UGC DE MEDICINA INTERNA, ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y CUIDADOS PALIATIVOS. HUPM CADIZ( INFORMACIÓN PARA PACIENTES. HIPERTENSION ARTERIAL EN ADULTOS

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1 UGC DE MEDICINA INTERNA, ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y CUIDADOS PALIATIVOS. HUPM CADIZ( INFORMACIÓN PARA PACIENTES. HIPERTENSION ARTERIAL EN ADULTOS CONCEPTO. Hipertensión es el término médico para la presión sanguínea alta. La presión sanguínea es la que ejerce la sangre sobre las paredes internas de las arterias. Las arterias conducen la sangre desde el corazón a otros órganos y partes del cuerpo. QUE ES LA PRESION SANGUINEA?. La presión sanguínea nos viene dada por dos medidas:. La presión sistólica, que es la presión que se produce en las arterias cuando se contrae el corazón (en el momento de un latido cardiaco). GMSIC/09. La presión diastólica se refiere a la presión en las arterias durante la relajación del corazón entre dos latidos cardiacos. La presión sanguínea se describe como la presión sistólica sobre la presión diastólica (ejemplo, 120/70 o 120 sobre 70, o 12/7 si se expresa en cms). Una presión sanguínea alta no tratada aumenta el esfuerzo del corazón y las arterias, produciendo eventualmente lesión de los órganos. La presión sanguínea elevada aumenta el riesgo de fallo cardiaco, de ataques al corazón (infarto de miocardio), y de ictus cerebral. QUE CIFRAS INDICAN QUE SE ES HIPERTENSO? Presión sanguínea óptima. Menos de 120 sobre menos de 80. Presión sanguínea normal-alta. de 130 a 139 sobre 81 a 89. Las personas con presión sanguínea normal-alta tienen más riesgo de desarrollar hipertensión y complicaciones cardiovasculares. Hipertensión, definida por unos valores iguales o superiores a 140/90 Estadio 1: 140 a 159 sobre 90 a 99 Estadio 2: más de 160 sobre más de 100 La mayoría de los adultos con hipertensión tienen hipertensión primaria o esencial, que quiere decir que la causa de la elevación de su presión sanguínea es multifactorial, desconociéndose en cada paciente concreto el mecanismo desencadenante predominante. Un pequeño subgrupo de adultos tiene hipertensión secundaria, que quiere decir que hay una causa potencialmente corregible. FACTORES DE RIESGO PARA LA HIPERTENSION.!"#$$%&'''()*+,(-$,

2 La Hipertensión es un problema de salud frecuente, sobre todo conforme nos vamos haciendo mayores. Como ejemplo, entre las personas de más de 60 años, uno de cada 2 o 3 tiene hipertensión. Desafortunadamente, muchas personas no tienen bien controlada su presión sanguínea; de hecho, solo la controlan bien 1 de cada 4 personas. SINTOMAS DE LA HIPERTENSION. La hipertensión no produce usualmente ningún síntoma. DIAGNOSTICO DE LA HIPERTENSION. Mucha gente tiene ansiedad cuando va al consultorio médico o enfermero. Y por ello, no se le diagnosticará hipertensión a menos que su presión sanguínea esté elevada en al menos dos visitas con una semana de separación entre ellas. LA presión sanguínea debe tomarse en un ambiente tranquilo que le permita al paciente estar descansado y tranquilo. Las únicas excepciones son que la presión sanguínea esté muy alta o que usted ya tenga daños relacionables con hipertensión en el corazón, ojos o riñones. Antes de tomar la decisión de iniciar tratamiento, su médico le debe pedir que se tome la presión sanguínea en su casa o en un lugar donde se encuentre sosegado. TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSION. La hipertensión no tratada puede conducirnos a una serie de complicaciones, incluyendo enfermedad cardiaca y cerebral. El riesgo de estas complicaciones aumenta conforme su presión sanguínea se eleva por encima de 110/75, siendo el peligro tanto mayor cuanto más alta está. Tratar la hipertensión puede reducir su riesgo de enfermedad cardiaca, cerebral, y muerte. Cambios de estilo de vida( El tratamiento de la hipertensión comienza habitualmente con cambios en el estilo de vida. Estas recomendaciones conllevan escaso o ningún riesgo y son beneficiosas una por una pero lo son más si se acometen todas juntas. Son las siguientes:. Reduzca la cantidad de sal en su dieta. Pierda peso si tiene sobrepeso o está obeso. Evite los excesos de alcohol. Deje de fumar. Haga ejercicio al menos 30 minutos diarios casi todos los días de la semana Medicamentos. Se le puede recomendar medicación para bajar su presión sanguínea si ésta es persistentemente igual o superior a 140/90. Cambios en la dieta y presión sanguínea. Introducir cambios en su dieta puede ayudarle a controlar su hipertensión.

3 Reducir el sodio. La fuente principal de sodio en la dieta es la sal contenida en los alimentos empaquetados y procesados (conservas, congelados industriales, precocinados), y en las comidas de los restaurantes. Disminuir la cantidad de sodio que usted consume puede bajar su presión sanguínea si la tiene alta o en el límite de lo normal. El organismo requiere una pequeña cantidad de sodio de la dieta. Sin embargo, la mayoría de las personas consumen más sodio del que necesitan, por estar incluido en exceso en los alimentos manipulados por la industria alimentaria. Reducir el alcohol. Beber una cantidad de alcohol excesiva aumenta el riesgo de tener hipertensión. Las personas que toman más de dos bebidas diarias tienen mayor riesgo que las personas que no beben; el peligro se dispara si usted consume más de 5 bebidas diarias. Por otro lado, consumir una (para las mujeres) o dos (para los hombres) bebidas alcohólicas diarias parece ser beneficioso para el corazón en las personas de más de 40 años. Este efecto protector también se produce en los hipertensos. Comer más frutas y vegetales. Comer una dieta vegetariana puede mejorar la presión sanguínea elevada y protegerle contra el riesgo de hacerse hipertenso si no lo es. No es necesaria una dieta vegetariana estricta; comer más frutas y vegetales y derivados lácteos desnatados también puede disminuir la presión sanguínea. Comer más fibra. Aumentar la cantidad de fibra en la dieta puede disminuir la presión sanguínea. La cantidad recomendada de fibra viene a ser de 20 a 35 gramos diarios. Muchos cereales para el desayuno son fuentes excelentes de fibra. Comer más pescado. Comer más pescado puede ayudar a reducir la presión sanguínea, especialmente cuando se combina con pérdida de peso. Cafeina. La cafeína puede producir un pequeño aumento de la presión sanguínea, aunque este efecto es usualmente temporal. Consumir una cantidad moderada de cafeína (menos de dos tazas de café diarias) no aumenta el riesgo de hipertensión en la mayoría de la gente. Ejercicio. El ejercicio aeróbico regular (caminar, correr) durante minutos casi todos los días de la semana puede reducir su presión sanguínea, aunque el efecto no es tan pronunciado en los adultos mayores. Para mantener este beneficio hay que continuar haciendo ejercicio; dejar de hacerlo puede hacer que su presión sanguínea vuelva a subir. Tabaco. Un cigarrillo eleva la presión sanguínea durante los siguientes minutos, por lo que dejar de fumar reduce la T.A. en fumadores de más de 10 cigarrillos/día. Abandonar el tabaco nos protege de otros riesgos cardiovasculares no asociados a la acción sobre la presión sanguínea. PERDIDA DE PESO Y PRESIÓN SANGUINEA.

4 El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de hipertensión, diabetes, y enfermedad cardiovascular. La definición de sobrepeso y obesidad se basa en el cálculo del índice de masa corporal (IMC, que relaciona su peso con su talla). Usted tiene sobrepeso si su IMC es mayor de 25, mientras que se le considerará obeso si su IMC es superior a 30. Una medida más sencilla es el perímetro de la cintura; tener más de 95 cms en varones y más de 85 cms en mujeres indica sobrepeso. Las personas con sobrepeso u obesas pueden beneficiarse de la pérdida de peso. Para perder peso debe comer menos y hacer más ejercicio. Y SI AUN TENGO LA PRESIÓN SANGUÍNEA ELEVADA?.Si continúa teniendo hipertensión a pesar de haber seguido las recomendaciones anteriores, puede necesitar medicación. MEDICAMENTOS PARA LA HIPERTENSION. Hay una gama de fármacos que empleamos comúnmente para tratar la hipertensión. Aunque generalmente son bien tolerados, pueden producir efectos colaterales que dependen del medicamento, de la dosis suministrada, y de otros factores. Algunas personas responden bien a un medicamento pero no a otro. Por lo tanto, encontrar el tratamiento adecuado puede llevar un cierto tiempo para dar con el medicamento(s) adecuado y con la dosis justa que reduzca con eficacia la presión sanguínea con un mínimo de efectos colaterales. Diureticos. Los diuréticos disminuyen la presión sanguínea haciendo, principalmente, que el riñón elimine más agua y sodio, lo que reduce el volumen de líquidos en el cuerpo y ensancha (dilata) los vasos sanguíneos. Los diuréticos empleados para tratar la hipertensión son las tiazidas. En algunos casos, se suministra también un suplemento de potasio o un diurético ahorrador de potasio en combinación con la tiazida porque éstas pueden producir deficiencia de potasio al aumentar la eliminación de éste por la orina. Efectos colaterales( Son raros con dosis bajas, que son las que empleamos para tratar la hipertensión. Fatiga, mareos, debilidad, y otros síntomas son posibles como consecuencia de la deplección de sodio, potasio, y agua. Otras adversidades pueden ser impotencia reversible y ataques de gota. Inhibidores de la ECA (IECA). Los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (ECA) bloquean la producción de la hormona angiotensina II, un componente de la sangre que produce estrechamiento de los vasos sanguíneos y aumenta la presión sanguínea. Al reducir la producción de angiotensina II, los IECA permiten que los vasos sanguíneos ensanchen, lo que reduce la presión sanguínea y mejora el gasto cardiaco. Efectos colaterales. En algunos pacientes, los IECA producen una tos seca persistente que desaparece cuando se elimina el medicamento. Efectos menos comunes son sequedad de boca, nauseas, aturdimiento, mareos al ponerse de pie, erupción, dolor muscular, o disfunción renal.

5 Una complicación potencialmente grave de los IECA es el angioedema, que aparece en el 0,1-0,7 % de los individuos. Esta complicación consiste en la aparición rápida (de minutos a horas después de tomar el medicamento) de hinchazón de labios, lengua y garganta, lo que puede dificultar la respiración. Estos síntomas son una emergencia médica y hay que suspender el medicamento. Bloqueantes del receptor de la angiotensina II. Los bloqueantes del receptor de la angiotensina II (ARAII) bloquean los efectos de la angiotensina II sobre las células del corazón y los vasos sanguíneos. Igual que los IECA, ensanchan los vasos sanguíneos y reducen la presión sanguínea. Efectos colaterales. La diferencia principal entre los ARAII y los IECA es que los ARAII no producen tos. Algunas personas que toman estos medicamentos se quejan de mareos, dolor de cabeza, naúseas, sequedad de boca, dolor abdominal, u otros efectos. El angioedema es menos frecuente con los ARAII que con los IECA. Bloqueantes de los canales del calcio. Estos medicamentos reducen la cantidad de calcio que entra en el músculo lisos de los vasos sanguíneos y en el músculo del corazón. Las células musculares necesitan calcio para contraerse. Por lo tanto, estos medicamentos hacen que las células musculares se relajen y que los vasos sanguíneos se dilaten, reduciendo así la presión sanguínea y la fuerza y frecuencia con que late el corazón. Efectos adversos. Varían según el medicamento. Los pacientes que toman dihidropiridinas pueden tener dolor de cabeza, mareos, enrojecimiento, naúseas, crecimiento de las encías o edemas periféricos. Los no dihidropiridinas pueden enlentecer en exceso los latidos cardiacos. Se pueden observar también dolor de cabeza y naúseas con el diltiazem o estreñimiento con el verapamilo. Betabloqueantes. Estas sustancias bloquean algunos de los efectos del sistema nervioso simpático, que aumenta frecuencia cardiaca y eleva la presión sanguínea en situaciones de estrés o de actividad. Los betabloqueantes disminuyen la presión sanguínea en parte porque reducen la frecuencia y la fuerza con la que el corazón bombea la sangre. Efectos adversos( Los betabloqueantes pueden empeorar los síntomas del asma, de otras enfermedades pulmonares, o de la enfermedad vascular periférica. Por ello, no se suelen prescribir en personas con estas afecciones. Además, pueden enmascarar los síntomas de la hipoglucemia en diabéticos que se ponen insulina. También pueden producir fatiga, mareos, insomnio, disminución de la capacidad para el ejercicio, enlentecimiento del corazón, erupción, y frialdad de manos y pies por disminución del flujo de sangre a las extremidades. Alfabloqueantes. Relajan o reducen el tono de los músculos de las paredes de los vasos sanguíneos, permitiendo que los vasos se dilaten y que baje la presión sanguínea. El aumento del diámetro de los vasos lo conocemos como vasodilatación.

6 Efectos adversos. Pueden producir mareos, particularmente al ponerse de pie, dolor de cabeza, aturdimiento, debilidad, bajada de presión sanguínea al ponerse de pie, y otros efectos. También pueden aumentar el riesgo de insuficiencia cardiaca. Por todo ello, no se suelen emplear como tratamiento de primera línea en la hipertensión esencial. Una excepción posible a esto es el varón mayor que tiene síntomas de agrandamiento prostático, los cuales se pueden aliviar con los alfabloqueantes. Vasodilatadores directos( Relajan o reducen el tono de los vasos sanguíneos. Los dos fármacos de esta clase son hidralazina y minoxidil. Este último se emplea solamente en la hipertensión grave o resistente. #-/$010$0( Pueden producir dolor de cabeza, debilidad, naúseas, estreñimiento, hinchazón de piernas, y taquicardia. Estos efectos se pueden minimizar si se combinan con un betabloqueante. Minoxidil puede producir crecimiento excesivo del pelo, de hecho se puede aplicar en la piel del cuero cabelludo para el tratamiento de la calvicie. LA MEDICACION ADECUADA PARA SU HIPERTENSION. Su médico tendrá en cuenta varios factores para decidir cual es el primero que usted tiene que tomar. Además de considerar la efectividad y efectos adversos potenciales tendrá que tener en cuenta cual es su estado general de salud, su sexo, edad, raza, la gravedad de su hipertensión, otras afecciones que usted pueda tener y si hay algún medicamento que usted no deba tomar. Ciertos medicamentos para la hipertensión son recomendados específicamente para el tratamiento de algunas enfermedades, aunque usted no sea hipertenso. En muchos casos, la persona con algunas de estas enfermedades también tiene hipertensión. Como ejemplo:. Los inhibidores de la ECA se recomiendan para las personas con diabetes que tienen proteínas en la orina (proteinuria), insuficiencia cardiaca, o un ataque cardiaco previo.. Los betabloqueantes se recomiendan para las personas con insuficiencia cardiaca o un ataque cardiaco previo.. Los betabloqueantes o los bloqueantes de los canales del calcio se recomiendan para controlar los síntomas en personas con angina de pecho.. También hay algunos medicamentos antihipertensivos que no se recomiendan en algunas personas. Por eso, es importante contarle al médico todos los problemas de salud, para que se pueda escoger el mejor tratamiento.