CONFERENCIA DE RECONCILIACION MATRIMONIAL Un Día de Esperanza y Aliento Para Individuos y Parejas Que Tienen Matrimonios Rotos Por la Separación o Divorcio Copyright 2013 by John Cayce All rights reserved.
Dedicación Esta obra está dedicado a todos los ministros de reconciliación en el reino de Dios, que por tomar la cruz en sus matrimonios están demostrando el amor incondicional de Cristo a un mundo roto y lastimado. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. - Mateo 5:9
TABLA DE CONTENIDO Tabla de Contenido...i Una carta de John y Diane Cayee... ii Introducción: Qué es el Reconciliación Matrimonial?...1 Lección Uno: El Significado de la Reconciliación...5 Lección Dos: Siete Razones Para Buscar la Reconciliación...9 Lección Tres: El Proceso de Tres Pasos de la Reconciliación...13 Primer Paso: Ser Reconciliado Con Dios Segundo Paso: Ser Reconciliado Con Usted Mismo Tercer Paso: Ser Reconciliado Con Su Cónyuge Lección Cuatro: Tres Cosas Que Debe Hacer Para Cumplir el Proceso de la Reconciliación...17 Primero.Estar Comprometido con la Reconciliación Aun Si Es Doloroso Las Cuatro Cualidades de Cumplir con La Promesa Los Peligros de Contactos a la Espera de la Reconciliación Segundo: Creer en Dios Para Hacer lo que es para usted Imposible de hacer Tercero: Espere en el Señor (No En Su Cónyuge) Lección Cinco: La Clave Para Reconciliar un Matrimonio Roto: Amor Incondicional...29 Características del Amor Incondicional Tres Tipos de Amor Incondicional Marido, Ama a Tu Esposa Incluso Cuando Ella Actúa Como tu Enemigo Esposa, Ama a Tu Marido Incluso Cuando Actúa Como tu Enemigo Lección Seis: Siete Cosas Para Hacer y No Hacer Para Cónyuges Separados o Divorciados que desean Reconciliación...39 Palabras Finales De Animo: MANTENTE FIRME!...43 i
Queridos amigos, Bienvenidos a la Conferencia de la Reconciliación Matrimonial! No es una coincidencia que usted esté aquí hoy. Creemos que Dios lo ha traído a usted a esta reunión por su gran compasión y amor por usted, para que usted reciba el aliento, la esperanza y la orientación que necesita para superar la crisis que enfrenta en su matrimonio. Aunque nos entristece saber que están sufriendo ruptura en su matrimonio, damos gracias a Dios que le guió hacia nosotros para que podamos confortarlo de la misma manera que Dios nos ha confortado a nosotros. II Corintios 1:3-7. La ruptura del matrimonio y la familia mediante del divorcio es la fuerza más destructiva de nuestra sociedad y la iglesia de hoy. Casi dos de cada tres matrimonios termina en divorcio y un alto porcentaje de la gente se divorcia más de una vez. Lo que es aún más preocupante es que las parejas cristianas se están divorciando en la misma proporción que los no cristianos! El impacto destructivo y traumatizante que el divorcio causa en los adultos y los niños está bien documentado. Estudios psicológicos recientes muestran que las víctimas de divorcio sufren daños emocionales y psicológicos profundos que no disminuyen sustancialmente con el tiempo. No es sorpresa que Dios dice que odia el divorcio. El divorcio no es una solución; es parte del problema! El objetivo de la Conferencia de Reconciliación Matrimonial, sin embargo, no es condenar a parejas divorciadas o centrarse en los males del divorcio. Más bien, la misión de la conferencia es animar y dar esperanza a los individuos y las parejas con matrimonios en crisis, ayudándoles a descubrir y aplicar los principios bíblicos para enfrentar el divorcio y para sanar el daño que a menudo este deja. Como participante de la conferencia, usted descubrirá cómo puede ser un ministro de reconciliación en su matrimonio, que no sólo aumentan dramáticamente las posibilidades de restaurar su matrimonio una vez que se ha roto por la separación o el divorcio, pero le permiten experimentar el impresionante poder y la presencia tranquilizadora de Dios en todas las otras áreas de su vida. Nuestra oración es que la Conferencia de Reconciliación Matrimonial le inspire para responder al llamado de Jesús a ser reconciliado. Su decisión de decir sí a ese llamado. Esto le dará a usted y a su familia la oportunidad de experimentar la paz, la alegría y el amor de Dios como nunca antes, y le permite usar su vida para demostrar al mundo el poder reconciliador de la Cruz para redimir las relaciones matrimoniales que han estado irremediablemente rotas. John y Diane Cayce, en nombre de la Iglesia de Cristo The Hills Ministerio de Reconciliación Matrimonial ii
INTRODUCCIÓN QUÉ ES LA RECONCILIACIÓN MATRIMONIAL? Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación... y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. II Corintios 5:18-19 John y Diane Cayce fundaron el ministerio de Reconciliación Matrimonial en The Hills Iglesia de Cristo en agosto de 1991. Lo hicieron con el fin de alentar a los que están luchando con la separación, divorcio o un matrimonio que parecía imposible de restaurar y poder confiar en el poder de Dios y en los principios de sanar y restaurar su matrimonio, como El lo hizo por John y Diane. Los Cayces aprendieron de primera mano lo difícil y doloroso que es avanzar hacia la reconciliación después de que un matrimonio ha sido completamente destruido por el pecado, pero descubrieron que ningún problema matrimonial es imposible de resolver para Dios. Lucharon con un mal matrimonio por diez años antes de que Diane dejara a John con su hija, Heather, y obtuvo el divorcio. Durante tres años de separación, John se comprometió a permanecer abierto a la reconciliación y dio tiempo suficiente a Dios para trabajar en su vida y en la vida de Diane así como también aumentar su crecimiento espiritual. Dios eventualmente suavizó el corazón de Diane hacia John y le dio el deseo de restablecer una relación de matrimonio con él nuevamente. Después de muchos meses de dificultades, poco a poco Dios llamó a Diane y restauro por completo su relación con John. John y Diane renovaron sus votos matrimoniales en 1988, después Dios les bendijo con el regalo de su segunda hija, Meredith. A través de esta experiencia que cambio sus vidas, John vio que el mismo Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos, puede resucitar los matrimonios muertos o moribundos de la tumba de separación y divorcio. Como el Apóstol Pablo, John descubrió que el dolor y las dificultades que tuvo que soportar ocurrieron para aprender a no confiar en sí mismo, sino en Dios que resucita a los muertos. II Corintios 1:9. Desde entonces, John y Diane han alentado a muchos que están pasando por conflictos matrimoniales y poner sus esperanzas en la restauración y la redención de sus matrimonios. Como Jesús enseña en Mateo 19:26, Con Dios todo es posible. Para los miembros del ministerio de la Reconciliación Matrimonial, esto significa que ninguna dificultad o ruptura matrimonial está más allá del poder de Dios para sanar y restaurar a los que están dispuestos a mantenerse firmes en sus matrimonios y a poner su confianza en Dios y esperar en El para completar su trabajo en la reconciliación de sus vidas. 1
El trabajo principal del ministerio de la reconciliación del matrimonio se lleva a cabo en sesiones semanales de grupos de apoyo en que los miembros comparten unos con otros su fe, esperanza y experiencias bajo la orientación de las parejas entrenadas llamados facilitadores quienes fueron reconciliados después de la separación y el divorcio. El amor, fomentar el compañerismo, la oración diaria y el estudio y aplicación de la palabra de Dios, dará a cada miembro del grupo de apoyo la paz y la fuerza necesaria para superar las circunstancias con éxito. Dios es la mayor y más grande autoridad en el grupo de apoyo y los facilitadores animaran a los miembros del grupo a buscar soluciones para sus problemas en El. Los miembros del grupo son especialmente alentados por los testimonios de otras personas que alguna vez fueron quebrantados de corazón y que habían perdido toda esperanza para su matrimonio, pero que, como los Cayces, descubrieron que nada es imposible para Dios y que una vez que sometemos nuestras vidas y nuestras circunstancias a Dios, El utiliza Su poder para restablecer matrimonios de acuerdo a Sus propósitos y para Su gloria. Durante la última década, el ministerio ha sido testigo de cómo Dios a resucitado y restaurado más de 100 matrimonios en respuesta a la fe y la obediencia de por lo menos uno de los cónyuges. Muchos de los matrimonios que Dios ha arreglado estaban en situaciones que muchos creían que eran, imposible de reconciliar. Más de la mitad de los matrimonios fueron restaurados después del divorcio. Otros matrimonios se encuentran en distintas etapas del proceso de reconciliación. Este es un fruto visible del ministerio y es la fuente principal de aliento para los miembros. Los miembros del grupo de apoyo se comprometen a asistir al menos a seis u ocho reuniones para ver si Dios, a través del grupo de apoyo, les ayuda a encontrar la esperanza para la reconciliación de su matrimonio a pesar de sus circunstancias actuales. Los miembros aprenden a entregar sus circunstancias diariamente a Dios y esperar en Él. Se dan cuenta que El suple todas sus necesidades; que El utiliza las circunstancias para producir el crecimiento espiritual en ellos y sus cónyuges; y que El trabaja para su bienestar, que para la mayoría significa la resurrección y la restauración de la relación matrimonial que estaba muerta o moribunda. Las reuniones de grupos de apoyo son confidenciales. Todo lo que cada miembro comparte se mantiene en estricta confidencialidad. El grupo tampoco comparte su discusión en las listas de la oración fuera del grupo. No se permiten rumores ni crítica en el grupo. Para muchos, es vital aprender a confiar de nuevo. Para otros, algo revelado a personas fuera del grupo y que se ha hablado en confianza en el grupo puede trabajar en contra de la restauración de su relación matrimonial. De esta manera los miembros del grupo se sienten libres para decir lo que hay en sus mentes y en sus corazones, de estas manera los miembros del grupo se ayudan mutuamente a caminar de la oscuridad a la luz. El ministerio de la Reconciliación Matrimonial también patrocina conferencias y lleva a cabo asesoramiento individual basados en la Biblia. 2
Como verás en el grupo de apoyo y en las sesiones de la conferencia, el ministerio de la Reconciliación Matrimonial cree que: Todas las cosas son posibles para Dios. (Mateo 19:26). Creemos que ninguna cadena de ruptura en el matrimonio cristiano es imposible de enmendar para Dios. Dios quiere que el matrimonio sea permanente. (Marcos 10:1-12). La Biblia enseña que Dios es amor (I Juan 4:8, 16). También nos enseña que este Dios de amor odia el divorcio (Malaquías 2:16). El divorcio no sólo rompe corazones y destruye matrimonios y familias, pero, normalmente, es el resultado de la falta de perdón y la falta de fe. Cuando un hijo de Dios busca el divorcio como una solución, él o ella está diciendo, no puedo perdonar y Dios no tiene poder para cambiar mis circunstancias. Es la voluntad de Dios que los matrimonios cristianos que son rotos sean reconciliados. Para los cristianos casados que están separados o divorciados, Yo [el Señor] doy este comando y la siguiente orden... reconciliaos. I Corintios 7:10-11. En II Corintios 5:18 todos somos comisionados a ser ministros de reconciliación. El ministerio también enseña que hay 3 pasos para la reconciliación: Paso Uno: Reconciliarse Con Dios. Antes de que usted pida la ayuda de Dios para ayudarlo a reconciliarse con su cónyuge, primero debe tratar de reconciliarse con Dios. (II Corintios 5:20). Su potencial para la reconciliación de su matrimonio depende primero de su compromiso de desarrollar una relación más estrecha y obediente con Dios. Esto significa que Cristo no sólo debe ser su Salvador, pero también su Señor. Que tus palabras, acciones y pensamientos sean gobernados por la palabra de Dios y por su Espíritu Santo. Paso Dos: Reconciliarse a Sí Mismo. Existe una correlación directa entre el amor y la paz que usted tiene con usted mismo y su capacidad de mostrar el amor y vivir en paz con los demás. Cuando conocemos el amor de Cristo nos da poder para hacer la paz y expresar el amor incondicional hacia su cónyuge. (Efesios 3:17-21). Usted debe perdonarse a sí mismo por las fallas en su matrimonio y aceptar el regalo del amor incondicional de Dios y su perdón. Sólo entonces podrá entregar totalmente sus circunstancias a Dios sin temor, y arriesgarse a amar y perdonar a su cónyuge aunque haya sufrido dolor o rechazo. 3
Paso Tres: Reconciliarse Con Su Cónyuge. Una vez que usted se reconcilie con Dios y con usted mismo, entonces usted tendrá la base que usted necesita para trabajar en reconciliarse con su cónyuge. Esto requerirá que usted practique el amor de Cristo en su relación como fue ordenado en I Corintios 13, Efesios 5:22-33, y I Pedro 3:1-7. Usted se reconcilia con su cónyuge en la misma manera que Dios por medio de Cristo se reconcilió con usted - entregando su "vida" para ellos. (I Juan 3:16). Información del Grupo de Soporte El grupo de apoyo se reúne los jueves a las 7 pm. En el cuarto 207 de la iglesia de Cristo The Hills NRH Campus, 6300 NE Loop 820, N Richland Hills, TX 76180 Para mas información, llame a Doris Tax al teléfono 817-520-4215 o a Debbie Poss al 817-581-3303 o por correo electrónico debbie.poss@thehills.org 4
LECCIÓN UNO EL SIGNIFICADO DE LA RECONCILIACIÓN En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte. Colosenses 1:21-22. I. El Diccionario del Webster define reconciliar como: 1. para hacer cesar la hostilidad o la oposición; 2. Causa de aceptar o resignarse a algo no deseado; 3. Armonizar o resolver; 4. Restaurar. Como la definición del diccionario indica, hay muchas fases de la reconciliación, cada una de ellas de igual importancia para la restauración de una relación rota. Un matrimonio que se restablezca en el sentido físico, pero sigue sufriendo la hostilidad, la falta de aceptación o la falta de armonía no ha sido plenamente reconciliada. II. La mejor definición de la reconciliación se encuentra en el ejemplo de la cruz: Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación. Romanos 5:10-11. Así como nosotros fuimos reconciliados con Dios cuando sacrificó a su Hijo unigénito para que podamos disfrutar de una relación con Él, es posible reconciliar un matrimonio roto cuando uno de los cónyuges elige morir a sí mismo para salvar la relación. III. Qué es la reconciliación? La reconciliación es una decisión. La reconciliación exige una acción decisiva por parte de una de las partes en conflicto para hacer la paz con la otra. Un reconciliador no debe estar motivado por sentimientos o emociones, sino por el compromiso auténtico que nace de querer amar como Cristo. 5
La reconciliación es un proceso. Al igual que una herida profunda, la curación y la recuperación de una relación severamente dañada y el trauma emocional que resulta es un proceso que toma tiempo para completarse. No es realista esperar la restauración inmediata de un matrimonio que ha sido dañado por años de conflicto, critica, infidelidad, etc. La reconciliación es un fruto del Espíritu Santo. Los actos de la naturaleza pecaminosa son evidentes:... odio, discordia, celos, iras,... disensiones, sectarismos y envidia;... y cosas así. Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, y dominio de sí mismo. Gálatas 5:19-23. La reconciliación es un ministerio. Por lo tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, el nuevo ha llegado! Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación: que Dios estaba reconciliando al mundo consigo en Cristo, sin contar los pecados de los hombres contra ellos. Y se ha comprometido a nosotros la palabra de la reconciliación. II Corintios 5:17-19. 6
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LECCIÓN DOS SIETE RAZONES PARA BUSCAR LA RECONCILIACIÓN (Incluso Cuando Su Cónyuge Desea Terminar El Matrimonio) 1. Dios Espera Que Se Reconcilien La razón más importante para elegir a reconciliarse con su cónyuge es que Dios espera esto de usted. Toda la Escritura enseña el deseo de Dios que nos reconciliemos con Él y los unos a los otros. Él quiere lo mismo para usted y su cónyuge o ex cónyuge. Jesús ordenó que si el esposo y la esposa se separan o divorcian que se reconcilien. A los casados les doy la siguiente orden (no yo sino el Señor): que la mujer no se separe de su esposo.11 Sin embargo, si se separa, que no se vuelva a casar; de lo contrario, que se reconcilie con su esposo. Así mismo, que el hombre no se divorcie de su esposa (I Corintios 7:10-11). También nos dijo que antes de que vayamos en busca de las bendiciones de Dios primero debemos reconciliarnos unos con otros (Mateo 5:23-24). Por lo tanto, la reconciliación es la única opción para el cristiano que quiere obedecer a Dios. Dios nos llama a avanzar hacia la reconciliación, incluso cuando no hay todavía ninguna esperanza de que su cónyuge o ex cónyuge va a llegar a este punto. 2. Los Hijos de Todas Edades Desean La Reconciliación La reconciliación debe ser intentada por todos los medios por el bien de sus hijos y la necesidad de tener un hogar de dos padres. Recientes estudios seculares muestran que no hay verdad en el argumento común que el divorcio es en general mejor para los hijos que un matrimonio infeliz. De hecho, como señala la doctora Diane Medved en su libro, El Caso En Contra del Divorcio, muchos estudios clínicos muestran lo contrario. Los hijos de divorciados sufren heridas emocionales que no disminuirán sustancialmente con el tiempo. Por ejemplo, 70% de los niños que crecen en hogares rotos son más propensos a tener problemas de disciplina en la escuela. Casi el 50% de los niños de personas divorciadas empiezan la edad adulta preocupados, de bajo rendimiento, autocríticos y muchas veces crecen siendo mujeres y hombres con rencor. Otro estudio ha demostrado que más de un tercio de los niños que viven en hogares rotos tuvieron una vida emocional mala después de cinco años del divorcio. Y, contrariamente a la creencia popular, los niños mayores no están exentos del trauma del divorcio. Un sociólogo entrevistó a adultos jóvenes entre 18 y 30 y descubrió que muchos estaban destrozados emocionalmente, y expresaron una profunda tristeza por el divorcio de sus padres. Y que del impacto a largo plazo que causará el divorcio en la próxima generación? Si el divorcio más que la reconciliación es una norma, Cómo afectará esto a la estabilidad de los futuros matrimonios y que actitud tendrán nuestros hijos hacia sus votos matrimoniales? No sabremos la respuesta antes de que sea demasiado tarde. 9
3. La Reconciliación Es El Camino A La Salud Espiritual y Emocional Una vida cristiana llena de ira, resentimiento, amargura y otros sentimientos negativos hacia la otra persona no desarrollará el propósito que Dios quiere. El que dice que está en la luz y aborrece a su hermano está en tinieblas. I Juan 2:9. La Reconciliación con su cónyuge o ex cónyuge produce los frutos espirituales de paz, alegría y amor y promueve a largo plazo la estabilidad emocional. 4. La Reconciliación Le Ayuda a Evitar el Dolor de Volver a Casarse Con Alguien de Rasgos Similares Los consejeros que trabajan con familias rotas reportan que las personas divorciadas vuelven a casarse con personas que tiene los mismos rasgos de personalidad y defectos de carácter que su ex cónyuge. Los que no, aprenden poco después de un nuevo matrimonio que su cónyuge tiene defectos que, aunque diferentes a los de su ex, son igualmente difíciles y en algunos casos, más dolorosos. Esto explica porqué hay un porcentaje tan alto de divorcios en los matrimonios de segundo y tercera vez. Con la ayuda de Dios, la reconciliación puede allanar el camino para construir una relación sana con su cónyuge actual en lugar de empezar todo de nuevo con una pareja similar o más dañina. 5. La reconciliación Conduce a la Estabilidad Emocional Las relaciones de matrimonios rotos producen años de estrés y agotamiento emocional. Pocas personas anticipan con precisión lo que les espera cuando deciden separarse o divorciarse. La vida siempre es más difícil y más complicada de lo que esperan. Pronto se darán cuenta que la separación y el divorcio no resuelve los problemas, al contrario, crea más problemas. La reconciliación puede ayudar a estabilizar su vida y evita soportar años de inestabilidad emocional. 6. La Reconciliación Previene Dificultades Financieras Ambos cónyuges son afectados económicamente por los cambios que ocurren después de la separación y el divorcio. El divorcio y sus resultados son costosos para ambas partes - los honorarios legales, la manutención del cónyuge, manutención de niños, el mantenimiento de dos casas, división de bienes, división de deudas, etc.... Las esposas se ven obligados a mantenerse a sí mismos (y con frecuencia a sus hijos), y muchos maridos se ven obligados a la quiebra porque no pueden pagar los gastos para mantener una segunda residencia. Como resultado de ello, ambas partes tienen poco o nade de ingresos libres. Un segundo matrimonio, en particular para el marido/padre, puede crear una carga financiera aún mayor. La verdad es que una pareja puede vivir reconciliada mucho más barato quedando juntos que divorciados. 10
7. La Reconciliación Conserva un Patrimonio Valioso de la Familia En su libro, Diferencias Reconciliables, el Dr. Jim Talley señala que cada relación matrimonial representa un valioso patrimonio común de experiencias y actividades compartidas. Las personas se unen por estas experiencias y recuerdos, aunque muchas de ellas hayan sido negativas. Los lazos familiares desarrollados con el tiempo, benefician especialmente a los niños. La estructura de la familia que una vez fue la base de la seguridad y la protección de los niños ya no existe cuando se separan o divorcian. Otros miembros de la familia en ambos lados también se resienten. Es falso pensar que el divorcio es simplemente entre marido y mujer. No solo las parejas se divorcian, sino las familias también. La Reconciliación mantiene el "árbol familiar" intacto. 11
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LECCIÓN TRES LOS TRES PASOS DE RECONCILIACIÓN PASO UNO: RECONCILIARSE CON DIOS. En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios (II Corintios 5:20). Antes de que usted espere en Dios para ayudarle a reconciliarse con su cónyuge, primero debe tratar de reconciliarse con Dios. Su potencial para la reconciliación de su matrimonio depende de su compromiso de desarrollar una estrecha relación de obediencia a Dios. Esto significa que Cristo no sólo debe ser su Salvador, pero su Señor que sus palabras, acciones y pensamientos sean gobernadas por la palabra de Dios y por su Espíritu Santo. PASO DOS: RECONCILIARSE A SI MISMO. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios. Efesios 3:17-21 Existe una correlación directa entre el amor y la paz que usted tiene con usted mismo y su capacidad de mostrar el amor hacia otros y vivir en paz con los demás. Conocer el amor de Cristo le da poder para hacer la paz y expresar el amor incondicional hacia su cónyuge. Usted debe perdonarse a sí mismo por las fallas en su matrimonio y aceptar el regalo del amor incondicional de Dios y su perdón. Sólo entonces puede entregar totalmente sus circunstancias a Dios sin temor, y arriesgarse a amar y perdonar a un cónyuge que le haya herido o rechazado. TERCER PASO: RECONCILIARSE CON SU CÓNYUGE Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Colosenses 3:12-14 13
Una vez que usted se reconcilie con Dios y con usted mismo, entonces usted tendrá la base que necesita para trabajar en reconciliarse con su cónyuge. Esto requerirá que usted practique el amor de Cristo en su relación como fue ordenado en I Corintios 13, Efesios 5:22-33, y I Pedro 3:1-7. Usted puede ser reconciliado con su cónyuge de la misma manera que Dios por medio de Cristo se reconcilió con usted, perdonándole y dando su vida. (I Juan 3:16). 14
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LECCIÓN CUATRO TRES COSAS QUE DEBE HACER PARA COMPLETAR EL PROCESO DE RECONCILIACIÓN PRIMERO: COMPROMETASE A LA RECONCILIACIÓN AUN QUE SEA DOLOROSO Señor, que pueda habitar en tu santuario? Quién puede vivir en tu monte santo? Aquel cuya caminata es inocente y que hace lo que es justo,... que mantiene su juramento hasta que duela.... El que hace estas cosas nunca serán conmovidas. Salmo 15 Un requisito fundamental para la reconciliación de una relación rota es el compromiso de al menos uno de los cónyuges a moverse hacia la línea de la reconciliación y permanecer allí hasta que la obra de Dios se complete. Sin ese compromiso, no puede ocurrir una verdadera reconciliación. Ninguna relación durará la prueba del tiempo, el conflicto y el dolor inevitable que la mayoría de las relaciones producen. Tiene que haber un compromiso constante y firme a la reconciliación. Este tipo de compromiso se describe en I Corintios 13, como un elemento esencial del amor auténtico que todo lo soporta [y] nunca falla. Como hijos de Dios, nuestro compromiso con la reconciliación debe ser incondicional. El compromiso incondicional es uno de los rasgos del carácter básico de Dios. Desde el principio de los tiempos toda la relación de Dios con nosotros se ha caracterizado por la fidelidad a sus promesas, incluso cuando hemos sido infieles. Para tener alguna esperanza real de un matrimonio reconciliado, hay que demostrar el mismo compromiso incondicional a nuestros cónyuges como nuestro Padre celestial ha demostrado hacia nosotros. Nuestro compromiso con la reconciliación no debe estar condicionado a la conducta de nuestro cónyuge o el paso del tiempo. Debemos medir la calidad de nuestro compromiso con la reconciliación por las normas del primer ministro de la reconciliación, Jesucristo. Muchas veces cuando hemos rechazado a Dios y no tenemos un deseo de tener una relación con El, Cristo se humilló hasta lo sumo y sufrió todas las cosas por amor a nosotros. Él soportó el desprecio, el rechazo, la humillación, e incluso el abuso y, sin embargo, sin importar lo mal que le trataron, El nos amó y nos perdonó. Él nunca buscó venganza ni llegó a tomar represalias. Cuando El murió y derramó su sangre por nosotros le estaba diciendo al mundo, Te amo. Lo hizo, no porque nosotros lo merecíamos, sino porque quería ser reconciliado con nosotros. Sabía que la única forma en que pudiéramos llegar a ser verdaderamente reconciliados con Dios era negándose a sí 17
mismo renunciando a los derechos, privilegios, comodidades y poder, que eran suyos solos como hijo de Dios, y luego de sufrir para que pudiéramos ver las gloria de Su amor y regresar de nuevo a Dios por ello. En este mismo modo, es por mantener nuestro compromiso de amar y perdonar a nuestros cónyuges, cuando menos se lo merecen, que sienten el amor de Dios a través de nosotros y son atraídos hacia a El (y a usted) a causa de el amor de Dios. Hay cuatro características de un cumplidor de promesas que usted debe pedirle a Dios que se desarrollen en usted para que usted tenga la calidad de compromiso a la reconciliación que es necesaria para completar el proceso. 1. Un cumplidor de promesas sigue incondicionalmente comprometido a la reconciliación de su matrimonio por su obediencia a Dios. Un cumplidor de promesas considera su pacto de matrimonio como un pacto con Dios en primer lugar. En consecuencia, su compromiso de buscar la reconciliación de un matrimonio roto no es motivada por consideraciones de tipo emocional o físico, sino, más importante aún, por su amor y deseo de agradar a Dios. 2. Un cumplidor de promesas no permite que las emociones negativas afecten su compromiso a la reconciliación. Un cumplidor de promesas mantiene el rumbo sin tomar en cuenta cómo se siente y entregándole sus emociones negativas (ira, la amargura, el miedo, etc...) a Dios. Un cumplidor de promesas no es inconstante o de doble ánimo- una vez que se decide a trabajar en la preservación de la relación matrimonial, no hay vuelta atrás. 3. Un cumplidor de promesas no permite que la actitud negativa y el comportamiento del otro cónyuge afecte su compromiso a la reconciliación. Un cumplidor de promesas no esta comprometido a la reconciliación porque la otra persona se lo merece, sino porque Dios lo manda. Para un guardián de promesa, la conducta del otro cónyuge es irrelevante a su compromiso a la reconciliación de la relación. De esta manera, cumplen el mandato de Jesús que esta en Lucas 6:27-36 a Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que te maltratan. 18
4. Un cumplidor de promesas entiende que el compromiso a largo plazo para la reconciliación requiere perseverancia, paciencia y persistencia. Un cumplidor de promesas sabe que el sufrimiento que se produce para obtener la reconciliación de un matrimonio roto produce paciencia, perseverancia, carácter, y el carácter, produce esperanza. Y la esperanza no averguenza.... (Romanos 5:3-5). Confían en que Dios les bendecirá y recompensará por su paciencia al enfrentar el sufrimiento Santiago 5:10-11. Un guardador de promesa sabe que, aunque se entiende que la relación matrimonial debe durar toda la vida, sólo Dios nos da la fuerza para permanecer comprometido a reconciliar una relación rota y dañada un día a la vez. Un cumplidor de promesas no renuncia cuando las cosas no van de acuerdo a su agenda, sino espera en Dios y en su tiempo perfecto. Al igual que la viuda persistente descrita por Jesús en Lucas 18:1-8, entienden que deben orar siempre y no darse por vencido. El compromiso a la reconciliación también requiere que usted evite los peligros de tener citas con personas del sexo opuesto mientras esta en espera de que su cónyuge también busque la reconciliación. Además de las tentaciones sexuales que pueden surgir si esta saliendo con un miembro del sexo opuesto, hay varias otras razones que usted debe saber y evitar mientras espera la reconciliación de su matrimonio: Las citas durante el período de espera pueden obstaculizar su crecimiento espiritual. En II Corintios 1:9, se nos dice que uno de los propósitos de Dios por el cual nos permite enfrentar dificultades es para que nosotros no confiamos en nosotros mismos sino en Dios. La dependencia inapropiada en un miembro del sexo opuesto durante un momento de ruptura, fácilmente nos puede privar de las bendiciones y crecimiento que sólo puede venir de una dependencia total de Dios y su gracia. La citas nos pueden vincular emocionalmente con la persona equivocada, que sólo producirá más problemas, dolores de cabeza y, quizá, otro mal matrimonio. Evitar salir con un miembro del sexo opuesto durante el tiempo que se espera en Dios para reconciliar su matrimonio le ayuda a no saltar fuera de la sartén al fuego. Si sale con un miembro del sexo opuesto, su cónyuge puede darse cuenta. Esto dará lugar a sentimientos de rabia, celos, pérdida de confianza, etc., que podrían disminuir o destruir para siempre su potencial para la reconciliación. Salir con un miembro del sexo opuesto puede hacer que usted quede pierdido en la acción. Si usted se involucra con otra persona durante el período de espera, puede estar emocionalmente no disponible (o sin deseo) para trabajar en la relación rota cuando el hijo pródigo [su cónyuge] vuelve o cuando su cónyuge tiene un cambio de corazón. 19