La Guerra de mi abuela

La Guerra de mi abuela Cuando mi abuela tenía siete años empezó la guerra. Ella vivía en Madrid. Los tres años que duró la guerra no podían ir al cole porque estaban encerrados. Cuando estaban en casa sonaba una sirena y tenían que salir corriendo a un refugio, porque venían los aviones bombardeando, y tenían que salir corriendo si era de día como si era de noche. Los refugios estaban bajo tierra, y eran como cuevas. Cuando acabó la guerra ya podían ir al cole y tenían una asignatura más, que era coser. Por eso ahora mi abuela sabe coser tan bien!. La guerra fue solo en España que se llamó Guerra Civil, duró tres años, aunque la posguerra (después de la guerra) duró mucho más, y fue tan dura o más que la guerra. Faltaban los alimentos y tenían una cartilla de racionamiento. Esta cartilla servía para que te dieran una barrita de pan al día y el resto de los alimentos se conseguían comprándolos a quien los tuviera de algún familiar que los había cultivado en el campo. Pero afortunadamente, sobrevivió y yo he podido disfrutar de ella y aprender muchas cosas. Sandra Blanco Sánchez, 4ªA

Una tarde con mi abuelo Pasar una tarde con mi abuelo es como ir al parque de atracciones. Ves cosas guay y te cuenta historias que son inventadas. Y hacemos manualidades y nos imaginamos las caras de los monstruos y hacemos su rostro con arcilla y hacemos fotografías a los animales: a las ovejas, a los cerdos, a las ardillas, etc. Tengo una estatua del monstruo de la laguna, que hice con él, y que nos inventamos. Mi abuelo es el mejor para mí. Espero poder disfrutar mucho tiempo de él. David Cabreros López, 4ºA

Mis abuelos Tengo un abuelo y dos abuelas. Mi abuelo murió cuando mi madre tenía 17 años. Yo no lo conocí nunca, ni en foto ni en nada. Tengo otro abuelo y abuela que tienen una granja con una vaca, un toro, un cerdo, doce gallinas, dos gallos y un perro. Mi otra abuela también tiene animales, porque son granjeros y agricultores que tienen cosechas. Viven todos en Rumanía y cuando volvamos en vacaciones, vamos con mis hermanas y mis primos a ordeñar las vacas y a ayudarles en el campo y en las granjas, porque para nosotros que vivimos en ciudades esas cosas son muy divertidas. A veces los ayudamos en la cocina y luego nos la comemos toda la familia junta. Crina Emanuela Cotutiu, 4ºA

Mis abuelos de Paraguay Mi abuelo se llama Arbercio y mi abuela Rufina. Son muy buenos conmigo y con mis hermanos. Mi mamá me contó que siempre me tenían en brazos y me llevaban al parque. Y cuando mi mamá iba a su trabajo mis abuelos me cuidaban, y eran muy buenos y cariñosos. Ellos se quedaron en Paraguay y les extrañó mucho. La parte en donde viven se llama Villahayes. Es la primera vez que no pasé la Navidad con ellos porque siempre la habíamos pasado juntos. Y lo he pasado muy bien con mis abuelos. Se que me quieren mucho y los echo de menos. Cuando podamos, iremos a verlos aunque a mí me gustaría traerlos acá con nosotros. Nadia Mariela Díaz Cáceres, 4ºA

El fuego Tengo dos abuelos que son los padres de mi madre. Un día que estábamos toda la familia en casa de mis abuelos, mi tía estaba en la terraza y vio fuego. Y gritó: Fuego, fuego!, y mis abuelos se pegaron un susto por los gritos. Entonces todos los que tenían coches iban sacando a la gente del pueblo, por sí acaso. Cuando pasó el fuego, gracias también a la lluvia volvimos al pueblo. Vimos que se había quemado parte del bosque, pero lejos de las casas. Entonces nos dimos cuenta que los abuelos se habían quedado en casa. Y fuimos corriendo!, vaya susto!, menos mal que el fuego no fue en el pueblo!. Cuando llegamos a casa ellos estaban más preocupados por nosotros porque pensaban que era donde estaba el fuego. Mario Espinosa Díaz, 4ºA

Un día en casa de mi abuela Hola me llamo Paco, tengo nueve años, hoy me voy a casa de mi abuela, es muy buena. Van a venir sus amigas que siempre me cogen del moflete y me lo estiran, duele mucho!, y eso no es lo peor. Ya sabéis que las chicas se pintan los labios y me dan un beso en el moflete y me manchan de pintalabios. Yo me limpio! es asqueroso!. Mi abuela dice: Hay chuletas!. Yo digo: mmm Chuletas!. Las chuletas de la abuela están buenísimas. Fui a comer y me dijo: Buen apetito!. Yo pedí agua y mi abuela dijo: Agua pa un pollo que se ahoga!. Yo no lo entendí qué pollo? quién se ahoga?. Ese día no entendí casi nada, pero me lo pasé muy bien, a pesar de sus amigas, porque sé que mi abuela me quiere mucho, y yo a ella. Francisco Galande Mayor, 4ºA

Una historia de mi abuela Ocurrió en la guerra española. Vino el hermano de mi abuela con permiso de la guerra, y quemó las cartas que le había escrito su novia. Le ayudó un sobrino y quemaron los papeles en la casa del campo a las afueras del pueblo, pero el viento se volvió y se empezó a quemar la casa. Cuando lo vieron en el pueblo toda la familia y la gente del pueblo les ayudó a apagarlo. Mi abuela que estaba dentro no podía salir, pero al final consiguieron sacarla. Se quedaron sin nada, sin comida, sin ropa, sin casa Solo podían vivir con lo poco que les daban los vecinos y la familia, como la abuela Julia y el abuelo Fermín. Esto fue lo que le pasó a mi abuela Primitiva. Menos mal que no murió en el incendio y la he podido tener. Rafael García Ovejero, 4ºA

La tierra de mis abuelos Mis abuelos nacieron en un pueblo de Badajoz llamado La Parra. Cuando se casaron se fueron a vivir a Badajoz, y allí nacieron mi tío y mi madre. Badajoz es una ciudad muy grande y yo cuando iba con mis padres me lo pasaba muy bien. Paseaba por el castillo que está en el casco antiguo y subía a la torre espanta perros. Se llama así porque cuando moría un perro lo enterraban allí. Y en verano me bañaba en el río Guadiana, que mis abuelos vivían al lado, y a 5 Km. está la frontera con Portugal y yo he estado en un pueblo muy pequeño llamado Elbas y es muy bonito. Es el pueblo de Portugal lindando con Badajoz. Adrián Martín Lagar, 4ºA

El castigo de mi abuela El otro día no se me ocurría ningún cuento o historia. Enfada conmigo me fui a dormir. Tampoco encontré ningún sueño que escribir. A la mañana siguiente me he despertado con dolor de espalda porque me he caído de la cama y en ese momento se me ocurrió escribir una cosa que le pasó a mi mami. Cuando era pequeña, jugaba siempre con su hermano pequeño. Una vez estaban jugando en la vieja casa de mis abuelos y tuvieron una idea: - Encendemos una hoguera? - Vale! Cogieron cerillas, trozos de madera y periódicos. Lo pusieron todo junto y lo encendieron con un mechero. Pero el fuego se iba extendiendo hasta que llegó a todas partes y rápidamente se escaparon. Menos mal!. Al día siguiente los encontró en el bosque y mi abuela les dejó castigados todo el verano. Y nunca más se les volvió ocurrir jugar con el fuego. Dominika karolina Opolska, 4ºA

Mi abuelo Mi abuelo es de estatura mediana y un poco gordito. Su pelo ahora es ya gris plata. Cuando voy a su casa me da caramelos y cuando me pasa algo y lloro él siempre me consuela y me dice piropos, y juega conmigo. M cuenta sus historias de cuando tenía mi edad. Un día me contó mi abuelo que cuando era pequeño estaba en clase y que oyeron un ruido. Como era después de la guerra creían que era una bomba. Todos se asustaron pero cuando lo oyeron otra vez la profe se dio cuenta de que no eran bombas, eran niños tirando petardos. Cuando se les pasó el susto todos se rieren. Menos mal!. Esther Paz Medina, 4ºA

Un año con mi abuela Cuando mis papás se vinieron a España, al principio yo me quedé en Cochabamba (Bolivia) con mis tíos, mis primos y mi abuela, que es la mamá de mi mamá. A veces me quedaba a dormir con mi abuela. Ella me cogía d la mano y me llevaba a su cama para que no tuviera miedo. Cuando yo me despertaba por la mañana, ella estaba levantada haciendo el desayuno. A veces iba a comprar con ella, y me lo pasaba muy bien. Cuando me vine, ella plantó árboles en el huerto para cuando yo vuelva. Y ahora que estoy aquí me acuerdo mucho, mucho, mucho de ella. Pero tendré que esperar hasta el año que viene, en que volveremos para celebrar los 15 años de mi hermana, que es una fiesta que se celebra donde las chicas se ponen de largo cuando cumplen los 15 años y ya son señoritas. José Miguel Pérez Tordoya, 4ºA

Cuando jugué al escondite con mi abuela Un día de verano por la tarde mi madre se fue a comprar a la farmacia. Mi abuela y yo nos quedamos solas, y como yo era pequeñita le dije: - A que no me pillas, a que no me pillas! Y mi abuela dijo: - A que sí. Empezamos a correr por la casa Hasta que al final me pilló y me empezó a hacer cosquillas. Llegó mi madre de la farmacia y mi abuela se puso a coser y yo a pintar, como si no pasara nada, y me guiñó el ojo. Esa tarde me lo pasé fenomenal. Raquel Prieto Parrilla, 4ºA

Mi abuelo Mi abuelo tiene 66 años y tiene tres hijas. Mi abuelo es genial. Como en Ecuador siempre hace el mismo tiempo él me llevaba a baños, en un balneario. A mí me gustaba ir con él y con mi abuela y mis primos. Cuando yo estaba allí, él me acompañaba al colegio y jugaba conmigo y también con mis primos y me regalaba cosas como: chocolate, bebidas, caramelos, etc. Pero ahora no puedo verle, aunque espero verle pronto porque lo extraño mucho. Mi abuelo es GENIAL!!! Alejandra Nicole Ruiz Quisintuña, 4ºA

Un día con mi abuela Mi abuela se llama Mari Luz. Un día que estaba con mi abuela, me contó que una vez cuando tenía mi edad estaba en el parque con sus amigos y estaba jugando y una amiga suya, sin querer, la empujó y se cayó. Se enfadaron y se pegaron. Y las separaban y otra vez se pegaban y otra vez, y otra vez Las dejaron a las dos sin fiesta. Luego mi abuela reflexionó y fue y le dijo: Hablamos! y dijo ella vale!, y hablaron y otra vez se hicieron amigas, me contó esa historia porque yo la dije que estaba enfadada con mi mejor amiga y entonces entendí que antes de pelear hay que hablar. Nerea Saavedra Silva, 4ºA

La dentadura de mi abuelo Cuando vivía en Ecuador mi abuelo, el padre de mi madre, vivía con nosotros. Un día cuando se fueron a trabajar mis padres, me quedé con mi abuelo sola. Estaba viendo la tele y mi abuelo se durmió y se le cayo la dentadura, y entonces se asustó y se cayó del sillón. Mi padre volvió y vio a mi abuelo que estaba en el suelo, y se asustó mucho y mi abuelo le dijo: - Tranquilo, no me he hecho nada, pero no encuentro mi dentadura. Entonces yo me puse a buscarla, mientras mi padre ayudaba a levantarse a mi abuelo. Y no la encontraba. Hasta que vimos al gato, que estaba con la dentadura de mi abuelo. Ashly M. Torres Ordoñez, 4ºA

Con mis abuelos Cuando yo era pequeño en verano estaba en casa de mi abuela en el pueblo y salíamos a pasear por la noche con mi primo. Y dábamos la vuelta a la manzana para sacar a los perros. Cuando volvíamos les dábamos de comer, de beber, etc. Entonces mi abuela nos daba propina y si no la queríamos coger, nos la metía en la hucha. Un día, a mi hermana que es más pequeña, se le rompió la hucha, y mi primo y yo le cogimos el dinero. Cuando llegaron mis padres y mis tíos, nos castigaron, pero como era para comprar un regalo a la abuela, al final nos perdonaron. El día que nos teníamos que ir nos escondimos porque no queríamos irnos, y tardaron mucho en encontrarnos. Christian Jose Viera García, 4ºA

Muchos días con mi abuelo Yo tengo la suerte de tener vivos a mis abuelos. A una de mis abuelas, por suerte, la tengo aquí. Pro los otros están en Ecuador. Cuando aún estaba allí (en Ecuador) casi todos los días mi abuelo me llevaba al parque y nos divertíamos mucho. Corríamos, jugábamos, hasta que un día nos encontramos un perro muerto, es la verdad! Pero lo que más me gustaba era que cuando llegaba a casa él me hacía magia y yo me lo creía. Se sabía muchos trucos y me lo pasaba muy bien con él. Ahora está en Ecuador, pero me sigo acordando de su magia, aunque ahora he descubierto como lo hacía. Karen Villamar Mayorga, 4ºA