Bosquejo #8 LOS PRIMEROS DISCIPULOS Juan 1:35-51

Transcripción

1 Bosquejo #8 LOS PRIMEROS DISCIPULOS Juan 1:35-51 Ya han pasado dos días desde que, ininterrumpidamente, Juan el Bautista tiene contacto con Jesús teniendo la oportunidad de obrar en pos de su ministerio. Por lo que era el tercer día de los siete días que transcurrirían hasta el momento en que Jesús haría su primera señal para que sus discípulos creyeran en él. Dice ahora Juan el Evangelista (vv. 35, 36): 1:35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Esta es la segunda vez desde que comenzó a testificar de Jesús, en la que declara que Jesús es aquel Cordero que quita el pecado del mundo y nos da libertad de la esclavitud del pecado y del infierno. La primera la encontramos en el 1:29 cuando dijo el segundo día: 1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Juan el bautista se fijó que Jesús pasaba por allí (el verbo andaba indica pasearse, andar o conducirse a algún lugar ) y de inmediato hizo su declaración, He aquí el Cordero de Dios. Es bueno recordar que el día anterior había declarado esta verdad frente a los que venían a tomar el bautismo de arrepentimiento, ahora lo declaraba frente a sus discípulos, quienes volverían su vista hacia Jesús como aquel a quien ellos tenían que seguir, ya que no sólo era el Mesías prometido, sino que lo tenían que seguir como el Dios encarnado. Juan el bautista era el mismo que los guiaba hacia Jesús; El amigo del esposo le presenta la esposa virgen (los que darían inicio a su iglesia), pues ha tenido sumo cuidado de no robarle a Cristo la gloria de ser el único salvador de su iglesia. Veamos las bendiciones que obtuvieron los 2 primeros discípulos (1:37) a quienes Juan el Bautista se dirigió para que le oyesen y para dirigirles a Jesús. Esto lo haremos bajo el siguiente bosquejo de estudio: I. EL LLAMAMIENTO II. EL RESULTADO DEL LLAMAMIENTO III. EL MILAGRO DE LA MULTIPLICACIÓN

2 Iglesia de Convertidos a Cristo 2 I. EL LLAMAMIENTO (Jn. 1:36-38) A. JUAN COMO INSTRUMENTO 1. Juan el Bautista se constituye en el instrumento por medio del cual Jesús conocería sus primeros discípulos. Ojalá y todos los pastores y testigos de Jesús fuesen como Juan; su propósito es que todos oigan hablar bien claro de Jesús, El Maestro, no de nosotros mismos y de nuestro ministerio. Es por esto que el texto nos dice: 1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. 1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. 1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), dónde moras? 2. En Juan 1:36 se ve a Juan el Bautista como el instrumento para llevar a otros a Cristo. Ya él había declarado que no era el Cristo y así lo testificó y lo demostró cuando los religiosos fueron a indisponerle contra Jesús, Juan, por el contrario, sabía que tenía que llevar a sus propios discípulos hacia Cristo para que pudiesen tener el perdón de sus pecados y la oportunidad de entrar en la gloria eterna. 3. Todo buen ministro de Cristo no debe ser como una línea horizontal que lleva al pecador hacia otro hombre, sino como una línea vertical y ascendente que lleve al pecador hacia el que está en los cielos, hacia Dios, mientras que el ministro desaparece en su trayectoria para que el encuentro del pecador sea solamente con Dios a través de su Hijo Jesucristo. B. EL LLAMADO DE JESÚS 1. El llamado de Jesús a los primeros discípulos es en esta ocasión, a través de Juan el Bautista, quien guía a Andrés y, al otro discípulo a Cristo. Notemos que en (1:40) se identifica que uno de los dos primeros discípulos era Andrés y el segundo (que como ya hemos dicho nunca menciona su nombre en todo el Evangelio) de seguro era Juan el evangelista quien habla como que estuvo allí al momento del llamado.

3 Iglesia de Convertidos a Cristo 3 2. De inmediato el Espíritu obró en estos dos corazones y ellos no pudieron resistirse al llamado de Jesús, y de inmediato le siguieron 1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Vemos aquí las primicias de aquellos siervos que han de servir a Dios a través del ministerio de Jesucristo en su estadía en la tierra y luego en el nacimiento de su iglesia. 3. En este momento, Jesús siente sus pasos y se vuelve a ellos para que los mismos confiesen sus intenciones y les dijo: Que buscáis? Es de suma importancia para Cristo que nosotros sepamos declarar lo que buscamos, para que él nos pueda guiar a lo que realmente necesitamos. Esta pregunta de Jesús nos debe dejar dicho que él no está ofreciendo un evangelio fácil, sino un evangelio de compromiso. C. EL ENCUENTRO CON JESÚS 1. Como vemos en (1:38) Andrés y posiblemente el apóstol Juan estaban seguros de lo que buscaban y no quisieron quedarse solamente con el testimonio de Juan el Bautista, sino que quisieron conocer a Jesús en su intimidad ya en Lucas 11:10 Jesús diría 11:10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 2. Lo más hermoso de este encuentro con Jesús es el hecho de que estos hombres le reconocieron como Maestro. Hemos de recordar que el mismo Jesús diría más luego en Mateo 23:10, Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. Por lo que si Jesús aceptó que le llamaran maestro era porque él era el Cristo. 3. El texto nos dice: 1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), dónde moras? Lo que nos muestra que tanto Andrés como Juan el evangelista deseaban visitarle yendo a su casa para conocerle más íntimamente. 4. Aquí vemos el proceso lógico y bíblico del nacimiento de la fe en cada ser humano que ha de ser salvo según nos enseña Romanos 10:17 cuando dice: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios.

4 Iglesia de Convertidos a Cristo 4 Tanto Andrés como Juan: Oyeron de él. Fueron donde él. Escudriñaron de él. Creyeron en él. Estuvieron con él suficiente tiempo para crecer. Noten el dato de la hora, eran las 4:00 pm. de la tarde (hora décima como se destaca en 1:39). Ahora vemos el efecto que produjo este encuentro: II. EL RESULTADO DEL LLAMAMIENTO (Jn. 1:39-42) A. CONVICCIÓN AL CORAZÓN 1. El texto sigue su narración diciendo: 1:39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. Es de notar aquí en (1:39) que Andrés y Juan no se quedaron impávidos donde estaban o se devolvieron diciendo: Qué lindo habla Jesús! y nada más; sino que, por el contrario, al recibir la invitación de Jesús quien les dijo Venid y ved le siguieron hasta su casa recibiendo su palabra y teniendo convicción en su corazón de que Él era verdaderamente el Cristo. 2. Las palabras que oyeron de Jesús fueron como espada de dos filos (He. 4:12) y clavados en el corazón por aquellas palabras, tuvieron la fe necesaria para consagrar su vida a Cristo. Recordemos que Hebreos 11:1 nos dice: 11:1 Es, pues, la fe la certeza (realidad) de lo que se espera, convicción (evidencia) de lo que no se ve. Nadie podrá tener fe en Cristo si primero no oye su Palabra y la recibe para salvación. Romanos 10:14 nos asegura esto cuando declara: 10:14 Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? Y cómo oirán sin haber quien les predique? 3. Andrés y Juan el evangelista convencidos en sus corazones de lo que Jesús les predica ejercen fe en Él, una fe que luego sería llena de evidencias al ver las maravillas y señales que

5 Iglesia de Convertidos a Cristo 5 Jesús haría en presencia de ellos, con el fin de certificar con esto que él era el Mesías enviado como veremos en (2:11). B. CONSAGRACIÓN AL SERVICIO 1. Otro resultado evidente de este llamamiento fue la actitud de consagración que vino a la vida de estos dos discípulos. Andrés salió de allí y de inmediato que halló a su hermano Simón Pedro le habló de Jesús con toda claridad, responsabilidad y compromiso, convirtiéndose en un hacedor y no en oidor tan solamente de las palabras de Cristo como vemos en (1:40-41) cuando dice: 1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús. 1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). 2. Andrés le dio datos comprometedores y precisos a Pedro para que este fuese y viese lo que él sabía acerca de Jesús. Con seguridad de lo que decía afirmó a Pedro diciendo: 1:41b Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). La traducción que aquí se menciona es del idioma hebreo al griego. 3. Esta declaración que Andrés le hacía a Pedro podía llevarle a la muerte pues en aquellos días decir una cosa así conllevaba la pena de muerte, pues los religiosos del judaísmo consideraban esto como una blasfemia y los romanos, como una sedición en contra del Cesar. Pero la convicción de la verdad que tenía Andrés, de quién era el Cristo, no sólo lo guio hasta la verdad y a la vida eterna, sino que lo llevó a compartir su fe con su hermano a quien amaba. C. GOZO AL ALMA DEL CREYENTE OBEDIENTE 1. En este momento en que Andrés ve que su hermano Pedro le oye y luego va con él a donde Jesús porque Andrés le lleva ( 1:42a Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús ) y experimenta su conversión, de seguro que produjo un gozo indescriptible en este siervo de Dios, no sólo por haber llevado un alma a Cristo,

6 Iglesia de Convertidos a Cristo 6 sino porque esta alma era el alma de su hermano Pedro a quien amaba. 2. Las evidencias de la bendición que Andrés recibe vienen dadas en estos hechos: Fue guiado por Dios en cada paso. Estuvo atento a los que estaban preparados. Estableció un contacto amistoso. Estableció un diálogo entre dos. Planteó una conversación de interés para con su hermano. Su predicación la basó en la Escritura. Habló de Cristo. Logró que Pedro diese un paso abierto de compromiso con Cristo. Llevó a su hermano a una relación con Cristo y no con él mismo. 3. Evidentemente, Andrés fue el primer creyente en ganar un alma para Cristo y vemos que el resultado fue maravilloso. Andrés también fue testigo cuando Jesús le reveló a Pedro en su omnisciencia lo que había de ser de su vida y ministerio: 1:42b Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro). Con esta confesión Jesús convenció a Pedro de que Él era el Cristo. La última bendición que vemos en este encuentro es: III. EL MILAGRO DE LA MULTIPLICACIÓN (Jn. 1:43-51) A. FELIPE 1. Ahora en (1:43-44) el apóstol Juan sigue la narración de la obra de Jesús en los siete días que antecedían a su primer milagro diciendo: 1:43 El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. 1:44 Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Y no tarda en hacernos la historia de otra de las múltiples maneras con que Dios llama al pecador y la manera como los creyentes comenzaron a multiplicarse. Ahora nos dice el texto que Jesús se fue a Galilea.

7 Iglesia de Convertidos a Cristo 7 2. Aquí se nos muestra otra manera de cómo Jesús siguió llamando a sus discípulos. A diferencia de como Pedro tuvo que ser llamado a través de Andrés, Felipe fue llamado directamente por el mismo Jesús el cual le dijo: Sígueme. 3. Cuando Felipe conoció que Jesús era el Profeta del cual habló Moisés, de inmediato actuó de igual manera como lo hizo Andrés en (1:40) y la samaritana en (4:28-29), salió al encuentro de Natanael diciéndole: 1:45b Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. B. NATANAEL 1. En (1:45) se nos muestra la gran bendición que tiene Natanael en su vida. Esta bendición consistió en ser el primero en convertirse por las palabras del que sería el primer evangelista de la iglesia cristiana (Hch. 8:26-40), y aunque fue un hombre de evidente escepticismo, supo aceptar la invitación de Felipe para venir a Jesús. Su escepticismo lo notamos en 1:46 cuando dice: Natanael le dijo: De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. 2. Otro detalle interesante que vemos en la personalidad de Natanael es lo que dice el mismo Jesús, declaración que lleva a Natanael a reconocer que Jesús es el Cristo: 1:47 Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. 3. Natanael queda impresionado y testifica: 1:48 Le dijo Natanael: De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Natanael ahora reconoce el título mesiánico de Jesús llamándole Rabí, Hijo de Dios y Rey de Israel, títulos que identifican al salvador de Israel. C. CONCLUSIÓN DE JESÚS 1. En esta porción (1:50-51) a Natanael se le hace una declaración importante que consta de tres detalles:

8 Iglesia de Convertidos a Cristo 8 1:50 Respondió Jesús y le dijo: Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. :51 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. La Promesa: Jesús le promete a Natanael ver cosas mayores que lo que él le ha revelado. La Revelación: Veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. El Cielo Abierto: Este es un símbolo de la comunión que se abre a través del Hijo del Hombre y el Padre. Es de recordar que, desde Malaquías hasta Cristo, el cielo estaba cerrado y es Jesús el que lo ha abierto y solo los valientes lo arrebatan como nos declara Jesús en Mateo 11:12 al decir: 11:12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. 2. La conclusión de Jesús en este pasaje es tremendamente alentadora para aquellos que le seguirían en este ministerio que iba a durar 3 años y luego a nosotros los creyentes que desde el día de su resurrección hasta su segunda venida en gloria estaremos predicando su Palabra. 3. En esta porción de la Escritura, se nos indica que ya todo está preparado para que Jesús inicie su principio de señales y muestre al mundo que Él es el enviado de Dios, el Mesías prometido. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: Todos los creyentes en Cristo, deben meditar en la forma en que Dios llama a sus siervos, la manera en que, en cada uno de estos llamamientos, Dios pidió convicción a los que eran llamados para poder participar en la obra que allí se iniciaría y por último debemos apreciar que todos y cada uno de estos hombres, desde el principio, tuvo a bien entregar su vida a Cristo, con la convicción de creer que era el Mesías, el Hijo de Dios y el Rey de Israel a quien tenemos que servirle. Conversión a Cristo implica creer y consagrarse en cuerpo y alma para servirle sin cuestionamientos. Dios espera tu respuesta.