Angelo Comastri. En camino con María Novena

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Carla Ramos Velázquez
hace 6 años
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1 Angelo Comastri En camino con María Novena

2 In camino con Maria Angelo San Paolo, s.r.l., 2011 Piazza Soncino, Cinisello Balsamo, Milán. ISBN: Traducción: Carlos Villalobos En camino con María Novena Primera edición, abril 2014 Con las debidas licencias ISBN: Hecho en México. reservados a favor de: Obra Nacional de la Buena Prensa, A.C. Ventas: Orozco y Berra 180 Sta. María la Ribera Tel exts. 111 a 117 Apartado M México, D.F. ventas@buenaprensa.com Tel Fax Sin costo para usted: Con 19 librerías, once en diferentes ciudades y cinco en el D.F., más la librería virtual y la itinerante. Contamos además con dos distribuidoras en Estados Unidos: Good Press Tel. (619) y Liturgical Press Se terminó de imprimir esta primera edición el 25 de abril de 2014, festividad del san Marcos, evangelista, en los talleres de Offset Santiago, S.A. de C.V. Río San Joaquín 436. Col. Ampliación Granada México, D.F. Tel

3 ÍNDICE Introducción... 5 PRIMER DÍA Llena de gracia... 9 SEGUNDO DÍA Llena de confianza...12 TERCER DÍA Llena de humildad...15 CUARTO DÍA Llena de fe...19 QUINTO DÍA Llena de esperanza...22 SEXTO DÍA Llena de ímpetu...25 SÉPTIMO DÍA Llena de dolor...28 OCTAVO DÍA Llena de amor...31 NOVENO DÍA Llena de alegría...34 Conclusión

4 INTRODUCCIÓN En nuestros días, un gran número de personas ha dejado de creer en la oración: consideran que es inútil, piensan que resulta estéril y que es tiempo perdido. Friedrich Nietzsche llegó incluso a vociferar una provocación en verdad venenosa, al decir: Orar es vergonzoso! Ciertamente, para quien cree sólo en el orgullo orar resulta vergonzoso! Para quien borra de su mente la esperanza de la eternidad y mutila su vida privándola de un futuro más allá de esta vida orar es vergonzoso! Para quien se cree que es Dios y ha tomado el lugar de Dios orar es vergonzoso! Sin embargo, para quien percibe la fragilidad de la vida, para quien advierte la necesidad de una luz que confiera sentido a la existencia misma, y que comprenda que tras el sol y la luna y las estrellas y las flores y los montes y el mar hay un Creador que ama la vida y desea trasmitirle a todos su infinita alegría, la oración es como el respiro que da oxígeno al alma y que nos hace caminar sin miedo por los senderos sinuosos de la vida cotidiana. Pero, sobre todo, quien encuentra a María nunca podrá dejar de orar. María es la mujer que sintió, más que todos, el embeleso de Dios, y su existencia acarició al Eterno, al Infinito, al Omnipotente. María, más que cualquier otra creatura, nos puede enseñar a orar: como un buen amigo te aconsejo que permitas que 5

5 su mano de Madre tome la tuya y te acompañe en el camino que lleva a los brazos de Dios: unos brazos que te esperan para darte el abrazo mismo que necesitas y que sin saberlo, siempre has deseado. Emprende el camino con María y no tengas miedo: con ella aprenderás a orar y tu alma desbordará de alegría. Angelo Cardenal Comastri Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano 6

PRIMER DÍA Llena de gracia Entramos casi de puntitas en la humilde casa de Nazaret: es la casa de nuestros más bellos recuerdos, es la casa de nuestros comienzos, es la casa donde María dijo el sí

7 PRIMER DÍA Llena de gracia Entramos casi de puntitas en la humilde casa de Nazaret: es la casa de nuestros más bellos recuerdos, es la casa de nuestros comienzos, es la casa donde María dijo el sí decisivo para toda la humanidad: un sí que marcó un alto a la cadena misma de nuestros no y abrió el camino a Dios para venir a nuestro encuentro. Escuchemos una vez más la narración de aquel verdaderamente maravilloso sí y hagámoslo entrar en nuestro corazón para que se convierta también en nuestro propio sí. 9

Del Evangelio según san Lucas (1, 26-38) Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una joven desposada con un hombre llamado José, de la descendencia de

8 Del Evangelio según san Lucas (1, 26-38) Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una joven desposada con un hombre llamado José, de la descendencia de David; el nombre de la joven era María. Entró el ángel adonde ella estaba y le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué significaba tal saludo. El ángel le dijo: No temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. Él será grande, será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la descendencia de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin. María dijo al ángel: Cómo será esto, pues no tengo relaciones con ningún hombre?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y se llamará Hijo de Dios. Mira, tu parienta Isabel también ha 10

concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que todos tenían por estéril; porque para Dios nada es imposible. María dijo: Aquí está la esclava del señor, que me suceda como tú dices.

9 concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que todos tenían por estéril; porque para Dios nada es imposible. María dijo: Aquí está la esclava del señor, que me suceda como tú dices. Y el ángel la dejó. Oremos María, mujer del sí, venimos a ti desde todos los caminos del mundo, cargando en el corazón la nostalgia viva de una imagen: Una imagen de madre! Tú eres la madre! Tu humilde sí, valeroso y dócil le regaló una casa al Eterno y lo convirtió en nuestro hermano: Dios con nosotros, el Emmanuel por siempre. Tú eres la Madre! Haz que crezca en nosotros el corazón sereno de un niño que extiende la mano a su Dios, para sentir el abrazo que apaga todo miedo con una saludable inundación de paz. María, enséñanos tu sí. 11

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