Tema 3. Modernismo y Noventayochismo Texto 1 De invierno En invernales horas, mirad a Carolina. Medio apelotonada, descansa en el sillón, envuelta con su abrigo de marta cibelina y no lejos del fuego que brilla en el salón. El fino angora blanco junto a ella se reclina, rozando con su hocico la falda de Aleçón, no lejos de las jarras de porcelana china que medio oculta un biombo de seda del Japón. Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño: entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris; voy a besar su rostro, rosado y halagüeño como una rosa roja que fuera flor de lis. Abre los ojos; mírame con su mirar risueño, y en tanto cae la nieve del cielo de París. Texto 2 La plaza y los naranjos encendidos con sus frutas redondas y risueñas. Tumulto de pequeños colegiales que, al salir en desorden de la escuela, llenan el aire de la plaza en sombra con la algazara de sus voces nuevas. Alegría infantil en los rincones de las ciudades muertas Y algo nuestro de ayer, que todavía vemos vagar por estas calles viejas! Texto 3 Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!... Texto 4 Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. 1- Cuál de los textos anteriores refleja un estilo modernista exaltado? Señala las características que permiten adscribirlo a dicha tendencia y aporta ejemplos. 2- El texto 3 es existencialista. Extrae de él seis versos que justifiquen esta afirmación. 3- Los textos 2 y 4 corresponden a dos etapas poéticas diferentes de A. Machado. Analiza sus características e indica cuáles son esas etapas. Aporta ejemplos. 4- Qué significan los versos destacados en negrita? 5-Aquí tienes unos poemas de Rubén Darío. Señala, con ejemplos extraídos de los textos, todas aquellas características que permiten adscribirlos a las etapas señaladas:
Etapa modernista Era un aire suave de pausados giros; el hada Harmonía, ritmaba sus vuelos, e iban frases vagas y tenues suspiros entre los sollozos y los violoncelos. Sobre la terraza, junto a los ramajes, diríase un trémolo de liras eolias, cuando acariciaban los sedosos trajes sobre el talle erguidas, las blancas magnolias. La marquesa Eulalia, risas y desvíos daba a un tiempo mismo para dos rivales: el vizconde rubio de los desafíos y el abate joven de los madrigales. Cerca, coronado por hojas de viña, reía en su máscara Término barbudo, y como un efebo que fuese una niña mostraba una Diana su mármol desnudo. Y bajo un boscaje del amor palestra, sobre un rico zócalo al modo de Jonia, con un candelabro prendido en la diestra volaba el Mercurio de Juan de Bolonia. La orquesta perlaba sus mágicas notas; un coro de sones alados se oía; galantes pavanas, fugaces gaviotas, cantaban los dulces violines de Hungría. Al oír las quejas de sus caballeros, ríe, ríe, ríe la divina Eulalia, pues son su tesoro las flechas de Eros, el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia. Ay de quien sus mieles y frases recoja! Ay de quien del canto de su amor se fíe! Con sus ojos lindos y su boca roja, la divina Eulalia, ríe, ríe, ríe. Tiene azules ojos, es maligna y bella; cuando mira, vierte viva luz extraña; se asoma a sus húmedas pupilas de estrella el alma del rubio cristal de Champaña. Es noche de fiesta y el baile de trajes ostenta su gloria de triunfos mundanos. La divina Eulalia, vestida de encaje, una flor destroza con sus blancas manos. El teclado armónico de su risa fina a la alegre música de un pájaro iguala. Con los staccati de una bailarina v las locas fugas de una colegiala. Amoroso pájaro que trinos exhala bajo el ala a veces ocultando el pico. que desdenes rudos lanza bajo el ala, bajo el ala aleve del leve abanico! Cuando a media noche sus notas arranque y en arpegios áureos gima Filomela, y el ebúrneo cisne, sobre el quieto estanque, como blanca góndola imprima su estela, la marquesa alegre llegará al boscaje, boscaje que cubre la amable glorieta donde han de estrecharla los brazos de un paje que siendo su paje será su poeta. Al compás de un canto de artista de Italia que en la brisa errante la orquesta deslíe, junto a los rivales, la divina Eulalia, la divina Eulalia, ríe, ríe, ríe.
Etapa existencialista Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía. Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas. Voy bajo tempestades y tormentas ciego de ensueño y loco de armonía. Ese es mi mal. Soñar. La poesía es la camisa férrea de mil puntas cruentas que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas dejan caer las gotas de mi melancolía. Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo; a veces me parece que el camino es muy largo, y a veces que es muy corto... Y en este titubeo de aliento y agonía, cargo lleno de penas lo que apenas soporto. No oyes caer las gotas de mi melancolía? 6- A qué etapa de la obra poética de A. Machado corresponden los siguientes poemas? Justifica tu respuesta señalando las características que observas de cada etapa junto con ejemplos extraídos de cada uno de los diferentes poemas. Texto 1 Yo voy soñando caminos de la tarde. Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!... Adónde el camino irá? Yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero... -la tarde cayendo está-. "En el corazón tenía "la espina de una pasión; "logré arrancármela un día: "ya no siento el corazón". se queda, mudo y sombrío, meditando. Suena el viento en los álamos del río. La tarde más se oscurece; y el camino que serpea y débilmente blanquea se enturbia y desaparece. Mi cantar vuelve a plañir: "Aguda espina dorada, "quién te pudiera sentir "en el corazón clavada" Y todo el campo un momento
Texto 2 Anoche cuando dormía soñé bendita ilusión! que una fontana fluía dentro de mi corazón. Dí: por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida en donde nunca bebí? Anoche cuando dormía soñé bendita ilusión! que un ardiente sol lucía dentro de mi corazón. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche cuando dormía soñé bendita ilusión! que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel. Anoche cuando dormía soñé bendita ilusión! que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón. Texto 3 La tarde está muriendo como un hogar humilde que se apaga. Allá, sobre los montes, quedan algunas brasas. Y ese árbol roto en el camino blanco hace llorar de lástima. Dos ramas en el tronco herido, y una hoja marchita y negra en cada rama! Lloras?... Entre los álamos de oro, lejos, la sombra del amor te aguarda. Texto 4 Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera. Texto 5 Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. Texto 6 El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta, sobre el encanto de la fuente limpia, y allá en el fondo sueñan los frutos de oro... Es una tarde clara, casi de primavera, tibia tarde de marzo que el hálito de abril cercano lleva; y estoy solo, en el patio silencioso, buscando una ilusión cándida y vieja: alguna sombra sobre el blanco muro, algún recuerdo, en el pretil de piedra de la fuente dormido, o, en el aire, algún vagar de túnica ligera. En el ambiente de la tarde flota ese aroma de ausencia, que dice al alma luminosa: nunca, y al corazón: espera. Ese aroma que evoca los fantasmas de las fragancias vírgenes y muertas. Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara, casi de primavera tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena, y de la buena albahaca, que tenía mi madre en sus macetas. Que tú me viste hundir mis manos puras en el agua serena, para alcanzar los frutos encantados que hoy en el fondo de la fuente sueñan... Sí, te conozco tarde alegre y clara, casi de primavera. Textos 7y 8 El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve. Entre el vivir y el soñar hay una tercera cosa. Adivínala Texto 9 Se le vio, caminando entre fusiles por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle a la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ni Dios te salva! Muerto cayó Federico -sangre en la frente y plomo en las entrañas- Que fue en Granada el crimen sabed - pobre Granada!-, en su Granada!... Texto 10 Primavera soriana, primavera humilde, como el sueño de un bendito, de un pobre caminante que durmiera de cansancio en un páramo infinito! Campillo amarillento, como tosco sayal de campesina, pradera de velludo
polvoriento donde pace la escuálida merina! Aquellos diminutos pegujales de tierra dura y fría, donde apuntan centenos y trigales que el pan moreno nos darán un día! Y otra vez roca y roca, pedregales desnudos y pelados serrijones, la tierra de las águilas caudales, malezas y jarales, hierbas monteses, zarzas y cambrones. Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía! Castilla, tus decrépitas ciudades! La agria melancolía que puebla tus sombrías soledades! Castilla varonil, adusta tierra, Castilla del desdén contra la suerte, Castilla del dolor y de la guerra, tierra inmortal, Castilla de la muerte! y en el agua serena,