LEVÍTICO. Capítulo 16:20-34

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1 PROGRAMA No Script Ready / / AR Recorded / / SM Edited / / Checked / / Corrected / / Mastered / / LEVÍTICO Capítulo 16:20-34 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por el libro de Levítico. Prosiguiendo con el tema de el Gran Día de la Expiación, en este capítulo 16 de Levítico, consideraremos hoy el tercer aspecto: la preparación del pueblo. Leamos los versículos 20 al 22: 16 Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo; 21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. 22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto. (Lev. 16:20-22) En este Gran Día de la Expiación, el sumo sacerdote trabajaba solo. Aarón había rociado la sangre del macho cabrío de Jehová en el propiciatorio y ahora ponía sus manos sangrientas en la cabeza del macho cabrío vivo, y confesaba los pecados de Israel. Debe haber sido una lista sórdida de pecados, pero los confesaba todos. La imposición de las manos denota el hecho de que este macho cabrío se identificaba con los pecados de Israel, es decir, que se convertía en pecado. En Isaías, capítulo 53, versículo 6, se dice de Cristo: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. En la segunda carta a los Corintios, capítulo 5, versículo 21, el Apóstol Pablo dice: Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado. Y esta es una realidad. TTB Página 1 de 7 Programa No. 0177

2 Ambrosio, uno de los padres de la iglesia, dijo: El ladrón sabía que aquellas heridas en el cuerpo de Cristo no eran heridas de Cristo, sino de él mismo. Entonces, Aarón ponía aquel macho cabrío en manos de un hombre que no tenía ningún interés personal en aquel cabrito, y entonces los israelitas eran apostados a intervalos para asegurarse que se cumpliese lo que la ley demandaba. Entonces, el macho cabrío vivo, por fin desaparecía en el desierto para nunca jamás ser visto o hallado. La noticia de que el macho cabrío se había ido era retransmitida de puesto en puesto para que fuera conocida unos pocos momentos después en el templo. Exactamente como la noticia era transmitida de puesto en puesto, también las buenas nuevas de que Cristo ha quitado nuestros pecados han sido retransmitidas desde Mateo, Marcos, Lucas y Juan a Pablo el Apóstol, y luego a los primeros padres de la iglesia, y, por fin, al tiempo suyo y al mío, a usted y a mí. Cristo, amigo oyente, ha quitado nuestros pecados de una manera perfecta y completa. La víctima propiciatoria ilustra muchas Escrituras que hacen referencia a esto. En el Salmo 103, versículo 12, leemos: Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Isaías 38:17 nos dice: He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. También en Isaías, capítulo 44, versículo 22, leemos: Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. El profeta Jeremías, nos dice en el capítulo 50 de su profecía, versículo 20: En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado. Y también en el capítulo 31, versículo 34, Jeremías otra vez dice: Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me TTB Página 2 de 7 Programa No. 0177

3 conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. Ahora, qué significa el Gran Día de la Expiación para el creyente? Pues, es también un día santo para nosotros. Cuando el sumo sacerdote está allí con las manos sangrientas puestas en la cabeza del macho cabrío, pensamos en nuestro Señor en la cruz. Juan le señaló diciendo en el capítulo 1 de su libro, versículo 29: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. El Apóstol Juan, en su primera carta, capítulo 1, versículo 7, dice: pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. El decano Law ha dicho: La fe transfiere nuestros pecados; Cristo los quita; Dios los olvida. Volvamos ahora al capítulo 16 de Levítico y continuemos leyendo los versículos 23 y 24: 23 Después vendrá Aarón al tabernáculo de reunión, y se quitará las vestiduras de lino que había vestido para entrar en el santuario, y las pondrá allí. 24 Lavará luego su cuerpo con agua en el lugar del santuario, y después de ponerse sus vestidos saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la expiación por sí y por el pueblo. (Lev. 16:23-24) Con esto, el ritual del Gran Día de Expiación había sido consumado. Sin ser irreverentes, permítanos decir que todo lo que le quedaba por hacer a Aarón era lavarse y ordenar las cosas. Notemos una vez más, que esto no tiene ninguna contraparte en Cristo. Cuando Jesucristo terminó Su obra, se sentó a la diestra de Dios. Aarón no se atrevía a entrar en el Lugar Santo sino hasta después de otro año. Nuestro Señor se sienta a la diestra de Dios, porque ahora no hay ninguna mancha de pecado sobre Él aunque llevó todos los pecados de todo el mundo en la cruz. Continuemos ahora leyendo los versículos 26 al 28 de este capítulo 16 de Levítico: 26 El que hubiere llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo, y después entrará en el campamento. 27 Y sacarán fuera del campamento el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación; y quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol. 28 El que los quemare lavará sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después podrá entrar en el campamento. (Lev. 16:26-28) TTB Página 3 de 7 Programa No. 0177

4 El versículo 25 dice que el sebo de la ofrenda por el pecado se trata como holocausto. Ahora, el que llevaba al macho cabrío al desierto era contaminado por haber entrado en contacto con el macho cabrío vivo, y tenía que lavarse a sí mismo y sus vestidos. Los cadáveres del becerro y del macho cabrío que se había ofrecido eran llevados fuera del campamento y quemados, y los que hacían esto también tenían que lavarse. Amigo oyente, Dios inculcó en el corazón de estos israelitas el hecho de que eran pecadores perdidos. Y aun hoy día, Dios nos demuestra que Él es santo y que el pecado aparta al hombre de Dios. Estábamos apartados de Dios por causa del pecado, pero vino Cristo y murió por nosotros. Él es quien quitó nuestros pecados cuando entró en el Lugar Santísimo con Su propia sangre. Leamos ahora, los versículos 29 al 34 de Levítico capítulo 16: 29 Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros. 30 Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. 31 Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo. 32 Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas. 33 Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. 34 Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó. (Lev. 16:29-34) El Día de la Expiación es el único día de duelo y ayuno que Dios dio a Su pueblo. En este Día de Expiación uno no dice: Feliz Yom Kippur, ni Gozoso Yom Kippur. Pues así no es como se celebra ese día. Es el día para afligir el alma por causa del pecado. Es un día de duelo por el pecado. Esta era la única razón para el ayuno en el Antiguo Testamento. Este día tenía que ser celebrado hasta cuando viniera el sacrificio permanente y eternal, el cual fue cumplido por Cristo con Su muerte en la cruz. Hay un himno que cantamos en nuestras iglesias y cuyas palabras nos expresan bien este pensamiento. Dice: TTB Página 4 de 7 Programa No. 0177

5 Levantado fue Jesús en la vergonzosa cruz Para darme la salud; Aleluya! Gloria a Cristo! Soy indigno pecador Él es justo Salvador, Dio Su vida en mi favor; Aleluya! Gloria a Cristo! Por mis culpas yo me vi en peligro de morir, Mas Jesús murió por mí; Aleluya! Gloria a Cristo! El rescate a Dios pagó, Consumado es declaró; Dios por eso me aceptó; Aleluya! Gloria a Cristo! Y así, amigo oyente, toca a su fin nuestro estudio del capítulo 16 de este libro de Levítico. Y entramos ahora al capítulo 17. En este capítulo 17 estudiaremos el único lugar de sacrificio y el valor de la sangre. Este capítulo tiene una aplicación directa a la marcha a través del desierto y al período cuando los israelitas acampaban alrededor del tabernáculo. Tiene que ver con las consideraciones relacionadas con la ética, antes que con las consideraciones ceremoniales. Los animales limpios para el alimento, tenían que ser sacrificados en el tabernáculo. Sólo los versículos 8 y 9 de este capítulo, tienen que ver específicamente con la ofrenda ceremonial de un sacrificio a Dios. Después que la nación de Israel se esparció por toda la tierra de Palestina, algunos vivían a muchísimos kilómetros del tabernáculo. No habría sido factible ni aun posible que ellos trajeran los animales que iban a comer para matarlos en el tabernáculo. En Deuteronomio, capítulo 12, veremos que Dios revisó las instrucciones que les había dado antes cuando ya estaban listos para entrar en la tierra. Ahora, por qué dio Dios tales instrucciones? Bueno, Israel acababa de salir de Egipto donde había estado rodeado por la idolatría. Habían adorado a los ídolos de Egipto y siempre existía el peligro de que cayeran de nuevo en la idolatría. Habían adorado los dioses de la naturaleza durante su estadía en Egipto. En el versículo 7, la palabra traducida demonios es en realidad Seirim, que quiere decir, peludo y se TTB Página 5 de 7 Programa No. 0177

6 refiere a los machos cabríos. Los Egipcios, por ejemplo, adoraban a Mendes, el dios en forma de macho cabrío, y los griegos también adoraban al dios en forma de macho cabrío al cual llamaron Pan. Ahora, este dios Pan, es familiar para muchos de nosotros debido a su mención en la literatura y arte griegas. Tenía rabo, cuernos y pezuña hendida. El cristianismo medioeval identificó esta forma con la del diablo. Y derivamos nuestra palabra pánico, de su uso en aquellos tiempos cuando se usaba para describir el terror que causaba el diablo. De esto, vemos que a los israelitas les fue prohibido matar a cualquier animal en cualquier lugar que no fuese el tabernáculo, para impedir así que lo ofrecieran a Pan, el dios en forma de macho cabrío. Aprendemos luego, que jamás debían comer sangre. La razón que se da es específica. La sangre representa la vida. Y había dos razones para esta prohibición. Primero, la vida es sagrada. Aun los animales no debían ser muertos innecesariamente. En segundo lugar, la sangre habla del sacrificio de Cristo. La vida es sagrada y debe ser protegida. Pero Cristo debe dar Su vida para que el pecador pueda tener vida. La sangre y la vida son sinónimas. El hombre nunca debía comer sangre. Pero debe tomar la sangre de Cristo, que quiere decir, apropiarse por la fe de la sangre derramada de Cristo, la vida de Cristo que Él entregó, para que tengamos vida. Vamos, pues, a amar, a alabar y hablar de la sangre. Son muchas las veces que en la iglesia se trata de restarle importancia al tema del pecado. Y, amigo oyente, siempre que hay vacilación en mencionar el pecado, sigue por consiguiente que se le da también poca importancia a la preciosa sangre de Cristo, y esta es una situación sumamente peligrosa y delicada. Bien, entraremos de lleno en el estudio de este capítulo 17 de Levítico, Dios mediante, en nuestro próximo programa. Mientras tanto, le sugerimos que estudie los versículos que contiene el capítulo 17 de este libro de Levítico que seguimos considerando, para estar mejor informado y mejor preparado para nuestro próximo estudio. Las notas y bosquejos que enviamos serán de gran ayuda y orientación en la comprensión de la Palabra de Dios y están a su orden sin costo alguno para usted. Si no las ha recibido o no las ha solicitado todavía, pídalas a la dirección que mencionaremos dentro de contados instantes. Al escribirnos, tenga muy en cuenta detallar en forma clara su nombre y dirección completos y en orden, sin que falte ningún detalle de sus datos personales, pues esto TTB Página 6 de 7 Programa No. 0177

7 nos ayudará para enviarle sin contratiempos a su dirección, las notas y bosquejos que ofrecemos, que como hemos dicho, no le costará un centavo de su parte. Escríbanos, de ser posible hoy mismo. Será, pues, Dios mediante, hasta nuestro próximo programa, es nuestra oración que el Señor derrame sobre usted Sus ricas y abundantes bendiciones! TTB Página 7 de 7 Programa No. 0177