AMOR. Polinesia. a primera vista LOS MUEBLES IN. las últimas telas. Selváticas, NAIF, exuberantes... que sacarás al jardín.

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1 architectural digest las mejores casas del mundo abril 2018 Están OUT LOS MUEBLES IN que sacarás al jardín Selváticas, NAIF, exuberantes... las últimas telas viajan a la Polinesia n º 134 españa: 4 AMOR a primera vista

2 LA GRAN BELLEZA El piso del arquitecto Vincenzo de Cotiis en Milán es la perfección absoluta. Una caja palaciega del XVIII, cuyas capas ha rascado hasta llegar a la esencia, en la que reinan los muebles esculturales que diseña. realización: isabel margalejo fotos: manolo yllera

3 En el salón, sofás de resina, fibra de vidrio y lino, mesita y lámpara de neón de Vincenzo y escultura de cartón de Florian Baudrexell. En la otra página: En el hall, escultura DC 1739 (2017) de fibra de vidrio reciclada y lacada.

4 Eliminamos todas las capas. Lo que había debajo en un estado de maravillosa imperfección era increíble. VINCENZO DE COTIIS Mesa de comedor DC 1732 y taburete DC 1736, ambos de fibra de vidrio reciclada y latón plateado, lámpara DC 1706 de latón, mármol y neones antiguos, biombo DC 1737 de resina y, sobre la peana, escultura DC 1711B, todo diseño de De Cotiis. Sillas Platner de Warren Platner para Knoll. Son lo único que hay en la casa que no he diseñado yo. Me encantan, tienen una fuerte personalidad capaz de dialogar con su entorno. En la pared, a modo de esculturas, piezas de un decorado teatral. El arquitecto cubrió los suelos dañados con una capa de resina.

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6 El rellano de la escalera del apartamento de De Cotiis, una joya del Milán del Novecento. Encima, el salón visto desde el comedor. Todas las estancias están encadenadas sin pasillo. Izda., en el mismo espacio, junto a la chimenea, lámpara DC En la otra página: El arquitecto ha contrapuesto las texturas ásperas de las paredes decapadas con espejo y latón plateado creando contrastes.

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8 De Cotiis practica en sus espacios y muebles un esteticismo funcional, una elegancia áspera y brutalista pero tremendamente refinada.

9 En una sala junto a la entrada, cabinet de madera reciclada DC 312, estantería DC 1514 de bronce fundido, sofá DC 1604 de terciopelo teñido a mano y panel DC 1411, todo de Progetto Domestico. Debajo, en el hall, consola DC 1733 con jarrón de Roger Herman. El arquitecto colocó por toda la casa zócalos de latón plateado para esconder las instalaciones.

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11 La cocina la diseñó Vincenzo a medida en mármol brasileño, igual que el suelo. La isla integra fregadero y fuegos. Lámpara DC 1624 de bronce fundido y jarrones de los 50 y 80. En la otra página: El baño principal está revestido de la misma piedra. Grifos Tara de Dornbracht, espejo de FontanaArte, apliques vintage y escultura de madera estilo Imperio. Las puertas comunican con el dormitorio y el vestidor.

12 e s belleza en estado puro. Impecable, perfecta, objetiva, incontestable. El arquitecto Vincenzo de Cotiis ha hecho de su casa un manifiesto rotundo, tan redondo que parece que nadie viva en ella, el piso-piloto de un esteta a ultranza, una monumental escultura habitable. La estructura ya tenía mucho carácter, un apartamento de 300 m 2 en un palazzo escondido en una calle estrecha de la zona de Magenta, en Milán. Tras una fachada discreta aparece un patio espectacular del que arranca la escalera que conduce al primer piso. Tenía los suelos y los techos intactos. Fue como un milagro encontrarlo así. Busqué enfatizar la historia y la atmósfera positiva preexistentes y enriquecerlo con algunas superficies creando contrastes. La estética es bastante brutalista pero conserva la suntuosidad que uno espera de los interiores bien diseñados, comienza De Cotiis, que aplica esta misma fórmula en sus proyectos, el más conocido, el hotel Straff de la ciudad. Pasamos mucho tiempo eliminando las capas que se habían añadido: años de pintura y papeles, falsos techos y horrendas moquetas. Lo que había debajo, en un estado de maravillosa imperfección, era increíble. Todos los colores aparecían blanqueados por décadas de exposición al sol. El efecto es a la vez cálido y amigable, una de las características de mi estilo, que refleja mi amor por las texturas, las formas orgánicas y la luz. El italiano remató todas las estancias con un zócalo de latón patinado en el cual quedan escondidas todas las instalaciones. Ni un cable, ni un interruptor contaminan la pureza de sus enormes espacios, comedor, dos salones, un único dormitorio y un solo baño, dos vestidores y una cocina con office. Presto una atención obsesiva al detalle, a la pericia con la que están hechos los objetos. Suyos son también todos los muebles, de la colección Progetto Domestico, ediciones limitadas que vende en la galería que lleva su nombre (el 26 de abril inaugura la muestra Baroquisme en Carpenters Workshop Gallery de Nueva York), y casi todas las obras de arte. Comprendo el espacio como algo global. Dibujo cada objeto, funcional o artístico, para que empaticen entre sí. El resultado es una elegancia áspera pero refinadísima en la que se ha logrado domesticar el esteticismo. Eliminar la idea de diseño funcional es parte de mi proceso. Mis piezas llegan después de una extensiva reinterpretación de otras cosas pero siempre se atienen a una función aunque no en su sentido original. A menudo una mesa puede ser algo más, incluso solo un gesto artístico, una escultura. A pesar de su extrema modernidad, espacios y piezas tienen los mimbres de lo perdurable. No me gustan las tendencias. Amo las expresiones de individualismo único, remata el arquitecto. retrato: simon watson

13 En el único dormitorio de la casa, cabecero y plataforma de resina diseñados por De Cotiis, al igual que las lámparas de bronce fundido y el biombo de latón plateado de la izda. Sobre una de las mesitas, escultura de madera del XVIII. En la otra página: Vincenzo de Cotiis y Claudia Ros, su mujer y mano derecha. Arriba, otra imagen del baño de la pareja.