EL REY ABURRIDO ABURRIDO Este cuento ha sido escrito por los alumnos y alumnas de 1º A, 1º B, 2º A y 2º B. Gracias a todos y a todas por vuestra participación. participación.
Érase una vez un rey llamado vivía en siempre Alejandro. Aunque un gran palacio, estaba muy, muy, muy aburrido. Un día decidió dar un paseo en su carroza y conoció a unos súbditos que jugaban a un extraño juego. El juego consistía en" Te tienes que esconder en lo más alto del reino. Te tienes que esperar encuentren. encuentran a que te Si no te en semana" GANAS! una
El rey decidió jugar. Se escondió en el desván de la torre más alta de palacio, en donde se ponía el sol antes y anochecía muy pronto. El rey pensó" Aquí, nadie me encontrará porque es el lugar más alto de mi reino. Jamás podrán encontrarme en este lugar. Además, mis soldados no dejarán que entre nadie en este aposento. De esta manera yo seré EL EL GANADOR OR OR OR OR OR OR Cuando se hizo de noche, el rey se acostó en un viejo baúl del desván. Tuvo frío y se tapó con unas mantas y trapos viejos que encontró por allí. Pasaron varios días. Estaba cansado y hambriento. Una noche, ya no aguantó más, acostumbrado como estaba a las comodidades de su palacio. Llamó a sus soldados y les
ordenó que fuesen a buscar comida. Y cuando estos se marcharon, el rey salió tras ellos porque no se fiaba de nadie. Comió tanto, tanto, que se puso malo y no tuvo más remedio que bajar a sus aposentos. Pasó el tiempo y viendo que no mejoraba, el médico lo visitó y le dijo que tenía que salir a la calle para que le diera el sol y el aire, que eran muy buenos para su salud. Cuando salió a la calle, y como ya era de día, tuvo que pensar en otro sitio para esconderse ya que si no perdería el juego Y Y ESO NO PODÍA SUCEDER ER!
Se escondió en el bosque y un gran búho lo asustó con su llanto porque tenía un ala rota. Al rey le dio pena y lo ayudó. Con tanto que hacer se le olvidó el juego y sus ganador. aburrido y ansias por ser el Ya no estaba además había ayudado a un animal herido. Cuando llegó la noche, y como lo pasó tan bien, pensó en hacer un hospital para animales. Allí todos los animalitos que tuviesen algún problema podrían acudir a toda prisa para ser curados.
De repente, los súbditos lo buscaron en el bosque y lo encontraron sano y salvo, cuidando y curando animales heridos. Ordenó construir un hospital en la colina más alta del bosque más alto de su reino. El rey Alejandro no salía casi nunca de allí porque siempre estaba curando animales. Comprendió que lo más importante en la vida era cuidar y amar a los demás, fueran personas, animales o plantas. En definitiva, aprendió a valorar la vida y la amistad. Ese era el mejor premio que uno puede conseguir. Además, fue lo que eligió su corazón.
Desde ese día, el rey fue inmensamente feliz y dichoso hasta el final de sus días. Para recordar esa sabia decisión, siempre canturreaba una estrofa de una canción que había aprendido de su madre. Decía así No hay, nada imposible de hacer. Sigue a tu corazón. Ah! Ah! Él, sabe que querer es poder, Siempre tiene razón. Y colorín colorado este cuento Eh!, bueno, si tú quieres, sí, tú que me estás leyendo,, si tú quieres puedes seguir soñando.