Descargar. Pérdida de empleo en la educación madrileña.

Transcripción

1 Descargar El próximo 26 de octubre las familias y alumnado de todo el estado y el profesorado y trabajadores/as de la enseñanza de varias comunidades autónomas están llamados a secundar un paro que deje las aulas vacías en protesta por la LOMCE, las reválidas y los recortes. Aunque de marcado carácter sociopolítico (en esta huelga se enfrentan dos modelos de educación y de sociedad, el del Partido Popular, segregador y privatizador, y el de las organizaciones de la comunidad educativa que defienden el papel compensador de la educación frente a la desigualdad), a esta huelga no le faltan los motivos laborales. La década de los recortes y las reformas educativas han afectado también al ámbito laboral en tres líneas: pérdida de empleo tanto en el personal docente como en el no docente, pérdida de condiciones de trabajo (endureciendo la carga lectiva y la jornada, precarizando el trabajo de los interinos, generando inestabilidad, reduciendo la formación, perdiendo los derechos de compensación retributiva por bajas laborales, etc.) y un retroceso en el desarrollo profesional (imposibilidad por falta de recursos de desarrollar satisfactoriamente la tarea, mal clima y organización del trabajo, pérdida de democracia y de control sobre la educación, etc.). Esto se ha notado en todas las comunidades autónomas pero de manera especial en Madrid. Pérdida de empleo en la educación madrileña. Las plantillas docentes han sufrido importantes ataques durante los años de los recortes presupuestarios en la Comunidad de Madrid. Paralelamente se ha producido un incremento del número de alumnos (aunque inferior al que podría haberse experimentado de haberse apostado por el desarrollo también de enseñanzas no obligatorias, como la FP o enseñanza de adultos). El resultado es un empeoramiento de las ratios y de la relación entre número de alumnos por profesor, así como una reducción de los apoyos y los recursos para la atención a la diversidad. PLANTILLAS DE CENTROS DOCENTES PÚBLICOS 1 / 9

2 MILLONES DE EUROS INFANTIL Y PRIMARIA 783,5 753,4 779,4 2 / 9

3 787,7 787,8 783,5 SECUNDARIA Y FP 823,7 753,5 733, ,2 751,8 RÉGIMEN ESPECIAL 3 / 9

4 72,6 69,7 72,8 72,8 72,8 72,9 COMPENSATORIA 97,8 92,4 91,8 91,8 4 / 9

5 91,8 92, , , , , , ,30 En cuanto al número de profesores según datos de la Comunidad de Madrid se ha visto reducido en Según datos del principal sindicato del sector, CCOO, la cifra se eleva aún más, al tener en cuenta el incremento de las jornadas parciales, que no pueden considerarse como cupos completos de plantilla. PROFESORADO DE CENTROS PÚBLICOS DE LA COMUNIDAD DE MADRID 5 / 9

6 Docentes por curso 2009/ / / / /2014 CENTROS PÚBLICOS / 9

7 Teniendo en cuenta el recorte de recursos por un lado y el incremento de alumnado por otro, haría falta incrementar los recursos un 26% solo para volver a las condiciones de atención del alumnado de 2010, que en ese momento ya no eran las óptimas, ya que quedan muchas necesidades educativa no atendidas. Por eso la reclamación de CCOO es de una plantilla de nuevos docentes. En cuanto al personal laboral no docente, desde 2008 se ha producido una disminución de más de trabajadores y trabajadoras en la Comunidad de Madrid, alrededor del 25% de esta plantilla. En 2014 el personal no docente ya se había reducido hasta personas, 1672 funcionarios y laborales no docentes. Paralelamente se han producido procesos de privatización y externalización de servicios. La pérdida de puestos de trabajo es la consecuencia laboral más grave de los recortes. Muchos trabajadores/as han perdido su puesto de trabajo o, en el caso de jóvenes, han visto frustrados sus objetivos de trabajar en el sector por falta de oportunidades. Entre los que los mantienen, sobre todo el personal interino, ha crecido la inestabilidad (alternando más periodos de desempleo, con más jornadas parciales o repartidas en varios centros de trabajo, con pérdida de derechos como el cobro del verano) y en los demás ha repercutido en forma de empeoramiento de las condiciones de trabajo. Pérdida de condiciones laborales. Sin entrar en la situación de colectivos concretos (trabajadores/as de la educación, infantil, de 7 / 9

8 atención a la diversidad, etc.) es precisamente la pérdida de trabajadores el factor que más empeora las condiciones de los que lo mantienen: Incremento de la carga horaria y la carga lectiva, exceso de alumnos en la clases, necesidad de asumir tareas más complejas por las pérdida de profesionales de atención a la diversidad, sobrecarga de tareas por bajas de compañeros/as que la Administración no cubre, etc. Indudablemente esto no solo lo sufre el profesorado y otros trabajadores/as. También el alumnado, sobre todo el que necesita más atención y no lo recibe: Se pierden desdobles, apoyos, atención personalizada, servicios de los centros. En los últimos años los trabajadores de la enseñanza han sufrido además otros ataques que han compartido con los de otros trabajadores de la Administración como los recortes y congelaciones salariales. También se ha recortado en formación, en un intento de control económico e ideológico de la misma y de dificultar el acceso a los complementos por formación (sexenios). Pero el recorte que más rechazo ha desatado es el descuento de haberes por incapacidad temporal, que supone una sanción por enfermar o incluso por ausentarse de los centros para evitar, por ejemplo, un contagio de gripe. Todo esto se produce en un contexto de ausencia de negociación colectiva y de imposición de decisiones. La Administración, aunque ha abierto algunas mesas de negociación, sigue sin llegar a acuerdos importantes (más allá del acuerdo para el personal interino), ignorando sentencias, etc. Retroceso en el desarrollo profesional. Junto con el salario, la jornada o la protección de la salud, los trabajadores y trabajadoras tenemos derecho a eso, a trabajar, a desarrollar un buen trabajo, de forma satisfactoria. El exceso de alumnado, de tareas, de complejidad de la misma y la falta de recursos (tanto materiales como humanos) hace muy difícil que los docentes y otros trabajadores/as de la enseñanza puedan desarrollar con éxito su labor de educar y resolver los múltiples problemas de aprendizaje o de convivencia que se plantean en los centros. Una situación que está provocando la frustración y el desánimo y que sin duda afecta a las condiciones de trabajo. A esto se suma el maltrato de la Administración, la imposición de medidas que revelan desconfianza (como la multiplicación de pruebas), la desvalorización de la función docente, el estrés de tener que adaptar las labores educativas a una normativa que nadie consulta a los profesionales y que se va improvisando con su aplicación. 8 / 9

9 Además los centros han perdido democracia y transparencia. Y aunque esto puede parecer un asunto más relacionado con la gestión, los cambios que se están produciendo alejan cada día más a los trabajadores de tomar decisiones importantes sobre su propio trabajo, les enfrenta con más frecuencia a decisiones arbitrarias de las direcciones de los centros y a situaciones de mal clima laboral. Por último, en la defensa de la educación, particularmente de una educación pública no elitista, sin trabas de acceso y continuidad en los distintos niveles, sin itinerarios trampa, con recursos para atender a todos, sobre todo para atender la diferencia y compensar las desigualdades sociales y de origen, la batalla por dar a la educación pública un carácter central y vertebrador del sistema, por evitar que pruebas innecesarias o reválidas rompan los proyectos de vida de muchos niños/as y jóvenes, en definitiva todo lo que se encierra en la bandera de la oposición a las reválidas y la LOMCE es una pieza fundamental de la lucha de todos los trabajadores y trabajadoras, por conquistar espacios de derechos, mejores condiciones de vida, herramientas para la transformación de la sociedad y para avanzar en niveles de igualdad. Por eso, el 26 de octubre, a las familias, a los/as estudiantes y también a las trabajadoras y trabajadores de la enseñanza nos sobran los motivos para la huelga. 9 / 9