CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

Transcripción

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2 CREO EN EL ESPÍRITU SANTO Hoy quiero darle gracia al Padre y Dios Todopoderoso, por darme el privilegio de compartir con usted los 12 artículos del Credo Apostólico. Así que estaremos examinando el articulo ocho, ya que trata sobre el Espíritu Santo pero antes, es necesario que usted analice a (Juan 14:16-17, 26; 16:13-15). Porque el propósito de éste estudio es hacerte entender la obra personalizada y divina del Espíritu de Dios y la función que cumple cada persona de la trinidad dentro del plan de salvación. Como se puede observar, éste articulo empieza hablando del Espíritu Santo, pues los demás sólo se refieren a su obra y están relacionados con ella. Por esto, cuando usted confiesa que Cree en el Espíritu Santo esta afirmando que Él es la tercera persona de la Trinidad, además cree en su obra y en la esperanza que le ofrece, como la única prenda y garantía de su salvación.

3 La Trinidad y el plan de salvación Es bueno resaltar, que cada persona de la Trinidad tiene un trabajo que cumplir, dentro del plan redentor de Dios. Es decir, que el Padre: planea, dirige (Efesios 1:3-6; 3:11; 2 Tesalonicenses 2:13; 2 Timoteo 1:9) y envía al Hijo (Juan 3:16; 6: 38-40). Porque el Hijo vino a ejecutar la obra encomendada por el Padre (Juan 17:4-12; Romanos 5:12-21). Para redimirte (Efesios 1:7), porque Él es el fundamento de su salvación (1 Corintios 3:10-11), para que su bendición permanezca contigo (Hechos 2:33; Efesios 1:3-4; 6-7; 10-11,13; 3:11-12; 2 Timoteo 1:9-10). Eso quiere decir, que en la obra redentora y santificadora

4 del Espíritu Santo, no existe otro camino aparte del señor Jesucristo, (Juan 7:39). La obra del Espíritu Santo Naturalmente que está hermosa obra te hace parte del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:13) le permite nacer de lo alto (Juan 3:3), le convence del pecado (Juan 16:8), le renueva (Tito 3:5), le llena de gozo (Romanos 14:17; 1 Tesalonicenses 1:6) y te convence del amor de Dios (Romanos 5:5). O sea, que el Espíritu es quien te fortalece (Efesios 3:16), te lava y santifica (1 Corintios 6:11; 2 Tesalonicenses 2:13; 1 Pedro 1:2), te llena de frutos (Gálatas 5:22), te sella (Efesios 1:13) y te resucita en la segunda venida de Cristo Jesús (Romanos 8:11). La personalidad del Espíritu Santo Es importante resaltar, que algunas personas o religiones creen que el Espíritu Santo es sólo un poder o influencia de Dios, por esto no creen que sea una persona. Sin embargo, las Santas Escrituras afirman que tiene los atributos de una persona, porque juzga (Hechos 15:28), da testimonio (Hechos 5:32; 20:23; 1 Pedro 1:11), envía y nombra a los lideres de la iglesia del señor (Hechos 13:2, 4; 20:28), examina y conoce (1 Corintios 2:10-11), enseña y recuerda (Juan 14:26), además, convence al creyente, lo guía, le habla y le escucha (Juan 16:7-15; Marcos 13:11).

5 Es por esto, que el Espíritu Santo recibe el titulo de Consolador (Juan 14:16, 26). (Ahora en los siguientes versículos, Isaías 63:10; Juan 15:26 y hechos 16:6-7) se encuentran las cualidades personales del Espíritu Santo. Así que, identifíquelas! La deidad del Espíritu de Dios Su divinidad se comienza a observar en la formula bautismal (Mateo 28:19), en la salutación ( 1 Pedro 1:2; Apocalipsis 1:4-5) y en la bendición trinitaria (2 Corintios 13:14; Judas 20-21) es decir, que estas expresiones unen a la trinidad (Romanos 15: 16, 30; 1 Corintios 12: 4-6; 2 Corintios 1:21-22; Gálatas 4:6; Efesios 2: 20-22; 3: 14-16; 2 Tesalonicenses 2:13-14; Tito 3:4-6). Esto indica que el Credo también tiene su estructura trinitaria, pues dice: Creo en Dios Padre, en Jesucristo, su único Hijo y en el Espíritu Santo. Además, el Espíritu Santo participa en todos los atributos divinos: Porque es omnipotente (Salmo 139:7), omnisciente (1 Corintios 2: 10-11), eterno (hechos 9:14), Creador (Salmo 33: 6; 104:30), templo de Dios (1 Corintios 3:16) y también a usted, le convierte en su templo (1 Corintios 6:19). Ahora busque el nombre, atributo y la obra divina del Espíritu Santo, en los siguientes textos, (Génesis 1:2; Salmo 139: 7-10; Juan 3: 5-6; hechos 5: 3-4 y 9:14). Y escríbelos en su cuaderno; pero teniendo en cuenta el contexto: Luego elabore un párrafo: explicando porque la Iglesia lo debe reconocer.

6 La iglesia de Dios Ahora nos corresponde examinar el artículo nueve, que habla de la santa iglesia y la comunión de los santos, pero antes observe a (Hechos 2: 41-47). Pues la idea es que usted comprenda el significado de las palabras iglesia, santa y apostólica, estas frases representan (a la Eklesia Universal), por estar relacionadas con los dones espirituales que Jesús le dio a sus discípulos, y es una tremenda herramienta en su plan redentor, por ello, la necesidad descubrir y seguir su universalidad y unidad. Porque la Iglesia de Jesucristo es un lugar de suma importancia para la vida cristiana: De hecho, la Biblia enseña que usted fue escogido(a) por Dios desde antes de la fundación del mundo, por esto te llama a unirse al cuerpo de Cristo, se mantenga en comunión con sus hermanos y disfrutes de sus bendiciones. Pues la Iglesia se compone por aquellas personas que Cristo congrega en la unidad de la verdadera fe ahora, la palabra congregar en griego es eklesia y significa reunión o asamblea. Donde se reúne la genta para adorar a Dios (1 Corintios 11:28; 14: 4-5; 12, 28); Colosenses 4:16). Pero está palabra también adquiere el sentido de comunidad, pues apunta a los creyentes de

7 una ciudad o provincia, estén reunidos o no, (Hechos 8:1; 9:31). Porque todos ellos tienen en común un compromiso con el Señor y Él los une como comunidad, estén o no reunidos, ya que viven y comparten los mismos principios de su fe. También éste termino de Iglesia se usa para los elegidos de un lugar o tiempo (Efesios 3: 21; Hechos 12: 22-23). Pero siempre surgen preguntas: Cómo se origino está comunidad? En este caso, es indispensable entender que la Iglesia surgió por iniciativa de Dios. Por esto, nos envió a su Hijo para salvarnos (1 Juan 4:10, hechos 20:28; Efesios 5: 25). Nos eligió en Cristo (Efesios 1:3-6) pero a su debido tiempo nos llama para que le amemos y sirvamos a través de nuestra fe (Juan 10: 14-16; 11:51-52; Hechos 2: 47; 1 Corintios 1:9). Así que, es Dios quien congrega al cuerpo de Cristo, a sus elegidos, pero a través de la predicación del evangelio y la obra del Espíritu Santo (tesalonicenses 2: 13-14). Por está razón, la Iglesia debe predicar las buenas nuevas de salvación a todas las criaturas (Romanos 10: 14-15), o sea, que la participación en la Iglesia no es opcional, porque somos un cuerpo, con la misión de presentarle al señor Jesucristo a todas las personas, hasta que lleguen a perfección (Colosenses 1:28).