Antes de contar esta historia, es necesario hacer la siguiente aclaración:



Documentos relacionados
Jesús es Mi mejor Amigo

HOMBRES Y MUJERES PEQUEÑOS

1. Calentamiento general

El Antiguo Testamento

EL JEFE DE LA MANADA. Inés Garland. Las Tres Edades

Pero lo que más le gustaba hacer a la princesa Tesa era jugar al fútbol. Por eso, le llamaban la princesa futbolista, y a ella le gustaba mucho ese

Lección Era capaz el hombre endemoniado de salvarse el mismo del poder de todos los demonios que lo controlaban? -No.

El tigre blanco y el joven leñador. En un lugar de China, en una pequeña aldea, vivía un joven leñador con su anciana madre.

Actividad 1: Olivia y los osos polares

LECTURA Super PEPO y Clementina

Mientras, yo estoy aquí, en Alemania, escondido, hay muchas personas que continúan

6. Cuántos soldados terminaron peleando junto a Gedeón? a. 300 b. 50 c d. Un millón

FICHA PARA EL PROFESOR

Lección Cuál fue el nombre del hijo que Dios les dio a Abraham y Sara? -Isaac.

UNIDAD II: Dios, Nuestro Libertador

La historia de Purim para niños

Narcisos Negros. Por. Mary Coleman. Jorge me trajo una docena de narcisos, mi flor favorita. Él

Cómo descubrir lo que su niña puede ver

Dios ha visitado a Su Pueblo

LOS MITOS DEL AGUA. Con qué facilidad abrimos el grifo de casa y... sale agua!

El mundo imaginario de las hadas.

Personajes: Madre, Miriam, Narrador, Faraón, Soldados, Hija del Faraón, Criadas. Materiales: Canasta Muñeco- Soga Juncos.

La Vida de Cristo. del evangelio de Juan. Lección 19 Jesús camina sobre el agua Juan 6: Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex

LA ABEJITA AMIGABLE. Había una vez una abejita y estaba en el zoológico y vio muchos

Los diez mandamientos según mamá

MI SALVADOR ES UN REGALO DE DIOS (B ) LECCIÓN PARA EL DOMINGO ANTES DE LA NAVIDAD

DORCAS sirvió a Dios (a )

Actividades de la familia durante los días de fiesta y los aniversarios

Lección A pesar de haber pasado mucho tiempo desde que Dios prometió enviar el Salvador, Se olvidó Dios de Su promesa? -No.

JESÚS ORANDO EN EL JARDÍN (B.4.1.6)

DIOS ES NUESTRO PADRE BUENO (A.3.1.1)

COMENIUS THE FUTURE. TEO MESTRE El futuro ideal. Estamos en dos mil cincuenta después de un progreso tecnológico.

CAPITULO XIX LA TIMBA. Cuando iba con Ruggierito al hipódromo de la Plata Rosa sentía. que había tocado el cielo con las manos. Siempre estaban con


Un cuento de reyes y papeles.

I. Complete el texto siguiente con las formas correctas de los verbos SER o ESTAR. (5 puntos)

MIS RELACIONES SON UN REGALO DE DIOS (B.5.4.8)

Lección Marta pensó que Jesús iba a resucitar a su hermano en el último día. Es eso lo que Jesús quería decir? -No.

Lección En vez de creer en La Palabra de Dios, Qué querían ver los fariseos y maestros de la ley? -Ellos querían ver una señal milagrosa.

II Jornadas sobre liderazgo. Experiencia de vida de líderes contemporáneos

JESÚS CAMINA SOBRE AGUA (A.2.1.4)

La Vida de Cristo. del evangelio de Juan. Lección 45. Crea! Juan 20: Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex

LA SAGRADA FAMILIA (C)

Susana Gómez-Leal Martín 3 ESO A - Canillejas

GUÍA DE DISCUSIÓN PARA LOS PADRES

PLEGARIA EUCARÍSTICA III PARA LA MISA CON NIÑOS

LA GENTE DEL REINO ES COMO SAL Y LUZ EN EL MUNDO (B.6.2.4)

Fichas Fotográficas Mi mamá: Gloria Isabel Anzola de Lanao

DOMINGO III DE PASCUA (B) 22 de abril de Jesús come con los discípulos

LOS MEJORES CUENTOS Y JUEGOS PARA NIÑOS

El APLAUSO. Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons

EL SECRETO DE MI ABUELA

- Gané!- gritó Paolo y se puso a celebrar alrededor de Alejandro.

Antiguo Testamento. Primera Parte

ENTREVISTA A OLGA GÓMEZ

Moisés 7. Llegando a la tierra prometida Versión para líderes. Para un estudio de una hora, sólo hagan las preguntas marcadas con asterisco (*)

Los Milagros de Jesús

CONCURSO DE CUENTO 2014

JOSÉ, EL HERMANO ODIADO (A.1.3.8)

QUIÉN ES JESUS? Lección 1 EL NACIMIENTO DE JESÚS

hijos, y después, sus hijos tuvieron más hijos. Después de muchos años, había tantos israelitas, que Egipto se pobló de ellos.

Una Visita a un Lugar Hispano. Por Laura Mosley. Mi amiga Amy y yo fuimos a un restaurante en la ciudad de Grand

Capítulo Once. Éxodo de Moisés. Ilustraciones: Miwako Onishi Texto: Kaoru Ogasawara Traducción: Yukinobu Horimoto

Cuadros de desarrollo infantil

CÓMO SUPERAR LA ADICCIÓN A LA COMIDA

El Camino al Éxito en la Vida Cristiana. El Camino a Emaús... Puede Estar Seguro! Página 1 de 5. El Camino a Emaús... Puede Estar Seguro!

Sacerdote. Licenciado en Psicología. Licenciado en filosofía y letras.

PREDICANDO EL EVANGELIO (B.5.3.4)

REFLEXIONES DE LOS ALUMNOS EN PRÁCTICAS SOLIDARIAS

En tercer lugar nos dice que era un lugar donde Jesús se había reunido a menudo con sus discípulos y que Judas también conocía el lugar.

UN LIBRO, UNA ILUSIÓN

Nosotros lo llamaremos Picasso, el apellido de su mamá.

REFLEXIÓN PARA LA REUNIÓN POR GRUPOS.

Adaptación del cuento Tomasa y Cubanito de Liana Castello

Isaías Predijo el Nacimiento del Mesías. Los profetas de Israel fueron elegidos por el Dios Todopoderoso para registrar la

Descifrando mensajes ocultos

V. LOS AMIGOS EN CENTROAMÉRICA VII (Continuación)

EL SABIO Y EL NECIO: Lección 04 LECCIÓN 04 TU CORAZÓN, SABIO O NECIO?

Texto: Millizen Uribe Fotos: Belisario Féliz Jiménez Pais: República Dominicana

Milagros en el Mar. Currículo del Nuevo Testamento. Mateo 8:23-27; 14:22-33; Lucas 5:1-11. Versículo de Memoria

Recursos asociados a El cuento con viñetas

2-Ficha técnica: - Nombre - Fecha de nacimiento - Profesión en aquella época - Lugar donde residía

ANDREA IGLESIAS DE LUCAS


El Máximo Regalo Una Carta de Amor

La videoconsola de Jordi y el plato de mijo de Salima

Una Noche de Traición

Año del Bicentenario: Revalorizar el pasado para construir el futuro. Los valores no son historia." NIVEL EP

Serán Mis Testigos: HECHOS. Lección 7. Correr la Carrera. Mission Arlington Mission Metroplex Currículo Lección 7/Página 1 de 10

Cuando los Estados no eran: el pueblo de origen africano asentado en el territorio región del Pacífico, ya era 20

El viaje. horas. Como no tenía nada de hambre, metí unas galletas y un yogurt en el bolso y antes de salir

Una mañana bajó al río con un puchero de cobre para llenarlo de agua, mezclarla con la harina y así poder hacerse un pan.

Orientación para el profesor

Qué Creemos? Lección 17. Mission Arlington Mission Metroplex Currículo 2008

Válgame aquí mi caballo rucio. Y huyeron y cada uno se fue para su reino. Y el príncipe de cabellos dorados huyó también. Y se encontró con un

Mireia, Pablo y sus amigos. Un cuento sobre la amistad, la alegría y el esfuerzo

Transformar el Destino La Palabra de Dios Cada Niño y Joven

Al otro lado de la montaña

CÓMO PROMOVER PSICOCREATIVAMENTE EL TEMA DE LA PAZ?

Transcripción:

Capítulo 1 Antes de contar esta historia, es necesario hacer la siguiente aclaración: Hasta el año 1879, los indios mapuches ocupaban la mayor parte del territorio de la Pampa argentina, impidiendo la expansión de la población criolla asentada en Buenos Aires. En ese año, el General Julio Argentino Roca inició lo que se llamó «las Campañas del Desierto», cuyo objetivo era la expulsión de la población aborigen. Así se inició una de las guerras más crueles de la historia argentina. En las tolderías del cacique Queupulicán, los ánimos no estaban calmos. Por ese entonces los indios ya se habían percatado que al fortín de los huincas había arribado gran cantidad de hombres cargados de armas y cañones. Algo se cocía allí dentro, y olía mal. Esa noche, el cacique había convocado a sus guerreros. Estarían alertas, porque se podía esperar un ataque de los blancos. Apostarían algunos indios en las inmediaciones para alertar por si venía el asalto. El resto descansaría con las lanzas prestas y el corazón ardiente. Sus briosos caballos estarían a punto y sus largas lanzas de tacuara, afiladas en la punta y endurecidas a fuego, sabrían dónde apuntar. No faltaban agallas en esa noche de enero; pero sabían que estaban en desventaja. Los 300 guerreros no serían suficientes para enfrentarse a los blancos: ellos tenían los caños de fuego, y ya tenían experiencia por otros entreveros anteriores. La leyenda del mapuche [9]

Terminada la reunión, Nahuel se dirigió a su toldo. Allí lo esperaban su amada Ayelén y su hermano menor Aukán. Ayelén era la alegría de su corazón, era su vida misma, ese año se había despertado en el amor y ese sentimiento lo mantenía turbado. Cuando entró en la tienda, en el fogón central burbujeaba un guiso de esos que a él le gustaba. La cara de preocupación no le pasó desapercibida a Ayelén. Se sentaron los tres sobre las pieles, y callados comenzaron a comer. No había mucho mobiliario en la tienda de Nahuel. Solo las pieles en el piso, el fogón en el centro y dos arcones de madera apoyados en las paredes de barro, donde guardaban lo poco que tenían por guardar. Del techo de paja pendían algunas pieles de zorro recién curtidas, y más allá, más cerca de la entrada, de pie, la tacuara acerada en la punta. Noche triste la de Nahuel. El día anterior su amada había consultado a la machi de la toldería, y le había dicho que estaba preñada. Con cuánta alegría lo había comunicado a su amado. Nahuel, que solo tenía ojos para ella, había saltado de felicidad. Una simiente suya estaba en el vientre de Ayelén! Iban a tener un hijo! Le pondremos Cuyén si es niño, y Mailén si es niña había dicho Nahuel. Pero ahora, con la guerra en ciernes, el futuro se hacía sombrío, y una fugaz pero certera premonición asoló su corazón. En el fortín todo era movimiento. El coronel Eufemiano Vargas no paraba de dar órdenes: Cabo primero, los caballos a la entrada, mantengan la puerta cerrada, carguen los fusiles, todos a prepararse! Los soldados obedecían sin protestar, el que no afinaba el fusil controlaba la munición, quizás habría un cuerpo a cuerpo y había que acerar los sables, asegurar que el desenvaine fuera limpio, que nada estorbase; un segundo, solo un segundo bastaba para quedar fuera de combate, un segundo [10] ROGELIO M. ARONNA OTERO

entre la vida y la muerte, no podía haber errores. Los soldados corrían de un lado para el otro, los más nerviosos encendían un cigarrillo y con el humo entre las cejas hacían y deshacían. Había que colocarse las pecheras bien fuertes, pero dejar los brazos libres para facilitar los movimientos. Las botas hasta las rodillas, el cuchillo en el cinturón, las balas las balas cada una en la cinta, todos los bastimentos! Así se preparaba el ejército en esa noche de enero, mientras afuera una cálida brisa se colaba entre los pajonales que los separaban de la toldería del cacique Queupolicán. A 50 Km al sur se festejaba en la estancia del coronel Vargas el cumpleaños de su hijo Felipito, que a los 16 años ya era casi mayor. Era una noche de fiesta, porque además, por fin, el gobierno había dado luz verde a la expulsión de los indios. Ya no soportaban más los malones, y necesitaban más tierra para dar de pastar al ganado, que se multiplicaba de manera exponencial. El coronel Vargas estaría al frente del batallón, pero la victoria estaba asegurada. Y era seguro que no correría ningún peligro. Bastarían dos cañonazos para dispersar a los indios. Estaba presente en la fiesta la alta alcurnia de la sociedad bonaerense: los Pereyra Iraola, los Álzaga Unzué, los Luro, los Anchorena, los Martínez de Hoz venían españoles a la fiesta de cumpleaños de Felipito, quiénes si no, parientes cercanos a todos ellos. Luego de la desbandada vendría la repartición de las tierras y había que estar presente. En esa noche de enero, en la estancia de los Vargas, todo era felicidad. Se había traído champagne francés, y el cocinero y el maître del mejor restaurante porteño habían sido contratados. Dos reses partidas por la mitad y puestas en cruz frente a un refulgente fuego de leña serían la partida principal de la cena, pero no faltarían caviar, codornices, carnes de caza y los mejores vinos españoles para el festejo. Los niños tendrían permiso para quedarse despiertos hasta tarde, La leyenda del mapuche [11]

correteando y jugando sus juegos, y los más grandes, los amigos de Felipito, se comenzarían a codear con los mayores, y aprenderían de ellos, entre otras cosas, a odiar al indio. Algunos probarían algún cigarrillo, a escondidas de los mayores, y los más avispados lanzarían los primeros dardos amorosos a sus pares femeninos, que por esa época comenzaban a despuntar. Se abrieron las puertas del fortín. El ejército, bien pertrechado, saltó a caballo y cruzó los pajonales. Los dos cañones tirados por sendos caballos percherones los seguían a poca distancia. Cuando los observadores indios se dieron cuenta del ataque, ya era tarde. Los cañones comenzaron su trabajo provocando la muerte de muchos. Todo era desconcierto. A los estampidos de los fusiles se unieron los gritos de guerra de los mapuches y los llantos de las mujeres y los niños. Los más ancianos, imposibilitados para dar la batalla, estiraban sus brazos al cielo y rezaban. Ngenechén!! Ngenechén!!! Nahuel salió de su toldo lanza en mano. No vio a su hermano cuando comenzó la estampida, y lo buscó con sus ojos. Tampoco quería dejar sola a su amada, desamparada, indefensa. Impotente al ver los soldados que a caballo arrasaban con todo, soltó la lanza y abrazó a su Ayelén. Sintió su cara en su pecho, su vientre en su vientre, y allí entre ellos, sintió a su Cuyén, a su Mailén. De pronto, un brazo fornido la despojó de sus brazos, la vio arrastrada por entre los toldos gimiendo, mientras el soldado a caballo la pasaba a degüello. Nooooooo!!! gritó Nahuel. Nooooooooo!!! Por Nguenechén, nooo!!! La toldería había sido arrasada. Humo, muerte y fuego era todo lo que quedaba. Milagrosamente, estaba vivo. A los pocos metros vio a su Ayelén, sin vida, desangrada. Se acercó a ella, se arrodilló e hizo algo que no conocía: comenzó a [12] ROGELIO M. ARONNA OTERO

llorar. Con lágrimas en los ojos miró al cielo, y como en una letanía se dirigió a sus dioses: Ngenechén! Ngenechén!, no nos abandones. Pillán!! Pillán!!, ayúdame. Maldigo a los blancos que me robaron la vida, porque la vida sin Ayelén no es vida! Maldigo a todos los que nos roban las tierras, que nos matan a nuestras mujeres y niños! Malditos sean. Pillán, Pillán, ayúdame!! En la estancia de Eufemiano Vargas, en ese preciso instante le estaban cantando el Happy birthday to you a Felipito, en inglés, como correspondía a la aristocracia porteña, cuando de repente, un viento extraño se desató en la sala y golpeó el rostro de los asistentes. Las cortinas se desplegaron y comenzaron a golpetear, el viento aumentó su intensidad y apagó las velas de la tarta de cumpleaños, y después una a una las velas de la iluminación de la casa. Aumentó aún más su fuerza y levantó los manteles repletos de comida, y botellas y platos saltaron por los aires y se estrellaron contra el suelo. Los cuadros colgados en las paredes se descolgaron y se hicieron añicos los cristales. Cuando se apagó la última vela, la oscuridad era total en la sala principal de la estancia. El viento se hizo huracán. Algunos de los asistentes cayeron al suelo, los niños gemían con terror, la lámpara a velas que colgaba del techo y que era una maravilla de cristales traída de Europa se desprendió y cayó ruidosamente al suelo. Cundió el pánico, se abrieron las puertas, y la gente, espantada, salió disparada. Afuera, era una noche apacible y estrellada de un día de enero. Una brisa cálida acariciaba los geranios apostados en la entrada yalos costados de la casa. Los dos cipreses que cerraban el jardín por delante se mecían al compás del aura del verano. La leyenda del mapuche [13]