CANTO VERDE, TRANSCENDENTE HUMANIDAD

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María Carmen Molina Rivero
hace 6 años
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1 CANTO VERDE, TRANSCENDENTE HUMANIDAD Altísimo y omnipotente buen Señor, tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición. A ti solo, Altísimo, te pertenecen y ningún hombre es digno de nombrarte. Contemplando la creación fuiste cantor de sus maravillas, llegaste a Dios sin atesorar riquezas ni privilegios, observaste la auténtica dignidad brillando en la creación; transcendente humanidad.

2 Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas, especialmente en el Señor Hermano Sol, por quien nos das el día y nos iluminas. Y es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, refleja su luz. Tu luz puede cegarnos si antes no nos fijamos en tus pasos, a plena luz verás calor y dicha, espantos y fatigas. Que Tu Luz Llene la tiniebla y colme la luz;

3 transcendente humanidad. Alabado seas, mi Señor, por la Hermana Luna y las estrellas, en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas. Crecer y menguar, iluminar a parpadeos los recovecos necesarios de la noche; en nuestras oscuridades que consolador resultan los rostros de otras criaturas manteniendo la esperanza atenta; transcendente humanidad.

Alabado seas, mi Señor, por el Hermano Viento y por el aire y las nubes y el cielo sereno y toda clase de tiempo, a través de los cuales a todas tus criaturas das

4 Alabado seas, mi Señor, por el Hermano Viento y por el aire y las nubes y el cielo sereno y toda clase de tiempo, a través de los cuales a todas tus criaturas das sustento. Una danza ensimismada uniendo cielo y tierra, humanidad entera abierta a lo impredecible, afrontando los cambios como trance ineludible; transcendente humanidad.

5 Alabado seas, mi Señor, por la Hermana Agua que es muy útil y humilde y preciosa y casta. Danos de beber del agua refrescante que mana de la roca escondida y se precipita en cascada espumosa sin que la esperes, terca en su empuje, inesperada y paciente; humanidad transcendente.

6 Alabado seas, mi Señor, por el Hermano Fuego, por el cual iluminas la noche, y es hermoso y juguetón y robusto y fuerte. Esta pasión constructiva calienta acogiendo con ternura, da vida sin consumir lo que toca, equilibrio sutil de pasiones que controla su ardor hermoso; humanidad transcendente.

7 Alabado seas, mi Señor, por la Hermana Madre Tierra, que nos sostiene y gobierna y produce frutos variados con coloridas flores y hierbas. Hermana y Madre dándonos cobijo, alentadora de procesos inauditos, nos acaricia sin defensa y protección, casa de Tod@s, Madre Tierra; transcendente humanidad.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, y sufren enfermedad y tribulación; bienaventurados los que lo soportan todo en paz, porque de Ti, Altísimo, coronados serán.

8 Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, y sufren enfermedad y tribulación; bienaventurados los que lo soportan todo en paz, porque de Ti, Altísimo, coronados serán. Perdonar y ser perdonado qué cuesta más?, qué implica menos?, ofrece el corazón acepta la reconciliación con quién, de quién, muchas veces entrecortada entre lágrimas repletas de consuelo. No busques el sufrimiento sin más pero elabora el dolor que por doquier nos envuelve;

transcendente humanidad, canto verde. Alabado seas, mi Señor, por nuestra Hermana Muerte Corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar. Ay de aquellos que mueren en pecado mortal.

9 transcendente humanidad, canto verde. Alabado seas, mi Señor, por nuestra Hermana Muerte Corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar. Ay de aquellos que mueren en pecado mortal. Bienaventurados a los que la muerte encontrará en tu santísima voluntad, porque la segunda muerte no les hará mal. Volver de lleno al seno materno que nos envuelve, vivientes siempre para seguir respirando vida sonora de vida; canto transcendente de humanidad verde.

10 Alaben y bendigan a mi Señor y denle gracias y sírvanle con gran humildad. Verde esperanza en tierra hambrienta de lugares oportunos de encuentro, en tierra necesitada de bendición y alabanza, de humilde humildad por dentro y por fuera; transcendente humanidad, Dios pronunciado en cántico universal. (Antonio Martínez. Valladolid, barrio de Delicias)

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