17 de agosto Obra: Curación de la hija de una cananea. Personajes: Cananea, Fray y Jimena. (Entra a escena Fray)

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Emilia Herrera González
hace 6 años
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1 17 de agosto 2014 Obra: Curación de la hija de una cananea Personajes: Cananea, Fray y Jimena. (Entran a escena Cananea y Jimena) Jimena: Hola amigos. Cananea: Hola yo soy una mujer cananea. Aunque yo no soy judía, yo iba buscando a Jesús, cuando me lo encontré más cerca de lo que pensé. Jimena: Y qué pasó cuando te lo encontraste? Cananea: Cuando lo vi comencé a gritar: Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está gravemente enferma. Yo sabía que Jesús venía de parte de Dios y que por eso, Él era el único que podía salvarla de su mal, por eso le grité. Pero también sabía que los judíos eran los únicos hijos de Dios, por la Alianza que Dios había hecho con ellos, por eso todos los demás que no éramos judíos estábamos excluidos de la familia de Dios, y por eso los judíos nos decían perros. (Entra a escena Fray) Jimena: Pero eso está mal. Fray: Sí, así es. Pero Dios desde hacía muchísimos años había prometido al pueblo judío que enviaría al Mesías. Por eso, Jesús que es el Mesías sabe que ha sido enviado por Dios para salvar a los judíos, es decir, al pueblo que Dios había elegido para mostrarles su amor, su cuidado y su protección. Cananea: Por eso no me extrañó que cuando yo grité, Jesús no me respondiera nada. Pero yo seguí gritando más fuerte, pues necesitaba que Él me atendiera, aunque a mí no me correspondiera. Yo sabía que Él tenía tanto poder, que cualquier cosa que Él 1

2 hiciera sería suficiente para sanar a mi hija. Jimena: Y entonces qué pasó? Cananea: Sus discípulos, le rogaban: Despídela, que viene gritando detrás de nosotros. Pero Él respondió: No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Fray: Jesús sabe que la voluntad de Dios es que Él salve al pueblo judío, por eso Él no puede atenderte. Cananea: No obstante, yo me postré ante Él y le dije: Señor, socórreme! Él me respondió: No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos. Yo le dije: Sí, Señor, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Jimena: Y qué te dijo Jesús? Cananea: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas». Y desde aquel momento mi hija quedó curada. Jimena: Sí lo sabía, Jesús siempre nos escucha y nos ayuda! Cananea: Por eso yo los invito a que siempre acudan a Jesús, aunque crean y sepan que no se lo merecen. Jimena: Hay que insistirle todo lo que sea necesario, pues Él es el único que puede salvarnos y lo hará. Fray: Además ya nadie está excluido de la familia de Dios, pues por el bautismo todos podemos ser hijos de Dios. (Sale de escena Cananea) Manos a la Obra: Material: un jabón, una cubeta con agua, una jarra, una cubeta vacía y una toalla, por cada 5 niños. Una jerga para secar el piso al término de la actividad. 2

3 El material debe de estar ya dispuesto y cuidado por un adulto, para que los niños no lo tiren o lo usen antes de tiempo. Fray: Ahora queremos invitarlos a hacer un experimento. Jimena: Sólo vamos a necesitar sus manos, agua y jabón. Fray: Han oído hablar de la fricción? Jimena: No. Qué es la fricción? Fray: Cuando dos cosas se rozan, producen fricción, que es una fuerza invisible que intenta detener el movimiento. A veces, la fricción es útil, pero otras es un problema. Jimena: Froten las palmas de sus manos. Primero háganlo lentamente y poco a poco vayan aumentando la velocidad. Fray: Entre más rápido y más fuerte frotes tus manos, se sentirán más calientes. Cuando frotas tus manos, se genera fricción que produce calor. Jimena: Vamos a ver qué tanto calor producimos! Sigan frotando sus manos! Uy, ya me arden las manos de tanto frotarlas. Fray: Se imaginan qué hubiera pasado con la cananea si ella en lugar de comprender que Jesús venía sólo para los judíos, se hubiera puesto muy enojada? Habría conseguido que Jesús sanara a su hija? Jimena: Lo más seguro es que no. Y además se hubiera puesto hasta roja del coraje y tal vez hasta le hubiera dolido el estómago. Fray: Como ven el enojo también genera fricción y calor. Qué sienten cuando van muy rápido? 3

4 Ahora vamos a hacer 5 filas, para que puedan pasar a enjabonar sus manos. (El adulto echará con la jarra, un poco de agua en las manos del niño, cuidando que el agua caiga en la cubeta vacía. Luego le dará el jabón para que se enjabone). Jimena: Enjabónenlas y vuélvanlas a frotar rápidamente. Fray: Verdad que ya no se siente tanto calor? El agua y el jabón reducen la fricción, pues actúan como un lubricante. Por eso sienten menos calor. La humildad ayuda a comprender a los demás y a esperar sin enojarse. Jimena: La humildad es un buen lubricante. Ahora pasen a enjuagarse. (El adulto echará con la jarra, más agua en las manos del niño, cuidando que el agua caiga en la cubeta vacía. Luego le dará la toalla para que se seque). Fray: Ahora vuelvan a sentarse. Cuando ustedes quieran pedir un favor a alguien, pueden ir con una actitud orgullosa, exigiendo que los atiendan y si no lo hacen, enojarse; o bien, pueden pedirlo con humildad, comprendiendo las necesidades del otro y esperando pacientemente que les conceda el favor. Qué creen que sea más efectivo? Jimena: Ser humilde y agradecer todo lo que sí nos dan. Por eso, vamos a empezar por agradecerle a Dios todo lo que nos da. Quién empieza? Canción: Gracias Dios, del CD Dios me ama siempre de Palabra y Obra 4

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