Lolita Bosch. El niño q u e quería matar



Documentos relacionados
LA OLA. Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons

de Mi Nada! En serio? Ándale, dinos qué tienes! No pasa nada si nos cuentas, nosotros somos tus amigos. Qué pasa Adrián? Es que hay un niño en

Actividad 1: Olivia y los osos polares

[ TALLER DE RADIO-TEATRO PARA JÓVENES] Guión de radiofónico Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes A.C.

Mientras, yo estoy aquí, en Alemania, escondido, hay muchas personas que continúan

LEYENDO UN CUENTO. Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons

Si quieres, te enseño mi pueblo!

alumnos y alumnas Queremos un mundo mejor? Hagámoslo! La violencia no resuelve los conflictos. Sólo crea conflictos nuevos.

REFLEXIONES DE LOS ALUMNOS EN PRÁCTICAS SOLIDARIAS

El Supermercado. Hoy tengo que ir yo solo al supermercado a comprar un kilo de. . Voy a pasármelo bien en el supermercado.

- Gané!- gritó Paolo y se puso a celebrar alrededor de Alejandro.

CÓMO SUPERAR LA ADICCIÓN A LA COMIDA

Recursos asociados a El cuento con viñetas

DramaShare Drama: La Fiesta de Cumpleaños Spanish Language Script

La nueva aventura. s a r a g i r a l d o j i m é n e z p e r e i r a

INNOVACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA. Angélica María Guerrero Escamilla. Estudiante de la Licenciatura en Derecho

L204 DVD-ROM 1 Audio transcripts: Unidad 1

Música. Tocar y cantar Autor: Carlos Guido

QUE DA. Parte 1. nosotros). Tienes gripa,

Pero lo que más le gusta a Lea es leer, lo hace en todos los sitios, siempre lleva un bolsito colgado con un libro de cuentos, o de animales.

Algar Editorial. La casona

AL PRINCIPIO TE ASUSTASTE. ENTON- CES SABÍAS MUY POCO, PERO HABÍAN 100 GREMLINS ALREDEDOR DE TÍ ESA NOCHE

Actividad 2.- Cuento y vídeo de Ubuntu

Transcripción entrevista Carlos. Entrevistadora: entonces tu lengua materna es náhuatl? Entrevistado: sí, náhuatl.

El BOSQUE DEL MILLÓN DE HUELLAS

El APLAUSO. Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons

Ejercicios de futuro, condicional y presente de subjuntivo. 1.Termina el texto conjugando los verbos entre paréntesis o en el

Miré a mi alrededor, vi al fiscal quien tenía apariencia de villano y me miraba fijamente, era la persona más demoníaca que había visto en mi vida.

Colegio Divino Maestro de Baza Curso

UNIDAD 1. LOS NÚMEROS ENTEROS.

GUÍA DE DISCUSIÓN PARA LOS PADRES

PEDRO VÍLLORA: La muerte

LA ABEJITA AMIGABLE. Había una vez una abejita y estaba en el zoológico y vio muchos

Sacerdote. Licenciado en Psicología. Licenciado en filosofía y letras.

Docencia compartida 1. CASO PRÁCTICO

Vamos a imaginar Ir al dentista

Escenario de Trabajo

EL CIEGO BARTIMEO ES SANADO (D )

RABIETAS INFANTILES EN NIÑOS DE 1 A 4 AÑOS

Evangelia CURSO PARA EL ULTIMO MOMENTO 3. LECCIÓN

DEPARTAMENTO DE PASTORAL

REPORTE - Cómo superar el desamor?

Texto: Millizen Uribe Fotos: Belisario Féliz Jiménez Pais: República Dominicana

CUESTIONARIO SOBRE INTIMIDACIÓN Y MALTRATO ENTRE IGUALES (SECUNDARIA)

ENTREVISTA PARA PADRES DE FAMILIA PRÁCTICAS DE CRIANZA Y CALIDAD DE VIDA

COMO AUMENTAR MIS VENTAS: ENFOQUE EN PROMOCION Y PUBLICIDAD

Algar Editorial. Amarilla

Puedes Desarrollar Tu Inteligencia

UN LIBRO, UNA ILUSIÓN

Qué es un compañero de apoyo? Qué puede hacer un compañero de apoyo? Trabajar con un compañero de apoyo. Apoyo a personas con depresión

DISCURSO DE DESPEDIDA DE LA XXXV PROMOCIÓN DEL COLEGIO SANSUEÑA

Lección Era capaz el hombre endemoniado de salvarse el mismo del poder de todos los demonios que lo controlaban? -No.

Maruja, si, esa soy yo, una Maruja. Mi vida es normal, bonita,

Capítulo 23. El encuadre terapéutico (C)

DEVOCIONALES CON ACTIVIDADES PARA TODA LA FAMILIA Nuevo Testamento - Marcos - Semana #11

Lección Marta pensó que Jesús iba a resucitar a su hermano en el último día. Es eso lo que Jesús quería decir? -No.

DIEZ HOMBRES SON SANADOS (A )

Querido Dios, cuida por favor, de todos los que quiero. Protege a las personas que me quieren y me cuidan, y haz que siempre sean felices.

EL NÚMERO. 1. Vamos a escuchar el comienzo de la película. Quién crees que habla?

ENTREVISTA A OLGA GÓMEZ

Palabras al aire ht 2004 Herencia 4 Programnr:31536tv4. Belén! Oli... Qué? Quiérote decir algo. Qué cosa? Qué? Ayer... encontré Belén.

Quiero mucho este trabajo, me llena a pesar de sus pros y contras.

El don anónimo o la paradoja de Berta

Por este medio queremos agradecer todo el bien que hicieron a mi familia y a mí.

Habilidad: Pedir disculpas. Categoría: Habilidades básicas de interacción social.

ANECDOTARIO UN TRATO VENTAJOSO

Trabajo Práctico III Consigna:

Prefiero las muñecas de trapo que hace mi abuela.

Estás en: Mi hijo de 0-6 años > Educar en casa > Rabietas

EL JEFE DE LA MANADA. Inés Garland. Las Tres Edades

El Antiguo Testamento

LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Y DE LAS NIÑAS

Tema del cuento: La integración.

TE IMAGINAS LOS INFINITOS PROBLEMAS DE UN HOTEL CON UN NÚMERO INFINITO DE HABITACIONES, QUE SUELE LLENARSE CON UN NÚMERO INFINITO DE HUÉSPEDES?

En lugar de anuncios; medicina! Andrés F. Muñoz Esquivel.

Índice. Cómo soy yo? Cómo es mi familia de nacimiento? Mi familia de acogida. Cuando llegué aquí... Actividades importantes con mi familia de acogida

COMUNICACIÓN. Cuándo fue María a buscar semillas? a. Cuando llegó a su casa. b. Al salir de la escuela. c. Antes de ir al campo.

BULLYNG EN EL AULA SITUACIÓN:

Es difícil, pero es posible investigar

TEST DE DEPRESIÓN DE BECK

Introducción a Modelos de Negocio

LAS FRACCIONES DE CARLOS

sesión 11: cómo escoger una relación sana

Introducción Cómo empezar a monetizar mi blog? Porqué son tan interesantes los ingresos por sistemas de afiliados?...

HACER UN SEGUIMIENTO Y PONER LAS HERRAMIENTAS EN ACCIÓN.

CUESTIONARIO CMC.2 (ESO y Bachillerato).

ANDREA IGLESIAS DE LUCAS

Azul o Rosa? Fernanda González Viramontes

Título: Educar para fabricar ciudadanos emisión 49 (13/12/2009, 21:00 hs) temporada 14

En la barriga de una mujer embarazada habían dos niños no nacidos: un pequeño creyente y un pequeño escéptico.

EL FUTURO SERÁ UN REGALO DE DIOS (B )

OBJECION: PREGUNTA: No tengo tiempo? No tengo dinero No soy el tipo de persona de Ventas

El Conejo y Los Cocodrilos

Con quien bailas en tu cama?

Pablo VI. Atenágoras I

Las 3 Claves Para Conquistar Una Mujer

ENCENTRO NACIONAL DE JUVENILES CATEQUESIS PREVIA: ENCUENTRO nacional de JUVENILES 2015

Tiene dudas respecto a su embarazo?

Se siente culpable. Sabe que lo que ha pasado se podría haber evitado y la sensación de tener la culpa aparecerá inevitablemente.

Transcripción:

Lolita Bosch El niño q u e quería matar

Para A.M.

Uno

Me llamo Max, tengo catorce años y paso mucho más miedo que los otros niños. Porque a veces se me ocurren unas cosas muy extrañas que no sé qué son, no sé de dónde vienen ni sé para qué sirven. Si es que acaso sirven para algo. Y entonces tengo la sensación de que los demás se dan cuenta de que no soy como ellos y que por eso me tienen miedo. Tienen miedo de mí. Y eso es exactamente lo que me asusta tanto: que los demás tengan miedo de mí. Porque lo que a mí me gustaría es ser como ellos. Pensar en las mismas cosas que piensan los otros niños. 9

Olvidarme de mí. No quedarme desamparado, como si estuviera sentado en un muelle carcomido, cada vez que mi cabeza se va. Abandonado por mí. Pero no me sale. Y siempre que mi cabeza se va sola, ya es demasiado tarde y no sé detenerme. Detenerla. Y claro: no puedo contárselo a nadie. Porque, digan lo que digan, si los demás se dieran cuenta de que soy como soy y que mi cabeza va como va, me quedaría solo, se burlarían de mí, no me creerían O me tendrían más miedo del que ya me tienen. Más miedo de mí. Por eso no he dicho nada. A nadie. Aunque la verdad es que en el instituto no tengo muchos amigos. Y en otros lugares, tampoco. Muchos niños piensan que soy un poco extraño. Pero a mí no me importa, porque de este modo consigo que no me molesten mucho. Que me dejen tranquilo. Porque ya me he dado cuenta que en el insti- 10

tuto hay compañeros a los que no les tienen miedo y los molestan todo el rato. Pero que a mí, no. Que a mí los demás me evitan. Y está bien así: prefiero que me eviten a que se burlen de mí o que me molesten. Simplemente: que me dejen tranquilo. Aunque no basta. Nada basta. Y a pesar de que me dejen tranquilo, a pesar de que me eviten, a pesar de que haya otros niños a los que molestan más, a mí lo que de verdad me asusta es que me tengan miedo. Porque no sé qué deben pensar de mí. Quién deben pensar que soy. No sé qué esperan. No sé qué ven que yo no veo. No tengo ni idea de lo que creen que puede llegar a pasar ni de lo que sospechan que soy capaz de hacer. Por eso no he dicho nada. Aunque a veces pienso que quedarme callado no servirá. Que ahora que mis compañeros ya se han dado cuenta que no soy como ellos, habrán pensado en algo. Estoy seguro. 11

Aunque yo no haya dicho nada, absolutamente nada. En el instituto, quiero decir. Porque a mis padres no hizo falta ni que les contara por encima ni que les medio escondiera nada. Ellos en seguida se dieron cuenta que me ocurría algo y mi madre me llevó al doctor, un señor desconocido y muy atento que me hizo unas preguntas muy incómodas. Mamá! protesté. Tenemos que hacerlo así, Max. Venga, hazle caso al médico y nos iremos en seguida. El doctor quería saber qué pienso, qué hay en mi cabeza, quién soy. Pero yo preferí no decirle que quería matar. Cómo podía contar algo así delante de mi madre? Cómo reaccionaría si se diera cuenta que en verdad soy como soy? Pobre mamá! No merece tener un hijo como yo. Siempre ha tenido paciencia. Me ha animado a ser valiente. Pobre mamá, siempre me ha ayudado a olvidarme de mi timidez. Y papá también. 12

Pobre mamá, pobre papá. Pobres los dos. Se pondrían tan tristes si supieran que su hijo ha pensado en quitarle la vida a un animal. A muchos animales. Si supieran que he pensado en matar, aunque haya intentado pensar en otras cosas. Y tendrían razón, porque la verdad es que no entiendo cómo puedo pensar en algo así. Y a lo mejor se lo tendría que preguntar a este doctor que me mira tanto. En qué piensas, Max? Cosas. Y no hay nada que me quieras decir? No. Nada importante? Nada importante, doctor. Venga! me pidió mi madre Habla con el médico, Max. Dile qué te pasa. Si no me pasa nada, mamá! Entonces no deberías tener miedo de hablar con él. No tengo miedo, mamá. Lo que pasa es que no sé qué queréis que le diga. Por qué no me cuentas qué pasó en el aula de laboratorio, Max? Dice tu madre que 13

Mamá! Eso son cosas nuestras! Te pedí que no se lo contaras a nadie Y entonces mi madre calla un momento, como si necesitara coger un poquito de aire antes de seguir hablando. Max, no he sido yo. Alguien del instituto ha llamado al médico y Alguien del instituto? Sí, Max. Así que mis compañeros ya lo saben? El qué? Usted qué cree, doctor? Deben de haberles contado a mis compañeros que he tenido que venir aquí No lo creo, Max. Pero lo sabrán! En el instituto todo se sabe y ellos lo acabarán descubriendo. Vamos, hijo! No te desanimes. Que no me desanime, mamá? Lo dices porque tú no sabes lo que es quedarse solo. A que no? No estás solo, Max. Ah, no? No te imaginas lo que será de mí cuando le cuenten a aquella niña Qué niña, Max? 14

Por qué quiere saberlo todo, doctor? O es que cree que debería ir a advertirles de que soy una amenaza? Que soy peligroso, que se alejen de mí, que he pensado en matar. Qué has pensado qué, Max? Lo siento, mamá. Es mejor que lo sepas ahora que ya no puedo volver al instituto. Pero por qué no, Max? Es que acaso no me escucha, doctor? Le estoy diciendo que he pensado cómo es matar! 15

Dos

Cuando pienso en matar, lo pienso así: normalmente estoy sentado en algún lugar tranquilo, sin pensar en nada concreto y sin acordarme de alguien. Y entonces me imagino que llega un animalito frágil, lento, que avanza tranquilo. Unos son animales pequeños y peludos. Otros son ranas. Algún cangrejo. Una tortuga. Y una vez hasta pensé que mataba a un cachorro de perro. Un cachorro gris con manchas blancas. Los animales que se me acercan siempre van solos y yo nunca los llamo. No los provoco. Se acercan porque quieren. Se detienen delante de mí y me miran. Entonces yo les sonrío. Luego los levanto del suelo, saco una navaja 19

del bolsillo de mi pantalón y pensando en otra cosa les impido respirar y les abro el cuerpo de un tajo, seco. Después los dejo en el suelo, me levanto, me sacudo los pantalones, me doy asco y me voy. Aunque nunca, o casi nunca, he escuchado que ninguno de esos animales hiciera ningún ruido mientras yo me alejaba. Creo que siempre que he pensado que los mataba: los he dejado totalmente muertos de un solo tajo, seco. Es horrible, lo sé. Pero no lo pienso porque quiera hacerlo. Ni siquiera porque quiera pensarlo. Sino porque mi cabeza va sola y yo no consigo detenerla. No puedo. No sé. Y la verdad es que ni siquiera tengo una navaja. Ni tampoco me gustaría tenerla. Pero eso no importa. Porque igualmente lo que pienso debe ser mi culpa. Seguro que no me esfuerzo lo suficiente en dejar de pensar y que por eso, de pronto, mi cabeza empieza a imaginar cosas cada vez más espantosas y se va. 20

Me abandona. Abandonado por mí. Como si fuera una peonza cuando se separa de su cuerda. Un trineo en una pista de nieve peligrosa que pierde al niño que lleva encima. Un pájaro ciego que tropieza al dar aquellos saltitos que dan los pájaros ciegos cuando quieren cambiar de sitio. Así es mi cabeza: como un pájaro ciego que tuviera que llegar a algún lugar distinto pero no supiera por dónde pasar porque no ve nada. Y entonces hace lo que hace siempre cuando está solo: abrir una navaja que no existe, matar animalitos de un tajo, seco, mientras yo pienso en cualquier otra cosa y no me acuerdo de nadie, acabo de matar, me sacudo los pantalones, me doy asco y no escucho ningún ruido mientras me alejo. Ninguna queja. Reaccionar y no decírselo a nadie. Absolutamente a nadie. Porque si aquella niña de mi clase lo supiera, nunca me volvería a sonreír como me sonrió el otro día. Era un día especial y en el instituto celebrába- 21

mos algo. No me acuerdo de qué era. Una fiesta histórica, la fecha de alguna batalla, la muerte de alguien que había hecho algo importante o cualquier otro hecho destacado para nuestro país pero que a mí no me importa y que no entiendo en qué me afecta. Bueno, que en verdad no creo que me afecte en nada. Yo estaba sentado en un rincón del patio. Solo. Mis compañeros de clase a ratos me miraban y hablaban entre ellos. Creo que de mí. Pero no me decían nada. Nunca me dicen nada. Entonces aquella niña se detuvo, dejó de hablar con sus amigas, me miró y me sonrió. No hizo nada más. No vino a hablar conmigo ni tampoco hizo ningún gesto para saludarme. Sólo se detuvo, dejó de hacerles caso a los demás por un momento y me sonrió. Qué lástima, pensé yo. La miré y pensé que qué lástima que no pudiéramos ser amigos y basta. 22

Qué lástima que aquella niña ya supiera que yo era peligroso. Qué lástima que todos se hubieran dado cuenta de que quería matar y me hubieran tendido una trampa. Y qué lástima que ella se hubiese prestado a hacerlo. Precisamente ella. La niña que recuerdo siempre que imagino que termino de matar animales. Qué lástima. Por eso no le devolví la sonrisa ni tampoco la saludé. Porque en seguida pensé que no iba a permitir que me atraparan tan fácilmente. Que si entre todos habían decidido que en verdad yo era peligroso y que era necesario encerrarme en algún sitio, no sería yo quien iba a ayudarlos. Porque yo no quería que me encerraran. Me daba más miedo estar encerrado que cualquier otra cosa que pudiera pensar. Incluso prefería que los demás me tuvieran miedo o que mi cuerpo se quedara, a menudo, abandonado por mí. 23

Lo que fuera antes que quedarme completamente solo. Así que aquel día no caí en ninguna trampa. Pero al día siguiente, cuando estábamos en el laboratorio, mi plan de resistir, de no ponerles las cosas fáciles, de combatir, fracasó. Ocurrió esto: nos dieron el cuerpo disecado de una rana y nos pidieron que lo abriéramos en parejas y volviéramos a coserlo al terminar. Yo quise vomitar. Pero no sabía a quién recurrir. Quise pedirle ayuda a mi compañero de pupitre, pero no nos conocíamos mucho. Así que comencé a sudar y noté que se me calentaban las orejas y que los demás no dejaban de mirarme. Todos. Todos ellos pendientes de mí. Pero cómo podía ser que se hubieran puesto de acuerdo otra vez? Cuándo hablaban de mí, si yo siempre estaba en la escuela? A lo mejor lo habían decidido el día anterior, por la tarde, durante aquella celebración histórica que no recuerdo qué era ni qué sentido tenía. A lo mejor me había quedado embobado pensando en la sonrisa de aquella niña, o fui un 24

momento al lavabo, o me despisté un rato y pensé en matar, y ellos lo aprovecharon para tenderme aquella trampa. Qué golpe tan bajo! Aprovecharse de un pobre animal disecado para hacerme fracasar. Pero cómo lo habían averiguado? Quién les había dicho que yo pensaba en matar y que por eso no podía tolerar los cuerpos muertos? Cómo podían saberlo si yo no se lo había contado a nadie? Absolutamente a nadie. Tanto miedo me tenían que habían decidido entre todos encerrarme en algún lugar del que no pudiera volver a salir? No les importaba cómo me sintiera yo? Tan peligroso creen los demás que soy? Pues no lo soy (no puedo serlo). Y no lo hice. Por eso cuando el profesor del aula de laboratorio nos dejó aquel animal disecado enfrente, tuve que gritar. No pude controlarlo: tenía miedo y no sabía dónde estaba mamá. 25

Notaba que todos me estaban mirando, pero me daba igual porque pensaba que seguro que ya era demasiado tarde y que no sabía dónde estaba mamá. Que ellos habían ganado y yo estaba solo. Sin mamá. No la habían avisado? No me esperaba afuera? No vendría a sacarme de allá? Nadie le había dicho que iban a tenderme una trampa y que necesitaría ayuda? O acaso esperaban que me delatara delante de todos mis compañeros y compañeras de clase sin necesitar a mi familia? Porque eso fue lo que hicieron: verme caer en la trampa que me habían tendido. Delante de aquella niña pero solo. Yo no la he matado! Yo no la he matado! Yo no la he matado! grité. Y mis compañeros de clase comenzaron a reírse. Por eso me tiré al suelo, escondí la cabeza entre los brazos, me retorcí como un caracol y perdí el sentido, supongo. 26