Los astrónomos eligen sus imágenes favoritas del telescopio Hubble 25 aniversario del observatorio de NASA y ESA Durante 25 años el observatorio espacial Hubble ha realizado un millón de observaciones y ha tomado miles de impactantes imágenes del cosmos que han fascinado al público. Una decena de astrónomos españoles elige para EL MUNDO su foto favorita y relata por qué. GALAXIA DEL SOMBRERO. Elegida por JAVIER ARMENTIA, DIRECTOR DEL PLANETARIO DE PAMPLONA. En 2004 el Hubble obtuvo una imagen de M 104, la galaxia del Sombrero (sombrero mexicano, sombrero en el inglés original) que permitía intuir la estructura de esta galaxia espiral que vemos casi de costado, con el resplandor de su núcleo más denso de estrellas y el disco de polvo y gas. Esa imagen da sensación de tridimensionalidad y casi de movimiento, y es un buen ejemplo de cómo además de los datos científicos el telescopio Espacial también nos muestra la belleza del cosmos
NEBULOSA DE LA CABEZA DE CABALLO. Elegida por TELMO FERNÁNDEZ, SUBDIRECTOR DEL PLANETARIO DE MADRID. El Hubble ha abierto más nuestros ojos al Universo. Esta espectacular imagen muestra una parte del cielo en la constelación de Orión, en la nebulosa de la Cabeza de Caballo. Está tomada en el infrarrojo, una zona no visible del espectro, que nos permite ver el material de polvo que normalmente oscurece las regiones más internas de la nebulosa. ENCUENTRO ENTRE DOS GALAXIAS ESPIRALES. Elegida por ASUNCIÓN SÁNCHEZ, DIRECTORA DEL PLANETARIO DE MADRID. Esta imagen de 1999 nos muestra a dos galaxias, NGC2207 e IC2113, en plena danza cósmica debida a su mutua interacción gravitatoria. Con el tiempo, dentro de miles de millones de años, ambas galaxias acabarán fusionándose formando una única galaxia. He seleccionado esta imagen debido a que las instantáneas de galaxias en colisión nos muestran claramente un universo dinámico
LAS ANTENAS. Elegida por J. MIGUEL MAS HESSE, ASTROFÍSICO DEL CENTRO DE ASTROBIOLOGÍA (CAB/CSIC-INTA): Una imagen que a mí me resulta fascinante es la que conocemos habitualmente como Las Antenas. Se trata del resultado de la colisión de dos grandes galaxias, que han pasado la una a través de otra. Las regiones de color anaranjado son los restos de los núcleos de ambas galaxias, dominados por estrellas antiguas, más frías, y de color más parecido a nuestro Sol. Sin embargo, la colisión ha acelerado el proceso de formación de nuevas estrellas masivas, muy calientes, que vemos en color azul. Algunas de estas estrellas son tan masivas (más de 50 veces la masa del Sol) y tan calientes que llegan a ionizar el medio que las rodea, produciéndose las nebulosas que vemos en tono rojizo, dominadas por líneas de emisión de los átomos de hidrógeno del medio interestelar. Todo ello mezclado con las grandes nubes de polvo resultado de la muerte de numerosas generaciones de estrellas en los últimos miles de millones de años. Lo más aterrador es pensar que en unos cuantos miles de millones de años este es el destino que nos espera, cuando nuestra galaxia, la Vía Láctea, colisione con la cercana galaxia de Andrómeda
NEBULOSA NGC 3132. Elegida por EVA VILLAVER, ASTROFÍSICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID (UAM). Es una nebulosa planetaria, el final evolutivo de una estrella como el Sol. Lo que queda de la estrella, ahora muy caliente (la estrella más débil de las dos que se ven en el centro de la imagen) ioniza sus alrededores iluminando sus propios restos estelares. Se aprecia claramente la presencia de polvo además del gas. Aunque hay otras imágenes más espectaculares del proceso de formación de nebulosas planetarias, me fascina ésta porque pone de manifiesto la violencia y la escala de los últimos estados evolutivos de las estrellas como el Sol. Todo el material que vemos formaba en el pasado parte de la estrella y es devuelto al medio enriquecido químicamente para formar la siguiente generación de estrellas y planetas.es una nebulosa planetaria, el final evolutivo de una estrella como el Sol. Lo que queda de la estrella, ahora muy caliente (la estrella más débil de las dos que se ven en el centro de la imagen) ioniza sus alrededires iluminando sus propios restos estelares. Se aprecia claramente la presencia de polvo además del gas. Aunque hay otras imágenes más espectaculares del proceso de formación de nebulosas planetarias, me fascina ésta porque pone de manifiesto la violencia y la escala de los últimos estados evolutivos de las estrellas como el Sol. Todo el material que vemos formaba en el pasado parte de la estrella y es devuelto al medio enriquecido químicamente para formar la siguiente generación de estrellas y planetas. LA MONTAÑA MÍSTICA. Elegida por RAFAEL BACHILLER, DIRECTOR DEL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL (IGN): La Montaña Mística en la Nebulosa de la Quilla ilustra muy bellamente la caótica
actividad que tiene lugar en una región de formación de nuevas estrellas. Las nubes interestelares están siendo iluminadas y erosionadas desde el exterior por la radiación de las estrellas luminosas del entorno; mientras que desde el interior de las nubes surgen fantásticos chorros de gas que son eyectados por las estrellas recién formadas NEBULOSA STINGRAY. Elegida por PEDRO GARCÍA LARIO, ASTRÓNOMO DE LA AGENCIA ESPACIAL EUROPEA (ESA): He elegido esta foto de una nebulosa planetaria que nosotros descubrimos y que bautizamos como Nebulosa Stingray (por su parecido a una raya, Stingray en inglés). Fue portada de Nature en 1998. Por primera vez muestra una estrella como el Sol justo en el momento de su muerte, cuando se transforma en una nebulosa planetaria. Se encuentra en la dirección de la constelación austral Ara (el Altar), a 18.000 años luz de distancia. A pesar de que es alrededor de 130 veces el tamaño de nuestro sistema solar, la Nebulosa Stingray es de sólo 1/10 del tamaño de la mayoría de las otras nebulosas planetarias conocidas. ETA CARINAE. Elegida por JUAN ANTONIO BERNEDO, JEFE TÉCNICO DEL PLANETARIO DE MADRID. La imagen es de 2012 y corresponde
a la nube que rodea la estrella Eta Carinae, a veces llamada la nebulosa del Homúnculo, y que son restos en expansión del estallido ocurrido en 1843 de una de sus dos estrellas componentes. La imagen, en ultravioleta y visible, impresiona porque deja intuir la inmensa energía desatada en el proceso y presagia su fin violento en un futuro no muy lejano. PILARES DE LA CREACIÓN. Elegida POR AMAYA MORO MARTÍN, INVESTIGADORA DEL SPACE TELESCOPE SCIENCE INSTITUTE (STSCI): Cuando pienso en Hubble la primera imagen que me viene a la mente es la de la Eagle Nebula, tanto por su belleza como por la emoción de estar viendo un criadero de estrellas. La imagen muestra unas enormes columnas de gas molecular y polvo, cuya superficie está iluminada por estrellas masivas. Van erosionando las columnas por fotoevaporación y son responsables, en parte, de su intrincada superficie. La erosión deja al descubierto regiones más densas en algunas de las cuales se pueden ver las estrellas recién nacidas. También se pueden ver chorros de gas que surgen de estrellas en formación y liberan a la estrella del momento angular que le sobra para que pueda seguir contrayéndose y acretando (agregando) material de la nube. No es de extrañar que sea una de las imágenes favoritas del público en general.
ABELL 2218. Elegida por MIQUEL SERRA-RICART. INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE ASTROFÍSICA DE CANARIAS. Es difícil quedarse con una sola imagen que represente un trabajo de 25 años. Personalmente seleccionaría la que Hubble observó el 5 de octubre de 2001. Gracias al efecto de lente gravitacional producido por un cúmulo de galaxias (Abell 2218), un Telescopio Galáctico, fue posible detectar una galaxia situada a 13.400 millones de años-luz. Si pensamos que el radio actual de nuestro Universo es de 14.000 millones de años-luz nos encontramos ante una de las primeras galaxias que se formaron en nuestro Cosmos. Fuente: El Mundo