Los medicamentos y los niños Es muy importante saber cómo suministrar la medicación a los niños. Hay muchos factores que pueden afectar la correcta toma del medicamento. A continuación brindamos algunos puntos a tener en cuenta a la hora de dar remedios a nuestros hijos: Atención: Medicinas sin receta médica Los medicamentos que se venden sin receta médica son aquellos que se pueden encontrar no sólo en farmacias sino también en supermercados. Estos medicamentos tienen información en la etiqueta o en el prospecto. Esta información le dice a usted: Qué cantidad debe darle al niño. Con qué frecuencia debe ser administrado. Qué clase de medicina es. Lo que usted debe saber sobre el uso del medicamento. Si el producto es apto para niños. Algunas advertencias a tener en cuenta: Si en el envase tiene recomendaciones acerca de dosis para niños menores de 12 años, consulte con su médico o farmacéutico. Tenga especial cuidado cuando el medicamento contiene alcohol, como es el caso de algunos jarabes para la tos, en estos casos consulte siempre a su médico antes de ingerirlo. Antes de comprar cualquier producto de venta libre verifique que el sello de seguridad no esté dañado. De ser así elija otro en buen estado. Pida que el medicamento roto sea retirado de la venta. Si el niño está resfriado, engripado o tiene varicela, no le de medicamentos que contengan aspirinas o drogas similares conocidas como salicilatos, a menos que sean aprobadas por un médico. Aspirinas y otros salicilatos al ser tomadas por niños con síntomas de resfriado, gripe y varicela, pueden ser causa de una rara pero a veces fatal enfermedad conocida como el Síndrome de Reye. Preguntar para saber un poco más
Si recibe una receta para su niño, antes de salir del consultorio médico haga preguntas con respecto al producto. Algunas de ellas pueden ser: Para qué es esta medicina y cuál es su nombre? Causará problemas esta medicina con otras que está tomando el niño? Con qué frecuencia debe tomarla? Durante cuánto tiempo necesita tomarla? Qué sucedería si olvido de darle una dosis? Cuándo empezará a trabajar la medicina? Qué efectos adversos causa esta medicina? Qué debo hacer si el niño sufre uno de los efectos adversos del medicamento? Debo parar de darle la medicina al niño apenas se siente mejor? Hay alguna versión genérica menos costosa que yo pudiera usar? Cuando compre la medicina, examínela bien para verificar que coincida con las explicaciones que le dio su médico. Midiendo las dosis Las medicinas líquidas usualmente traen un pequeño vaso, una cuchara o una jeringa para ayudar a medir la dosis apropiada. Asegúrese de usarlas. Los instrumentos que vienen en el envase de las medicinas son mejores para medirlas porque una cuchara casera carga una capacidad de medicina muy diferente. Por ejemplo, una cucharita de cocina puede retener casi el doble de otra, porque los tamaños varían. Los números de los instrumentos para medir las dosis, usualmente son muy pequeños, y por lo tanto es preciso leerlos con cuidado. Los tipos más comunes de instrumentos para medir las dosis y consejos para su uso: Vasos Para niños que pueden beber de una taza sin derramar el contenido. Mire de cerca al nivel de sus ojos, sobre una superficie plana, los números a un lado del vaso para estar seguro de la cantidad que ve en la copa, es la dosis correcta. Cucharas cilíndricas Especiales para niños que pueden beber pero no tienen control del recipiente. La cuchara se asemeja a un cilindro con una pequeña cuchara en la parte superior. Cuentagotas Para niños que no pueden beber de una taza. Ponga la medicina dentro del cuentagotas y mida la cantidad de la dosis al nivel de sus ojos. Ponga el cuentagotas en la boca del niño rápidamente antes de que la medicina se escape. Jeringas Para los niños que no pueden beber de una taza. Usted puede colocar la medicina en la parte de atrás de la boca del pequeño, de esta forma es más seguro que no la derrame. Algunas
jeringas están provistas de tapas para evitar que la medicina se escape. Asegúrese de quitar la tapa antes de suministrar la medicación al niño, porque es peligroso que el niño se atragante con ella. Deseche la tapa o póngala fuera del alcance del niño. La jeringa se puede llenar con la dosis indicada y dejarla tapada para usarla más tarde. Es mucho mejor usar jeringas especialmente fabricadas para suministrar las medicinas, pero si usted tiene que usar una jeringa hipodérmica, siempre debe quitar la aguja primero. Si no está seguro de la dosis que debe darle al niño consulte a su médico. Recuerde que los medicamentos nunca deben estar al alcance de los niños aunque sean pediátricos. Una ingesta superior a la ordenada por su pediatra pude provocar graves intoxicaciones.