Capítulo de Illinois Síntomas psiquiátricos y de conducta de la enfermedad de Alzheimer La enfermedad de Alzheimer afecta más que la memoria. En realidad, las personas con Alzheimer padecen dos tipos de síntomas: los primeros, conocidos como síntomas cognitivos, alteran la memoria, el lenguaje y el pensamiento; los segundos, conocidos como síntomas psiquiátricos y de conducta, pueden causar agitación y cambios en la personalidad. Muchas personas con Alzheimer y sus familias opinan que los síntomas de conducta son los más difíciles y angustiosos de esta enfermedad. Por lo general, estos síntomas son un factor determinante en la decisión familiar de llevar a su ser querido a una residencia de cuidados (por ejemplo un centro de vida asistida o institución de enfermería especializada). También suelen tener un gran impacto sobre el cuidado y la calidad de vida de personas que viven en residencias de cuidado de largo plazo. Por eso es muy importante reconocer dichos síntomas, entender sus causas y conocer las opciones de tratamiento. Cuáles son los síntomas psiquiátricos y de conducta de la enfermedad de Alzheimer? El término «síntomas psiquiátricos y de conducta» se refiere a una larga lista de síntomas que padecen muchas pero no todas las personas con Alzheimer. En las primeras etapas de la enfermedad se puede padecer de irritabilidad, ansiedad y depresión. En las etapas finales se pueden presentar otros síntomas, como por ejemplo: Perturbaciones del sueño Arrebatos verbales o físicos Angustia Nerviosismo (caminar de lado a lado, repetir movimientos o palabras, o gritar) Delirios (creer con firmeza en cosas que no son reales) Alucinaciones (ver, escuchar o sentir cosas que no están ahí) Causas de los síntomas psiquiátricos y de conducta La causa principal de los síntomas psiquiátricos y de conducta es el deterioro progresivo en las células del cerebro (neuronas). Sin embargo, las medicinas, los factores ambientales y algunas condiciones médicas también pueden causar estos síntomas o empeorarlos. Por ejemplo, los síntomas de conducta a veces pueden ser causados por un problema médico oculto. Cualquier persona que presente estos síntomas debe recibir una evaluación médica completa, especialmente cuando los síntomas aparecen de repente. En personas con Alzheimer, los síntomas psiquiátricos y de conducta pueden ser provocados por una gran variedad de factores denominados «desencadenantes». Algunos ejemplos de condiciones tratables que pueden desencadenar síntomas de conducta son las infecciones de oído, la sinusitis, las infecciones urinarias o del aparato respiratorio, el estreñimiento y los problemas de la visión o del oído que no hayan recibido tratamiento. 2011 Alzheimer's Association. Todos los derechos reservados. Esta es una publicación oficial de la Alzheimer's Association, pero puede
Los efectos secundarios de los medicamentos recetados son otros factores comunes que pueden causar síntomas de conducta. Estos ocurren con mayor frecuencia cuando las personas toman medicamentos múltiples para varias condiciones de salud, lo cual crea el potencial de interacciones. Las siguientes situaciones y condiciones ambientales también pueden provocar síntomas de conducta: Mudarse a una nueva residencia o asilo de ancianos Cambios de ambiente o relacionados con su cuidador Percibir falsas amenazas Tratamiento Un tratamiento adecuado puede reducir y estabilizar los síntomas psiquiátricos y de conducta. Su éxito depende de reconocer los síntomas que padece la persona, realizar una evaluación detallada, e identificar las posibles causas de estos síntomas. Por lo general, se utilizan dos estrategias: el tratamiento sin medicinas y las medicinas con receta. Los tratamientos sin medicinas siempre deben de probarse primero. Estrategias de tratamiento sin medicinas Los pasos para desarrollar estrategias de tratamiento sin medicinas incluyen: 1. Identificar el síntoma y su causa 2. Adaptar el ambiente de cuidado para remediar la situación Como identificar los síntomas y sus causas Identificar correctamente las causas de la conducta observada puede ayudar a seleccionar la mejor forma de intervenir. Por lo general, la conducta se debe a algún tipo de cambio en el ambiente de la persona, como un cambio de cuidador o en los arreglos de vivienda, viajes, hospitalizaciones, la presencia de invitados en la casa, o el pedir que la persona se bañe o se cambie de ropa. Como adaptar el ambiente de la persona Se recomienda desviar la atención de la persona a otra cosa, en vez de discutir con ella o confrontarla. Otras estrategias incluyen: Simplificar el ambiente, las tareas y las rutinas Dar tiempo suficiente para descansar después de realizar actividades estimulantes Anotar recordatorios para la persona en notas o rótulos Mejorar la seguridad a su alrededor instalando candados en las puertas y eliminando armas u otros objetos peligrosos Instalar luces para reducir la confusión e inquietud de la persona durante la noche Los siguientes consejos pueden ayudar a aplacar la agitación: Crear un ambiente calmado Eliminar las fuentes de estrés, síntomas y peligros Mover a la persona a un lugar tranquilo o más seguro
Ofrecer un objeto de seguridad (un suéter, libro, cobija, etc.), descanso o privacidad Darle la oportunidad de ejercitarse También se deben tratar de eliminar las causas ambientales de síntomas como el ruido, los reflejos y las distracciones excesivas como la televisión. Asegúrese de que la persona esté cómoda: verifique con frecuencia si tiene dolor, hambre, sed, estreñimiento, la vejiga llena (ganas de ir al baño), infecciones, irritación en la piel, o si la temperatura le es cómoda; sea comprensivo si surgen miedos y frustraciones cuando la persona intente expresar lo que necesita. Consejos útiles para cuando la persona se agita Qué hacer: Retroceda y pida permiso antes de tratar de ayudar o acercarse a la persona, háblele de forma calmada y positiva, intente tranquilizarla y calmarla, encienda las luces, ofrézcale dos opciones y ayúdele a escoger entre ellas, enfóquese en eventos placenteros, déle la oportunidad de hacer algún ejercicio sencillo, e intente limitar los estímulos. Qué decir: Puedo ayudarlo? Tiene tiempo para ayudarme? Usted está seguro aquí. Todo está bajo control. Discúlpeme. Lamento que esté alterado. Sé que es difícil. Me quedaré con usted hasta que se sienta mejor. Evitar: Levantar la voz, mostrar alarma u ofensa, arrinconar, restringir, hacer demandas, forzar o confrontar, apresurar o criticar, ignorar, discutir, razonar o explicar, culpar o tratar con condescendencia, hacer movimientos repentinos donde la persona no lo pueda ver. Medicinas para reducir los síntomas de conducta Si las estrategias sin medicinas fallan a pesar de usarse de forma consistente, podría ser apropiado acudir a las medicinas cuando las personas tienen síntomas graves o la capacidad de hacerse daño a sí mismas o a los demás. Las medicinas pueden ser eficaces en ciertas situaciones, pero deben ser usadas con cuidado y son más eficaces cuando se combinan con estrategias que no usan medicinas. Las medicinas deben tratar síntomas específicos para poder observar sus efectos. En general, lo mejor es empezar con una dosis baja de una sola medicina. En algunos casos, el tratamiento efectivo de un síntoma principal puede aliviar otros síntomas. Por ejemplo, algunos antidepresivos pueden ayudar a que la persona duerma mejor. Las personas que toman medicinas para reducir síntomas de conducta deben ser observadas muy de cerca. Aquellas que padecen demencia pueden tener efectos secundarios graves, incluyendo derrames cerebrales y un mayor riesgo de muerte para los que toman medicinas antipsicóticas. De hecho, las medicinas pueden empeorar el síntoma bajo tratamiento. Si no se evalúa el paciente con cuidado, algunos proveedores de servicios médicos podrían aumentar la dosis de la medicina en vez de reducirla, lo que aumentaría el riesgo al que se expone la persona. Los riesgos y posibles beneficios de una medicina para cada persona deben ser analizados con cuidado.
Algunos ejemplos de medicinas utilizadas comúnmente para aliviar los síntomas psiquiátricos de demencia y conducta se discuten a continuación. Estas listas no incluyen todas las medicinas utilizadas para estos propósitos. Los doctores deciden qué medicina(s) recetar de acuerdo con muchos factores, como la causa subyacente de demencia y los síntomas de la persona, su situación de vivienda, sus arreglos con su cuidador, la condiciones de salud coexistentes y el uso de otras medicinas. Al considerar el uso de medicamentos, es importante entender que la Administración de Alimentos y Medicinas de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) no ha aprobado ninguna medicina para el tratamiento específico de síntomas de demencia psiquiátricos y de conducta. Algunos ejemplos mencionados aquí se refieren a su uso fuera de lo indicado ("off label" en inglés), una práctica médica en la cual un médico receta una medicina con propósitos diferentes para los cuales ha sido aprobada. Medicinas antidepresivas Las medicinas antidepresivas para mejorar el ánimo y reducir la irritabilidad incluyen: Citalopram (Celexa) Fluoxetina (Prozac) Paroxetina (Paxil) Sertralina (Zoloft) Trazodona (Desyrel) Medicinas antipsicoticas Las medicinas antipsicóticas contra síntomas como las alucinaciones y los delirios incluyen nuevos agentes atípicos como aripiprazole (Abilify), olanzapine (Zyprexa), quetiapina (Seroquel), risperidona (Risperdal) y ziprasidona (Geodon) y medicinas más antiguas (de primera generación) como el haloperidol (Haldol). La decisión de tomar una medicina antipsicótica necesita ser tomada con muchísimo cuidado. Un análisis reciente ha demostrado que las medicinas antipsicóticas atípicas están asociadas con un mayor riesgo de derrames cerebrales y muerte en adultos de edad avanzada que padecen demencia. La FDA ha solicitado a los fabricantes de estas medicinas que incluyan una advertencia especial sobre estos riesgos en un recuadro negro (black box, en inglés) y un recordatorio de que estas medicinas no han sido aprobadas para tratar síntomas de demencia. Esta advertencia indica Aquellos pacientes de edad avanzada que padecen psicosis relacionada con la demencia y reciben tratamiento con medicinas antipsicóticas atípicas tienen un riesgo de muerte mayor en comparación con un placebo. El análisis indica que mientras la risperidona y la olanzapine pueden reducir la agresividad y la risperidona reduce la psicosis, ambas medicinas están asociadas con efectos secundarios graves. A pesar de tener alguna eficacia, estas medicinas no deben ser utilizadas regularmente por pacientes con demencia, salvo que la persona padezca angustia severa o exista un alto riesgo de hacerse daño a sí misma o a los demás.
Para maximizar la efectividad del tratamiento, la medicina elegida, el tiempo durante el que se debe utilizar y el momento en el que se debe dejar de tomar deben ser adaptados cuidadosamente a las circunstancias y síntomas de la persona. La causa fundamental de la demencia de una persona también puede influir en la selección de la medicina. Por ejemplo, generalmente se no se considera aconsejable el que personas con demencia con cuerpos de Lewy (DLB por sus siglas en inglés) tomen medicinas antipsicóticas. Aunque los antipsicóticos están entre las medicinas más utilizadas para aliviar la agitación, algunos médicos recetan anti convulsionantes o estabilizadores del estado de ánimo, como divalproex (Depakote), contra la hostilidad y la agresión. Medicinas en contra de la ansiedad Las medicinas contra la ansiedad, la inquietud, la conducta verbal perturbadora y la resistencia, incluyen: Medicinas como lorazepam (Ativan) y oxazepam (Serax) para el tratamiento a corto plazo de síntomas graves Las medicinas antidepresivas pueden usarse en tratamientos a largo plazo Medicinas para problemas del sueño La mayoría de doctores tienden a evitar recetar pastillas para dormir tradicionales a adultos de edad avanzada que padecen demencia, ya que estas medicinas pueden tener efectos secundarios graves, incluyendo incontinencia, problemas con el balance, caídas y mayor agitación. Una de las alternativas más utilizadas es el antidepresivo trazodona (Desyrel), que tiende a causar sueño. Las medicinas en contra de la ansiedad también son usadas en algunas ocasiones. Los médicos también recomiendan que las personas con demencia eviten pastillas para dormir sin receta. El ingrediente activo en muchas de estas medicinas es dyphenhendramina (Benadryl), un antihistamínico que tiende a causar sueño. La dyphenhidramina suprime aún más la actividad de uno de los mensajeros químicos más importantes de las células del cerebro, cuya actividad es reducida por la enfermedad de Alzheimer. Algunas medicinas para dormir sin receta que contienen dyphenhidramina y deben evitarse son Compoz, Nytol, Sominex y Unisom. La dyphenhidramina también es un ingrediente de muchas versiones nocturnas o PM de analgésicos populares y remedios para los resfriados. Para información adicional por favor visite nuestra página web www.alz.org/espanol/ o llame a nuestra Línea de asistencia al 1.800.272.3900.