Entre lágrimas y recuerdos, hondureñas evocan a sus madres e hijas migrantes - Departamento 19 Domingo 13 de Mayo de :15

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José Francisco Valentín Aguilar Domínguez
hace 6 años
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1 Tegucigalpa El Día de las Madres es una festividad que se celebra en honor a quienes nos dieran el ser. Un agasajo que lejos de ser un reencuentro familiar, se convierte en un viaje hacia el pasado, marcado por la ausencia de un ser querido que en busca de mejores derroteros emigró forzosamente del país y aplazó momentos con los suyos. En esta fecha especial, Departamento 19 quiso mostrar el otro rostro de ésta celebración; destacando la historia de dos mujeres, una de ellas que pese a la edad, volvió a ser madre y nada menos que de 8 pequeños frente a la ausencia de su hija que se fue tras el sueño americano. Otra historia, complementa otra arista de la realidad de la migración y sus efectos en la familia y en la mujer. Se trata de una joven hondureña que a cargo de sus cuatro hermanos le tocó la dura tarea de ser madre, hermana y amiga a la vez. Su mejor regalo sería encontrar a su hija Llevó una fotografía tamaño carta colgada en el cuello, con la firme esperanza de encontrar una pista sobre su hija María Alba, que salió del El Progreso, Yoro, en el norte de Honduras. María Alba viajó tras su marido, que ya lleva tiempo viviendo en la unión americana. 1 / 6

2 Hoy, 19 años después, doña Amanda sigue tras el paradero de su María, quien dejó a su cargo ocho hijos, a quienes ha sacado adelante con menudas actividades que realiza desde su comunidad. La anciana, viaja cada vez que puede a la ruta migratoria junto a otras madres que al igual que ella buscan desesperadamente a sus familiares, a los que les perdieron la pista hace tiempo. Para mí que mi hija sigue viva en algún lugar de México o quizá cruzó a Estados Unidos, eso no lo sabemos. Me duele no saber nada de ella después de tantos años, más cuando se acerca la fecha del día de la madre, ese es mi mayor sufrimiento siempre que la recuerdo, dijo doña Amanda con lágrimas en sus ojos. Cuando María Alba salió de Honduras, tenía 31 años de edad. Era ama de casa, cuidaba de sus hijos; sin embargo, al emigrar del país, ignorando los peligros con los que se encontraría en Guatemala y México dejó una estela de desesperanza. Su pareja habría pagado a un coyote para que la cruzara hacia el otro lado; y fue hasta que éste llamó a su suegra reclamando la llegada de su pareja, cuando se percataron del 2 / 6

3 desaparecimiento de la muchacha. La esperanza es lo único que me queda.yo le pido a mi Dios que un día sepa de mi hija, que encuentre algo que me acerque donde ella está o estuvo, expresa la humilde progenitora, que hoy pasará de largo la fecha, rodeada de sus nietos y otros de sus hijos que aun viven bajo su sombra protectora. La hermana y madre Helen Rodríguez es una hondureña que creció junto a sus cuatro hermanos en ausencia de su madre Fátima Gladis Aguilar, quien emigró a Estados Unidos en el año 2005, orillada por la crítica situación financiera que atravesaba junto a sus hijos en el barrio El Pastel, de Tegucigalpa. Fátima Gladis salió de Honduras a los 43 años, dejando a sus pequeños de 11, 12, y 18 años respectivamente, bajo el cuidado de su hija mayor Helen, que en ese entonces tenía 23 años de edad. 3 / 6

Sin saber por dónde comenzar, Helen junto a Erick Roberto, Luis Alfredo, Gary Adonay y Fátima Yojani, decidieron todos echar andar sus vidas y colaborar con las actividades domésticas del hogar.

4 Sin saber por dónde comenzar, Helen junto a Erick Roberto, Luis Alfredo, Gary Adonay y Fátima Yojani, decidieron todos echar andar sus vidas y colaborar con las actividades domésticas del hogar. Erick Roberto, tenía entonces 24 años, y se había casado; no obstante, fue un gran apoyo para mí en todo ese tiempo, asegura Helen. Fue bien difícil para mí en el momento que mi mami tomó la decisión de haberse ido, yo estuve de acuerdo en que me iba a quedar con esa gran responsabilidad de mis tres hermanos menores; no tenía mucha experiencia de entregarme tanto a ellos, prácticamente como una madre, porque si ellos se enfermaban yo tenía que estar ahí, igual en el colegio, cualquier problema yo tenía que estar presente. Al ver la necesidad del hogar, yo dije ni modo, tengo que enfrentar esto para poder salir adelante todos, detalló. Pese a ello, asegura que no estar con su madre fue motivo para afianzar los lazos con sus hermanos, y poco a poco también fue ocupando ese rol de madre y el vacío de su presencia. 4 / 6

5 Hoy, siete años después ve el reflejo de su esmero, esfuerzo y dedicación pues sus hermanos menores ya están por egresar de la secundaria; el que quedó de 12 se gradúa este año de Perito Mercantil y Contador Público, y la que quedó de 11 egresará el próximo año, y gracias a Dios les ha ido bien en sus clases, relata satisfecha. Por su parte, Fátima Gladis radica en Houston, Texas, junto a uno de sus hijos, y su pareja -padrastro de dos de sus hijos y padre de los tres menores- quien se habría marchado de Honduras muchos años atrás. Sin embargo, Helen refiere que la comunicación con su madre es casi diaria, a través del Internet, el teléfono y los mensajes de texto. El contacto es permanente, así como los consejos, explicó. Hoy en día, Helen está casada y se convirtió en madre pero sus hermanos menores siguen bajo su tutela y cuidado, en virtud de lo prometido a su madre. Es en el marco de la celebración al Día de las Madres hondureñas, Helen junto a sus hermanos no quiso pasar desapercibida la fecha y enviar un mensaje de agradecimiento a Fátima Gladis, quien pese a la distancia se sigue distinguiendo como una madre preocupada por sus hijos. 5 / 6

6 Aunque sea lejos, mi felicidad es que ella esté bien. Darle gracias a Dios porque siempre compartimos momentos bonitos, alegrías y tristezas a través de la distancia; ella nunca nos ha desamparado al igual que mi padrastro. Y desearle a mi madrecita bella toda la felicidad del mundo y mi mayor deseo y sueño es estar nuevamente junto con ella, concluye entre sollozos, aguardando la esperanza de estrechar un día los brazos tiernos de su cálida madre. Especial D/19 6 / 6

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