EL AMIGO DEL ESPOSO Juan 3:22-36

Transcripción

1 Bosquejo #15 EL AMIGO DEL ESPOSO Juan 3:22-36 Juan el Evangelista, después de recoger la conversación de Jesús con Nicodemo, por la inspiración del Espíritu Santo comienza a narrar hechos y a darnos argumentos por los cuales se nos muestra que Jesús es el Mesías, es Rey, Sacerdote y Profeta. El texto que estudiamos a continuación inicia diciendo: Después de esto refiriéndose a la partida desde Jerusalén, de Jesús y sus discípulos, posiblemente refiriéndose a Juan, Jacobo, Pedro, Andrés, Felipe y Natanael, quienes le acompañaban para ir a Judea, indicando también que la conversación con Nicodemo había terminado, conversación que llevaría a Nicodemo a convertirse a Cristo un tiempo después, como nos deja ver Juan 7:50-51; 19:39. En esta oportunidad Juan nos describe la transición de la obra de Juan el Bautista a la obra del Señor como algo natural y programado; siendo de hecho, el cumplimiento de las palabras reveladas por Zacarías en la hora del nacimiento de su hijo Juan. Ahora, el profeta del Altísimo entregaba la antorcha a Jesús, el cual lo habría de relevar hasta llegar a la cruz como nos expresa Lucas 1:76-79 cuando dice: 1:76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; 1:77 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados, 1:78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó desde lo alto la aurora, 1:79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz. Este profeta, refiriéndose a Juan el Bautista; a quien Jesús llama el AMIGO DEL ESPOSO, era alguien excepcional, quien entendió su rol evidenciándolo en una de las frases más hermosa y humilde recogidas en la Biblia al decir: 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. Veamos esta transición bajo el bosquejo que sigue: I. EL ENCUENTRO DE JUAN CON JESÚS II. LA ENSEÑANZA DE JUAN SOBRE JESÚS III. LA GRANDEZA DE JESÚS SOBRE TODOS

2 Iglesia de Convertidos a Cristo 2 I. EL ENCUENTRO DE JUAN CON JESÚS (Jn. 3:22-26) A. DE JERUSALÉN A RECORRER JUDEA 1. Jesús estaba en Jerusalén y había decidido ir a Judea al lugar donde sus discípulos podían bautizar a aquellos que procedían al arrepentimiento, así como Juan bautizaba en Enón, junto a Salim (3:22). Desde este momento Jesús inició sus viajes misioneros hacia la región de Judea y Perea teniendo a Capernaum como centro de operación. 2. Es bueno recordar que Jesús siempre pasaba por Jerusalén para celebrar las fiestas solemnes que observaban los israelitas. Estas fiestas eran las de la pascua en abril, la de la dedicación en diciembre; y la de los tabernáculos en octubre. En la celebración de la primera fiesta de la pascua fue que ocurrió su encuentro con Nicodemo, como se nos relata en (2:23). 3. Ahora vemos que su traslado programado a la región del Jordán obedece al plan de transición entre el ministerio de Juan el Bautista y su propio ministerio. Esta sección nos presenta que la labor de Juan estaba por concluir, como él mismo lo declaró en los días del bautismo de Jesús. B. LA DUPLICIDAD BAUTISMAL 1. Aunque el pasaje estudiado declara aparentemente que Jesús bautizaba diciendo: 22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba sabemos que personalmente Jesús nunca bautizó, sino que eran sus discípulos que hacían esta labor con la autoridad que él les confería, como nos narra Juan 4:1-2 4:1 Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan 4:2 (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos).

3 Iglesia de Convertidos a Cristo 3 2. Sabemos que el bautismo de Juan llamaba al arrepentimiento y al perdón de pecados a través de la purificación en agua. El bautismo de Jesús era un bautismo diferente al de Juan, porque su naturaleza iba más allá de los ámbitos materiales. Jesús, por medio de su bautismo confirmaba la obra espiritual que se había operado en los creyentes. 3. Por otro lado, conocemos que el mismo Juan el Bautista había advertido en Juan 1:33, que Jesús bautizaría en Espíritu Santo y fuego como agrega Mateo 3:11. Lo que dejaba ver que su bautismo tendría más poder purificador que el bautismo de Juan. Aunque todos sabemos que, hasta Pentecostés, esto no se hizo realidad según vemos en Hechos 2. C. EL PLANTEAMIENTO DE LA TRANSICIÓN 1. Los discípulos de Juan el bautista, habían entablado con los judíos una discusión acerca de la purificación; podemos imaginarnos sus planteamientos, principalmente cuando la purificación que ellos hacían era considerada como algo máximo para la limpieza y purificación de su cuerpo. 2. También vemos como los judíos en su celo religioso, también se dan a la tarea de indisponer a los discípulos de Juan con los discípulos de Jesús, los cuales estaban bautizando al otro lado del río Jordán, cerca de donde Juan bautizaba. 3. Su celo y sus malas acciones crecía en la medida en que comenzaban a notar que la gente se le iba de sus manos, buscando en Jesús lo que ellos no les podían brindar. El texto nos dice: 23 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados. 24 Porque Juan no había sido aún encarcelado. 25 Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.

4 Iglesia de Convertidos a Cristo 4 4. De inmediato, se dirigen a Juan el bautista para que defienda sus derechos, diciéndole: 26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. Como podemos observar, los judíos estaban deseosos de enfrentar a Juan el Bautista con el Señor Jesús. Aún en su oposición a Juan, le llaman Rabí de manera lisonjera y tratan de poner su vista en el hecho mismo que a ellos le atormentaba. II. LA ENSEÑANZA DE JUAN SOBRE JESÚS (Jn. 3:27-30) A. EL ARGUMENTO DE LOS JUDÍOS 1. El argumento principal de los judíos estaba planteado dentro del contexto de aquello que ellos mismos sentían y que atormentaba sus corazones. No hay duda que este argumento estaba saturado de celos amargos y envidia, trayendo contención en su corazón como nos dice la Palabra de Dios en Santiago 3: Decimos esto porque la contención se hizo evidente entre los que allí planteaban su argumento, noten lo que el texto agrega: y todos vienen a él (v. 26). Es como diciendo, después que tu hiciste todo lo que hiciste por él, ahora él viene a quitarte el fruto de tu trabajo. Es que esto no te irrita? Es que esto no te molesta? 3. Este y cualquier otro argumento levantado por ellos, no eran propios de personas que habían pasado por un proceso de arrepentimiento y mucho menos de corazón estaban procurando el bien de Juan el Bautista, no obstante, éste lo sabía y lo percibía. B. LA RESPUESTA DE JUAN EL BAUTISTA 1. Juan el Bautista es increíble, trata en todo momento de mantener su entereza, no importando que en todo momento tuviese que rebajarse a sí mismo en comparación con Cristo. Es más, pudiéramos decir que

5 Iglesia de Convertidos a Cristo 5 esta fue su gloria. Notemos como él respondió ante las presiones de sus enemigos: 27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.. 2. Juan el Bautista le enseña a sus discípulos y a los fariseos que le incitaban en contra de Jesús y sus discípulos, que bajo ninguna circunstancia él osaría oponerse a quien le había dado todo lo que él tenía y a quien le había hecho como él era. Es por esta causa que él declara lo que aquí se expresa con toda propiedad. 3. Juan el Bautista sabía que, así como él había recibido su ordenanza de Dios para hacer lo que hacía, Jesús también estaba encomendado por Dios para hacer lo que hacía. Todo cuanto somos viene del cielo, nadie es nada sin Dios. Por esto tenemos que tener presente siempre las palabras del apóstol Pablo ante los corintios cuando les dijo en 1 Corintios 4:1-5 que la única opinión que debe preocuparle a un siervo en torno a su obra, es la opinión del amo. Como diciendo: Hagamos lo que tenemos que hacer sin mirar lo que el otro diga que, al fin y al cabo, el que nos juzgará es el Señor, quien es el que nos encomendó la obra. C. LA MARAVILLOSA ENSEÑANZA PARA TODOS 1. Ellos tenían que recordar lo que Juan el Bautista ya había dicho: 28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. Queriendo dejarles dicho que él nunca les dio, ni siquiera la ligera sospecha de que él fuese el Cristo, ni mucho menos el Mesías prometido. 2. Evidentemente, Juan el Bautista quiere dejarle claro que él, con lo que hacía, no buscaba su propia gloria, sino que él buscaba la gloria de Dios. Cada obrero o siervo de Dios tiene que saber cuál es su papel y lugar en la obra del Señor para no hallarse disputándose con otros, la gloria que solamente le pertenezca a Dios, buscando estar en lugares que no le corresponden.

6 Iglesia de Convertidos a Cristo 6 3. Juan el Bautista planteó un gran principio que todos debemos de seguir, en los (vv ) hace la más impactante declaración que un ser humano puede hacer, frente a la realidad de su posición en Cristo. Aquí está lo dicho por este tremendo hombre de Dios: 29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. 30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. Juan el Bautista demostró que estaba regocijado con esta su posición frente a Jesús. Por esto: III. JUAN DEMUESTRA LA GRANDEZA DE JESÚS SOBRE TODOS (Jn. 3:31-36) A. DEMUESTRA LA DIGNIDAD DEL ORIGEN DE JESÚS 1. Ahora Juan el Bautista se propone concluir su gran enseñanza dando a entender el origen celestial de Jesús y el hecho de que él conocía la verdad de primera mano mostrándole a sus discípulos por qué era necesario que Jesús sobresaliera sobre todos. El texto apunta: 31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. 32 Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. 2. Juan inicia su obra mostrando el origen celestial de Jesús al decir: 31 El que de arriba viene, es sobre todos. Declarando con esto, que él sabe que él es de origen terrenal, pero que Jesús es de origen celestial, por esto él entiende que Jesús tiene la potestad sobre todo (Mt. 28:18-20; Ef. 1:20-23), potestad que no puede someterse a discusión. Juan atestiguó que Dios es veraz 33 El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. 3. Para demostrar esta verdad, Juan el Bautista detalla el origen de la doctrina de Jesús y declara que esa doctrina viene de Dios, notemos como nos dice el (v. 34) cuando dice: 34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios

7 Iglesia de Convertidos a Cristo 7 habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. La enseñanza aquí es dejar claro, que él estaba convencido que Jesús es el enviado de Dios. B. DEMUESTRA QUE LA INVESTIDURA DE JESÚS ES CELESTIAL 1. Juan el Bautista dice ahora que, no solo Jesús es digno para estar sobre todos, sino que su autoridad es singular y especial, explicando que esta le ha sido dada por el Padre, notemos su declaración: 35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. Haciendo entender que Jesús tiene la facultad de decidir sobre todas las cosas de este mundo. 2. Esta autoridad dada por el Padre al Hijo, viene por causa de su entrañable amor. Dejemos claro esto, antes de decir cualquier otra cosa más, El Padre ama al Hijo. Y es por causa de este amor que él ha entregado todo lo que ha colocado en las manos de Jesús. Citemos de antemano lo que estudiaremos en Juan 5:25-29 cuando dice: 25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. 3. Jesús ha sido investido, con la autoridad de Dios, para tener la potestad sobre todos y, sobre todo, principalmente en cuanto a la vida y a la muerte de todo ser viviente. Nada sucede sin que él Hijo lo haya determinado, porque él es Dios.

8 Iglesia de Convertidos a Cristo 8 Por último: C. DEMUESTRA EL PODER DE JESÚS SOBRE EL DESTINO DEL ALMA HUMANA 1. Las palabras de Juan el Bautista concluyen con una tremenda e impresionante declaración sobre el poder de Jesús sobre el alma humana, cuando dice: 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. 2. Juan el Bautista no solo ha declarado que él no es el Cristo, no solamente ha dicho que Jesús es de origen celestial y por tanto con autoridad sobre todo y sobre todos, sino que ahora advierte que Jesús es sobre todos porque él es el objeto directo de la fe salvadora que libra el alma del hombre de la muerte eterna y de la ira de Dios. 3. Juan el Bautista está advirtiendo a los incrédulos que todo hombre que no viene hacia Cristo, nunca verá a Dios y su ira permanecerá sobre él. Cuando hablamos de la ira de Dios lo que se nos está enseñando es que Dios es poderoso en fuerza y en capacidad para arremeter contra sus enemigos y derramar su ira sobre los hombres que han rechazado la belleza de su obra en su Hijo amado y su gracia abundante y salvadora. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: Como conclusión, debemos puntualizar una aplicación importante. Sepamos que, en ese gran día, llamado el día de la ira del Cordero, se iniciará su programa escatológico, en el cual ocurrirán hechos catastróficos sobre todos los enemigos de Dios, para mostrarle a ellos que él es el Todopoderoso y reconocer que él tenía razón al querer darnos una majestuosa herencia en los Cielos nuevos y en la Tierra nueva, donde él morará eternamente con los redimidos por su sangre. Apocalipsis 6 nos dice: 12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.

9 Iglesia de Convertidos a Cristo 9 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; y quién podrá sostenerse en pie?