Guión de oración de Cáritas para la Comunidad Parroquial Manos Unidas para construir el Reino de Dios

Transcripción

1 Guión de oración de Cáritas para la Comunidad Parroquial Manos Unidas para construir el Reino de Dios Proyección de la Keynote Con música de fondo y el siguiente texto que acompaña a las diapositivas: Manos unidas...!... para REZAR!... para RECIBIR!... para CONSAGRAR!... para DAR!... para PROTEGER!... para SOSTENER!... para GUIAR!... para ARROPAR!... para ACOMPAÑAR!... para ILUMINAR!... para CREAR!... para CONSTRUIR!... para MOVER!... para COLABORAR!... para LOGRAR!... para UNIR!... para SUMAR!... para SOÑAR!... para AMAR!... para AYUDAR!... para COMPARTIR!... para CAMINAR!... para ESPERAR!... conmigo!... contigo!... con todos!... con Dios DESARROLLO de la ORACIÓN Del Evangelio de San Mateo: Dijo Jesús: Id anunciando que está llegando el reino de Dios: curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos, expulsad a los demonios; dad gratis lo que gratis habéis recibido.

2 Vamos a escuchar la oración-testimonio de una religiosa misionera, la hermana Mónica Prendergast, sobre una escena que vivió en el Hospital de la misión de Kitovu, en Uganda. Dice así: Señor, esta noche me encuentro triste. Te ofrezco esa pobre madre que hoy he encontrado. Consuela, Señor, su corazón roto y el de todas las madres que lloran sus hijos, pero especialmente el de las madres cuyos hijos mueren de hambre. Qué le ha pasado a tu hermoso mundo? Nunca estuvo en tus designios que unos pocos de los tuyos tuviesen tanto, mientras los pequeñuelos sufren hambre. El dolor de esa madre me acosa. Caminó muchas leguas bajo el sol del trópico para traernos su niño. Recuerdo su delgado, consumido cuerpo y sus ojitos enfermos... Mejoró con nuestros cuidados y la tensión abandonó su rostro. Hoy, de repente, el niño ha muerto. La malnutrición le había dejado sin resistencias. Y, Señor, he sido testigo de un dolor sin fondo. Me he sentido incapaz y las palabras me han faltado... Yo, apretaba con simpatía silenciosa la mano de la madre. Weebale Nnyo : Gracias hermana, por tu bondad con mi pequeño, me dijo. Con dignidad emprendió sin mirar atrás la vuelta a casa. Señor, te pido por tu mundo, este maravilloso mundo cuya abundancia deseas compartida por todos. Envía profetas que desafíen a las naciones ricas a distribuir tu pan entre las multitudes hambrientas. Destruye el hambre; danos la Tierra Nueva. Primera etapa: junta tus manos, entrelaza tus dedos, míralas y haz tuya esta oración: Abre mis manos, Señor, ábrelas. Que pueda recibir para poder dar. Ábrelas para que puedan dar sin medida. Haz que mi mano izquierda trabaje junto a la derecha. Únelas, Señor. Que la coherencia, Señor, entreteja mi boca y mis manos, de forma que pueda dar testimonio de tu amor con amor, de forma que pueda ser bálsamo reparador. Abre mis manos, Señor, para llevar en ellas siempre el corazón abierto,

3 el alma desnuda, el oído abierto. Haz que mi corazón, Señor, se apoye en la voluntad de amarte, y que mi voluntad descanse en el Amor. El que Tú me tienes. El que yo te tengo. (unos minutos de silencio) Del Evangelio de San Juan: Y dijo Jesús: Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea. Ser uno con el otro es comprometerse juntos. Ofrecer y pedir. Dar y recibir. Libremente, mirad a las personas que tenéis alrededor. Sin prisas, coged de la mano a aquella o aquellas personas que queráis y saliendo aquí, junto a la luz del Cirio Pascual, proponedles un compromiso. Mutuo. Ofrecedles vuestras manos o pedid las suyas para construir el Reino de Dios. (varios minutos para los compromisos) Segunda etapa: junta tus manos con las de las personas que tienes a tus lados, entrelazad vuestros dedos, miraos a los ojos, a derecha y a izquierda, sentid sus manos en las vuestras hasta que parezcan una sola mano, hasta que sean una sola mano, y haced vuestra esta oración: Une nuestras manos, Señor. Que sepamos ver tus manos tendidas en el otro y compartir con él su camino. nos permitan colaborar en la construcción de tu Reino. sean sensibles a las dolencias, a los pensamientos y necesidades, a los ofrecimientos y peticiones, a favores y gratuidades. Que sean sensibles a la injusticia y la muerte, al desánimo y al cansancio, a la opresión, la violencia y el miedo, a la soledad del marginado. Que se apoyen y den fuerza mutuamente. conviertan nuestros corazones en uno solo, nuestros deseos en sólo uno, nuestra voluntad en tan sólo una, y que ese Uno seas Tú, y contigo, nuestros hermanos.

4 (un minuto de silencio) Del Evangelio de San Marcos: Y dijo Jesús: El que quiera ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y que me siga. Deja en silencio tus pensamientos y simplemente siente la presencia de Dios entre nosotros. Constante. Fiel. Intensa... Esta vez. no le hables. Él ya lo sabe. Esta vez, escucha. Sólo escucha. A Él y sólo a Él... (varios minutos de silencio) Tercera y última etapa: junta tus manos llévalas hasta la barbilla, apóyalas sobre tus labios y mira al Crucificado. Sabiendo que todos adoramos al mismo Dios, que nos mueve el mismo corazón, haced vuestra esta oración: Bendice nuestras manos, Señor. tendidas hacia el otro. en busca del otro. y no sólo nuestras manos. Que nuestras manos se fundan en las tuyas y sean transparentes. Que nuestras manos sepan dejarse conducir por Tí. Que sepan fiarse de Tí. Que sepan esperar en Tí. Que nuestras manos se apoyen en la esperanza de saber que contigo todo es posible, que contigo todo es viable, que contigo, otro mundo es realizable. Bendice nuestras manos, Señor, para que puedan ayudarte a construir tu Reino. Un Reino de Amor, Justicia y Paz. Un Reino sin olvidados. Un Reino de hijos de Dios. (un minuto de silencio) Para terminar, vamos a leer juntos, a dos coros, la oración Madre de las manos unidas que tenemos en la hoja. Tras ella, nos despediremos juntando nuestras manos palma con palma y entrelazando los dedos.

5 Madre de las manos unidas para construir el Reino de Dios en la tierra Manos unidas para buscar una justicia nueva. Manos unidas para denunciar las estructuras injustas. Manos unidas para crear espacios de solidaridad. Manos unidas para crear el otro mundo posible. para desvivirnos por los más pobres en cualquier lugar Manos unidas para compartir vida. Manos unidas para repartir los dones de la tierra. Manos unidas para abrir caminos a la generosidad. Manos unidas para crear espacios de fraternidad. para transmitir la Vida en plenitud... Manos unidas puestas en las manos de Dios. Manos unidas compartiendo el pan de cada día. Manos unidas repartiendo el Pan de la Palabra. Manos unidas comulgando el Pan de la Vida. para aprender a decir sí como tú...