Su Infancia y crecimiento Fichas Fotográficas Mi mamá: Gloria Isabel Anzola de Lanao En estas fotos se destaca su infancia y crecimiento. Aquí podemos ver fotos de cuando mi mamá estaba saliendo del colegio, posteriormente cuando estaba en secundaria y otras del segundo noviazgo con mi papa. Escogí estas fotos ya que por ejemplo la primera fue el paso de terminar sus estudios primarios para pasar al colegio y comenzar la época de estudios mas profundos para llegar a ser la profesional que fue. Después llegaría a secundaria en donde conocería a mi papá y serían novios hasta el final de esta etapa, cuando al escoger la carrera que cada uno emprendería, se distanciaron por un tiempo tomando su propio camino. Nadie se imaginaba que el destino los iba a volver a poner juntos y que el resultado de esta unión daría como fruto mi existencia. Fue mi abuelo paterno, Guillermo Lanao, el jefe de redacción
de El Espectador, quien después de encontrarse con mi mamá en una reunión y coincidencialmente al divorcio de mi Papa de su primer matrimonio, le llegaría su padre con el contacto de mi mamá para volvieran a salir y terminaran casándose. Se puede ver el amor en estas fotos. La familia Reunión Papa con Familia Materna las mujeres. Consuelo, Esperanza y Gloria. Una foto que jamás se volvió a dar. En la foto de arriba se puede ver a Gloria Anzola, Francisco Lanao y Aydee Anzola en una reunión en la casa de mi abuela paterna. Aydee intento ayudar mucho a mi mama en su carrera profesional mientras pudo.
Reunión de todos los tíos maternos y paternos. Hoy en día muy distantes. Gloria Isabel Anzola Mora era la mayor de una familia de 4 hermanos. Era una persona organizada, pragmática, sociable, pudiente, responsable y muy apegada a sus padres. La familia Anzola es familia proveniente de la Palma, Tolima. Gloria fue hija de Viviana Mora y de Rómulo Anzola como se ve en la ultima foto al lado de Francisco Lanao. Los de la derecha al lado de mi madre son mis abuelos paternos. Colaboraron mucho en su búsqueda. Mi abuela paterna me crió. Siempre estuvieron ahí y trataron de ayudar como pudieron en la búsqueda de su nuera. No pude compartir mucho con ellos. Yo, después de la desaparición de mi madre viví en otro país y no pude acompañarlos. Pues es otra historia pero mi papa trató de re hacer su vida en Ecuador y así no estancarnos en una respuesta que hoy consciente y conociendo la historia la llevo pidiendo por casi 27 años. La desaparición de mi madre no solo golpeó mi vida sino que la de muchos. Por ejemplo esta la de mi abuela materna. Se podría decir que la
angustia y la tristeza del no llegar a saber que pasó con mi madre enfermó y acabó a mi abuela. Su vida social Foto en el Club de Abogados. Reuniones con sus amigas en las que la acompañaba a ratos mi papà, Francisco Lanao.
Mi madre era una persona muy social. Estudio con grandes personalidades de peso en la rama jurídica como la Fiscal de Ubatè, Gloria Nelly Rodriguez o muy poderosos de este país como Pedro Nel Escorcia. Era muy bien conocida pro su responsabilidad, talento, profesionalismo, abierta y dulce. Su matrimonio
Mi mamá y mi papá se casaron en el año 83. Un año antes de que yo naciera. El matrimonio fue en Miami, Florida en Estados Unidos. Pues mi papá ya se había casado una vez y fue por esto que lo contrajeron fuera del país. Aprovecharon que el Primo de mi papá era notario y los casó por lo civil allá. Se ve una vela, se hace un brindis, se comió ponqué y se comenzó a vivir la vida de casados. Se ve la esperanza, de lo que tenía que ser y lo que me daría vida a mí. El amor y el juramento de amarse una vida, de establecer mi vida. En donde se crea no solo una sociedad civil sino el mismo compromiso que derivaría que fuimos un hogar destruido por unos animales salvajes dentro del ejército. Un caso en el que por culpa de estos victimarios la madre no pudo estar presente para su hijo. Que por las circunstancias y el salvajismo humano no se debía coartar este juramento contraído ni con la sociedad, ni con Dios. No es justo que se haya imposibilitado. El sentimiento formalizado de un amor que fue desde el colegio, que de pronto tenía que ser así, pero que no encontró la explicación. Y que todo terminara con el sufrimiento asqueroso de tortura de una persona inocente. Que nos la ausentó y que no me dejo gozar de la existencia de una madre. La propia madre de uno. Su luna de miel la tuvieron en Niágara Falls, Canadá, aprovecharon y visitaron otro primo de mi papá. Los momentos felices se volvieron solo recuerdos limitados y a mi su hijo, no pueden ser recuerdos, sino como los cuentos, porque yo era muy pequeño para esto. Un año y ocho meses.
Su pérdida y mi pérdida En la primera foto, el amor y ejemplo de mi papa que nunca me dejó. Por eso lo amo y lo enorgulleceré, a el, a ella y a los siempre estuvieron. Lo podría comparar con la segunda foto. Sé que de alguna manera esta ahí conmigo, no veo el rostro, no recuerdo ningún sonido, ningún momento, pero sé que me cuida, sé que no me olvido, sé que siempre me sostiene, sé que siempre me ha sostenido para que no me caiga y por eso esta lucha no acaba, yo la amo, y así no pueda definir el término de que es una mamá, para mi no hay palabras de que siempre
me mire desde el cielo y este aquí, de que no pueda descansar en paz, porque no he terminado la labor de encontrarla, porque el estado no ha dejado que descanse, porque la verdad todavía la esconden, porque no la hemos encontrado para darle ese puesto y ese rito que le dé el verdadero descanso eterno. Si vemos esta foto podemos apreciar el cariño con que me miraba a su hijo. Yo Juan Francisco Lanao Anzola en mías primeros días de vida en donde tenía a mi madre, en donde se le ve el amor en sus ojos, la promesa de estaré como fuera contigo y lo que me hace estar seguro de que su última preocupación antes de haber sufrido tanto y tan injustamente, era qué iba a ser de mí.