GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS Y PROPUESTA DE GESTIÓN DE LOS RESIDUOS DE LABOREO
CONTENIDOS OBJETO...3 INTRODUCCIÓN...3 DEFINICIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LOS RESIDUOS DE LABOREO...5 GESTIÓN DE LOS RESIDUOS DE LABOREO...8
OBJETO El objeto de esta guía es mostrar una serie de prácticas y alternativas de gestión de los residuos de laboreo que son el resultado de una parte de los estudios realizados en el marco del proyecto GESTINMER (Sistema para la gestión integral de los residuos de los cultivos de mejillón en bateas y líneas), promovido por la Consellería de Pesca y Asuntos Marítimos, coordinado por el CETMAR y cofinanciado por el Programa LIFE Medio Ambiente, en el que participan OPMEGA y el Consello Regulador da Denominación de Orixe Mexillón de Galicia, INTRODUCCIÓN El vínculo del mejillón con Galicia se pierde en tiempos inmemoriales, si bien su cultivo, más reciente, se data en el año 1945. El cultivo de mejillón en batea no modifica las variables del medio de producción (temperatura, luminosidad, salinidad...) y no conlleva aportes externos al medio (alimento, fármacos, etc.) por lo que se puede describir como una actividad productiva de carácter extensivo y respetuosa con el medio ambiente. El proceso de cultivo del mejillón se divide en varias etapas: obtención de semilla, encordado, desdoble y cosecha, todas ellas englobadas dentro del término laboreo. La semilla de mejillón o "mejilla", se obtiene a partir de su recolección en los bancos naturales o mediante la colocación de cuerdas colectoras de larvas de mejillón en las bateas. OBTENCIÓN DE SEMILLA ENCORDADO ENGORDE DESDOBLE ENGORDE Una vez que la semilla de mejillón alcanza un tamaño de COSECHA 1-2 cm se lleva a cabo el encordado, fase en la que se procede a la confección de las "cuerdas de semilla". La COMERCIALIZACIÓN mejilla se envuelve en la cuerda con ayuda de una fina red de algodón o acetato, que se descompone a los pocos días de su colocación en el mar, tiempo suficiente
para que el mejillón se embise sobre las cuerdas. Hoy en día es un proceso mayoritariamente mecanizado que se realiza mediante las encordadoras. Después de 4 o 6 meses en el mar, cuando el mejillón alcanza los 4-5 cm, el peso de las cuerdas ha aumentado considerablemente, haciendo que el crecimiento del mejillón sea más lento y heterogéneo. Se hace necesario el desdoble de las cuerdas, con el objeto de reducir la densidad de individuos por cuerda. Con esta operación no sólo se facilita el crecimiento del mejillón sino que se evita su desprendimiento de las cuerdas. Por cada "cuerda de semilla" se obtienen entre dos y tres "cuerdas de desdoble" que vuelven al mar hasta su cosecha. Para el izado de las cuerdas se utilizan grúas hidráulicas instaladas en las embarcaciones auxiliares de cultivo. Las piñas de mejillón se introducen en la desgranadora, desde la que pueden ir directamente a la tolva de la máquina encordadora o bien ser sometidas a una clasificación por tallas previa al encordado. Después de aproximadamente un año, el mejillón de desdoble alcanza la talla comercial y se procede entonces a su cosecha. En función del destino del mejillón, las operaciones realizadas son distintas: Venta en fresco: el mejillón se desgrana, se limpia con abundante agua de mar, se procede a su selección por tallas y finalmente se introduce en sacos de malla. Una vez realizado este proceso a bordo del barco, el mejillón se descarga en el muelle para su transporte a las depuradoras o a los centros de expedición. Venta a granel: el mejillón se traslada a puerto donde se determina su talla (número de piezas por kilo) y su rendimiento (porcentaje de vianda sobre el peso total del mejillón). Posteriormente se transporta a las industrias conserveras y de procesado.
Durante las operaciones de laboreo se generan residuos que deben ser minimizados y gestionados correctamente para mejorar la sostenibilidad del cultivo. El objetivo de esta guía es presentar alternativas para la gestión de los residuos generados en el proceso de laboreo del mejillón, durante las labores de desdoble y de cosecha para la venta de mejillón en fresco. La guía se concentra en aquellas actividades que son realizadas casi a diario durante la fase de explotación del cultivo. DEFINICIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LOS RESIDUOS DE LABOREO Residuos propios de la mitilicultura Se generan fundamentalmente durante dos fases del proceso de cultivo de mejillón: el desdoble y la cosecha para venta en fresco. Están compuestos por mejillón de pequeño tamaño y mejillón roto, organismos epibiontes y restos de algas y fango. En relación a su composición, aproximadamente el 48 % es agua, el 46 % es materia inorgánica y el 6% es materia orgánica. En la Lista Europea de Residuos -LER- (Orden MAM 304/2002 de 8 de febrero) se clasifican dentro del código 02 01 99.
Aunque existe variabilidad 1, se puede decir que por término medio, un 3,6 % del peso de las cuerdas que van a ser desdobladas y un 15,0 % del peso de la cuerdas de cosecha, corresponden a este tipo de residuos. En base a los datos disponibles, se puede estimar que la cantidad de residuos propios de la mitilicultura generados en la tarea de desdoble es del orden del 1,2 % respecto al total de mejillón producido, mientras que la cantidad de residuos generados durante la cosecha corresponde al 17,6% del total de producción de mejillón destinado al mercado de fresco. El mejillón destinado a fábrica se comercializa a granel por lo que no da lugar a este tipo de residuos durante su cosecha. Como ejemplo ilustrativo, en un año como el 2004 con una producción máxima de 293.145 Tm se produjeron 3.634 Tm durante el desdoble y 20.239 Tm durante la cosecha, de los cuales 11.459 Tm son agua, 10.982 Tm son materia inorgánica y 1.432 son materia orgánica. Hay que tener presente, asimismo que durante la fase de engorde se pueden producir desprendimientos de piñas de mejillón causados sobre todo por condiciones meteorológicas adversas o por una excesiva permanencia del mejillón en la cuerda. Residuos MARPOL Además de los residuos propios de la mitilicultura, durante las actividades de laboreo se generan una serie de residuos que se pueden clasificar atendiendo al Real Decreto 1 Factores de variabilidad: - Por rías: Leves diferencias entre las distintas rías. - Por época del año: La producción de residuos durante el desdoble es menor en invierno debido al aprovechamiento de la mejilla (1,2%). Los residuos producidos durante la cosecha son ligeramente mayores en verano. - Por zonas: dentro de las rías, respecto al total de mejillón producido, se generan más residuos en las zonas internas seguidas de las externas y por último las medias.
1381/2002, que regula la descarga de desechos generados por los buques y residuos de carga contemplados en los anexos técnicos del convenio MARPOL 73/78. Residuos MARPOL Anexo I Dentro de este apartado se encuentran distintas mezclas oleosas: aceites de motor, desechos de sentinas, residuos de combustibles, etc. (incluidos en el capitulo 13 de la LER). Residuos MARPOL Anexo V Durante las actividades de laboreo se generan residuos de envases y otros residuos que por su naturaleza o composición se asimilan a los producidos en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios (códigos LER 15 01 y 20 01). Se trata de envases de cartón, embalajes plásticos, sacos y cordeles, guantes, textiles, cuerdas y rabizas, palillos, latas, etc. Residuos MARPOL: Otros desechos y residuos Se incluyen aquí materias tales como baterías eléctricas y restos de pintura.
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS DE LABOREO Los residuos nunca deben ser vertidos al mar. Las prioridades en la gestión de los residuos se pueden describir mediante el siguiente esquema: Prevención Minimización Reutilización Reciclaje Valorización Eliminación Residuos propios de la mitilicultura Para minimizar los desprendimiento de mejillón cada productor debe adaptar la densidad de sus cuerdas a las características de la zona en la que trabaja (condiciones hidrodinámicas, incidencia de episodios tóxicos, etc.). Se seleccionará el diámetro más adecuado de la cuerda en función de la densidad del cultivo, con el objeto de garantizar el mayor agarre del mejillón a la cuerda. La experiencia muestra que los mejillones se embisan mejor a las cuerdas, si están son utilizadas durante el primer año para mejillón de cría. En la fase de desdoble y cosecha se generan residuos propios de la mitilicultura, de los cuales algas y otros organismos epibiontes (esponjas, ascidias y crustáceos) son difíciles de minimizar, ya que su crecimiento depende de factores ajenos al proceso de cultivo (temperatura, salinidad ). Durante el desdoble la clasificación del mejillón por tallas, no sólo permite aprovechar la semilla, sino que también favorece el crecimiento homogéneo de los individuos, lo que da lugar a menos residuos en el momento de la cosecha. Uno de los criterios que el productor debe valorar en la selección de los equipos de laboreo es la reducción de las roturas del mejillón. La velocidad de procesado se regulará de manera que se alcance un equilibrio entre la eficiencia del proceso y la generación de residuos.
Los intereses ambientales coinciden con los intereses de la producción, ya que cuanto menor sea la proporción de residuos por cuerda, mayor será el rendimiento de esta. Igualmente, cuanto más se minimicen los desprendimientos, mayor será el aprovechamiento de la cuerda. La gestión de este tipo de residuos pasa por su recogida, almacenamiento y transporte a tierra para su posterior valorización. Propuesta de gestión de los residuos propios de la mitilicultura Como resultado del análisis de la generación de residuos de laboreo en Galicia, realizado dentro del Proyecto Gestinmer se identificó una alternativa viable de gestión de dichos residuos. Dicha alternativa consiste en la recogida de estos materiales a bordo de los barcos bateeiros en sacos adaptados a las diferentes maquinarias y el almacenamiento temporal de éstos en plataformas flotantes. Posteriormente, y una vez acumulado un volumen suficiente, los Recogida de los residuos en sacos Traslado de los sacos a las plataformas Traslado de los sacos desde las plataformas al puerto Traslado al destino final productor productor barco camión residuos serían trasladados a puerto en barco, para ser cargados directamente en los camiones que los transportarían a su destino final.
Dadas las características de estos materiales (alto contenido en CaCO3, textura, adecuado contenido de C y N orgánico, y de S), es posible obtener buenos resultados en su utilización como corrector y enmendante en la recuperación de los suelos, escombreras y humedales. Entre las diversas opciones de valorización, en el marco del proyecto Gestinmer se desarrolló su aplicación en suelos de minas degradados con la colaboración de la Universidad de Santiago de Compostela. En lo que se refiere a las plataformas, éstas estarían ubicadas en la entrada de los puertos de descarga o en zonas de los polígonos de mejillón próximas a ellos. Sus dimensiones dependerían de la cantidad de mejillón cosechado para la comercialización en fresco descargado en el puerto más próximo. Para las zonas de mayor volumen de descarga, se proponen plataformas de 10 metros de largo por 10 de ancho con una capacidad de almacenamiento de unas 50 toneladas, y para las de menor volumen se proponen plataformas de 10 metros de largo por 5 de ancho con una capacidad de almacenamiento de unas 25 toneladas. Estas plataformas se compondrían de un único flotador, cubierto por una rejilla de acero inoxidable, con las correspondientes defensas y estructuras para facilitar el amarre de los barcos. Para la puesta en marcha de este sistema de gestión, sería necesaria la construcción de aproximadamente 15 plataformas de almacenamiento temporal en Galicia, que se ubicarían en las proximidades de los puertos de descarga de mejillón. Número de plataformas por ría Ría de Ares-Sada 1 Ría de Muros-Noia 2 Ría de Arousa 7 Ría de Pontevedra 3 Ría de Vigo: 2
Este sistema de recogida, tendría importantes ventajas frente a otros sistemas de gestión: el peso de los residuos puede llegar a reducirse más de un 37% tras la permanencia de los sacos en la plataforma durante más de 5 días. Esto se debe a que estos materiales tienen un alto contenido en agua, que es eliminada gracias a la permeabilidad de los sacos. mediante el almacenamiento en la plataforma se alejan los malos olores de los puertos y se minimizan los riesgos sanitarios. la descarga de los residuos es más cómoda y fluida, ya que no se entorpece la descarga de mejillón en puerto en el momento de mayor tráfico. los costes son mucho menores, no sólo debido a la reducción en peso por pérdida de agua sino también porque el almacenamiento en tierra exige medios más costosos (ocupación de superficie portuaria, construcción de silos, etc.). la logística es más sencilla ya que este sistema permite adaptar el transporte de residuos al ritmo de la producción. Residuos MARPOL Residuos MARPOL Anexo I Los residuos y mezclas oleosas procedentes de las sentinas de las cámaras de máquinas o de los equipos de depuración de combustibles y aceites de los motores de los barcos se deben descargar en los contenedores situados en las instalaciones de recepción MARPOL situados en los puertos. La descarga de estos residuos está regulada por el Real Decreto 1381/2002. Residuos MARPOL Anexo V Es posible dar un nuevo uso a algunos de estos residuos: muchos productores utilizan las cuerdas viejas como colectores de semilla, utilizan varias veces los palillos, y reutilizan los envases de cartón y embalajes de plástico con otros fines. En caso de no poder ser reutilizados, estos materiales deben depositarse en los contenedores situados en los puertos de descarga, en contenedores de recogida selectiva cuando dicho puerto disponga de ellos.
Residuos MARPOL: Otros desechos y residuos Siempre que sea posible, se deberán sustituir las pinturas y barnices antifouling por productos que no sean agresivos contra el medio ambiente, evitando aquellos que contienen disolventes y/o metales pesados. Los restos de estos residuos comprendidos dentro de este grupo se depositarán en los contenedores habilitados para dichos fines en las instalaciones portuarias. En la actualidad, las actividades económicas respetuosas con el medio ambiente gozan de una buena imagen ante el consumidor, lo que supone una ventaja competitiva frente a aquellas no comprometidos con el entorno. En este sentido, las buenas prácticas ambientales constituyen una importante herramienta, tanto para garantizar la sostenibilidad del cultivo en el futuro, como para desarrollar una estrategia de marketing ecológico.