EL PLAN DE DIOS PARA TU VIDA Y LA MIA El plan de Dios para tu vida y la mía es poner dentro de nosotros todo lo que hay en Jesús. Todo lo que el Padre puso en Jesús. Cuánto hay del Padre en Jesús? Agradó al Padre, le gustó, le encantó, que en su Hijo habitase toda la plenitud. El profeta Eliseo le preguntó a una viuda apremiada por sus acreedores: - Qué tienes en tu casa? Ella le respondió -Nada, solo una vasija de aceite. -Entonces ve y pide a todos tus vecinos vasijas prestadas, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas el aceite de tu vasija. Y luego vende el aceite, y paga tus deudas. La mujer tomó la primera vasija prestada y la llenó con el aceite de su vasija. Y la vasija prestada quedó llena, pero su propia vasija siguió llena. Luego hizo lo mismo con la segunda vasija prestada, con la tercera, y la cuarta hasta que llenó todas las vasijas. Pero su vasija de aceite continuó llena. El aceite cesó cuando no hubo más vasijas vacías. A Jesús le pusieron en las manos cinco panes y dos peces. Y él partió el pan y lo puso en la canasta; y siguió partiendo el pan y poniéndolo en la canasta, pero su mano seguía llena de pan. Lo mismo sucedió con los peces. Repartieron a la multitud. Todos comieron y se llenaron, y sobraron doce cestas llenas. Usemos ahora nuestra imaginación. Tengo delante de mí tres vasos. El primero lleno de agua, y los otros dos vacíos. Vuelco toda el agua del primer vaso en el segundo vaso. El segundo queda lleno y el primero vacío. Pero imaginemos (ya que magia no sé hacer) que al volcar todo el agua del primer vaso en el segundo, el primer vaso queda lleno también. Luego tomo el segundo vaso lleno de agua y lo vuelco en el tercer vaso. El tercero queda lleno, pero imaginemos que el segundo vaso queda igualmente lleno. El plan de Dios para tu vida y la mía pág. 1
En este sencillo y pobre ejemplo, el primer vaso representa la plenitud del Padre, la plenitud de la deidad. Agradó al Padre que en su Hijo habitase toda la plenitud. Usted imagine este primer vaso lleno. Pues el Padre puso toda su plenitud en su Hijo. En Colosenses 1.19, Pablo dice: Por cuanto agradó al Padre que en él (en Jesús) habitase toda plenitud. Y en el 2.9, de la misma epístola, dice: Porque en él (en Cristo) habita corporalmente toda la plenitud de la deidad. La totalidad de las virtudes y atributos del Padre están en el Hijo, pero el Padre no quedó vació. Ambos están llenos de la misma plenitud. Cuál es el plan del Padre para tu vida y la mía? Todo lo que hay en su Hijo quiere ponerlo en tu vida y la mía. Este tercer vaso representa tu vida y la mía. El tercer vaso tiene un doble significado, representa a cada uno de nosotros individualmente, pero a la vez, representa a la iglesia colectivamente. El primer vaso es el Padre pleno, lleno. El segundo es el Hijo: lleno de la plenitud del Padre. Y el tercero, la iglesia, llena de la plenitud de Cristo. Efesios 1.23, dice que la iglesia es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Efesios 3.14-19, Pablo dice: dobla mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo para que les de, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en sus corazones, a fin de que arraigados y cimentados en amor, sean plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, lo longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, PARA QUE SEAN LLENOS DE TODA LA PLENITUD DE DIOS. Efesios 4.10: El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos PARA LLENARLO TODO. El plan de Dios para tu vida y la mía pág. 2
Este es el plan del Padre: llenarlo todo de Cristo. Llenar su iglesia de Jesucristo. Cuando Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza les dijo: Fructificad, multiplicaos, llenad la tierra El plan de Dios es este, que la tierra sea llene de hombres y mujeres llenos de la plenitud de Cristo, formando todos juntos la familia de Dios, la iglesia del Señor. Quiero leerles unos pocos versículos. Mateo 9.35-38. Pero antes de leer, quiero decirles algo. Hoy es muy fácil escribir. En cualquier casa u oficina hay un papel y una lapicera. Pero antiguamente no era fácil escribir. Se escribía en papiros, los que eran muy costosos. No había bolígrafos, lápiz o lapiceras. Había que tener una tinta especial, y una pluma muy dura. Hoy es tan fácil. Tenemos computadoras, impresoras; se puede borrar fácilmente lo escrito; tirar el papel, escribir de nuevo. Antes no. No se podía borrar. Por eso se escribía cada palabra con sumo cuidado. Cada palabra era bien pensada antes de escribirla. Creemos que el Espíritu Santo inspiró a los escritores sagrados en la elección precisa de cada palabra que tenemos en las Sagradas Escrituras. Cada palabra tiene su importancia, un significado preciso. Por eso voy a leer lentamente cada palabra y frase. Mateo 9.35-38 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Hasta ese momento había un solo obrero. Los discípulos iban con él. Con los ojos físicos veían lo mismo que él. Pero espiritualmente no veían lo mismo que Jesús. El plan de Dios para tu vida y la mía pág. 3
Este es el plan de Dios, que cada uno de nosotros seamos llenos de Jesús a fin de ver a la gente como él la ve. Para sentir por ellos lo que él siente. Para hacer lo que él hace. Para decirles lo que él les dice. Para amarlos como el los ama. Para permitir que él ame en nosotros, predique en nosotros, enseñe en nosotros. Este es el plan del Padre, llenarnos de Cristo. Que habite Cristo en nuestros corazones plenamente y se manifieste a través de nosotros. Que el vivir en el Espíritu se vuelque a la misión. Señor. Yo quiero ser lleno de Cristo. Que mis deseos personales desaparezcan, que mi deseo sea el de Cristo. Que la voluntad de Cristo sea mi voluntad. Que lo que Cristo siente sean mis sentimientos. Que mis pensamientos sean los de Cristo, que mis acciones sean las de Cristo; Cristo, Cristo, Cristo. Que Cristo en mí recorra todos los días la ciudad en la que vivo, o la ciudad a la que Dios me envíe. Sí, son mis pies, pero en realidad el que recorre en mí es Jesús. Son sus entrañas en mí las que se conmueven al ver a personas angustiadas y cansadas, desorientadas como ovejas que no tienen pastor. Yo le ruego que me ayude a ver a cada persona como oveja perdida. Estamos acostumbrados a ver como ovejas perdidas solo a los hermanos apartados. Pero Jesús veía a todas las personas como ovejas apartadas, descarriadas. Me ha hecho mucho bien comprender que todos han sido creados por Dios y para Dios. Nadie fue creado para el diablo. Dios no creó a nadie para el infierno. Según Jesús el infierno ha sido creado para el diablo y sus ángeles (Mateo 25.41). Dios no quiere que nadie se pierda. Él quiere que todos sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Todos han sido predestinados desde antes de la fundación del mundo para ser adoptados como hijos de Dios por medio de Jesucristo. Esto no significa que están obligados a ser hijos de Dios, cada persona puede aceptar o rechazar el plan de Dios para su vida. Pero el gran deseo de Dios es que todos acepten su salvación en Jesús. Roguemos al Padre que nos llene de Jesús, a fin de ver con sus ojos y sentir su compasión por los perdidos. Esto hará más fácil que les prediquemos las buenas noticias de salvación. El plan de Dios para tu vida y la mía pág. 4
Traigamos más vasijas, vayamos a los vecinos. El Padre tiene un plan maravilloso para todas las personas: llenar el vacío que hoy tienen con la vida maravillosa de Jesucristo. ---------------------- Ernest Komanapalli Ustedes están en el borde del Jordán, cuando los sacerdotes pisaren las aguas el Jordán se abrirá, y entrarán y tomarán esta tierra. Jesucristo manifiéstate en y a través de nuestras vidas. Que cada uno que sale de este lugar vea como Cristo. Giovanni Traettino El Señor dice: Este es un tiempo de transición especialmente a los que están en el liderazgo. Viene un tiempo nuevo, un nuevo nivel. Cuiden sus relaciones, cuiden la unidad entre los líderes como un aspecto estratégico. Dios está preparando una nueva camada de líderes de 25 a 40 años, tengan su espíritu atento. Es muy importante su relación con los líderes mayores para recibir el depósito de los mayores y avanzar. Dios los lleva a salir de la Comunidad, a ir por las calles. Hay que cruzar el Jordán. Hay un gran depósito entre ustedes que es para el mundo. Ustedes van a tener una nueva y gran cosecha. El plan de Dios para tu vida y la mía pág. 5