Órdenes importantes en relatos breves Esto creo Ahora que creo Septiembre, Octubre, Noviembre de 2009
Índice ARTÍCULOS: 2 El plan de la salvación 114 En el próximo trimestre Lecciones: Tema 1: Órdenes importantes en relatos breves 8 6 de septiembre Perdonar pronto y con frecuencia Mateo 18.21-35 16 13 de septiembre Venga uno, vengan todos Mateo 22.1-14 24 20 de septiembre No hay tiempo como el presente Mateo 25.1-13 32 27 de septiembre Lo que no se usa se pierde Mateo 25.14-30 Tema 2: esto creo 41 4 de octubre Todos están perdidos en el pecado Romanos 1.18-25, 28-32; 3.9-10 49 11 de octubre Dios ama a los pecadores** Romanos 5.6-19 57 18 de octubre Todo cristiano lucha con el pecado Romanos 7.9-25 65 25 de octubre El Espíritu Santo es esencial para una vida santa Romanos 8.5-17, 26-27 73 1º noviembre Jesús es el único Salvador Romanos 9.33 10.15 P Este símbolo se usa para llamarle la atención a preguntas que se desea que usted responda. Puede escribir las respuestas en una hoja aparte o en un cuaderno. 4 Estudios bíblicos LifeWay para adultos
SEPTIEMBRE, OCTUBRE y NOVIEMBRE de 2009 vol. 9 núm. 1 Tema 3: Ahora que creo 82 8 noviembre Transformados, no conformados Romanos 12.1-8, 14-21 90 15 noviembre Deberes cristianos fundamentales Romanos 13.1-14 98 22 noviembre Mi iglesia de corazón sano Romanos 14.1, 10-13, 19-21; 15.1-6 106 29 noviembre Mi misión permanente Romanos 15.14-21, 30-33; 16.25-27 ** Lección evangelística Visite nuestro portal electrónico en www.lifeway.com/espanol en el que encontrará una gran cantidad de artículos y folletos gratuitos así como informaciones de mucha utilidad. Photo credits: LifeWord: p. 8; Patrick Towne-ShuttlePoint: p16; JupiterImages: pp. 24, 32, 41, 49, 57, 65, 73, 82, 90, 98 y 106. Diseño gráfico por ArtServ, Miami, FL 5
SEMANA DEL 6 DE SEPTIEMBRE PERDONAR PRONTO Y CON FRECUENCIA H ace un tiemo publicamos en esta revista una historia sobre Ron Gruber como ejemplo de un cristiano que decidió trabajar para producir cambios en su mundo: Este hombre que actualmente cumple una condena de cincuenta años de cárcel por homicidio, está allí porque un asesinato lo llevó a 'tocar fondo en su vida y comprender cuán desesperadamente necesitaba a Cristo. Sintiendo la necesidad de enmendar su vida y reparar los daños causados, Ron se entregó a la justicia. Con la ayuda del ministerio Prison Fellowship (PF), Ron maduró en su fe y se propuso ganar a otros prisioneros para Cristo. Sin embargo, hay mucho más en la historia de Ron. La sentencia que cumple actualmente no es su primer encuentro con el sistema penitenciario. Ron era miembro de una pandilla y en 1977 fue arrestado por violación y enviado a la cárcel. Dos años más tarde, cuando un compañero de prisión introdujo bebidas alcohólicas de contrabando, el funcionario del correccional Terry Mapes tomó medidas severas contra el prisionero y cerró su celda con candado. Ebrios y enojados, Ron y 8 Estudios bíblicos LifeWay para adultos
Texto básico Mateo 18.21-35 De qué trata esta lección? Jesús había estado enseñando a sus discípulos acerca de la manera de tratar a los demás y cómo relacionarse con ellos (Mateo 18.1-20). Pedro le preguntó cuántas veces debía perdonar a un hermano. Por medio de la parábola del siervo que no perdonó, Jesús destacó que sus seguidores no deben poner límites a su perdón. Por qué es importante esta lección? Hoy día impera la venganza. Las naciones practican una diplomacia en la cual se paga con la misma moneda. A las campañas de avisos en su contra, los candidatos políticos responden con su propia serie de insultos e insinuaciones. Hasta la menor discusión entre automovilistas puede llegar a costarle a una persona la vida. También en la iglesia, el cuerpo de Cristo, puede ocurrir que una persona guarde rencor contra otra durante muchos años por una injusticia real o percibida como tal. Esto no debería suceder! Cómo aplicar la lección? Seremos alentados para que perdonemos a otros sin limitaciones debido al perdón ilimitado que hemos recibido de Dios. su camarada reaccionaron atacando a Terry, golpeándolo al punto que pensaron que estaba muerto. Terry no solamente sobrevivió sino que regresó a su trabajo cinco días después. Comprensiblemente, no sentía otra cosa que hostilidad hacia Ron Gruber y deseaba asegurarse que pasara el resto de su vida tras las rejas. Ron fue liberado dos años después de este incidente y regresó a su vida de pandillero. En una fiesta disparó a una mujer y le dio muerte, pero no lo atraparon sino hasta diez años más tarde, cuando ya había abandonado la pandilla. Cuando el gobierno ordenó su arresto acusándolo de participación en el crimen organizado, escapó presa del pánico y finalmente comprendió que necesitaba al Señor. Mientras huía por los bosques pidió perdón a Dios y decició regresar. Su siguiente SEMANA DEL 6 DE SEPTIEMBRE 9
decisión fue entregarse a la justicia. Una acusación de asesinato en segundo grado le valió la sentencia de cincuenta años de cárcel que ahora está cumpliendo; pero dos años después de ingresar al Newton Correctional Facility en Iowa, descubrió que el nuevo jefe de la prisión era nada menos que Terry Mapes, el hombre a quien había intentado asesinar mientras estaba en prisión algunos años antess! Ron sabía que Cristo deseaba que el tratara de enmendar el daño causado. Contó a Terry que había puesto su fe en Cristo después del brutal incidente acontecido años antes, le habló acerca del cambio ocurrido en su corazón y le pidió perdón. Aseguró al director de la prisión que aunque no creyera sus palabras en ese momento, sus acciones serían la prueba de que ahora servía al Señor. Debido a que Terry también era creyente en Cristo, perdonó a su atacante. Como veremos en nuestra lección, perdonar es necesario para todo creyente. La deuda perdonada (Mateo 18.21-27) 21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. 23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Los maestros religiosos judíos del tiempo de Jesús enseñaban que había un límite para el perdón. Creían que perdonar a otro tres veces era suficiente. Después de oír la enseñanza de Jesús sobre la importancia de esforzarse por restaurar la relación con el hermano que peca contra nosotros (vea Mateo 18.15-17), Pedro preguntó al Maestro si era suficiente perdonar siete veces a un hermano que pecara contra él. En 10 Estudios bíblicos LifeWay para adultos
otra ocasión, Jesús enseñó a sus discípulos que si un hermano pecaba siete veces al día contra ellos y se arrepentía, debían perdonarlo cada vez (Lucas 17.4). Buscaba Pedro una aclaración acerca de si siete era el límite de veces que se debía perdonar? No lo sabemos a ciencia cierta, pero al parecer, entendía que siete veces era algo sumamente generoso a la luz de la enseñanza rabínica sobre el perdón. El Señor seguramente desconcertó a Pedro con su respuesta! Probablemente en referencia al deseo de Lamec de vengarse setenta veces siete (Génesis 4.24), Jesús, en abierto contraste, instruyó a sus seguidores para que continuaran perdonando sin importar cuántas veces fuera necesario hacerlo. Pedro había pensado que era generoso al sugerir siete veces, pero en comparación, setenta veces siete era algo ilimitado. Jesús deseaba que sus discípulos comprendieran que, en el reino de los cielos, el perdón era tanto una actitud como una acción. Los seguidores de Jesús debían perdonar con generosidad, sin tener en cuenta cuántas veces hubieran perdonado. Debían perdonar como Dios perdona. Jesús explicó el tema por medio de una parábola. P Describa el poder del perdón tanto en la persona perdonada como en la que perdona. En cuál de las dos es mayor este poder? Un rey llamó a sus siervos para que le rindiesen cuentas. Estos hombres probablemente eran personas importantes, quizá gobernadores u otros altos funcionarios del reino. Sin embargo, frente al rey estos hombres no eran más que simples siervos. Durante este período de rendición de cuentas, se presentó ante el rey un hombre que debía la enorme suma de diez mil talentos. Cuánto representaban diez mil talentos? El antiguo historiador Josefo dijo que en el año 4 a.c. se recolectaron seiscientos talentos de los impuestos provenientes de Judea, Idumea y Samaria. Los ingresos anuales de Herodes el Grande ascendían a novecientos talentos. De manea que la cifra mencionada por Jesús era astronómica mucho más allá de las posibilidades de pago de cualquiera. Tal cantidad probablemente equivaldría hoy día a miles de millones de dólares. El rey tenía la intención de vender al siervo, su familia y todo lo que poseía para recuperar lo que le debía. Obviamente, el rey no recuperaría la totalidad, pero de todas maneras la cuestión se resolvería con la intervención de la justicia. Entonces aquel siervo, postrado, comenzó a suplicar como un mendigo que se le concediera tiempo SEMANA DEL 6 DE SEPTIEMBRE 11
EXPLICACIÓN ADICIONAL En su libro Forgiveness ([Nashville: Oliver-Nelson, 1987], p. 16), el pastor Charles Stanley define el perdón, llamándolo el acto de liberar a una persona de una obligación para con nosotros, como resultado de un mal realizado contra nosotros. Por ejemplo, perdonamos una deuda cuando liberamos a nuestro deudor de su obligación de pagarnos lo que nos debe. Jesús lo ilustró en forma elocuente en la parábola sobre la cual se basa nuestro estudio. Stanley dice: En consecuencia, el perdón incluye tres elementos: un daño, la deuda resultante del daño y la cancelación de la deuda. Los tres elementos son esenciales para que se produzca el perdón. para pagar lo que debía. Movido a misericordia, la respuesta del rey fue más allá de las expectativas o el pedido del siervo. No solamente no vendió al hombre y todo lo que tenía sino que también le soltó y le perdonó dio por cancelada la deuda. Dispuesto a enfrentar la enorme pérdida, el rey actuó de manera casi incomprensible. Así es el perdón sin límites de Dios. La disposición de Dios de cancelar nuestra deuda de pecado es un acto de misericordia y gracia igualmente extraordinario. Sí, todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3.23) y la paga del pecado es muerte (Romanos 6.23). Sin embargo, en este contexto de condenación para todos se nos enseña que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Él ofrece el perdón como un regalo, pero cada persona debe recibirlo para obtener ese beneficio. Es tan simple como decir uno, dos y tres. La persona necesita: 1) reconocer que es pecadora, 2) creer que Jesús es el Hijo de Dios y la única fuente de perdón divino y 3) confesarlo como Señor y Salvador. Cuando cualquier persona hace esto, Dios le da su perdón y salvación ilimitados. La salvación es gratuita pero no barata; Jesucristo sufrió y murió a fin de asegurarla para usted. La verdadera naturaleza del perdón se observa tanto en las acciones del rey como en el sufrimiento de nuestro Señor. El verdadero perdón requiere que la persona que perdona ame y tenga compasión de aquella que necesita con urgencia ser perdonada. Este amor hace que el que 12 Estudios bíblicos LifeWay para adultos
perdona acepte la pérdida que implica la cancelación de la deuda. En la parábola, el rey enfrentó el daño de la pérdida financiera para que el siervo pudiera ser libre. Jesús sufrió y murió, llevando sobre sí todo el peso del castigo, para hacer posible nuestra liberación. Como creyentes, necesitamos comprender que el perdón de Dios es tan profundo y completo como es de serio el pecado. Un corazón endurecido (Mateo 18.28-30) 28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. El siervo perdonado salió de la presencia del rey y halló a uno de sus consiervos, quizá otro importante funcionario del reino, quien le debía cien denarios. Un denario era, por lo general, el valor promedio del pago por un día de trabajo (vea Mateo 20.1-16). La suma era grande, pero de alguna manera el hombre podría llegar a pagarla. Pero comparado con lo que el primer siervo debía al rey, los cien denarios eran una cantidad sumamente pequeña. En lugar de mostrar la misericordia que tanto lo había beneficiado, el siervo perdonado arremetió físicamente contra el otro siervo! Casi de forma increíble, exigió que le pagara inmediatamente! El consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba que tuviera misericordia de él. Sería de esperar que el primer siervo mostrara la misma compasión que había recibido; sin embargo, se negó y despiadadamente arrastró a la cárcel al hombre que le debía el dinero para que quedara allí hasta haber pagado su deuda. Cuán rápidamente olvidó este hombre que él había sido un beneficiado por la gracia y el perdón del rey! Su comportamiento despiadado era lícito, pero en el terreno de la gracia, la misericordia y el perdón, su actitud y su actuar eran completamente inexcusables. Al no perdonar a su consiervo, el primer siervo cometió una ofensa tanto contra el segundo siervo como contra el rey. SEMANA DEL 6 DE SEPTIEMBRE 13
Los creyentes, debemos ver a quienes nos dañan o perjudican desde la perspectiva de la misericordia en lugar de la justicia. La justicia requiere que cada persona pague su deuda. La misericordia se centra en el deudor en lugar de la deuda y se abstiene de aplicar lo merecido. Al recibir el inmensurable perdón de Dios ante nuestra enorme y abrumadora deuda de pecado, no tenemos otra alternativa más que practicar el perdón ilimitado con quienes nos dañan o perjudican. Cualquier pecado cometido contra nosotros es una nimiedad en contraste con nuestras ofensas contra el Dios absolutamente justo ante el cual cada uno de nosotros deberá rendir cuentas. Jesús enseñó a sus discípulos a orar: Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores (Mateo 6.12). Si hemos de recibir el perdón ilimitado de Dios, debemos estar dispuestos a perdonar a otros. Cómo podemos negarnos a perdonar cuando hemos sido perdonados por el Señor! El perdón esperado (Mateo 18.31-35) 31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. Otros siervos, viendo lo que el siervo perdonado había hecho a su compañero, se entristecieron mucho por lo sucedido y fueron y refirieron al rey todo lo que había pasado. Quizá ellos también se encontraban entre los siervos que el rey había llamado a rendir cuentas. De ser así, probablemente fueron testigos de la increíble misericordia del rey para con el primer siervo. Esto sin duda habría intensificado su angustia si no acaso su indignación por la manera en la que el primer siervo maltrató al segundo. 14 Estudios bíblicos LifeWay para adultos
Qué sucede con la persona que se niega a perdonar? P Furioso, el rey mandó llamar al hombre al cual tan misericordiosamente había perdonado. Lo llamó siervo malvado, por no mostrar la misma misericordia de la cual él había sido objeto. El rey entonces entregó al siervo a los verdugos para que lo encarcelaran y torturaran hasta que pagase todo lo que debía. Ya que nunca podría saldar toda la deuda, el castigo del primer siervo era una sentencia de por vida. Aquí encontramos una aplicación para nuestro estudio. Cuando un creyente que ha experimentado la misericordia y el perdón de Dios rehúsa perdonar a otros que le han ofendido, se convierte en un prisionero de la amargura y sufre un tormento continuo. Esto nunca debe ocurrir con un ciudadano del reino de los cielos! En su reino, Dios extiende su perdón sin límites, por lo que nuestra única respuesta apropiada es extender a otros este perdón ilimitado. CONCLUSIÓN El perdón ilimitado de Dios para con nosotros exige de nosotros el perdón sin límites. Pedro deseaba saber si era suficiente perdonar a otra persona siete veces. Jesús utilizó la historia del siervo que no tuvo misericordia para mostrar que el perdón no tiene que ver con lo que nosotros determinamos que es generoso o adecuado, sino con lo que Dios ha hecho por nosotros. Los que formamos parte de la familia de Dios no debemos permitir que el perdón limitado nos haga prisioneros. Del mismo modo que Dios nos liberó de una deuda que nunca podríamos pagar, nosotros debemos perdonar sin reparos a menudo y siempre. Cómo podemos aplicar la lección que enseñó Jesús acerca del perdón? En primer lugar, asegurémonos que hemos conocido el perdón divino. En segundo lugar, perdonémonos a nosotros mismos. Y por último, confiemos en que Dios nos dará la gracia para perdonar a otros así como Él nos perdonó a nosotros. SEMANA DEL 6 DE SEPTIEMBRE 15