1 Estación Experimental Forestal Viñales. 2 Especialista de Silvicultura del GEAM Pinar del Río.

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1 Comportamiento del enriquecimiento del bosque por corredores en la formación semicaducifolia sobre caliza de la EFI Guanahacabibes, Peninsula de Guanahacabibes Pinar del Río Autores: Msc. Osviel Sánchez Corvo 1 ; Dr. Modesto Gonzáles Menéndez 1 ; Ing. Lázaro Ramos Ramos 2. 1 Estación Experimental Forestal Viñales. 2 Especialista de Silvicultura del GEAM Pinar del Río. RESUMEN: Se dan resultados de investigaciones realizadas de enriquecimiento de bosques en la formación semicaducifolia sobre suelo calizo por corredores en la Empresa Forestal Integral Guanahacabibes, comparado con plantación bajo dosel, donde se evaluaron supervivencias; altura; diámetro, e incremento medio anual de estos dos últimos índices. Se encontraron resultados alentadores en el desarrollo de las plantas cuando se emplean corredores de 8 y l0 metros de ancho y la especie más prometedora para la reconstrucción de esta formación resultó ser Caesalpinea violácea. INTRODUCCION: Según la clasificación de los bosques naturales de Cuba de Bisse y col. (l97l) en el país existen l6 tipos diferentes de formación boscosas, siendo la formación semicaducifolia sobre suelo calizo (MINAGRI, l984), una de las que ocupa un mayor peso en la superficie total de los bosques, cubriendo un área de 478ll4 há. Gómez (l976) define que se encuentran cubriendo los suelos escabrosos de Guanahacabibes, al sur de la Isla de la Juventud, Ciénaga de Zapata y otros con más de 5 metros sobre el nivel del mar hasta los suelos muy transformados que ocurren en llanos, colinas y montañas bajas, a una altura de 600 msnm. Del Risco (l995) señala que los bosques semicaducifolios, como su nombre lo indica son los que una parte de sus árboles del 40 al 65 %, principalmente los emergentes y los subestratos superior son caducifolios ( o sea pierden las hojas) en la época de sequía. El propio autor precisa que este carácter es una adaptación a las características del clima tropical. La mayoría de estos bosques que han sufrido las consecuencias de la explotación irracional por parte del hombre y que en la actualidad se encuentran alterados en mayor o menor grado son susceptibles de ser restaurados. Lowe (l975) puntualiza que la aplicación de un sistema de regeneración natural para la restauración de un bosque no es suficientemente productivo. Es por lo tanto necesario intervenir al máximo por medio de enriquecimiento y la plantación. Jankovik (l970) considera que la única manera de repoblar los bosques explotados del noroccidente del Ecuador, es mediante la regeneración artificial, con plantaciones bajo cubierta de las copas existentes. Por su parte, Catinot (l965) afirma que no se debe esperar solamente a la naturaleza para su generación; frente a esta situación los forestales, establecieron diferentes métodos silvícolas. Se trata, por una parte, de técnicas que utilizan las regeneraciones artificiales, y por otros lado, de técnicas que utilizan la regeneración natural. Pitt (l96l), Samek (l974), Gra et. al. (l983), Ramos et. al. (l986) y Ramos et. al. (l992) señalan en sus estudios algunos problemas de la formación boscosa tropical como son: La composición florística varía mucho; la existencia de muchas especies sin valor económico; 1

2 los problemas que se enfrentan para la identificación de las especies; sus densidades existentes y su gran número de especies por superficies. Constituye, por tanto, como objetivo de esta investigación estudiar diferentes vías para el enriquecimiento de bosques con especies económicas, para definir el método en los bosques alterados de la formación semicaducifolia sobre caliza de Guanahacabibes. MATERIALES Y MÉTODOS: El experimento fue realizado en los bosques semicaducifolios sobre suelo calizo de la Unidad Silvícola Cortés, perteneciente a la Empresa Forestal Integral (EFI) Guanahacabibes, provincia Pinar del Río. El suelo del área según la clasificación genética pertenece a los Rendzinas Rojas, Hernández et. al. (l980) o como calizo rojo sobre material calcáreo muy poco profundo no gravilloso, Calzadilla et. al (l977). Se probaron 4 anchos de corredores (4, 6, 8 y l0 metros) y tres réplicas con una longitud de l00 metros cada uno y una separación de l0 metros entre ellos, distribuidos en bloques completamente al azar. Cada corredor se taló y se extrajo el material (leña) con un tractor de esteras. En Julio de l985 se realizó la preparación del suelo con hoyos de plantación de 30 x 30 x 30 cm y un espaciamiento aproximado de l.5 x l.5 metros. La plantación se realizó un mes después empleándose la siguiente mezcla: Caesalpinea violácea (Yarúa); Swietenia macrophylla ( de Honduras) y Cedrela odorata (). 9% Yarua 43% de Honduras 48% Gráfico No. 1: Mezcla utilizada para fomentar la plantación A los l6 meses de la plantación se le realizó una fertilización de formula completa a razón de 300 g/planta. También se le dio la atención adecuada de ruedos y eliminación de arbustos y rebrotes competitivos. Teniendo como antecedentes este ensayo de l985 y las observaciones realizadas, se decidió hacer una réplica en l987 por lo cual se estableció otro ensayo donde se aplicaron corredores de 6 y 8 metros de ancho con dos réplicas y una separación entre ellos del doble de su ancho, se empleó como material plantable: Caesalpinea violácea; Cedrela odorata; 2

3 Swietenia macrophylla y Andira inermis () en este caso no se aplicó fertilizantes y se dieron las mismas atenciones. En una plantación bajo dosel realizada por la Unidad Silvícola en agosto de l984 se establecieron tres parcelas de 750 metros cuadrados (25 x30 m) en diciembre de l985 y se le hicieron las mediciones periódicas. A cada ensayo se le hicieron mediciones de supervivencia, altura y diámetro periódicamente, así como observaciones de ataques de Hypsiphylla grandella a la meliáceas. RESULTADOS Y DISCUSIÓN. En la tabla No. l se reportan el comportamiento de la supervivencia de las diferentes especies, según el tratamiento empleado; en ella se puede observar que Caesalpinea violácea es la que mejor se ha comportado, siendo esta especie una de las naturales de esta formación. A los 5 años de establecida las plantas presentaban: 48, 86, 84 y 84 % de supervivencia según es el ancho del corredor de 4, 6, 8 y l0 metros respectivamente. Por su parte en l987 de los anchos de corredores de 6 y 8 metros a los 3 años de su establecimiento reportaban una supervivencia de 76 y 8l % respectivamente. En el caso de las meliáceas utilizadas, Cedrela odorata, se ha comportado mejor, (esta especie también forma parte de esta formación natural) teniendo a los 5 años supervivencias de 29, 25, 38 y 35 % de acuerdo al ancho del corredor de 4, 6, 8 y l0 metros respectivamente. La plantación bajo dosel a los 6 años presentaba un 33 % de supervivencia, sin embargo los corredores plantados en l987 a los 3 años tenían una supervivencia de 56 y 62 % en corredores de 6 y 8 metros respectivamente. Swietenia macrophylla ( de Honduras) es una planta introducida y requiere de suelo profundo y fértiles, aspecto que no reúne el suelo de los experimentos. A los 5 años contaban con 4, l, 7 y 3 % de supervivencia, según fuera el ancho del corredor de 4, 6, 8 y l0 metros respectivamente, mientras que en la plantación bajo dosel, a los 6 años tenía 24.5 % de sobrevivencia. Por su parte los corredores de 6 y 8 metros de ancho plantados en l987, a los 3 años tenían l6 y 29 % respectivamente. Un aspecto que ha incidido desfavorablemente en la supervivencia y desarrollo de las meliáceas ha sido los continuos ataques de Hypsiphylla grandella, pues cada año son atacadas en sus brotes terminales. En el caso de la Andira inermis los resultados de la supervivencia no son muy favorables, pues a partir de su primer año de vida a comenzado a diminuir y a los 3 años presentaban un 29 y 33 % en corredores de 6 y 8 metros respectivamente. En la tabla No. l se reporta el comportamiento del crecimiento en altura de cada una de las especies plantadas, en la misma se puede observar que la C. violácea responde directamente proporcional al ancho de los corredores estudiados, apoyado esto en el carácter heliófilo de la especie. El incremento medio anual en altura (tabla 2) para la mencionada especie, oscila de 0,38 a 0,54 metros/ancho 1 dependiendo del ancho del corredor para el ensayo de l985 y de 0.70 a 0.83 metros para el establecido en l987, aumentando los incrementos en la medida que es mayor el ancho de la faja plantada. También los incrementos del diámetro manifiestan la misma situación de la altura, oscilando desde 0.l4 a 0.36 cm /año 1 para el ensayo de l985 y de 0.47 a 0.75 para el establecido en l987. Una de las causas por la cual el ensayo de l997 tiene mayor incremento en diámetro y altura es debido al sitio donde se estableció este experimento, el suelo está más desarrollado. Cedrela odorata, como es conocido, es una especie heliófila que necesita de sombra lateral para que la ayude en el crecimiento en altura y evite ramificaciones de los experimentos establecidos los mayores valores en altura (tabla l) corresponden a los 3

4 corredores de 8 y l0 metros con 4,47 y 4,l4 respectivamente en l995, cabe destacar que cada año que se midió este parámetro el corredor de 8 metros superó las dimensiones con excepción del año l990 y l992 que fue superado con 0.03 metros por el de l0 metros y los incrementos medios mayores corresponden al de 8 metros con 0.48 metros/año l para el ensayo de l985, por su parte el ensayo establecido en l987 los mejores valores también correspondieron a los de 8 metros (tabla l) donde en su última medición alcanzó 3.02 metros en un incremento medio de 0,45 m /año 1 (tabla 2). En sentido general la supervivencia de esta especie no fue la mejor pero como puede observarse en la tabla No.l se destaca para cada caso los anchos de 8 m como el corredor de mejor perspectiva. S. macrophylla no reportó buen desarrollo por las causas antes mencionadas, pues como se puede apreciar en la tabla No.l su máxima altura fue de 3.87 m en los corredores de l985 para el ancho de 8 m a los l0 años de plantada, e incremento de 0,39 m/año, aunque en el corredor de 6 metros reportó incrementos de 0.52 m/año, pero en l992 ya las plantas habían muerto para ese año. Así mismo en el ensayo de l987 sus mejores resultados fueron en el 8 m de ancho con 2,89 m a los 8 años con incrementos de 0,36 m/año. Por su lado Andira inermis manifestó su mejor desarrollo en corredores de 8 m con 2,l4 m en altura (Tabla No.l) e incrementos de 0,27 m/año. CONCLUSIONES. Como consecuencia de los análisis realizados podemos afirmar que: El crecimiento e incremento en altura de C. violácea es directamente proporcional al ancho del corredor, igual comportamiento experimenta A. inermis. Las meliáceas, C. odorata y S. macrophylla han sufrido constantes afectaciones de H. grandella lo que han influido en su desarrollo siendo esta última una especie no aconsejable para estos suelos. El método de enriquecimiento por corredores en los bosques alterados por el hombre dan buenos resultados cuando se emplean anchos de 8 y l0 m en áreas donde existan abundancias de suelos propiamente dicho entre el afloramiento rocoso. Continuar investigando anchos superiores de corredores con el objetivo de definir el optimo para estas condiciones. BIBLIOGRAFÍA. Bisse, J. et. al. Guía para clasificar la vegetación forestal cubana. l97l. La Habana. Calzadilla, E., A. Anzizar y M. Valle. Estudio de los suelos de la EFI Guanahacabibes. La Habana. CIF, l p. Catinot, R. Silviculture in forest dense africano, Bois et foret des tropiques. (l02), l965. Del Risco, E. Los bosques de Cuba, su historia y características. Editorial Científico Técnico, l p. Cuba Ministerio de la Agricultura. Datos sobre las formaciones boscosas del país. La Habana: MINAGRI, l984 Gra, H., J. Maresma, H. Maresma y L. Serrano. Estudio dasométrico preliminar en los bosques latifolios de Baracoa. Revista Forestal Baracoa. l3 (2) , l983. Hernández, A. et al. Clasificación genética de los suelos de Cuba. La Habana: Editorial Academia, l p. Jankovik, C. Plantaciones forestales en el noroccidente del Ecuador. Quito, l970. 4

5 Lowe, R.G. Nigerian experience with natural recongration in tropical mois forest. Roma: FAO, l975. Pitt, G. J. W. Los bosques del Amazona, métodos posibles de regeneración y mejoramiento. Roma. Unasylva, l5 (2): l96l. Ramos, L., H. Gra, P. Friol y L. Barrera. Algunos aspectos dasométricos del bosque semicaducifolio sobre suelo calizo en el Limón, Guanahacabibes. Revista Forestal Baracoa, l6 (l): 45 63, l986. Ramos, L., H. Gra, E. Alvarez y L. A. Tamarit. Comportamiento de regeneración natural de los bosques SCP C de la EFI Guanahacabibes, Pinar del Río (Comité Editorial) l992. Samek, V. Elementos de silvicultura de los bosques latifolios. La Habana: l l p. 5

6 Tabla 1. Comportamiento de la supervivencia, altura y diámetro según el ancho del corredor y bajo dosel. Tratamiento. Especie 4 m Yarúa 6 m Yarúa 8 m Yarúa 10 m Yarúa Bajo Dosel Yarúa 6 m Yarúa Supervivencia

7 Tratamiento Especie m Yarúa

8 Trat. Especie Alt. (m) m Yarúa m Yarúa 8 m Yarúa 10 m Yarúa Bajo Dosel Yarúa 6 m Yarúa 8 m Yarúa Dia. (cm)

9 Tratamiento Especie 4 m Yarúa 6 m Yarúa 8 m Yarúa 10 m Yarúa Bajo dosel Yarúa Incrementos Diámetro (cm) Altura (m) Ensayo 1985 Ensayo 1987 Ensayo 1985 Ensayo

10 Ponencia presentada en: V Simposio Internacional sobre Manejo Sostenible de los Recursos Forestales. SIMFOR. 26 al 28 de abril del 2008 Universidad de Pinar del Río Hnos. Saiz Montes de Oca