LA RUTA DE LOS MONASTERIOS DEL MONASTERIO DE LA CARTUJA AL DE SAN JERÓNIMO Granada es una ciudad repleta de antiguos conventos y monasterios; los dos que aquí se tratan, el de Cartuja y el de San Jerónimo, son sin duda los dos más valiosos; con unas iglesias, por su belleza y valor históricoartístico, excepcionales 1
Comenzamos esta ruta en el Monasterio de San Jerónimo. Para llegar al Monasterio, lo más aconsejable es coger la línea 8 del autobús urbano, en una de las paradas que tiene por el centro de la ciudad (Puerta Real junto al Corte Inglés, Gran Vía, Avenida de la Constitución ). Pocos lugares en Granada causan tanta sorpresa al visitante, como la Iglesia y la Sacristía de este Monasterio. De todo el Monasterio, sólo nos queda Claustrillo, Iglesia, Sagrario y Sacristía, ya que el resto del mismo (claustro grande, celdas, talleres y cementerio) desapareció en su mayor parte en 1842, sufriendo los avatares de la invasión de las tropas francesas y la Desamortización (expropiación decretada en 1837 de los bienes de las Órdenes religiosas). La entrada al Monasterio se hace a través de una pequeña puerta plateresca, pudiendo observar una doble escalinata de piedra, y en su rellano final la fachada de la Iglesia. Dentro del Monasterio se encuentran: el claustro o claustrillo y sus dependencias, la Iglesia, el Sancta Sanctorum y la Sacristía. 2
El claustro es el único que queda de los dos que había. En él se hallaban las celdas y en el centro el cementerio de la comunidad. La primera dependencia que recorremos es el refectorio o comedor, para continuar por la Capilla De Profundis y acabar por la Sala Capitular de los legos. La Iglesia está dividida en tres partes: la primera, desde la puerta principal hasta la cancela, para los fieles; la segunda, desde la cancela hasta la puerta de taracea, era la de los legos; y la tercera, justo detrás de esta puerta, reservada a los monjes. El Sancta Sanctorum se encuentra tras el altar, y es el lugar destinado a guardar las reliquias y sagradas formas. Es destacable el baldaquino de mármol que ocupa el centro, así como las cuatro estatuas que hay en los rincones. Pero uno de los elementos más bellos es, sin duda, la cúpula. Al salir del Sancta Sanctorum, a la derecha se encuentra la Sacristía. Al entrar por en la Sacristía nos damos cuenta de que todo estaba por decir; la luz nos invade, la blancura nos lleva a otro espacio más puro, más etéreo, donde todo comentario huelga. 3
Al salir del Monasterio, tomamos la avenida principal hacia la izquierda, hasta llegar la calle Real de Cartuja. Si la seguimos nos encontraremos a los 10 minutos con la fachada del Hospital Real. Este hospital fue construido por los Reyes Católicos con el objetivo de que los enfermos y desvalidos encontrasen amparo. Posteriormente fue casa de locos y hospicio. Si se puede, recomendamos entrar para disfrutar de los patios interiores. Al salir del Hospital Real, bajamos por la Cuesta del Hospicio, cruzamos la Avenida de la Constitución y por la calle San Juan de Dios, llegamos a la Basílica de San Juan de Dios. 4
La Basílica de San Juan de Dios comenzó a construirse en 1737. Consagrada a la Inmaculada Concepción y dedicada a San Juan de Dios, su recargamiento ornamental es tal, que apenas hay un hueco entre sus muros que no se encuentre decorado. En frente de la Basílica, tenemos la calle San Jerónimo. Tenemos que seguir esta calle hasta encontrarnos con la plaza de la Universidad. Se trata de una plaza que, por su bello entorno y las fachadas de sus dos edificios principales, la Facultad de Derecho y la Iglesia Colegiata de San Justo y Pastor, es uno de los lugares más pintorescos del centro de la ciudad. Desde esta plaza nos dirigimos a la última etapa de esta ruta: el Monasterio de San Jerónimo. Para ello recomendamos bordear la facultad de Derecho y seguir recto por la calle Duquesa, que nos lleva directamente al Monasterio. 5
Cuando se entra en este Monasterio, en medio del bullicio de la ciudad, se retrocede al siglo XVI, época de su construcción y de la muerte del Gran Capitán, cuyos restos mortales descansan aquí. El exterior de la Iglesia tiene forma casi octogonal, recordándonos más a una fortaleza que a una iglesia por la falta de decoración (excepto por los escudos del Gran Capitán). Esta parte es la que da a la calle Gran Capitán. La fachada principal tiene tres cuerpos. En el primero está la puerta, sobre ella San Jerónimo. En el segundo cuerpo se encuentra el escudo de los Reyes Católicos. Y en el tercero, una bellísima ventana con vidriera traspasa la luz al coro. También es destacable la torre junto a la fachada, con cuatro cuerpos, de los cuáles tan sólo los dos de abajo son originales. De los dos claustros que tiene el Monasterio, sólo uno se puede visitar. Tiene un hermoso jardín en el centro, formado por treinta y seis arcos en su conjunto, con una arquitectura de estilo gótico. 6
La Iglesia es de una sola nave con crucero y capilla mayor con retablo. En la parte de arriba está el coro. En el crucero se pasa del Gótico al más puro Renacentismo, y ambos lados hay dos capillas con las armas del Gran Capitán. Terminamos con el gran retablo de la Capilla Mayor, el mayor del Renacimiento español. Consta de cuatro cuerpos, que descansan sobre una hilera de relieves de santos. Especialmente para este recorrido, le recomendamos la guía: GRANADA Y LA ALHAMBRA. Ediciones Miguel Sánchez. Incorpora dos monográficos muy interesantes específicos de esta ruta: San Bruno y el modo de vida de los Cartujos para la mejor comprensión del Monasterio de Catuja; y Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán sobre San Jerónimo. Si les gustó el paseo, también recomendamos: FIN DE SEMANA EN GRANADA LA ALHAMBRA: LA PERFECTA VISITA DESCUBRIENDO EL ALBAICÍN UN DÍA EN GRANADA 7