En general viajar no está contraindicado durante el embarazo mientras que no esté próximo a la fecha prevista del parto, siempre que se trate de un embarazo sin complicaciones y la salud de la madre sea buena. Así mismo, si el viaje conlleva estar muy lejos de una atención obstétrica adecuada durante un tiempo muy prolongado, o estar expuesto de forma muy importante a enfermedades relacionadas con el viaje, hay que considerar posponer el viaje hasta después del parto. Consejos generales Protegerse del sol: Se debe reducir la exposición a altas temperaturas como medida de precaución para evitar complicaciones, como la deshidratación, y los riesgos de insolación. Se recomienda la ingesta frecuente de líquidos, como el agua, en mayor cantidad durante el periodo de embarazo, así como frutas y verduras para complementar la dieta. En el embarazo existe una mayor incidencia de infecciones del tracto urinario lo que hace necesario incrementar la frecuencia de la ingesta de líquidos. Se debe utilizar hipoclorito sódico para el lavado de frutas, verduras y hortalizas a dosis de 1-2 gotas por litro de agua. Si se utilizan pastillas de yodo para potabilizar el agua, es recomendable que no sea por un periodo mayor de 3 semanas. También se debe comer la carne bien cocinada y evitar el consumo de pescados, moluscos y mariscos crudos o poco cocinados. En general se deben mantener las recomendaciones preventivas de cualquier viajero. Deben realizar ejercicios frecuentes y suaves como las caminatas y la natación. Evitar deportes que impliquen riesgo o posibilidad de sufrir traumatismos o caídas. Debería ejercitarse cada día 20-25 minutos con una tabla de ejercicios tonificantes y de estiramiento. Se debe evitar cargar pesos, como maletas y bolsas de viaje, así como el realizar esfuerzos durante este periodo. En cuanto a la vestimenta, se recomienda llevar ropa cómoda y holgada, zapatos flexibles sin tacón, chaqueta y bolso pequeño con lo necesario. Se deben evitar las ropas elásticas que puedan comprometer la circulación sanguínea. Una almohada o cojín pueden ser útiles para la comodidad durante los viajes largos. Se recomienda la visita al ginecólogo previa al viaje. Nos informará de consejos generales para el viaje. La presencia de enfermedades previas que requieran medicación específica deben ir acompañadas de un informe clínico así como recetas y medicación suficiente para el viaje. En función de la patología que presente la embarazada puede estar contraindicado realizar el viaje, por lo que debe consultar previamente a su ginecólogo. Es recomendable para todas las embarazadas llevar un pequeño informe con los datos clínicos del embarazo y si se han padecido algunos problemas como abortos previos, grupo sanguíneo Rh negativo, hipertensión, alteraciones de la placenta, o embolismos previos. Debe llevar a mano la documentación médica y valorar contratar un seguro médico en función del destino que sea válido en el extranjero y que cubra al recién nacido en caso de parto. En ocasiones valorar que también incluya la repatriación o evacuación médica.
Se recomienda conocer la situación sanitaria así como hospitales e instalaciones sanitarias que dispone el país destino. El periodo de menor riesgo para viajar durante el embarazo es en el segundo trimestre, a partir de la semana 18. Entre la semana 28 y 34 se recomienda acortar los viajes y a partir de la semana 34 se recomienda reducir los viajes en general y es preciso la valoración por su médico que aconsejará sobre el viaje. En los casos de mareos cinéticos se recomienda consultar con su médico la posibilidad de tomar medicación. Puede ser útil el consumo de glucosa para controlar las náusea, también el tomar pequeñas cantidades de comida con frecuencia. Debe tener en cuenta la necesidad de acudir al WC con frecuencia, por ello se recomienda utilizar medios de transporte que lo facilite como avión, tren, coche y algunos autobuses. Se consideran destinos potencialmente peligrosos las zonas de elevada altitud, destinos con riesgo de malaria, lugares que requieran la vacunación con virus vivos y zonas que se encuentren con brotes infecciosos o epidemias locales, así como enfermedades graves transmitidas por mosquitos, agua y alimentos. Durante el viaje camina con frecuencia, aproximadamente cada hora para favorecer la movilidad de articulaciones y músculos, así como reducir el riesgo de trombosis venosa y de edemas en extremidades. Debes valorar llevar medias de compresión, que recetará tu médico, zapatos cómodos (mejor sin ellos) y ropa holgada. Viaje en avión: Los vuelos comerciales son normalmente seguros para la madre y el feto. Sin embargo, no se recomienda viajar en avión durante el último mes de embarazo y hasta pasados 7 días después del parto. Algunas compañías exigen un certificado médico de ausencia de probabilidad de complicaciones expedido dentro de los 7 días previos a la fecha del vuelo. Existen compañías que restringen el vuelo a partir del séptimo mes, se debe comunicar a la compañía la situación de embarazo y los requerimientos de la misma. Las directrices comunes para embarazos sin complicaciones son: para embarazos simples, vuelos de larga distancia hasta la semana 36; para embarazos múltiples, vuelos de larga distancia hasta la semana 32. Después de la semana 28 de embarazo se debe llevar un informe del médico confirmando un buen estado de salud, un embarazo normal y la fecha probable de parto. Algunas aerolíneas exigen una autorización médica a las mujeres embarazadas si el parto se espera a menos de 4 semanas después de la partida o si puede esperarse alguna complicación durante el mismo.
No existe contraindicación por el paso por los detectores de metales o los detectores manuales corporales ya que producen un campo electromagnético de baja frecuencia, similar a los electrodomésticos, que resultan inocuas. Mejor ocupar los asientos del pasillo que facilitan caminar y acudir al WC cuando sea necesario. No se aconseja el viaje en avionetas que no tengan cabinas presurizadas ya que el nivel de oxígeno disminuye y puede afectar a la frecuencia cardiaca tanto de la madre como del feto. Si ha de realizarse el viaje en avioneta se recomienda que sea a alturas inferiores a 3000 m., en viajes cortos y si no existe enfermedad que lo contraindique (HTA, diabetes, embarazo múltiple, etc). Tenga presente que durante el vuelo sentirá alternativamente frío y calor, vístase "en capas", con prendas que se puedan quitar o añadir según la temperatura ambiente. Viajes en tren, coche y autobús No suelen tener restricciones hasta la última semana de embarazo, aunque ocasionalmente, sobre todo en tren se puede requerir un certificado médico que autorice el viaje con baja probabilidad de complicaciones. Se recomienda realizar pequeños paseos durante el recorrido y ocupar los asientos del pasillo que facilitan caminar y acudir al WC cuando sea necesario Se debe poner siempre el cinturón de seguridad con doble banda, una diagonal pasando en medio del pecho y cruzar el hombro y otra horizontal por debajo del vientre. En caso de contraindicación de uso debe llevarse un certificado escrito por su ginecólogo. Vacunación en embarazadas: El embarazo no debe disuadir a una mujer de recibir vacunas que son seguras y que protegerán tanto su salud como la de su hijo. Sin embargo, se debe tener cuidado para evitar la administración inadecuada de ciertas vacunas que podrían dañar al feto. Las vacunas que se pueden administrar normalmente durante el embarazo son de virus inactivos, polisacaridos o de toxoide, decidiéndose la vacunación en función del riesgo y del beneficio. Las vacunas de virus vivos atenuados están generalmente contraindicadas o requieren una valoración individual debido a los riesgos para el bebé. Las vacunas del sarampión, paperas, rubéola, BCG, polio oral y fiebre amarilla se deben evitar durante el embarazo. Sin embargo, será necesario sopesar los riesgos y beneficios en cada caso individual.
Tabla 1: Vacunas del viajero recomendadas en la embarazada Vacuna Cólera Gripe Poliomielitis Indicaciones Seguridad sin determinar Poliomielitis VPO: No, Contraindicada Poliomielitis VPI: Triple vírica (paperas, sarampión, rubéola) Contraindicada Difteria/tétanos Varicela No Vacuna viva: evitar durante el embarazo. Encefalitis japonesa Seguridad sin determinar. Valoración individual, en general no se recomienda. Lo mejor es no viajar a dichos destinos estando embarazada Enfermedad meningocócica Fiebre amarilla Se debe valorar en individualmente en función del riesgo. La vacunación contra la fiebre amarilla puede ser considerada a partir del sexto mes de embarazo y cuando el riesgo de exposición a la enfermedad sea mayor que el riesgo de la vacuna para el feto. Si se vacuna, se debe monitorizar al recién nacido con el fin de descartar la posibilidad de la infección congénita. La tasa de seroconversión tras la vacuna es menor en las mujeres embarazadas.
Vacuna Fiebre tifoidea Indicaciones Tifoidea oral: Seguridad sin determinar; contraindicada Tifoidea parenteral Hepatitis A Rabia No hay datos disponibles adecuados para su uso en embarazo o lactancia. Sin embargo, los riesgos para el feto se consideran mínimos. Se podrán usar sólo cuando se considera claramente necesario. Profilaxis post-exposición. Valorar individualmente la pre-exposición Riesgo de Malaria El paludismo en una mujer embarazada incrementa el riesgo de mortalidad materna, aborto y bajo peso al nacer con el consiguiente riesgo de mortalidad neonatal. Se debe recomendar a las mujeres embarazadas que eviten viajar a zonas donde existe transmisión de Plasmodium falciparum resistente a la cloroquina. Cuando no es posible evitar el viaje, es imprescindible adoptar medidas efectivas de prevención del paludismo, incluso cuando se viaja a zonas donde sólo existe transmisión de paludismo por P. vivax. Las mujeres embarazadas deben aplicar estrictamente las medidas de protección contra las picaduras de mosquitos, teniendo cuidado de no excederse en las dosis recomendadas de los repelentes de insectos. Se debe tener en cuenta que a pesar de tomar cualquier medicación preventiva, la posibilidad de contraer malaria no desaparece de forma absoluta. Asimismo, ningún medicamento está libre de efectos secundarios y no deben prescribirse si no hay un riesgo verdadero. Cuando consultar con servicios médicos: Si durante el viaje aparece alguna de las siguientes molestias, hay que buscar ayuda médica: sangrado vaginal, expulsión de coágulos de sangre, dolores intensos en la zona inferior del abdomen, contracciones, dolores de cabeza muy importantes, gran hinchazón de pies y piernas, o tensión muy alta. Si durante o después del viaje aparecieran síntomas de malaria, como fiebre, sudoración y escalofríos, aún tomando profilaxis medicamentosa, deberá consultar sin demora a un médico.