Capítulo Ciento catorce -- Jesús Acepta un Regalo Especial. Todo cristiano sabe que Jesús lo dio todo para que pudiéramos tener paz con

Transcripción

1 Capítulo Ciento catorce -- Jesús Acepta un Regalo Especial Todo cristiano sabe que Jesús lo dio todo para que pudiéramos tener paz con Dios. Él no se guardó nada. Nuestro Señor Jesucristo fue hasta el final para hacer posible que pudiéramos llegar a Dios. A menudo nos preguntamos, qué puedo darle yo a Él? Como cristianos que hemos experimentado Su amor, es apropiado que nos hagamos esa pregunta. Pero también debemos saber que no hay manera de que podamos darle lo suficiente a Jesús a cambio de lo que Él ha hecho por nosotros. Su regalo para nosotros ha sido mucho, mucho más de lo que podríamos darle a Él. Pero eso no significa que Él no aceptará un regalo de nosotros, y no quiere decir que no debemos desear darle algo al Señor. Jesús no era solamente un dador amable sino también un receptor amable. Una mujer le dio un regalo muy caro a Jesús durante una de Sus últimas visitas a Betania. En Mateo capítulo 26, versículos del 6 al 13 en el Nuevo Testamento, vemos cómo JESÚS ACEPTÓ AMABLEMENTE UN REGALO ESPECIAL. 6. Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, 7. vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.

2 8. Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: Para qué este desperdicio? 9. Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. 10. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. 11. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. 12. Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. 13. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. Debemos darnos cuenta que los caracteres de las personas son revelados por sus ACCIONES, como se demuestra en el momento en que Jesús aceptó ese regalo especial. LA CONSAGRACIÓN DE LA MUJER fue derramada en un regalo de amor para Jesús. Él estaba en casa de Simón el leproso. Él estaba en la casa de un paria. Simón el leproso era muy conocido en la comunidad. Él muy bien pudo

3 haber sido sanado de su lepra, pero el leproso era un paria en la sociedad en la que Jesús se desenvolvía. Si él estaba sufriendo de lepra, él tenía que gritarle a los que se le acercaban, "Inmundo, inmundo", pero aquí estaba Jesús en la casa de ese leproso en la aldea de Betania, justo al este de Jerusalén. Aparentemente Él también estaba comiendo con Simón, por lo menos Él estaba allí en la mesa. Ese fue un momento de comunión. Jesús se sentía muy a gusto allí, en la casa de Simón el leproso. Después vino una mujer trayendo su regalo para Jesús. Usted se dio cuenta de qué se trataba? Era un frasco de alabastro muy costoso, una fragancia de aceite. El valor de este perfume pudo haber representado para esta mujer, los ahorros de toda su vida. Era muy caro. Ella trajo ese frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras estaba sentado a la mesa. Eso fue una unción. Esa mujer vino con el perfume de aceite más costoso, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Ella trajo su regalo. Ella tenía una profunda devoción por Jesús. Ella creía en Él con todo su corazón. Ella creía tanto en Él, que tomó todos sus ahorros de toda su vida y llevó este frasco de perfume de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Su consagración demuestra su carácter. LA CONDENA DE LOS DISCÍPULOS fue un juicio equivocado sobre el regalo de la mujer para Jesús. Cuando vieron lo que había sucedido se enojaron. Ellos estaban indignados. Ellos vieron eso como una acción de desperdicio. Ellos

4 dijeron: " Para qué este desperdicio?" En la medida en que ellos podían ver no había ningún propósito en ello. Ellos dijeron ese aceite se pudo haberse llevado y vendido y el dinero habérselo dado a los pobres. Ellos pensaron que eso habría sido mucho mejor. Por lo tanto, ellos juzgaron a la mujer, pensaron que no debería haber hecho lo que hizo. Ellos creyeron que su sentido del valor era muy pobre. Así que, ejercieron un juicio sobre ella, ellos la condenaron. Dijeron que ciertamente no actuó de forma apropiada. Pero ellos también juzgaron a Jesús. En su declaración dijeron que los pobres valían más que Jesús. Usted ve eso? Ellos dijeron que el perfume podría haberse vendido y los pobres podrían haber sido ayudados. Todo lo que ella hizo fue derramar ese perfume sobre la cabeza de Jesús. Ellos estaban más interesados en lo físico que en lo espiritual y también juzgaron mal a Jesús. Ellos condenaron a la mujer por haber hecho lo que le hizo a Jesús. Su condena demuestra su carácter. Ellos malinterpretaron los verdaderos valores de la vida. EL ELOGIO DEL MAESTRO quien amablemente aceptó el regalo especial de amor de esa mujer. Él habló bien de la mujer. Él no la condenó, Él la elogió a ella. Él les dijo: " Por qué molestáis a esta mujer? Pues ha hecho conmigo una buena obra." Eso no era un desperdicio, como ellos lo habían juzgado. Ese fue un acto que Él elogió. Ella hizo un buen trabajo, y no debió haber sido molestada.

5 Entonces Jesús habló sobre el lugar de los pobres. Él dijo que siempre los iban a tener con ellos, pero a Él no siempre lo iban a tener. Ese regalo especial que esa mujer le llevó a Jesús les demostró que ellos habían malinterpretado los verdaderos valores de la vida. Ellos habían puesto más énfasis sobre los pobres que el que habían puesto sobre Él. Cuando Jesús les demostró el lugar de los pobres, Él estaba diciendo que a los pobres los podemos ayudar en cualquier momento, pero a Él no siempre podemos ayudarlo. Él aceptó amablemente ese regalo especial de amor de esa mujer cuando dijo: "Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura". Él reconoció que la mujer creía profundamente en Él. Después Él anunció que lo que la mujer había hecho sería algo conmemorativo eternamente para ella. Ella sería recordada para siempre por lo que hizo. Jesús dijo, cuando y dondequiera que el evangelio se predique en todo el mundo, esta mujer será recordada por su consagración y devoción demostrados en su regalo de amor para Jesús. Su elogio demuestra Su carácter de compasión y aceptación. Él recibió de la mujer lo que ella tan amablemente y de todo corazón le dio. Las acciones si hablan más fuerte que las palabras. La consagración de esa mujer la llevó a darle un regalo especial a Jesús. La condena de parte de los discípulos revela su falta de comprensión de los

6 verdaderos valores. El elogio del Maestro demostró cómo Él aceptó la verdadera devoción del corazón. Al aceptar ese regalo de amor especial Jesús demostró que Él amaba a quien daba. Usted ha encontrado a Jesús bendiciendo sus regalos de amor?