AULA DE CULTURA HOY HABLAMOS DE AUSIÀS MARCH No podemos dejar pasar una edición más de nuestra revista escolar Suquet de Lletres sin hablar de Ausiàs March: guerrero, dueño y señor de tierras y vasallos, poeta, cazador, halconero real Hombre importante y destacado en su época cuya obra poética ha llegado hasta nuestros días como preciado legado. LA VALENCIA DE SU ÉPOCA En el siglo XV Valencia era una ciudad sometida a profundos cambios. Por aquel entonces en la Catedral se hacían importantes obras de ampliación como era la de su nave central o la finalización del rosetón de la puerta de los apósteles, más conocido por los valencianos como el Salomó. El Miguelete se acababa de construir aunque sin la espadaña actual, convirtiéndose en el símbolo de Valencia. El acceso más importante a la ciudad era, en aquel momento, las torres dels Serrans, que lucía una imagen del ángel Custodio con el fin de proteger la ciudad valentina contra la peste. De referencia obligada era el Palacio Real situado en los jardines de Víveros. Este lugar era la residencia oficial de los monarcas cuando nos visitaban. El Portal Nou tenía un aspecto muy parecido al de las Torres de Quart las cuales también servían para dar acceso a la ciudad. En ellas podemos observar la particularidad de no estar cerradas por su parte posterior. Cuatro años antes del nacimiento de Ausiàs los jurados de Valencia la definían de la siguiente manera: Aquesta ciutat fo edificada per moros a lur costum, estreta i mesquina, amb molts carrers estrets voltats e altres deformitats Sin embargo casi un siglo después el viajero alemán Nikolaus von Popplaw afirmaba: València és molt millor i està sumptuàriament guarnida que quansevol
altra ciutat del rei d Aragó en tots els seus estats; per això hui resideix molta aristocràcia Valencia, en un siglo, se había transformado notablemente. SU VIDA No tenemos certeza absoluta de dónde se produjo el nacimiento del poeta aunque lo más probable es que viera por primera vez la luz en la ciudad de Gandía donde, generalmente, vivían sus padres ya que su progenitor Pedro, tenía en este lugar un gran patrimonio de tierras y otros intereses. A pesar de lo anterior existe un documento del año 1458 de un representante legal que afirma que nació en Valencia ya que este era el lugar de residencia de la familia materna. Sea como fuere lo que sí es seguro que el pequeño Ausiàs dio sus primeros pasos entre Gandía y Valencia. Su padre deseaba un hijo al que poner su nombre y otorgarle sus títulos, patrimonios y dignidades. Pronto cumplió sus deseos pues al primer hijo de su primer matrimonio le puso su nombre, Pedro, pero el niño murió tempranamente. Viudo de su primera mujer, se desposó con Lionor Ripoll y la esperanza volvió a él y con ella la decepción ya que de Lionor nació una niña que sólo le hizo renacer en parte sus ilusiones pues le puso el nombre de Peirona pero su desengaño vino con la noticia de que la recién nacida era sordomuda. Ya no esperaba más hijos, pues Pedro había cumplido sesenta años, cuando su joven mujer Lionor dio a luz un varón al que decidió bautizar con el nombre de Ausiàs. Curioso es cómo llegó a recibir este nombre, nombre por otra parte, desconocido en nuestras tierras. Su origen es hebreo del Antiguo Testamento: El azar que significa Dios ha ayudado. Como Pedro ya tenía tres hijos de su primer matrimonio, Lionor tuvo que luchar con gran habilidad para que Ausiàs fuera nombrado por su padre heredero universal cuando tan solo contaba trece años, lo que causó un gran malestar en el clan March. Ausiàs era miembro de una familia notable, cuyos antepasados, burgueses o funcionarios, se habían enriquecido a lo largo de las generaciones, a lo que hay que añadir que su abuelo, Jaime March, recibió en el año 1360 la condición de caballero en el monasterio de Pedralbes de manos del rey Pedro el Ceremonioso. Otro detalle no aclarado es cómo fueron los primeros años del niño, sí que estaba muy mimado por sus padres pues para su progenitor su llegada había sido muy deseada. Ausiàs recibió la educación propia de los niños de su época y condición social: inició su formación en la escuela de Sta. María de Gandía y estudió las materias propias de la época: gramática latina, lectura de las Sagradas Escrituras, Más tarde y, como correspondía a un doncel, aprendió todo aquello que le era propio a un caballero. Con los años Ausiàs siguió la tradición militar de la familia y, como en el siglo XV todavía no existían ejércitos regulares ni academias militares, hizo su aprendizaje en su ambiente familiar y social: se ejercitó con las armas y los caballos lo que haría de él un buen guerrero y un excelente cazador. Al mismo tiempo su formación cultural se fue consolidando, cosa que se reflejará en sus poesías posteriores. Cuando contaba con dieciséis años perdió a su anciano padre, retirado ya de su cargo de procurador general del duque de Gandía. Su muerte aconteció en Balaguer el 7 de junio de 1413. En este momento nuestro personaje era demasiado joven para suceder a su padre quedando bajo la tutela de su madre.
Un año después recibió una misiva de la Cancillería, firmada por el rey Fernando de Antequera, convocándolo como miembro de la nobleza en las Cortes que se celebrarían al año siguiente en la Seo de Valencia y donde ocuparía el lugar que le correspondería a su padre entre los nobles del reino. Corría el año 1415 cuando Ausiàs todavía era un doncel pero cuatro años más tarde ya se refieren los textos a él como caballero. Es ahora cuando el rey Alfonso el Magnánimo lo reclama para participar en una expedición armada contra las islas y costas mediterráneas. Nuestro protagonista, con 23 años, se involucró en esta empresa militar que le conduciría a Cerdeña donde una vez desaparecida la posibilidad de combatir, el rey junto al poeta se dedicó a cazar con tan buena fortuna que el monarca le nombró halconero mayor, concediéndole también los títulos de señor de Beniarjó, Pardines i Vernissa. En la isla de Córcega es donde por primera vez Ausiàs entra en combate. Le seguirían otras muchas aventuras militares. Es posible que en una travesía de regreso a su patria realizara una de sus composiciones más conocidas: Veles i Vents. Es curioso que en aquellos momentos las instalaciones de las halconerías reales se encontraran en l Albufera de Valencia y era Ausiàs quien se encargaba de adiestrar los halcones y mandárselos al rey, disfrutando también él de los mejores ejemplares. A partir de aquí el joven empezó una vida cortesana: la caza y la poesía le ocupaban sus mejores horas y fue en 1428 cuando abandonó el cargo de halconero. En 1437, con cuarenta años, contrajo matrimonio con Isabel Martorell, una dama de la pequeña nobleza de Gandía, hermana de Joanot Martorell, autor de Tirant lo Blanch. Con este matrimonio se consolidaría su patrimonio y perpetuaría su especie. Esto último no fue posible, el matrimonio duró poco pero su amor hacia esta mujer sobrevivió durante mucho tiempo. En 1443 se casó de nuevo. Esta vez con Joana Escorna, una dama perteneciente a una vieja familia de Pedreguer y, como eran parientes, fue necesario pedir una dispensa papal para que los desposorios pudieran celebrarse. El matrimonio sólo duró un año, Joana murió en Valencia haciendo a su esposo heredero universal de todos sus bienes. De esta unión tampoco nació ningún hijo, algo que para un hombre de aquella época posición social era esencial. Los últimos años de su vida los pasó Ausiàs en Valencia, en una calle situada entre la Seo y la iglesia de Sto. Tomás. Es ahora cuando dedica largas horas a componer poesía aunque a pesar de su edad y, así lo refleja en sus poemas, aún se siente capaz de enamorar a las mujeres, de practicar la caza, hasta el punto de llegar a pedirle al rey que le regalase un halcón. En su poesía nos damos cuenta que el poeta no acepta su vejez, se rebela contra ella. Sus recuerdos tampoco le ayudan a asumir su presente, al contrario, agravan el dolor de sus últimos días. En octubre de 1458 se sintió gravemente enfermo, hasta el punto que ordenó llamar al notario para que redactase su testamento aunque fue provisional, pues más tarde lo cambió. Dispuso que se le enterrara en la Catedral de Valencia entre otras cosas, así como la de nombrar su heredero universal a Jofré de Blanes, sobrino de Joana Escorna, mujer a la que nunca pudo olvidar a lo largo de su vida.
SU OBRA Ausiàs comenzó su obra poética alrededor de 1425 cuando ya había terminado sus campañas militares. Su producción abarca más de 10.000 versos distribuidos en 128 poemas. Su obra podemos la podemos agrupar en cuatro temas: Los Cantos de Amor tienen una temática amorosa. Estos poemas están inspirados por dos mujeres a las que denomina con los pseudónimos de Plena de seny y Llir entre cards pero nunca menciona sus nombres verdaderos: Isabel Martorell y Joana Escorna. El ciclo de Amor, amor, formado por dos composiciones, son una personificación ideal del Amor, o el ciclo Oh, folla amor formado por los poemas donde el poeta es consciente del pecado de un amor deshonesto. Los Cantos de Muerte, formados por seis composiciones, los escribió ya anciano donde se siente culpable de que, tal vez sus pecados lleven a que su mujer Joana pueda condenarse. Aquí expresa un dolor sincero y profundo. Dieciséis poemas componen Los cantos morales en los que utiliza un tono moralizante. En ellos reflexiona sobre el bien y el mal, el pecado y la virtud y el miedo y la muerte. Su composición más personal es el Cant Espiritual formado por 224 versos donde hace un repaso de su vida exponiendo su miedo a la justicia divina, dudando de su salvación y pidiendo misericordia.
Pues bien, espero que después de leer estas líneas conozcáis un poco más la trayectoria humana y artística del hombre que ha dado lugar al nombre de nuestro Colegio: Ausiàs March, al menos esta ha sido mi intención. Bibliografía: Ausiàs March: Una biografía ilustrada. Rafael Matoses y Salvador Vendrell Biografía de Ausiàs March. Ángel Raimundo Fernández González Amparo Cervera Profesora de Historia