+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Lectura del Evangelio de San Mateo: Los magos se pusieron en camino y la estrella comenzó a guiarlos hasta que se paró encima de donde estaba el niño. Se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y lo adoraron; después abriendo sus cofres, le ofrecieron oro, incienso y mirra. Palabra del Señor Esta noche, Señor, he dormido un poco nervioso; era la noche de Reyes. Cuando me he despertado, he ido corriendo a ver los regalos. Menuda alegría! Gracias, Señor, por todo lo que me das, por todo lo que tengo! Gracias, Señor, por mi familia y mis amigos! Como los magos de oriente, yo también te ofrezco mis regalos: Es el oro de mi corazón, sencillo y alegre; el incienso de mi amistad y la mirra de mis buenos deseos. Ahora, Señor, te pido que los Reyes lleguen a todos los niños del mundo, y a todos los papás y mamás, y a todos los abuelitos especialmente a los que son pobres, o lo están pasando mal o viven solos. Que la estrella de la alegría y la ilusión de vivir ilumine todos nuestros corazones. Amén.
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Al llegar la medianoche, y romper en llanto el Niño, los animalitos despertaron y el establo se hizo vivo. Y se fueron pronto acercando pastores, zagalas y angelitos con regalos y bellos cantos que hacían ilusión al Niño. Yo me quedé en el establo boquiabierto y entristecido por no saber que ofrecer al Dios niño recién nacido. No tengo oro ni incienso, ni queso, lana o zafiros Le aburrirán mis juguetes técnicos, caros y fríos? Ya sé qué le regalaré al Dios-Niño chiquito! Le ofreceré mi corazón y lo que de verdad necesito. Le pediré por mis padres, para que me dediquen su tiempo y me enseñen a quererte con fe y con sentimiento. Le pediré por mi familia: abuelos, tíos y hermanos, para que estemos unidos con el corazón y las manos. Y también le pediré por los niños necesitados; por todos los que no tienen familia, comida o cuidados. Cuando escribí mi petición entraron tres reyes altísimos que venían solemnes a adorar al mayor rey de los nacidos. El más moreno me miró y me cogió de la mano, creo que leyó en mi corazón cuál iba a ser mi regalo. Y con ellos me acerqué de puntillas en mis pasos. La Virgen me sonrió y José me cogió en brazos. Y el niño Dios se durmió mientras yo sentí algo certero Dios niño me regaló un corazón para amar al mundo entero! V. D-P.M. Ven, ven Señor no tardes, Ven, ven que te esperamos. Ven, ven Señor no tardes. Ven pronto, Señor. Leemos la Palabra de Dios del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos, preparad una calzada que llega nuestro Dios. Palabra de Dios. Señor Jesús, ayúdame a estar preparado para cuando vengas. Yo quiero que mi corazón esté siempre esperándote. Quiero limpiar y preparar la senda de mi corazón; quitar todo aquello que estorba, aquello que me aleja de Ti. Que mi corazón se convierta en la cuna donde nazcas. Que mis manos nunca se cierren para pegar, sino para compartir. Que mis palabras no sean para insultar, sino para ser amable con todos; así me pareceré a María, tu madre y nuestra madre, que preparó su corazón para acogerte. Te lo pido, Señor, con todo mi corazón.
! " Ven, Señor, no tardes en llegar, y la paz al mundo le darás. Con tu luz podremos caminar; la noche se vuelve claridad. Leemos la Palabra de Dios del apóstol San Pablo a los Filipenses: Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra esperanza la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Señor Jesús, amigo mío, Yo creo que sólo Tú nos das la verdadera alegría. La alegría que nace de tu amor. La alegría que nos da saber que nos amas. La alegría que nos traes con tu venida. La alegría de sentirnos hijos del mismo Padre Dios. Palabra de Dios. Te pido, Señor, que nunca me falte la alegría de creer en ti. Como las flores del campo esperan el agua y el sol y se llenan de alegría, así espero tu venida, Señor. Te pido que no falte la alegría en mi familia. Y también te pido por tanta gente que vive triste a causa de la guerra, el hambre o la soledad; que podamos contagiarle nuestra alegría. Ven, Señor Jesús y tráenos tu alegría! Lectura del Evangelio de San Lucas: Los ángeles se aparecieron a los pastores y le dijeron: Os traemos una noticia muy alegre: Hoy, en Belén, os ha nacido un salvador, que es el Mesías, el Señor Los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Qué alegría siento, Jesús, al mirarte tan pequeño! Eres el mejor regalo que nos ha hecho Dios. Tanto nos ama que nos ha enviado a Ti, su Hijo y has querido nacer pobre, entre las pajas Tú eres, niño Jesús, nuestro Señor y Salvador. Qué alegría siento, María, al mirarte tan feliz! Tus ojos están atentos a tu hijo Jesús. Has querido ser la madre de Dios y por eso eres nuestra madre. Quiero estar siempre junto a Jesús, como lo estás tú, y guardar todo en mi corazón. Qué alegría siento, José, al mirarte tan callado! Has obedecido a Dios y cuidarás a Jesús hasta que sea mayor. Qué buen padre eres, José! Yo quiero estar contigo mirando siempre en silencio a Jesús. Niño Jesús, te pido por mis padres y mi familia. Que vivamos siempre unidos en el amor que Tú viviste junto a María y a José.
#! " # $ BENDICIÓN FAMILIAR PARA LA CENA Todos se sitúan de pie alrededor de la mesa. El padre o la madre rezan lo siguiente: Concédenos Padre del Cielo que, al celebrar el nacimiento de Jesús, nazca Él de nuevo en nuestros corazones, y vayamos creciendo en la fe en tu Hijo que por nosotros se hizo hombre. En este momento el más pequeño de la casa enciende una vela y la coloca en el centro de la mesa. Uno de la familia hace la siguiente lectura del Evangelio: Y sucedió que, mientras José y María estaban en la ciudad de Belén, a María le llegó el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio en la posada. Todos responden: Gloria a ti, Señor Jesús. Para terminar el padre o madre de familia bendice la mesa con esta oración: Bendice, Señor, nuestro hogar. Al menos esta noche quisiéramos que el mundo fuera una gran familia, sin guerras, sin odio y sin hambre; con algo más de música y mucha más justicia y caridad. Que al menos esta casa, Jesús recién nacido, acoja tu palabra de amor y de perdón. Consérvanos unidos, danos pan y trabajo durante todo el año. Danos fuerza y ternura para ser personas justas, que luchen por un mundo donde haya buenos días y muchas noches buenas, como ésta en que quisiste nacer entre nosotros. Tú serás bienvenido siempre, Señor, a esta casa. Que seamos una familia sembradora de paz y de esperanza. Te lo pedimos a ti, Señor Jesús, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. % % Ven, Señor, no tardes más, ven, Señor, el mundo te espera. Ven, Señor, no tardes más que sin ti no hay salvación. Leemos la Palabra de Dios del profeta Isaías: El Señor os dará una señal: Mirad; la virgen está embarazada y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa Dios-con-nosotros. Palabra de Dios. Se nota que llega la Navidad, Señor. Todo está iluminado y mi casa adornada porque Tú llegas Ven, Señor, y nace donde los hombres sufren Ven, Señor, y nace donde falta la Esperanza y el amor. Ven, Señor, y nace allí donde los niños pasan hambre. Ven, Señor, y nace allí donde los ancianos están solos. Ven, Señor, y nace allí donde los jóvenes no encuentran trabajo. Ven, Señor, y nace allí donde hay problemas en las familias. Ven, pronto, Señor. Tú eres el Dios que naces entre nosotros. Yo sé, Señor, que tú eres el Enmanuel, que eres fiel, y en el secreto de mi corazón yo sé que Tú ya estás aquí. Haz que siempre te lleve en mi corazón!
& & Santa María, de la esperanza, mantén el ritmo de nuestra espera. Que sepamos esperar alegres, junto a ti, la llegada de tu Hijo Jesús. Lectura del Evangelio de San Lucas: En aquellos días, María, se puso en camino y fue a prisa a la montaña a visitar a su prima Isabel. En cuanto Isabel oyó a María, el niño saltó de alegría en su vientre. Isabel dijo a María: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Tú eres, Virgen María, madre de la Esperanza. Madre de todos los que esperamos alegres el nacimiento de tu Hijo Jesús, el Dios-con-nosotros. En tu vientre está el fruto de la Salvación. Ayúdanos a tener siempre fe en tu Hijo, Ayúdanos a anunciar a todos que llega la Navidad: la Navidad de verdad, la Navidad que no se compra con regalos, la Navidad en la que celebramos que Dios nace en Belén, que Dios nace en nuestros corazones. Virgen María, como Isabel, nosotros también decimos que eres bendita porque el Señor te ha escogido. Dios te salve, María, llena eres de gracia ' () Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea; pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Lectura del Evangelio de San Lucas: En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de Gracia, el Señor está contigo No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús María dijo al ángel: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel. Virgen María, Madre sin pecado, como el ángel, también nosotros te decimos: Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo. Enséñanos a decir, como tú, siempre Sí a tu Hijo Jesús. Dios te salve, María, llena eres de gracia
I- DOMINGO DE ADVIENTO II- DOMINGO DE ADVIENTO III- DOMINGO DE ADVIENTO IV- DOMINGO DE ADVIENTO Compromiso: 1ª semana 2ª semana 3ª semana 4ª semana
- El Calendario de Adviento que tienes en las páginas siguientes debes ir rellenándolo cada día, hasta llegar al día de Navidad. Además de rellenar los números del calendario puedes también colorear los diferentes dibujos y dibujas las velas correspondientes en cada domingo. - Si lo deseas, puedes desprenderlo, con mucho cuidado, del cuaderno y colocarlo en un lugar visible de la casa para que toda tu familia pueda verlo y participar de él. - Los compromisos puedes escribirlos en la parte de abajo o en tu cuaderno personal de notas.