examen_lengua_castellana_acceso_grado_superior_madrid_2015 RESUELTO 1-RESUMEN Rafael Alberti, tras haber participado en un prestigioso premio literario, va a leer algunos de sus poemas como apertura de los cursos de verano y como es andaluz, le sugieren que lo haga con calma y evitando el acento para facilitar la compresión a los asistentes. 2- TIPO DE TEXTO Es un texto de tipo autobiográfico ya que Alberti nos cuenta en primera persona su propia vivencia. Vemos una estructura de tipo narrativa, en la que la narración de la historia se mezcla con las descripciones y diálogos tan propios de este tipo de escritos. El autor se expresa en primera persona, de forma autobiográfica y subjetiva y empleando adjetivos y palabras connotativas de carácter valorativo. Además vemos el trato cariñoso, con el lenguaje coloquial empleado por los profesores con él. Teniendo en cuenta estas características podemos concluir que se trata de un texto narrativo literario, 3-ANÁLISIS ORACIÓN YA EN LOS JARDINES FUI FELICITADO POR LOS ESTUDIANTES yo-sujeto paciente omitido CCT CCL NV C. AGENTE 4-SEÑALE COSAS ACERCA DEL AUTOR Rafael Alberti Merello (El Puerto de Santa María, Cádiz, 16 de diciembre de 1902, 28 de octubre de 1999) fue un escritor español, especialmente reconocido como poeta, miembro de la generación del 27. Está considerado uno de los mayores literatos de la llamada Edad de Plata de la literatura española. Cuenta en su haber con numerosos premios y reconocimientos. Miembro activo del Partido Comunista de España, se exilió tras la Guerra Civil. Vuelto a España tras la instauración de la monarquía, fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1983 y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz en 1985. Publicó sus memorias bajo el título de La arboleda perdida. Rafael Alberti nació en una familia de origen italiano e irlandés que se dedicaba al negocio del vino en Cádiz.[cita requerida] Cursó la primera enseñanza con las Carmelitas y después ingresó en el colegio de jesuitas "San Luis Gonzaga" en El Puerto de Santa María. La disciplina del colegio chocaba con el carácter del joven, que empezó a obtener malos resultados académicos, siendo expulsado en 1916 por mala conducta. No superó el cuarto año de bachillerato.
En 1917 se traslada a Madrid con su familia. Rafael decide seguir su vocación de pintor, demostrando gran capacidad estética para captar el vanguardismo de la época. Consigue exponer en el Salón de Otoño y en el Ateneo de Madrid. En 1920 muere su padre. Ante el cuerpo yacente de su progenitor, Rafael escribe sus primeros versos. Nace el Alberti poeta. Una afección pulmonar le obliga a desplazarse a la localidad segoviana de San Rafael, en la sierra de Guadarrama. En el retiro, comienza a trabajar los versos que luego formarían Marinero en tierra. Restablecido, regresa a Madrid, donde empieza a frecuentar la Residencia de Estudiantes y se rodea de otros poetas. Conoce a Federico García Lorca, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego y otros jóvenes autores que van a constituir el más brillante grupo poético del siglo XX. En 1924, recibe el Premio Nacional de Poesía por Marinero en tierra3 convirtiéndose en una figura preeminente de la lírica española En 1927, con ocasión del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora, aquel grupo de poetas decide rendir un homenaje en el Ateneo de Sevilla al maestro del Barroco español. Aquel acto supuso la consolidación de la llamada generación del 27, protagonista de la Edad de Plata de la poesía española. -La poesía de Alberti Se distinguen cinco momentos en la lírica albertina: popularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de la nostalgia. El primer ciclo de su poesía está constituido por Marinero en tierra y los dos libros siguientes. En Marinero en tierra expresa su nostalgia por no poder disfrutar del mar de su tierra natal ni de la compañía de su padre. En La amante (1926) refleja sus impresiones por distintos puntos de Castilla (Santo Domingo de Silos, Aranda de Duero, la Ribera del Duero, Burgos...) donde viajó con su hermano, representante de vinos y sus derivados. A esta obra le siguió El alba del alhelí (1927). El poeta se sitúa en la tradición de los Cancioneros, pero desde la posición de un poeta de vanguardia. En un segundo momento, una nueva tradición sucederá a la cancioneril: la de Góngora. El resultado es Cal y canto (1929, pero escrito entre 1926 y 1927). El gongorismo está en la profunda transfiguración estilística a que se someten los temas. En este libro aparecen unos tonos sombríos que anticipan a Sobre los ángeles (1929, pero escrito entre 1927 y 1928). Sobre los ángeles que abre la tercera etapa; esto es, la surrealista nace como consecuencia de una grave crisis personal y en el marco de la crisis estética general común entonces, a todo el arte de Occidente. El clasicismo anterior salta deshecho y, aunque todavía el poeta recurra a formas métricas tradicionales, el versolibrismo irrumpe triunfante. Las
características de este poemario serían la densidad de las imágenes, la violencia del verso y la creación de un mundo onírico e infernal. Es el libro mayor del poeta, que prolongará sus tonos apocalípticos en Sermones y moradas, escrito entre 1929 y 1930, para cerrar el ciclo surreal con el humor de Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929), en donde se recogieron poemas dedicados a los grandes cómicos del cine mudo. Monumento a Rafael Alberti en la plaza del Polvorista, en El Puerto de Santa María. La identificación de conducta privada y pública, que puede ser considerada un rasgo definidor del surrealismo, se traduce en Alberti en una toma de posición ideológica cercana al comunismo, que lo conduce al ámbito de la poesía política, cuya primera manifestación es la elegía cívica Con los zapatos puestos tengo que morir (1930). Con el establecimiento de la Segunda República Española (1931), Alberti se escora hacia las posiciones del marxismo. Los poemas de estos años serán recogidos en Consignas (1933), Un fantasma recorre Europa (1933), 13 bandas y 48 estrellas (1936), Nuestra diaria palabra (1936) y De un momento a otro (1937), en un conjunto que el autor llamaría El poeta en la calle (1938). Hay que añadir la elegía Verte y no verte (1935), dedicada a Ignacio Sánchez Mejías. El ciclo es desigual, pero hay logros notables. En el exilio, inició el último ciclo de Alberti. De la poesía no política destaca Entre el clavel y la espada (1941); A la pintura (1948), retablo sobre los temas y figuras del arte pictórico; Retornos de lo vivo lejano (1952) y Oda marítima seguida de Baladas y canciones del Paraná (1953), vertebrados por el tema de la nostalgia, en los que el verso culto alterna con el neopopular, y con momentos de alta calidad, que reaparecen en Abierto a todas horas (1964) y en el primer libro «europeo», Roma, peligro para caminantes (1968). La última producción albertiana es muy copiosa, sin que falte el poeta erótico, como en Canciones para Altair (1988). La obra dramática de Alberti está integrada por El hombre deshabitado (1930), Fermín Galán (1931), De un momento a otro (1938-39), El trébol florido (1940), El adefesio (1944), La Gallarda (1944-45) y Noche de guerra en el Museo del Prado (1956), además de adaptaciones y algunas piezas cortas. Tras el fallecimiento del poeta se creó la Fundación Rafael Alberti para difundir su obra. No obstante, actualmente se encuentra en proceso de liquidación. Hablar de poesía del 27 es hablar de la Generación del 27, término que se usa para denominar a un grupo de poetas que compartieron unos rasgos comunes y que empezaron a escribir en los años 20, coincidiendo con las vanguardias. El nombre de Generación el 27 se refiere al año en el que casi todos participaron en un homenaje a Góngora, a quien admiraban, en el Ateneo de Sevilla. Protagonizaron uno de los periodos culturales más apasionantes de la Historia de la Literatura española, hasta el punto de que algunos críticos defienden que se trata de la Edad de Plata de nuestra literatura. La época que les tocó vivir fue muy convulsa: Estamos en una época de agitación política de los años anteriores a al Guerra Civil Española. Dictadura de Primo de Rivera; en 1929, revueltas
estudiantiles y cierre de las universidades de Madrid y Barcelona; en 1931, proclamación de la República, quema de conventos en Madrid, disolución de la Compañía de Jesús; triunfo de la derecha en las elecciones del 33; triunfo del Frente Popular en las elecciones del 36, escalada de la conflictividad social e inicio de la Guerra Civil. El núcleo central lo forman seis escritores, los seis que realizan el famoso acto del Ateneo de Sevilla en 1927: Pedro SALINAS, Jorge GUILLÉN, DÁMASO ALONSO, GERARDO DIEGO, Federico García LORCA Y Rafel ALBERTI. Casi siempre suelen añadirse al grupo Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Algunos filólogos entienden que Miguel Hernández, por sus especiales características y su vida, debería figurar como epígono del 27. A pesar de las diferencias entre los distintos autores, se pueden señalar una serie de RASGOS COMUNES a todos ellos: -Coincidieron en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde trabaron amistad y desde donde asistían a infinidad de actos literarios y artísticos como conciertos, conferencias, estrenos, etc. -Todos son de edades similares y poseen una gran cultura literaria. -A excepción de Gerardo Diego, todos mantuvieron actitudes liberales en política y casi todos apoyaron (en mayor o menos grado de implicación) la República durante la Guerra Civil. -Colaboraron en las mismas revistas y asistieron a actos de cierta repercusión como el mencionado homenaje a Góngora. -Reconocieron como maestros a Juan Ramón Jiménez y a Ortega y Gasset. -Crearon un lenguaje generacional concediendo gran importancia al estilo y cultivando la metáfora sorprendente y brillante. SU CARACTERÍSTICA PRINCIPAL: REALIZAN UNA SÍNTESIS ENTRE TRADICIÓN Y VANGUARDIA: 1) La importancia del vanguardismo y el afán de originalidad.. La juventud de los poetas del 27 coincide con el auge de las Vanguardias. De hecho algún poeta como Gerardo Diego, comienza siendo ultraísta y creacionista. En todos ellos se perciben huellas del Vanguardismo. La huella surrealista se advierte en Lorca, Alberti, Cernuda, Aleixandre. Ecos futuristas, por ejemplo, en poemas dedicados al fútbol por Gerardo Diego y Rafael Alberti; al ciclismo por Alberti; coches, aviones, máquinas de escribir aparecen en versos de Salinas...; interés por el cine, el gran espectáculo de los tiempos modernos (poema a Buster Keaton de Alberti). En general el talante vanguardista se nota por el cultivo de la metáfora y la imagen irracionales y oníricas, realizadas entre elementos donde se crea una relación nueva y sorprendente. 2) El respeto y conocimiento de la tradición literaria La poesía del 27 trata de buscar un equilibrio entre tradición y vanguardia. Así, en la métrica, el verso libre convive las estrofas más clásicas. Tratan de conservar lo mejor de nuestra tradición lírica, a la que respetan y revalorizan con sus homenajes, tanto en su versión culta (San Juan de
la Cruz, Garcilaso, Lope de Vega, el citado Góngora, Bécquer) como popular (Romancero, Cancionero, cancioncillas populares). Los poetas de la Generación del 27 realizan una perfecta síntesis entre tradición y vanguardia. ETAPAS DE LA POESÍA DEL 27: La juventud de los poetas del 27 transcurre en los años veinte y coincide con el esplendor de las vanguardias. Empezaron defiendo un arte intranscendente, lúdico, pero las circunstancias políticas que atravesó el país en los años treinta no permitieron que los intelectuales se mantuvieran al margen. a) En una primera época cultivaron una poesía pura, sin sentimentalismo, muy unida a las Vanguardias. Se trata de una poesía intelectual, a veces muy difícil. En esta primera época también se da en muchos de ellos el neopopularismo. b) Hacia 1929 buscaron en el Surrealismo una forma de conocer y expresar los conflictos íntimos. El surrealismo devolvió a la poesía el interés por las pasiones humanas (rehumanización poética): amor, odio, sexo, muerte, sueños. Sintetizaron, por tanto, tradición y vanguardia. Hay que decir que el Surrealismo de los poetas del 27 siempre fue más humanizado que el del resto de Europa, mucho más experimental. c) Las circunstancias políticas de España de los años treinta hicieron que la generación se desintegrase y que los poetas adoptasen una postura más comprometida con los problemas sociales. d) Después de la Guerra Civil Española esa poesía comprometida se vuelve en muchos de ellos desarraigada, existencial, cuando no abiertamente nostálgica, sobre todo la que se da en el exilio. LOS POETAS PEDRO SALINAS: Inicialmente cultivó una poesía influida por el vanguardismo, que se manifestó en la predilección por los objetos de la vida moderna: el automóvil, el cine, la luz eléctrica. En su época de plenitud el tema central de su poesía es el AMOR: La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. GERARDO DIEGO: Su obra presenta dos direcciones: la poesía de vanguardia y la poesía clásica o tradicional. Su primer libro, El romancero de la novia, está impregnado de tonos becquerianos. Gerardo Diego destaca como representante español del Creacionismo con obras como Imagen y Manual de espumas. Su línea clasicista puede verse en Versos humanos y en Soria. JORGE GUILLÉN: Es el máximo representante de la poesía pura. Sus dos obras mayores son Cántico y Clamor. Cántico tiene como tema el entusiasmo ante el mundo /la exaltación de la vida. El poeta disfruta con la contemplación de todo lo creado; el poeta dice: El mundo está bien hecho. Da testimonio del dolor y del mal: injusticias, miserias, guerras; ahora dirá: Este mundo del hombre está mal hecho. ESTILO: Utiliza un lenguaje muy concentrado. Prefiere las oraciones
breves, el estilo nominal, los infinitivos, monosílabos y las exclamaciones. Utiliza estrofas tradicionales basadas en versos breves. DÁMASO ALONSO: Antes de la Guerra Civil sus inquietudes fueron sobre todo teóricas, realizando trabajos muy importantes sobre Góngora, por ejemplo, que influyeron en el resto de la Generación. En estos años escribió algunos libros como Poemas puros, poemillas de ciudad, inspirados en la poesía pura. Su mejor libro lo escribió tras la Guerra Civil, en 1944, Hijos de la ira, un alegato existencial y desarraigado. VICENTE ALEIXANDRE: Poesía anterior a la Guerra Civil: Formalmente, utiliza el verso libre y es una etapa está muy influenciada por surrealismo. Dos títulos fundamentales: Espadas como labios y La destrucción o el amor. En Espadas como labios el tema central es el amor como fuerza destructora; la pasión amorosa se identifica con la pasión hacia la tierra; el sentimiento amoroso permite al hombre integrarse en el cosmos, al que pertenece. Los versos de La destrucción o el amor presentan continuidad con los del libro anterior. Poesía de las Primeras épocas de posguerra: Sombra del Paraíso, (1944) escrita tras la Guerra Civil, supuso para la poesía española el resurgimiento del surrealismo de preguerra. Evoca desde la angustia presente (la cruda posguerra) el paraíso anterior a la aparición del hombre en la Tierra, el edén bíblico, el mundo de los sueños infantiles, pero también el mundo incontaminado. Historia del corazón (1954) supone una rehumanización de su poesía. Recibió el premio Nobel. FEDERICO GARCÍA LORCA: POESÍA: Libro de poemas (evocaciones de la infancia como paraíso perdido), Canciones y Poema del cante jondo se encuadran dentro de la poesía neopopular (romances, canciones, estructuras paralelísticas), con influencias también del modernismo. Poema del cante jondo intenta plasmar la magia y el duende del cante jondo, lo más primitivo del espíritu andaluz (temas del amor y la muerte en una Andalucía trágica y legendaria, expresados en versos cortos, asonantados o sin rima). Romancero Gitano es una obra dominada por la frustración y el destino trágico, el alma de Andalucía, pero también una visión mítica de la vida humana. Destacan las metáforas y adjetivación sensoriales. Poeta en Nueva York refleja con técnica surrealista la experiencia de su viaje a Nueva York en 1929: imágenes irracionales, enumeraciones caóticas..., que reflejan una civilización materialista y una crítica a la deshumanización, la pobreza, la insolidaridad de las grandes aglomeraciones urbanas. De sus demás obras destacamos Sonetos el amor oscuro (amor oscuro = ímpetu ciego del amor; está presente no sólo el amor de los sentimientos y del corazón, sino el amor de la carne). CERNUDA es el más becqueriano, romántico, sentimental y apasionado de la generación del 27.
Sus obras principales son Placeres prohibidos y Donde habite el olvido. En 1936 reúne toda su poesía bajo el título: La realidad y el deseo, palabras que recogen el conflicto central de su vida, el anhelo de realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones impuestas por el entorno social. TEMAS: la pasión amorosa, la soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la exaltación de la belleza. Y, ya en la madurez, la nostalgia y el recuerdo de España, reflexión sobre el paso del tiempo, la vejez y la muerte, y una visión más contemplativa del amor. RAFAEL ALBERTI. ETAPAS: a) Comienzos neopopularistas: En Marinero en tierra, recuerda el paraíso perdido de su infancia en Cádiz. Formalmente está inspirado en la poesía tradicional: estructuras paralelísticas, estribillos, anáforas, repeticiones, octosílabos, a veces mezclados con versos más cortos. b) Barroquismo y vanguardia. En Cal y canto trata temas del mundo moderno: un billete de tranvía, un portero de fútbol. El lenguaje es muy elaborado y los poemas resultan difíciles. c) Surrealismo. En Sobre los ángeles, reflejo de una crisis personal experimentada hacia 1929, el poeta expulsado del Paraíso, vaga sin esperanzas por un mundo sin sentido, acosado por ángeles malos o buenos que representan sus obsesiones. La versificación es variada, desde versos cortos hasta largos versículos. d) Poesía comprometida. Durante la República escribió poesía comprometida o de tipo social (Poeta en la calle) e) En su exilio, se mantiene viva la preocupación social, también está presente en muchos de sus poemas la nostalgia (Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná). 5-DESCRIPCIÓN CENTRO EDUCATIVO Yo estudié en un colegio que se llama Los Naranjos, quizás le pusieron ese nombre porque estaba en un barrio conocido como El Naranjo, quizás fue por aquellos majestuosos árboles que nos recibían cada día al llegar al cole. Tenía una gran verja de hierro pintada de negro y al atravesarla, llegabas al patio delantero, donde jugaban los más pequeños y a través del cual se llegaba al edificio principal. Era un edificio muy cuadrado, con aire moderno ya que en el centro tenía un enorme ventanal ovalado. Por dentro los suelos eran de terrazo rojo y había ese olor a colegio tan característico, entre papel y vapor del comedor, que según el menú del día iba cambiando. Para ir a clase había que subir escaleras, cuanto más mayor te hacías más escaleras tenías que subir,