Lo que fue, será. Nos haremos una pregunta:

Transcripción

1 Lo que fue, será. Entre los muchos conceptos encontrados según el razonamiento hebreo, existe la creencia del cumplimiento cíclico de los eventos proféticos encontrados en las Sagradas Escrituras. Dicho fundamento consiste en que, el mismo escenario histórico ya ocurrido vuelve a presentarse nuevamente en el futuro. Examinando las escrituras podemos comprobar que, ciertamente existen elementos escriturales que apoyan el dogma donde se cree que los eventos proféticos ya cumplidos retornan a su cumplimiento de forma cíclica. Muchos predicadores provenientes de diferentes movimientos mesiánicos, han negado dicho concepto con la simple intención de defender algunas posturas escatológicas, entre otras conveniencias. El propósito de este escrito, es profundizar en algunos textos que aportan evidencias al respecto, confirmando la existencia del carácter cíclico de los acontecimientos proféticos. Es importante recordar que la práctica adecuada de este concepto es un elemento de suma importancia para identificar algunos sucesos futuros. Empecemos citando el libro de Eclesiastés: Qué es lo que fue? Lo mismo que será. Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. Hay algo de que se puede decir, he aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. Eclesiastés 1:9-10 Nos haremos una pregunta: Qué entendimiento podían darle a Eclesiastés 1:9-10 todos aquellos que niegan que los acontecimientos proféticos pueden ser cíclicos? Responder esta pregunta se tornaría muy difícil, sería necesario hacer una encuesta a cada uno de ellos. Además, sería perder el tiempo el ocuparnos de lo que otros piensan. Mejor, escudriñemos las Sagradas Escrituras y ésta nos llevará a toda verdad. El método más eficaz para entender los textos bíblicos, es hacer un análisis totalmente literal del versículo sin añadir parte de nuestra interpretación privada. Este método de análisis escritural lo podemos encontrar referenciado en 1 Corintios: Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito 1Corintios 4:6 Aplicando este recurso analítico encontrado en 1Corintios 4:6 a Eclesiastés 1:9-10, encontramos que no existen fundamentos que nieguen el carácter cíclico de los acontecimientos históricos. El evangelio de Mateo es una muestra exacta comprobando que los apóstoles tenían como dogma lo anunciado en Eclesiastés1:9-10 (...lo que fue, será...) Investiguemos diferentes porciones de Mateos: Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Elohím con nosotros. Mateo 1:22-23 Mateo cita una profecía anunciada por Isaías en la cual, según él, hace referencia al Mashíaj. Veamos: Por tanto, el señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Isaías 7:14 Lo interesante del caso es que, la profecía dada por Isaías 7:14 no es refiriéndose al Mashíaj. Cuando leemos todo el contexto de la profecía de Isaías, nos percatamos que se cumplió en los tiempos del rey Acaz, sirviendo el hijo de Isaías como señal de lo anunciado por YAHWEH y no el Mashíaj. Sería bueno que el lector examinare de manera individual todo el capítulo siete y ocho de Isaías. De esta forma se darán cuenta que Isaías 7:14 no se refiere al Mashíaj, sin embargo, Mateo lo cita como tal. De todos modos, para una mejor comprensión del texto, analicemos juntos los versículos más importantes del capítulo siete y ocho de Isaías. Empecemos por Isaías capítulo siete. Veamos: 1

2 Versículos 1 y 2: Aconteció en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para combatirla; pero no pudieron tomar. Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento. Isaías 7:1-2 En estos versículos vemos como Rezín rey de Siría y Peka rey de Israel (Efraín), toman consejo para combatir a Acaz rey de Judá. Versículos 3 y 4: Entonces dijo YAHWEH a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador, y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se turbe tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el ardor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías. Isaías 7:3-4 En estos versículos vemos como YAHWEH ordena a Isaías a darle palabra profética al rey Acaz. Versículo 7: Por tanto, YAHWEH el Señor dice así: No subsistirá, ni será. Isaías 7:7 En Isaías 7:7, se resume el mensaje de parte de YAHWEH a Acaz por medio de Isaías. La esencia del mensaje consistía en que el rey Acaz no debía de temer a la invasión planificada por el rey de Siria y el rey de Israel (Efraín), puesto que dicha invasión no iba proceder. Versículos 10 y 11: Habló también YAHWEH a Acaz, diciendo: Pide para ti señal de YAHWEH tu Elohím, demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto Isaías 7:10-11 En nuestra opinión, Isaías 7:10-11 es la porción más importante y necesaria del capítulo, para poder entender correctamente el pasaje. Observamos como el mismo YAHWEH le da la opción a Acaz de pedir señal con el propósito de que él confirme la autenticidad del mensaje anunciado por Isaías. Es decir, por medio de la señal que iba a dar Isaías al rey Acaz, Acaz tenía la oportunidad de comprobar si la profecía dada por Isaías era real. Versículo 12: Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a YAHWEH. Isaías 7: 12 Vemos como Acaz rechaza totalmente recibir una señal de parte del Todopoderoso. Versículos 13 y 14: Dijo entonces Isaías: Oíd ahora, casa de David Os es poco el ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Elohím? Por tanto, el señor mismo os dará señal; he aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Isaías 7:13-14 Aunque el rey Acaz no pidió señal de parte de Elohím, aun así, el profeta Isaías anuncia a la casa de David, que el señor mismo os dará señal. Después de examinar Isaías 7:1-14 nos damos cuenta que, el versículo catorce anuncia la señal que el Todopoderoso mando a la casa de David en épocas del rey Acaz. Entonces nos podemos percatar fácilmente, que la señal encontrada en Isaías 7:1-14 no es el Mashíaj, ya que ésta se cumplió en tiempos de Acaz. El propósito de la señal era confirmar la palabra dada por Isaías, donde el profeta informa que la invasión del rey Rezín de Siria y Peka rey de Israel no iba a efectuarse. Creemos que no queda duda alguna en cuanto a lo antes planteado. Reconociendo que existe un antecedente que proviene de algunas doctrinas erradas, las cuales aseguran que la profecía de Isaías 7.14 es netamente mesiánica, vemos la necesidad de profundizar más en el tema. Prosigamos con el análisis de Isaías capítulo siete: Versículos 15 y 16: Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada. Isaías 7:

3 Estos versículos son claves para demostrar que Isaías 7:14 no se refiere a Mashíaj. El versículo dieciséis nos dice: antes de que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada. Cuando habla de dos reyes se refiere al rey Rezín de Siria y el rey Peka de Israel. Por supuesto que el momento histórico señalado en Isaías 7:16 se refiere a épocas de Acaz rey de Judá y no a épocas de Mashíaj. Teniendo en cuenta que, el lector está escudriñando minuciosamente todos los versículos del capítulo siete y ocho de Isaías, entonces podemos pasar directamente al análisis de Isaías capítulo ocho: Isaías 8:3-4: Y me llegué a la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Y me dijo YAHWEH: Ponle por nombre Maher-salad-hasbaz. Porque antes que el niño sepa decir: Padre mío, y Madre mía, será quitada la riqueza de Damasco (Siria) y los despojos de Samaria (Casa de Israel) delante del rey de Asiria. Isaías 8:3-4 Fijémonos en la frase encontrada en Isaías 8:3-4: Antes que el niño sepa decir Padre mío, y Madre mía, será quitada la riqueza de Damasco y los despojos de Samaria delante del rey de Asiria Tenemos que, Asiria no existía en épocas del nacimiento de Yeshúa, puesto que es imposible que la señal anunciada en Isaías 7:14 fuera el Mashíaj como muchos creen que lo cita Mateo 1: También nos podemos percatar que existe una relación entre los textos Isaías 7:16 y Isaías 8:4, ya que comunican algo muy similar. Pasemos al análisis de Isaías 8:18: He aquí, yo y los hijos que me dio YAHWEH, somos por señales y presagios en Israel de parte de YAHWEH de los ejércitos, que mora en el monte de Sion. Isaías 8:18 Esta porción confirma que el hijo de Isaías fue quien sirvió de señal en Israel en épocas de Acaz y no el Mashíaj. Recuerden que Isaías 8:18 está hablando de la misma señal anunciada en Isaías 7:14: Por tanto, el señor mismo os dará señal; he aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel Es importante indagar en un detalle encontrado en Isaías 8:18. Cuando dicen: Los hijos que me dio YAHWEH En esta frase existe un error de traducción. La palabra hebrea traducida al español para hijos es: Yéled, marcada con el H3206 según el diccionario Strong. Su significado es: niño, hijo, joven; en termino singular y no en termino plural como lo menciona la traducción Reina-Valera. La correcta traducción es: El hijo que me dio YAHWEH (Hijo: en singular no en plural) Ahora comparemos los textos Isaías 8:3 y Isaías 8:18: Y me llegué a la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Isaías 8:3 He aquí, yo y el hijo que me dio YAHWEH, somos por señales y presagios en Israel Isaías 8:18 Podemos observar que la profetiza, la esposa de Isaías, es quien concibe un hijo sirviendo de señal para Israel. A partir del resultado de esta comparación queda nuevamente confirmando que, de quien habla Isaías 7:14 como señal a la casa de David es del hijo de Isaías y no de Yeshúa HaMashíaj. Pasemos a otro ejemplo encontrado en Mateo 2:14-15: Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. Mateo2:14-15 Mateo nos remite a una cita encontrada en Oseas, la cual literalmente no coincide con el cumplimiento profético en el momento histórico que lo refiere Mateo. Veamos: Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Oseas 11:1 Oseas 11:1 hace mención a Israel y no ha Mashíaj, tan es así que Oseas 11:2 no los confirma: Cuando más yo los llamaba, tanto más se alejaba de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. Oseas11:2 Oseas 11:1-2 no se cumplió en Mashíaj, puesto que Mashíaj nunca le ofreció ofrendas a los baales y a los ídolos ofrecían sahumerios. Si leemos el contexto completo del capítulo once de Oseas, mucho más nos daremos cuenta que Oseas 11:1 hace mención a Israel y no a Yeshúa HaMashía como lo hace Mateo. 3

4 Por último, indagaremos en otra porción encontrada en Mateo: Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarla en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y después de consultar, compraron con ella el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según el precio puesto por los hijos de Israel; y las dieron para el campo del alfarero, como me ordeno el Señor. Mateo 27:5-10 Mateo cita una profecía que supuestamente fue anunciada por Jeremías. A simple vista, no se encuentra problemática alguna, pero profundizando un poco nos daremos cuenta que no existe ninguna profecía dada por Jeremías que anuncie lo dicho por Mateo 27:5-10. Al parecer, la contrariedad consiste en un error de traducción de la versión Reina-Valera. Cuando observamos las traducciones Diego Ascunce, Kadosh Israelita o Mateo Shem Tov, aparece señalado en Mateo 27:9 el profeta Zacarías y no Jeremías (Estas traducciones dicen: lo dicho por el profeta Zacarías, no lo dicho por el profeta Jeremías ). De este modo, Mateo 27:9 cobra el sentido adecuado, ya que en Zacarías 11:12-13 aparece: Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo YAHWEH: Échalo al tesoro; hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de YAHWEH al tesoro. Zacarías 11:12-13 Sin intentar entrar en debates en cuanto a quién tiene la razón entre las diferentes traducciones bíblicas, nosotros mismos hagamos un análisis de Mateo 27:9 según la versión Mateo Shem Tov. Recordemos que la versión Mateo Shem Tov dice: lo dicho por el profeta Zacarías. El enunciado profético de Zacarías 11:12-13, citado por Mateo27:9, se cumplió en tiempos de Zacarías. El mismo Zacarías es quién dio cumplimiento a dicho evento y no Judas Iscariote de la manera que hace referencia Mateo:...Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo YAHWEH: Échalo al tesoro; hermoso precio con que me han apreciado! Zacarías 11:12-13 Después de todas estas pruebas el lector se preguntará: Acaso Mateo no conocía los tiempos en que verdaderamente se cumplirían las profecías encontradas en el viejo testamento? Acaso Mateo era un ignorante de las Sagradas Escrituras? Serán confiables los escritos de Mateos con todas estas aparentes contradicciones? Por qué cita Mateo algunas profecías ya cumplidas situándolas en otro momento histórico? La respuesta es: Mateo era un verdadero hebreo, gran conocedor de las Sagradas Escrituras y apóstol no establecido por manos de hombres, sino escogido por nuestro Señor Yeshúa HaMashíaj. Además, Mateo era un ferviente conocedor de los tiempos proféticos anunciado por los antiguos. En los ejemplos anteriormente analizados vemos que, Mateo solamente relata el cumplimiento cíclico de las profecías. Él no está señalando la profecía en su cumplimiento originario o primario, solo en su condición cíclica. Cuando se habla de cumplimiento cíclico en algunas profecías, no queremos decir que la misma profecía se tenga que cumplir en varias ocasiones, sino que sólo son destellos de lo ya ocurrido. Debemos entender que el cumplimiento de los eventos cíclicos son un escenario parecido o semejante de cada acontecimiento ocurrido, no es un escenario exactamente igual. De otro modo, tendríamos que decir que nuestro Mashíaj debería morir dos veces y no es así, entre otros ejemplos. Profundicemos más en éste argumento: Isaías 7:14 y Mateo 1:22-23 tienen como factor común el nacimiento de un niño el cual su designio es Emanuel (Elohím con nosotros.) Dicho evento se cumplió de manera originaria con el hijo de Isaías y de manera cíclica con Yeshúa nuestro Mashíaj. Tanto el primer caso como el segundo, se cumplió el designio determinado: Emanuel (Elohím con nosotros.) 4

5 Oseas 11:1 y Mateo 2.15 tienen como factor común el llamado de la tierra de Egipto, al hijo de Elohím. En este caso el mismo Elohím es quien llama a su hijo que estaba en Egipto. El cumplimiento profético de Oseas 11:1 aconteció al pueblo de Israel en tiempos de Moisés: Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. Éxodo 12:37 Oseas 11:1 se refiere a Israel hijo de Elohím como nación y Mateo 1:22-23, de forma cíclica, a Yeshúa HaMahíaj como unigénito Hijo engendrado por YAHWEH. Así mismo podemos ver una similitud entre Zacarías 11:12-13 y Mateo 27:5-10. En Zacarías 11:12-13 dice: pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo YAHWEH: Échalo al tesoro; hermoso precio con que me han apreciado! Zacarías 11:12-13 Algo parecido a Zacarías 11:12-13 ocurre en la narración encontrada en Mateo 27:5-10, donde Judas deposita treinta monedas de platas en el tesoro del templo, cuyo salario fue apreciado por los hijos de Israel. Debemos tener sumo cuidado en querer transportar todos los eventos proféticos o históricos al carácter cíclico. No todos los eventos proféticos se cumplen de esta manera. En el momento de hacer algún análisis de cualquier evento futuro, utilizando este método, oren al Señor y sean guiados por el Espíritu de Elohím. Además, debemos de tener suficiente humildad para no imponer el fenómeno analizado como una verdad absoluta, sino como una posibilidad cíclica de los acontecimientos proféticos. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Elohím restaura lo que pasó. Eclesiastés 3:15 Web: Hermano: Leo Ben Jacob. 5