Mensajeros de Dios
Cronología de La Historia Ministerio de Elías Ministerio de Eliseo Ministerio de Amós Ministerio de Oseas a.c. 875-848 848-797 760-750 750-715
Continuando la Historia Luego que la nación se dividiera, la historia del Reino del Norte (Israel) transcurre en paralelo a la historia del reino del Sur (Judá). Fueron 208 años, durante los cuales 38 diferentes reyes ascendieron al trono en sus respectivos reinos. De ellos, solo cinco son considerados buenos en la Biblia. El resto «hizo lo malo a los ojos de Dios». Durante este tiempo, Dios envió profetas, a fin de que llamaran al pueblo a volverse de sus malos caminos.
El Profeta Elías En el reino del Norte, Dios envió a nueve profetas como sus mensajeros, a fin de reconvenir al pueblo y a sus reyes por su mala conducta. El más reconocido profeta de este período fue Elías, quien desarrolló su ministerio durante el tiempo del rey Acab, que estaba casado con la malvada Jezabel. Ella incitó el corazón de su esposo para que adorase a Baal. Elías desafió al perverso rey en un duelo sobrenatural.
El Profeta Elías «Ahora convoca de todas partes al pueblo de Israel, para que se reúna conmigo en el monte Carmelo con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de la diosa Aserá que se sientan a la mesa de Jezabel. Acab convocó en el monte Carmelo a todos los israelitas y a los profetas. Elías se presentó ante el pueblo y dijo: Hasta cuándo van a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el SEÑOR, deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él. El pueblo no dijo una sola palabra. Entonces Elías añadió: Yo soy el único que ha quedado de los profetas del SEÑOR; en cambio, Baal cuenta con cuatrocientos cincuenta profetas. Tráigannos dos bueyes. Que escojan ellos uno, y lo descuarticen y pongan los pedazos sobre la leña, pero sin prenderle fuego. Yo prepararé el otro buey y lo pondré sobre la leña, pero tampoco le prenderé fuego. Entonces invocarán ellos el nombre de su dios, y yo invocaré el nombre del SEÑOR. El que responda con fuego, ése es el Dios verdadero! Y todo el pueblo estuvo de acuerdo». (1 Reyes 18:19-24)
El Profeta Elías Dios fue el único que respondió con un fuego consumidor, que arrasó con el sacrificio de animales y también con las piedras del altar. «Cuando todo el pueblo vio esto, se postró y exclamó: El SEÑOR es Dios! El SEÑOR es Dios!» (1 Reyes 18:39). Elías, entonces, ordenó al pueblo que aprehendieran a los falsos profetas y se encargó de ejecutarlos. A pesar de tal manifestación de poder, por parte de Dios y su mensajero, el corazón de Jezabel se enfureció. o «Que los dioses me castiguen sin piedad si mañana a esta hora no te he quitado la vida como tú se la quitaste a ellos!» (1 Reyes 19:2b) Todo esto refleja la dureza del corazón del pueblo y sus gobernantes.
El Profeta Oseas Otro de los más significativos profetas de aquel entonces fue Oseas. Su ministerio se desarrolló durante el reinado de Jeroboán II, quien reinó 41 años y de quien también se dice que hizo lo malo ante los ojos de Dios (2 Reyes 14:23-24). A Oseas Dios le dio una indicación bastante peculiar: le pidió que se casara con Gomer, una mujer dedicada al meretricio. o «La primera vez que el SEÑOR habló por medio de Oseas, le dijo: Ve y toma por esposa una prostituta, y ten con ella hijos de prostitución, porque el país se ha prostituido por completo. Se ha apartado del SEÑOR!». (Oseas 1:2)
El Profeta Oseas El ministerio de Oseas, descrito en el libro que lleva su nombre, es un testimonio vivo y profundamente conmovedor del amor de Dios por su pueblo. «Por qué se incluye esta historia en la Biblia? Creo que es porque Dios quería usar el ejemplo de Oseas para mostrar lo lejos que él está dispuesto a llegar a fin de recobrar a los que se han vuelto en su contra. Escucha lo que el profeta le dice a Israel, y fíjate si puedes captar el paralelo:
El Profeta Oseas Escuchen, israelitas, la palabra del Señor, porque el Señor va a entrar en juicio contra los habitantes del país: Ya no hay entre mi pueblo fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios. Cunden, más bien, el perjurio y la mentira. Abundan el robo, el adulterio y el asesinato. Un homicidio sigue a otro! No les permiten sus malas obras volverse a su Dios; su tendencia a prostituirse les impide conocer al Señor. Vuélvete Israel al Señor tu Dios». Randy Frazee, El Corazón de la Historia, p. 137
«Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios. Tu perversidad te ha hecho caer! Piensa bien lo que le dirás, y vuélvete al Señor con este ruego: Perdónanos nuestra perversidad, y recíbenos con benevolencia, pues queremos ofrecerte el fruto de nuestros labios...». Oseas 14:1-2 NVI
ACM SAN BORJA Julio 2013