua - Algún tema extraordinario entre tanta ortodoxia? -Bueno, sí. Hemos grabado una vidalita, Recuerdo a Enrique dedicada a Enrique Morente, un buen amigo mío, al que siempre tendré presente. Hay versiones de vidalita de Marchena o Valderrama, que tienen grabadas, pero con la que me identifico es con la de Enrique. Estoy contento cómo ha salido, porque para mí no es un cante habitual, no entra dentro del dominio de mis cantes, y le tenía un cierto respeto. Pero después ha salido muy bonita y muy fresca. -Aparte de su hija, Marina Heredia, que introduce con una especie de breve romance los tangos que dan nombre al trabajo, quién colabora en el disco? -En este disco me acompañan dos guitarristas de Granada y dos de fuera. De la tierra cuento con Luis Mariano y Miguel Ángel Cortés; y, por la parte de Jerez, Diego el Morao y José Quevedo el Bolita, que también es el productor del disco, con el que estoy muy contento. Marina y Pedro Chicote también me han echado una mano imprescindible. - Ha dicho en el disco todo lo que tenía que decir o se le ha quedado algo en la recámara? -Siempre queda algo por decir. Quedan cosas como para hacer un nuevo disco. Además, una vez metido en faena, cuando las cosas están calentitas, cuando uno está animado, no dan ganas de parar. Eso me da fuerza y empuje para seguir. - Por qué Carbón de fragua? -Carbón de fragua es porque se lo he dedicado a mi abuelo y mi abuela. Mi abuelo tenía una fragua en el barrio bajo del Albaicín, de toda la vida. Era fragüero y mi abuela le daba al fuelle. Se lo he dedicado a ellos. -Sabemos que se ha operado alguna vez de la garganta, cómo se encuentra de voz en la actualidad? -Me encuentro realmente bien. Me cuido como nunca. Ahora hay que defender el disco en directo, en el escenario, porque hay que rodarlo, y me he impuesto algo de disciplina. -Después de tantos años en los escenarios, tiene algún miedo al enfrentarse al público? -Miedo, no. Responsabilidad y muchas ganas. Responsabilidad sobre todo por la exigencia. Yo me exijo mucho a mí mismo. Esto no es una broma. Te tienes que sentar en el escenario y poner de acuerdo a las personas que vayan contigo. -En el mundo del flamenco El Parrón es un nombre considerado, aunque no tiene el poder mediático de otros artistas fuera de Granada. -Bueno, yo he salido mucho, al resto de España y al extranjero. Lo que pasa es que estoy muy arraigado a Granada. Pienso que soy profeta en mi tierra. P.18

9 Buscar Buscar Portada Noticias Festivales Reseñas de Flamenco Reportajes/Especiales Entrevistas Moda Flamenca Videos Agenda Más Secciones galería Últimas fotográfica noticias Joven Maestría del Flamenco Tomate en rama, oro m Tweet Share 3 Me gusta 7 Compartir 7 2 Tomate en rama, oro molido La guitarra de Tomatito trajo el fuego y el sentido común a la Bienal de Sevilla Web Revista La Flamenca. Luis M. Pérez Sevilla (Teatro Lope de Vega) 14/9/2016 Fotos: Archivo fotográ co Bienal de Flamenco Síguenos ( Traducir»

10 Era una apuesta segura. Después de un comienzo con tantas luces como sombras, el público y la crítica de la Bienal de Sevilla necesitaban un refugio, un hogar acogedor a donde poder volver los ojos de la memoria y donde refugiarse cuando llegue el callado invierno. No era muy arriesgado, el Tomate nunca falla. Y no falló. Porque es un tomate maduro, que conserva los aromas de juventud, aquel aire fresco con el que marchó de Almería de la mano de los dos gaditanos de su vida. Es un tomate en rama, porque no tiene añadidos químicos en su maduración, y el único aliño al que se presta su arte gitano es el del aprendizaje y la experiencia de compartir vivencias y escenario con artistas de primerísima categoría. José Fernández Torres Tomatito ( el flamenco ya erapatrimonio de la humanidad 2/) (1958) vino acompañado por su hijo José de Tomate como segunda guitarra, que llevó perfectamente la base rítmica de la segunda parte del espectáculo, y la magistral dirección del percusionista Israel Suárez el Piraña. Otra hija de José, Mari Ángeles Fernández, integrante del cuadro de palmas y coros, (por cierto que interpretó una versión del Romance de Curro el Palmo de Serrat que dejó boquiabierto al personal) acabó de completar el ambiente familiar. Comenzó Tomatito la noche con una rondeña al aire, un tanto fría y desligada. Pero cuando se embarcó en la soleá ya no era frío, sino fuego lo que sacaba del mástil esa mano izquierda. Comenzaron los sentidos a imponerse, y ya parecía que el rostro se le transfiguraba, la cabeza inclinada hacia la izquierda, la melena suelta y rizada a plomo sobre la tapa armónica, que abrazaba en escorzo con su brazo derecho. Era un chamán sobre el escenario, un auténtico indio que jugaba con las llamas y sanaba nuestras heridas sin pedir nada a cambio ni saber cómo. Para cuando nacieron las alegrías, ese palo que tanto le caracteriza, ya nos tenía en la faltriquera. Qué contento tiene que estar Paco, le gritaron desde el patio de butacas, y el chamán tiró un beso al aire que nos bendijo a todos. Últimos tweets Tweets presentaba "Yo, Carmen" bit.ly/1rediqs Insertar Revista La #BienalSevilla16 Revista La Fla 53min Ver en Twitter Y fue entonces cuando salió el mejor músico que uno quisiera tener a su lado en un escenario. Jorge Pardo tomó su flauta travesera y se cantó con ella el himno flamenco de los camaroneros, La leyenda del tiempo, en cuya grabación participó. Desde un tímido rincón del escenario, bailó sobre todas las tumbas e invocó a todos los duendes de Sevilla. Y los duendes salieron, de unos tarantos, que no tarantas, y de unas cartageneras clásicas, las que grabaron don Antonio Chacón y La Niña de los Peines, con la melodía de Acaba, penita acaba o Los pícaros tartaneros. Jorge cantaba, se quejaba con su flauta; y Tomatito respondía a cada lamento, hiriendo con sus picados, con sus rasgueados y sus armonías imposibles. Traducir»