Fe y Sanidad. Marcos 5:21-43

Transcripción

1 Fe y Sanidad Marcos 5:21-43

2 Introducción En la sección que está ante nosotros se describen dos estupendos milagros. Son únicos, en el sentido que uno interrumpe el progreso del otro sin frustrarlo. Uno ilustra el poder de Cristo sobre la enfermedad; el otro, su poder sobre la muerte.

3 21Después de que Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se reunió alrededor de él una gran multitud, por lo que él se quedó en la orilla.

4 Marcos 5:21 En contraste con la hostil recepción entre los gerasenos, se reunió alrededor de él una gran multitud tan pronto como desembarcó en la costa cercana a Capernaum oficina principal de Jesús para su actividad ministerial.

5 22Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se arrojó a sus pies,

6 23suplicándole con insistencia: -Mi hijita se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que se *sane y viva.

7 24Jesús se fue con él, y lo seguía una gran multitud, la cual lo apretujaba.

8 Marcos 5:22-24 Jairo era un líder laico encargado de supervisar los servicios en la sinagoga. Arrojó, tiro, echó su cuerpo a los pies del maestro Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Mateo 2:11 (SNVI)

9 Marcos 5:22-24 Jairo Mostró fe al decir: "Ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva. Muchos de los líderes religiosos como Jairo ya estaban empeñados en destruir Jesús. Mas su amor por su hija moribunda le obligó a obviar sus prejuicios e ir a Jesús.

10 Marcos 5:22-24 El ahora está a nivel de los pies de Jesús, porque todos los que tienen cargas están allí. Mientras Jesús iba con Jairo, los seguía una gran multitud, y le apretaban.

11 25Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias.

12 26Había sufrido mucho a manos de varios médicos, y se había gastado todo lo que tenía sin que le hubiera servido de nada, pues en vez de mejorar, iba de mal en peor.

13 27Cuando oyó hablar de Jesús, se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto.

14 28Pensaba: «Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana.»

15 29Al instante cesó su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción.

16 30Al momento también Jesús se dio cuenta de que de él había salido poder, así que se volvió hacia la gente y preguntó: - Quién me ha tocado la ropa?

17 31-Ves que te apretuja la gente -le contestaron sus discípulos-, y aun así preguntas: " Quién me ha tocado?"

18 32Pero Jesús seguía mirando a su alrededor para ver quién lo había hecho.

19 33La mujer, sabiendo lo que le había sucedido, se acercó temblando de miedo y, arrojándose a sus pies, le confesó toda la verdad.

20 34- Hija, tu fe te ha sanado! -le dijo Jesús-. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.

21 Marcos 5:25-34 Entrelazada con el episodio de la hija de Jairo está la historia de la mujer con una hemorragia tal vez un severo trastorno menstrual. Su condición la hacía ritualmente inmunda (Lv 15:25 27) y la excluía de tener relaciones sociales normales, pues cualquiera que entrara en contacto con ella quedaría inmundo.

22 Marcos 5:25-34 Era una práctica común en los casos de enfermedades graves, consultar a muchos y diferentes médicos y recibir una gran variedad de tratamientos. Estos eran, con frecuencia, incompatibles entre sí, abusivos y por lo general, hacían empeorar la situación antes que mejorarla. Lucas, el médico, en Lucas 8:43 sugiere que la mujer no pudo recibir ayuda porque su enfermedad era incurable.

23 Marcos 5:25-34 Lucas, el médico, en Lucas 8:43 sugiere que la mujer no pudo recibir ayuda porque su enfermedad era incurable. Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias, sin que nadie pudiera sanarla. Lucas 8:43

24 Marcos 5:25-34 Ella se decía a sí misma que Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana. Inmediatamente, la fuente de su sangre se secó. Jesús, sintiendo que el poder había salido de él, preguntó quién le había tocado.

25 Marcos 5:25-34 El poder de Jesús, su habilidad inherente para ministrar y obrar sobrenaturalmente, fez que Inmediatamente, la fuente de su sangre se secase. Quién me ha tocado la ropa? Jesús hizo esta pregunta, no por ignorancia, sino para hacer salir a la mujer de entre la multitud y permitirle alabar a Dios por lo que había sucedido en ella.

26 Marcos 5:25-34 Esto enfatizó la habilidad de Jesús para distinguir entre el toque de alguien que con fe esperaba liberación, del toque inadvertido de los que lo apretaban.

27 Marcos 5:25-34 arrojándose La mujer expresó su profunda fe, humildad, honestidad y gratitud al Señor por haberla sanado. Jesús usó una tierna palabra, Hija, para dirigirse a la mujer, y señaló que la fe de ella hizo la diferencia, porque la colocó, correctamente, en Él Jesús no en el manto.

28 35Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegaron unos hombres de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: -Tu hija ha muerto. Para qué sigues molestando al Maestro?

29 36Sin hacer caso de la noticia, Jesús le dijo al jefe de la sinagoga: -No tengas miedo; cree nada más.

30 37No dejó que nadie lo acompañara, excepto Pedro, *Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo.

31 38Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, Jesús notó el alboroto, y que la gente lloraba y daba grandes alaridos.

32 39Entró y les dijo: - Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta sino dormida.

33 40Entonces empezaron a burlarse de él, pero él los sacó a todos, tomó consigo al padre y a la madre de la niña y a los discípulos que estaban con él, y entró adonde estaba la niña.

34 41La tomó de la mano y le dijo: -Talita cum (que significa: Niña, a ti te digo, levántate!).

35 42La niña, que tenía doce años, se levantó en seguida y comenzó a andar. Ante este hecho todos se llenaron de asombro.

36 43Él dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido, y les mandó que le dieran de comer a la niña.

37 Marcos 5:35-43 (36) En eso, llegaron de la casa de Jairo para avisarle que su hija ya había muerto. Al oír ese informe. Jesús dijo al principal de la sinagoga: No tengas miedo; cree nada más.

38 Marcos 5:35-43 (37) Él permite que solamente tres discípulos lo acompañen, Pedro, Jacobo y Juan. Note que a estos mismos discípulos les fue permitido ver la transfiguración (9.2) y acompañar a Jesús para orar en Getsemaní (14.32,33).

39 Marcos 5:35-43 (38)Jesús notó el alboroto, y que la gente lloraba y daba grandes alaridos. Eran las dolientes profesionales, mujeres que cobraban por lamentarse melancólicamente mientras se recitaba el nombre del difunto y el de cualquier otro ser querido que también hubiera recientemente fallecido.

40 Marcos 5:35-43 El resultado era un alboroto ruidoso y caótico. (41) Talita cumi. Esta es una transliteración del arameo. Jesús y sus discípulos hablaban este idioma que era la lengua común de los judíos de Palestina en esa época.

41 Marcos 5:35-43 Tanto el milagro como el impacto sobre el grupo que lo presenció y de los que hacia bromas fueron instantáneos.

42 Conclusión Em Marcos 5 presentase 3 personas que tienen una cosa en común: tos estuvieron a los pies de Jesús (6,15,22,33)