Análisis de Obra: Reloj de chimenea, alianza entre Francia y Austria Página 1
Dato de obra: Objeto: Reloj de Chimenea. Procedencia: Francia, fines del siglo XVII. Autor/es: Relojeros del rey Louis XVI y Jean Coteau (1740-1801). Técnica: Cincelado. Esmaltado. Estilo: Decorativo, representativo. Soporte: Bronce, oro, cobre. Medidas: 28x38 pulgadas. Ubicación: Primer piso, Salón de Familia. Página 2
Realizando este trabajo práctico, tuvimos la oportunidad de visitar al Museo Nacional de Arte Decorativo. Originalmente fue el hogar de una familia de clase alta. Josefina de Alvear y su esposo Matías Errázuriz Ortúzar fueron quienes tuvieron la suerte de habitar en este edificio lujoso y profuso. Sin embargo, luego de sus fallecimientos sus hijos ofrecieron al Estado Argentino la posibilidad de comprar la casa junto con la colección de arte con la condición de que se destinara a crear un nuevo museo (1937). El edificio tiene un estilo ecléctico francés del siglo XX, muchos de los muebles, las puertas, los muros fueron traídos de Europa. Recorriendo el espacio, nos detuvimos en una pieza que está ubicada en el la Sala de la Familia, primer piso. Se trata de un reloj de chimenea, una representación simbólica de la alianza entre Francia y Austria de 1770. La alianza se consolidó con el matrimonio de dos figuras emblemáticas. El 17 de abril de 1770, María Antonieta renuncia oficialmente sus derechos sobre el trono austríaco y el 16 de mayo se casa con el Delfín en Versalles. Sin embargo, esta unión no perduró mucho ya que tras la fuga y la ejecución del marido, María Antonieta también es juzgada y trágicamente guillotinada. Tras su muerte, se declara la guerra entre Francia y Austria poniendo en evidencia el fin a la alianza establecida. Página 3
Este reloj antiguamente era posesión de Lord Victor de Rothschild de Londres, miembro de una renombrada familia de banqueros y financistas reconocidos en el ambiente cultural por sus magníficas colecciones de obras de arte. Posteriormente la obra fue adquirida por la argentina Corina Kavanagh quien decidió donarlo al museo en el año 1949. Según Cirlot, J. (1997): Se comprende, pues, dado el intenso antropomorfismo de la civilización griega, que en ella tuvieran las alegorías una amplia función, que luego pasó a Roma y, por los poetas latinoamericanos y los bizantinos, a la Edad Media. Las alegorías fueron muy usadas durante todos esos tiempos y también, o más aún, en el Renacimiento y el Barroco, llegando, puede decirse a nuestros tiempos. ( ) En el ocaso de la Edad Media y hasta el romanticismo, las alegorías, con los emblemas, formaron parte de la decoración pictórica y también de la ornamentación ocasional con objeto de <entradas> de príncipes en ciudades u otros hechos solemnes. Esto implica que el reloj se cruza con la mitología y el amor, ya que en la pieza se encuentran a las alegorías del día y la noche, que representan la justicia, la libertad y la seguridad. A su vez, se puede notar que las dos están agarradas de las manos, protegiendo el reloj que se ubica en el medio, y dentro de este se pueden ver los signos del zodíaco. Luego, encima de ellos hay dos ángeles que simbolizan al Cupido quienes apuntan con sus flechas para enamorar. Estas figuras fueron muy usadas durante el Renacimiento y el Barroco, y daban las ideas abstractas y virtudes de modo más bien convencional. Detrás de estas figuras, en los extremos de cada lado, a la derecha se puede ver un águila y a la izquierda, una corona. Estas dos figuras constituyeron el símbolo de la lealtad, la victoria, la majestad, la dominación, y el control a lo largo de la historia. Página 4
Según el inventario de los relojes del Rey en Versailes (1787): Un gran reloj de chimenea de bronce dorado al ormoulu, donde el tema es la alianza de Francia y el Imperio (haciendo referencia al Imperio Austríaco), coronada por 2 amores, altura de 28 pulgadas por 38 pulgadas de ancho, realizado por los relojeros del Rey Oeil de bueuf (hace referencia que al momento de hacer el inventario, el reloj se encontraba situado dentro del Salon del Ojo de Buey). Estaba en 1785 en el Salón del Consejo. Nosotras nos encontramos con esta pieza decorativa en un salón grande con mucha luminosidad. El reloj está ubicado sobre una chimenea en el medio de dos jarrones, y detrás de la misma se encuentra un espejo que hace que el público detenga su mirada por su tamaño. Al lado de la chimenea se encuentran dos sillas, una de cada lado y al lado del espejo unas lámparas que simulan velas. Todo está perfectamente simétrico, y el reloj con la composición piramidal toma protagonismo rompiendo ese equilibrio visual. Sin embargo, todos los elementos expuestos conforman una armonía ya que en todas las piezas se encuentran Página 5
detallesde color oro y se observa una paleta cromática cálida. Otro aspecto que hace que el reloj resalte es el blanco del medio, mientras que todos los objetos tienen colores apagados, incluso el mismo reloj, el único elemento que está compuesto por un color desaturado es la parte donde se encuentran los números y las agujas, lo cual hace que no pierda su función principal que es la de poder leer la hora. De este modo, la pieza cumple con tres funciones importantes que son: la funcionalidad, la utilidad y su rol decorativo. Quizás ésta sea una de las muchas razones por la que la obra sigue siendo valorada y buscada a pesar del paso del tiempo. Al principio nos pareció un museo no tan interesante. Mirándolo solo de afuera, su apariencia nos hacía dudar si esto era un museo o un edificio con antigüedad. Era muy contrastante la primera impresión con el museo de Bellas que era un edificio que llamaba la atención por su gran tamaño. Sin embargo, una vez adentro ese prejuicio desapareció. Cada salón era como un pequeño mundo nuevo en donde encontrábamos objetos decorativos que nos situaban en lugares diferentes. Los detalles, los colores, la forma en que éstos estaban ubicados, nos remitía una estética de cada época. Aunque el museo no era tan grande, estuvimos un rato largo observando cada pieza que se encontraban allí. Además podíamos analizar, a diferencia del museo Bellas Artes, cómo las pinturas pasaban a ser un elemento decorativo unificándose con otros objetos al igual que las estatuas que se ubicaban en un lugar particular para decorar específicamente ese espacio. Fue una experiencia muy placentera y recomendable. Página 6
Bibliografías Museo Nacional de Arte Decorativo (1939). Salón de Familia - Colección de Miniaturas. Recuperado de: http://www.mnad.org/index.php?subp=coleccionminiaturas&header=header_pastel Cirlot, J. (1997). Diccionario de símbolos. Madrid: Ediciones Siruela. Celina Chatruc (2007). Un viaje por el túnel del tiempo. Recuperado de: https://s3.amazonaws.com/archivo.lanacion.com.ar/impresa/pdf 2007/09/15/150907DQ0360102114.pdf Pablo Chiesa (2009). Un reloj de los reyes de Francia en Buenos Aires? Recuperado de: https://miradaatenta.wordpress.com/2009/07/21/ un-reloj-de-los-reyes-de-francia-en-buenosaires/ Página 7