Guía para la interpretación de Modelos Mapa SL/500hPa Parte 1 Los mapas de Superficie y 500hPa constituyen una de las principales herramientas usadas en la elaboración de pronósticos meteorológicos. Estos mapas reflejan la distribución en el espacio de tres variables fundamentales para ello como son la Presión a nivel del mar, Altitud geopotencial a 500hPa y Temperatura del aire en esa superficie geopotencial de 500hPa. Para las medidas de presión se usan hectopascales (hpa) o milibares (mb) indistintamente, ya que son equivalentes. Mapa SL/500hPa. Las líneas blancas son isóbaras que indican la presión a nivel del mar, los colores reflejan la altitud a la que se encuentra la superficie geopotencial de 500hPa en decenas de metros y las líneas grises discontínuas son isotermas que indican la Temperatura a esa altitud. La Presión a nivel del mar se indica en el mapa con las líneas blancas
(isóbaras) que dan forma al clásico mapa sinóptico de Anticiclones y Borrascas. Estas isóbaras son concéntricas y rodean Anticiclones y Borrascas uniendo puntos de igual presión. Por ejemplo, todos los puntos por los que pasa la isóbara de 1020 (mb) tienen esa presión a nivel del mar. OJO! NO EN LA SUPERFICIE TERRESTRE. Una isóbara de 1020mb pasando por Madrid indica la presión atmosférica que habría en ese momento si la ciudad estuviera a 0 metros de altitud. Como Madrid está a 650m, la presión real en la ciudad a nivel de la superficie terrestre será menor que la indicada por la isóbara, dado que el espesor de la atmósfera en ese punto es 650m menor que si estuviera a nivel del mar y por tanto pesará menos, ejerciendo menos presión. Los mapas de isóbaras sirven fundamentalmente para indicar la posición de Anticiclones (señalados con las letras A ó H) y Borrascas (B, L ó T). Los Anticiclones se forman en zonas donde el aire frío y seco de las capas altas de la atmósfera desciende al ser más denso que el aire que le rodea, aumentando la presión sobre las capas inferiores de la Atmósfera. Este descenso genera estabilidad atmosférica ya que el aire se va calentando al descender y, por tanto, no hay condensación del vapor de agua ni formación de nubosidad de importancia. En las Borrascas es el aire cálido, húmedo y poco denso de la superficie terrestre el que asciende hasta capas más altas de la Atmósfera, liberando de presión las capas inferiores. Este ascenso provoca inestabilidad atmosférica ya que el aire se va enfriando al ascender y el vapor de agua que arrastra se condensa en gotitas de agua que forman nubes y dan lugar a precipitaciones. La presion atmosférica media a nivel del mar es de 1013,25 hpa, que equivale a 1 atmósfera (atm) de presión. Este valor marca la frontera entre las Altas (>1013,25hPa) y las Bajas (<1013,25hPa) presiones.
En los Anticiclones del Hemisferio Norte el aire desciende girando en el sentido de las agujas del reloj y en las Borrascas asciende girando en sentido contrario. En el Hemisferio Sur los patrones de giro se invierten. Cuando el aire asciende se forman nubes y precipitaciones (Borrascas), cuando el aire desciende predomina el tiempo seco y soleado (Anticiclón). A partir de las isóbaras podemos saber también la dirección, sentido e intensidad del viento, ya que los vientos del Hemisferio Norte giran en el sentido del reloj alrededor de los anticiclones y en sentido contrario alrededor de las borrascas (en el Hemisferio Sur es al contrario) por efecto de la rotación terrestre. Isóbaras muy juntas indican un mayor gradiente de presión, más cerca se encontrarán los centros de Anticiclones y Borrascas, y más fuerte será la velocidad del viento que fluye de manera casi paralela a las isóbaras, desplazándose desde las Altas a las Bajas presiones.
Vientos débiles (isóbaras espaciadas) girando alrededor del Anticiclón en sentido de las agujas del reloj. El desvío del viento respecto a la isóbara es mínimo al ser la superficie marina poco rugosa. La dirección del viento no es, por tanto, perfectamente paralela a las isóbaras, ya que de ser así el aire se movería eternamente en un movimiento circular alrededor de Borrascas y Anticilones sin llegar a ninguna parte. En realidad, como dijimos anteriormente, el viento fluye continuamente desde las Altas a las Bajas presiones desviándose unos grados desde la isóbara hacia el interior de las borrascas o hacia el exterior de los anticiclones. Esto se debe al efecto de fricción de la superficie terrestre sobre la masa de aire que fluye sobre ella, que frena la velocidad del viento alterando el equilibrio de fuerzas (Fuerza de Coriolis vs Fuerza de Gradiente de Presión) que mantendría el flujo de aire paralelo a las isóbaras (viento Geostrófico).
Vientos intensos (isóbaras muy juntas) girando en sentido contrario a las agujas del reloj en torno a una Borrasca. El desvío del viento respecto a la isóbara es máximo con vientos intensos sobre una zona montañosa (Alpes). Este efecto será mayor cuanto mayor sea la velocidad del viento y más rugosa sea la superficie sobre la que se desplaza. De este modo, si observamos unas isóbaras espaciadas (viento débil) rodeando una zona de altas presiones sobre el mar (superficie poco rugosa), el desvío será mínimo, de unos 15º hacia el exterior de las altas presiones. Si, por el contrario, tenemos isóbaras muy juntas (viento intenso) rodeando una borrasca que se sitúa sobre una zona continental y montañosa (muy rugosa), el desvío de la dirección del viento puede alcanzar los 40º con respecto a la isóbara, apuntando hacia el interior de la borrasca. En todo caso, será la orografía local la que determine la dirección final del viento. Las masas de aire, por tanto, no permanecen estáticas sino que se desplazan de unos lugares a otros en torno a centros de Altas y Bajas Presiones. La configuración sinóptica nos ayuda de este modo a conocer el origen de la masa de aire que nos afecta, su trayectoria y características, aportando una valiosa información sobre estas importantes variables que influirán en El Tiempo que tendremos.
Las Bajas presiones al Norte de África empujan vientos desde el SE sobre la Península. La masa de aire es seca y muy cálida, procedente del Sahara, por lo que tendremos sol y calor. Su paso sobre el Mediterráneo hace que la masa de aire adquiera cierta humedad, favoreciendo la formación de brumas costeras y tormentas veraniegas. La posición de un Anticiclón al Norte de europa y una Borrasca en el Mediterráneo
nos envía vientos del Nordeste, fríos y secos procedentes de las estepas rusas, por lo que podemos pronosticar un tiempo soleado y muy frío en la Península Ibérica.