"El Dios en quien yo no creo"*

Transcripción

1 "El Dios en quien yo no creo"* * Adaptado de los Estudios Interactivos «Más allá del Edén», Phillip D. Jensen & Tony Payne Matthias Press Génesis 6-9 Muchas veces se acusa a los cristianos de haber inventado a Dios, de haberle "creado" a nuestra propia imagen. Dicen que lo hicimos por nuestra propia necesidad de seguridad, o de esperanza, o certeza, o amor. Nos acusan de que construimos una figura divina para satisfacer esas necesidades. "Dios nace de la necesidad"... eso dicen, por lo menos. La ironía de esa acusación es que los no-cristianos son los más propensos a hacer a Dios a su propia imagen. Si uno rechaza al Dios que revela la Biblia, y construye su propia teoría acerca de la naturaleza de un ser divino, el resultado va a ser una deidad que refleja intereses y valores humanos. Se puede ver claramente esto cuando las personas dicen frases como "Me gusta pensar en Dios como..." o "El Dios en que yo creo no haría..." o "Dios debería hacer algo al respecto de ésta situación, Él debería hacer esto...". Al final de cuentas, ese Dios llega a ser una versión de ellos mismos, sólo que un poquito más magnificado. Odiará odia lo que ellos odian y tolerará lo que ellos toleran. Los Cristianos fácilmente pueden hacer lo mismo. Cuando encontramos algún aspecto del carácter de Dios que no nos gusta, es muy tentador el deseo de re-interpretar aquella parte de la Biblia, o de simplemente pasarlo, o etiquetar como algo "cultural". Un aspecto del carácter de Dios que a veces nos es difícil tragar (y que los no-cristianos nunca incluyen en su construcción de Dios) es su enojo. Un sacerdote Español, Juan Arias, escribió un libro llamado "El Dios en que Yo no Creo". En ese libro él rechaza algunos mitos modernos acerca de Dios. Muchas de las cosas que dice son verdaderas y de ayuda, pero es interesante leer su comentario sobre el enojo de Dios: "No, nunca voy a creer en: el Dios quien sorprende a un hombre en un pecado de debilidad... el Dios que ama el dolor... el Dios quien se hace objeto de temor... el Dios quien no puede sonreír a la muchas equivocaciones torpes del hombre... el Dios quien "juega" a la condenación... el Dios quien "manda" personas al infierno... el Dios que siempre demanda cien por cien en los exámenes... el Dios que dice "Vas a pagar por eso!"... el Dios que prefiere la pureza antes que el amor... Arias comete el error de considerar el enojo de Dios como el enojo humano. El enojo humano muchas veces es exactamente como describe Arias: vengativo, impulsivo y arbitrario. 1

2 Pero el enojo de Dios es muy diferente. El enojo de Dios es lento y santo. El enojo de Dios NO es lo opuesto a su amor lejos de esto. La ira de Dios es la propia expresión de su amor. Qué es el opuesto al amor? Cada padre sabe que la respuesta a aquella pregunta es la indiferencia. La disciplina y el castigo son parte del amor que tenemos para nuestros niños. Puede ser que no sea agradable o deseable, pero sabemos que si estamos cuidando a nuestros hijos, debemos mostrarles que nos importa su comportamiento. Debemos demostrar que nos importa tanto lo que hacen que estamos dispuestos a infligir castigo un hecho que es doloroso tanto para los padres como para los niños. El padre que trata a un niño desobediente con indiferencia transmite un mensaje poderoso al niño: "No me importa". Deterioro Los versículos con que comienza Génesis 6 indican que Dios tuvo mucho por qué enojarse. En Génesis 1 Dios "...vio todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno de gran manera", pero ahora Dios ve un cuadro muy diferente: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." (6:5) La situación se había deteriorado. El ser humano se había deteriorado y esto afligió a Dios. Su mundo le importaba. Lo amaba. Y cuando lo miraba y vio que fue habitado de maldad, su corazón se llenó de dolor. Lee Génesis 6:5-8 Dios decide eliminar al ser humano. No lo hace por un ataque de rabia o frustración. Es su respuesta cuidadosa y deliberada a la maldad real. Como esperaríamos de un juez justo, Dios no enfrenta la maldad con indiferencia o medidas medias. Su respuesta es juicio mezclado con salvación. Tomen turnos para leer Génesis 6:11-8:14. Ahora lee Génesis 8:15-9:17 Cómo responde Noé cuando sale a salvo del arca? El corazón del hombre fue cambiado por el diluvio? Cuál es el pacto que hace Dios con Noé y cuál es su señal? 2

3 Hasta qué punto se cumplen las expectativas de Lamec (el papá de Noé) en 5:29? Leer Génesis 9: Quién es maldecido? Por qué? Qué significa todo esto? Qué nos está mostrando el texto con esta forma de concluir la historia de Noé y su familia? La historia de Noé y el diluvio es muy preferida para la escuela Dominical, y nos es difícil salir de la misma mentalidad cuando la leemos como adultos. Tendemos a interesarnos en los detalles y en responder a nuestras propias preguntas a cerca de la narrativa. Son muchas las que nos vienen a la mente: Cubrió el diluvio todo el mundo en realidad o solamente el 'mundo' del autor (Mesopotamia)? Fue permitido que el hombre comiera carne antes de esto? (ver 9:1-3) Sigue estando maldecida la tierra de la misma manera que fue antes del diluvio? (ver 8:21) Estas preguntas son difíciles de responder, pero ninguna de ellas nos da alguna clave verdadera al significado general del relato del diluvio. Tampoco es la intención de su autor dar respuestas a estas preguntas. Una clave importante para entender por qué tenemos esta historia en la Biblia se encuentra en un pasaje anterior en Génesis cuando Dios maldice la serpiente: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; éste te herirá la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." Gén. 3:15. Dios promete que el hijo de Eva va a aplastar a Satanás y lograr una victoria decisiva sobre él. Con el paso de las generaciones buscamos a éste Salvador él que va a derrotar a Satanás e invertir los resultados de la maldición. En primer lugar parece que Noé puede ser él. Noé se distingue por su vida santa y su obediencia a los mandamientos de Dios. Recibe el mensaje, sin ningún tipo de evidencia visible, que el mundo va a sufrir un diluvio y que él tiene que construir un arca. Noé obedece. No fue algo fácil, sin embargo, lo hizo. Después de la inundación, Noé también responde de manera santa. Ofrece sacrificios 3

4 agradables a Dios en acción de gracias por la salvación de su familia. Y cuando leemos en 8:21 que Dios dice en su corazón que nunca más va a maldecir la tierra ni destruir el mundo de la misma manera, la esperanza de Lamec se cumple, por lo menos en parte. Noé provee alivio y salvación para el ser humano. Además, Dios hace un pacto con todo el mundo por medio de Noé. Noé es el hombre cuya obediencia y fe da un futuro para el ser humano. Noé es una figura impresionante. Sin embargo, Noé no es el salvador buscado en Génesis 3. Planta una viña, se emborracha con su propio vino, y termina desnudo y descubierto. El mal triunfa aún sobre el gran Noé. La búsqueda de aquel hijo prometido continúa. El diluvio y nosotros No se menciona mucho a Noé y el diluvio en el resto de la Biblia, pero cuando surge es, generalmente, como símbolo de juicio. En 2 Pedro 3:3-7, por ejemplo, leemos: "3 Pero antes deben saber que en los días finales vendrá gente blasfema, que andará según sus propios malos deseos 4 y que dirá:«qué pasó con la promesa de su venida? Desde el día en que nuestros padres murieron, todas las cosas siguen tal y como eran desde el principio de la creación.» 5 Pero con toda intención se olvidan de que, desde la antigüedad, fueron creados los cielos por la palabra de Dios, lo mismo que la tierra, la cual proviene del agua y subsiste por medio del agua. 6 Por eso el mundo de entonces fue destruido por una inundación. 7 Pero esa misma palabra ha reservado los cielos y la tierra que ahora existen; los ha guardado para el fuego en el día del juicio y de la destrucción de los hombres perversos. (Reina Valera Contemporanea) La inundación nos muestra que Dios sabe cómo juzgar. Revela el carácter de Dios. Él está afligido por la maldad humana hasta el punto que está dispuesto a destruir su propia creación. Nuestro mundo necesita ser informado sobre el juicio de Dios. Mientras nuestra sociedad se aleja cada vez más de sus raíces cristianas, la idea de que Dios puede enojarse se está perdiendo. Encuestas corrientes sugieren que, fuera de los círculos Cristianos, una inmensa mayoría de personas no cree que Dios va a juzgar. Esto nos presenta un desafío. Debemos comunicar el santo enojo de Dios y su juicio a nuestros contemporáneos. Sin entendimiento del enojo de Dios, la cruz de Cristo no tiene sentido. Nuestro evangelio es que Jesús cargó el santo enojo de Dios en nuestro lugar. Si la sociedad no cree en el enojo de Dios, cómo vamos a explicar la cruz? Los Cristianos están presionados sutilmente también de descartar la idea del juicio de Dios. 4

5 Está fuera de moda y hablar de esto con nuestros amigos y familiares no creyentes puede hacernos sentir tontos y anticuados. A pesar de esto debemos tratar dedea presentar a Dios de la misma manera que le presentan las Escrituras, intentar presentar a Dios fuera de la Biblia conlleva un riesgo enorme de presentar un ídolo más parecido a nosotros mismos que al Dios verdadero. No lo podemos encasillar ni decirle a Él como debe ser. Y el relato del diluvio nos comunica claramente que él es tanto un Dios de juicio y destrucción, como de salvación. Aplicando. Tomás en serio el juicio de Dios? Si no, Por qué no? Te da vergüenza contar a tus amigos de un Dios quien es un Juez? Cómo afecta nuestras vidas conocer del juicio de Dios? La historia del diluvio también nos indica que Dios sabe salvar. En realidad, la respuesta de Dios a la maldad humana en los días de Noé trazan su trato con su pueblo por el resto de la historia. Juzga y destruye, pero también, por su misericordia, salva. En medio del juicio, Dios obra para salvación. Podemos descubrir la cruz de Cristo de la misma manera. En 1 Pedro 3:18-22, el simbolismo de la salvación de Noé 'por agua' se compara con el bautismo. Como Dios salva a Noé por gracia y a través del agua, igual nosotros somos salvados por gracia y el poderoso símbolo de esto es las aguas del bautismo. El pasaje es extraño a nuestros oídos, pero su mensaje es claro: La salvación final y verdadera de Dios se encuentra en Jesucristo, quien murió una vez por todos, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. En muchas maneras Noé es un modelo para nosotros. Noé escuchó la advertencia de Dios sobre el juicio venidero, e hizo preparativos. Aceptaba la palabra de Dios, confiaba en él, y fue salvado con toda su familia. Haríamos bien si lo imitamos. 5