LOS ENIGMAS - JORGE LUIS BORGES

Transcripción

1 LOS ENIGMAS - JORGE LUIS BORGES Estaban: Que la vida tiene muchos enigmas?, por favor, pregúntenselo a un escritor de novelas policiales por ejemplo o a Jorge Luis Borges que tituló a uno de sus poemas como Los enigmas Ezequiel. Los enigmas de Jorge Luis Borges autor argentino, cuentista y poeta, además destacado por su labor como ensayista y considerado como uno de los mejores escritores del siglo XX, conocido mundialmente. Y hoy justamente llega a nuestras manos este soneto que se titula Los enigmas, escrito bien temprano en la vida del autor. Escrito en 1964 incluido dentro del libro El otro, el mismo, que probablemente sea uno de sus mejores libros de poemas. La época más fermental en que se escribió parte de su obra, lo leemos: Yo que soy el que ahora está cantando seré mañana el misterioso, el muerto, el morador de un mágico y desierto orbe sin antes ni después ni cuándo. Así afirma la mística. Me creo indigno del Infierno o de la Gloria, pero nada predigo. Nuestra historia cambia como las formas de Proteo. Qué errante laberinto, qué blancura ciega de resplandor será mi suerte, cuando me entregue el fin de esta aventura la curiosa experiencia de la muerte? Quiero beber su cristalino Olvido, ser para siempre; pero no haber sido. Jorge Luis Borges. Que poema tan contundente diría yo Esteban, tan certero en su planteamiento. Y tan personal como lo plantea el. Forma parte de un planteo habitual que Borges hace en su literatura y que es incluirse a él como parte del relato, a veces Borges está narrando en tercera

2 persona y se incluye en algún momento y rompe ese pacto narrativo que hay con el lector como hace un poco en este poema que es absolutamente personal. Recuerdo que en un cuento muy breve que tiene titulado El cautivo, en un momento está contando la historia en tercera persona, sin participar el en la historia y en un momento dice, no quiero inventar lo que no sé, como metiendo su yo de alguna manera dentro del texto que es lo mismo que hace acá ya desde el principio. Hay un yo lírico muy concreto que es claramente identificable con él, esto en literatura es algo que no hay que hacer habitualmente identificar al autor con el yo lírico o el narrador, pero en este caso es inevitable pensar que lo que Borges pone en este poema es lo que el efectivamente piensa y siente con respecto a un tema tan absoluto y radical como es la muerte. Si, y lo contrasta tremendamente con su vida presente sabiendo que el futuro la trae a la vuelta de la esquina. Por supuesto, y que de alguna manera como dice él el final de esta aventura es ese, todos sabemos que el final de la aventura de la vida va a ser precisamente la muerte, el momento final donde nos enfrentemos o con un pasaje o con un enigma y de ahí el título. Sabés Esteban que los poetas no siempre ponen títulos a sus poemas, como el poema es una construcción usualmente breve muchos poetas lo omiten, en algunos casos le ponen números y es muy clara en este sentido la referencia a Pablo Neruda con sus 20 poemas de amor y una canción desesperada donde los poemas no tienen nombres sino números. En otros casos usan las primeras líneas. Exacto, en otros casos se usa para identificar más rápidamente los poemas la primera línea cuando el autor no le pone título, pero a veces si los titulan, y este es el caso, y el título es un componente más del poema. Se lo considera técnicamente paratexto que es que el titulo no forma parte del texto en sí, pero siendo un poema de una construcción tan breve, sobre todo este que es un soneto que son 14 versos solamente el título es una clara marcación de lo que él quiere decir. La palabra enigma no vuelve a aparecer en el poema pero está puesta allí al principio y me está marcando que me está hablando de un enigma o enigmas porque él dice que hay varias posibilidades con respecto a lo que suceda luego de la muerte, ese enigma es la muerte. Qué va a pasar con nosotros, qué va a pasar con toda nuestra interioridad una vez que hayamos muerto y que nuestra existencia física y terrenal hayan desaparecido. Es tremendo eso, porque muestra al principio toda una vitalidad de alguien que está en una acción tan vital como es el de estar cantando, estar relatando cosas. De manera que nos explica que hay toda una serie de emociones en

3 funcionamiento pero que mañana se contrasta todo eso con lo misterioso de la muerte. Bien, todo eso que mencionas está en la primera estrofa, el empieza diciendo: Yo soy el que ahora está cantando y lo que nosotros leemos era primitivamente la letra de una canción porque la lírica surge como la letra de una canción, es decir siempre con acompañamiento musical, conociendo perfectamente este origen de la lírica precisamente es que dice yo soy el que ahora está cantando, el que ahora está construyendo este poema, la letra de esta canción que uno está leyendo o escuchando. E incluso podríamos extenderlo más a toda la obra que está produciendo. Exactamente, es decir soy el que está escribiendo, soy el que está vivo detrás de estas líneas, además está jugando con el hecho de que estamos leyendo este poema años después de que Borges ha muerto, y sigue cantando para nosotros, hay una inmortalidad que logra el escritor o el artista en general, y esa inmortalidad se concreta por medio de su obra. Borges siempre juega con estos conceptos y continua diciendo ese contraste que marcabas Esteban, seré mañana, mañana en relación a un futuro lejano, todavía faltaban unos 20 años para que Borges falleciera, es decir que no tenía ninguna enfermedad ni nada en este momento en concreto, si estamos en el inicio de su ceguera, la ceguera de Borges fue progresiva, es decir que no fue de un día para otro sino que se debe a una enfermedad congénita que fue creciendo a lo largo del tiempo hasta que más o menos promediando los 60 años él estaba totalmente ciego, tenía prácticamente una nula capacidad de visión. Yo mañana voy a ser el misterioso, el muerto, y no misterioso en el sentido habitual de la palabra, sino que misterioso porque para él la muerte es un misterio. Entonces cuando nos enfrentamos a un Borges que ya no existe nos enfrentamos al misterio de una vida que termina, nos enfrentamos al misterio más rotundo de la muerte, dice: el morador de un mágico y desierto orbe sin antes ni después ni cuándo, está marcando algo muy claro Borges, la muerte es la salida del tiempo, voy a un universo donde no hay antes ni después ni cuándo. Como que se detiene la construcción de su historia personal. Exactamente, ahí tenemos marcaciones de tiempo, antes, después, cuando, es decir que el paso del tiempo no va a existir más dentro de lo que yo soy. Ahora, el ser humano está inmerso en el tiempo, no podemos actuar ni pensar fuera de tiempo, estamos condenados al tiempo, y es imposible zafarnos de la progresión temporal, de alguna manera Borges está diciendo que la muerte es

4 algo que no se parece a nada y que resulta absolutamente imposible de imaginar porque para pensar e imaginar y reflexionar necesitamos del tiempo, de manera que estamos enfrentándonos a una situación que jamás vivimos y que ni remotamente podemos imaginar porque imaginar la ausencia de tiempo para el ser humano es imposible, cualquier cosa que hacemos, levantar una lapicera, escribir, hablar, redactar un poema o leerlo, todo está atravesado por el tiempo, nunca podemos salir del tiempo, no me puedo descorrer de esa linealidad que tiene el tiempo. Por eso el habla de esa orbe mágica, un desierto, de una forma que es totalmente diferente al que está enmarcado en ese momento. El usa esta idea de desierto para representar la intemporalidad, es decir que no hay nada, y si no hay nada yo no me puedo mover y nunca voy a estar cerca ni lejos porque no hay nada. Entonces, de alguna manera él está representando también lo que para él se relaciona con la muerte que es el concepto de soledad, no hay tiempo pero al mismo tiempo eso implica estar solo, porque también en el tiempo nos vinculamos con las demás personas. Continua él hablando de la mística, y este es todo un tema porque se va a meter en el ámbito religioso relacionado con la muerte y ahí va a desarrollar su segunda estrofa. Empieza a desarrollar una teología al respecto. Una especie de teología, una cierta marcación teológica porque dice me creo indigno del infierno, y ahí se está vinculando claramente con el concepto griego en primer lugar y cristiano en segundo lugar de lo que pasa después de la muerte. Los griegos pensaban que todo el mundo iba al inframundo, al tártaro, al hades, a un lugar donde de alguna manera purgaba por todos los pecados y las malas acciones cometidas a lo largo de su vida, y cuando habla de la gloria se está refiriendo a la otra parte de su filosofía, la filosofía personal de Borges, está de alguna manera refiriendo a lo que es el mundo germano, celta, europeo, a la trascendencia por medio de la gloria, del éxito guerrero. En este caso de los germanos sobre los anglosajones, culturas que el admiraba profundamente. Hacemos una pausa, entonces si no es digno del infierno o de la gloria, de qué es digno?, según su consideración, luego de la pausa Ezequiel Dellutri seguimos viendo este soneto Los enigmas de Jorge Luis Borges. PAUSA

5 La segunda estrofa de este soneto Los enigmas, dice que así afirma la mística decías vos Ezequiel que se mete en el ámbito teológico y espiritual porque se cree indigno del infierno o de la gloria, pero dice que nada predice. Nada predigo, nuestra historia cambia como diciendo, hemos visto de tantas formas distintas lo que sucede después de la muerte que no me juego por ninguna, no me juego por el infierno que decíamos que tiene vinculaciones con el mundo greco romano y con el mundo o la cultura cristiana, pero tampoco por la gloria que tiene más relación con las culturas centro europeas previas a la llegada del cristianismo con el tema del heroísmo que es algo muy importante dentro de Borges, la trascendencia por medio del acto heroico, y la gloria también como la entendemos nosotros en el día de hoy como una forma de trascendencia, el ser famoso, el ser conocido, el dejar un legado. Una huella en la historia. Exactamente, que redunda en gloria para mi persona y por ende en no caer en el olvido, dice yo no me juego ni por una ni por otra, pero me abstengo de tomar partido porque dice que la historia cambia y las cosas cambian y tal vez terminamos descubriendo que hay alguna tercera oportunidad que en este momento desconocemos, dice la historia cambia como las formas de Proteo, Proteo es una deidad marina dentro de la cultura griega que tiene como característica la capacidad de poder tomar distintas formas. Por un enfrentamiento con Menelao, guerrero griego protagonista en gran parte de la guerra de Troya, en un enfrentamiento este Dios va tomando distintas formas y por eso se habla de Proteo o de lo proteico como una forma de ir tomando distintas formas o cualidades según la circunstancia en las que nos encontramos. Él tendría ese deseo de ser como Proteo en las distintas etapas de su vida? Probablemente, y también de reconocer que en la vida todo va cambiando, que no siempre las convicciones que parecen firmes en un momento se mantienen firmes en la otra, de alguna manera él se está proyectando y está diciendo no sé cuándo tenga 85 años o la edad que fuera no sé si voy a seguir convencido de que no soy digno del infierno o no soy digno de la gloria. Porque todavía le falta recorrer un trecho en su vida. Exactamente. Además, hay un juego irónico por supuesto, porque el excluye el cielo. Por eso él dice nada predigo, podría ser que me corresponde el cielo, y esa posibilidad está ahí y con eso está jugando Borges con esa particular ironía

6 sin mencionarlo que atraviesa todos sus textos, llegamos Esteban a la pregunta clave que se hace en el poema, esa pregunta larga que toma el primer terceto y también el primer verso del segundo, dice: qué errante laberinto, que blancura ciega de resplandor será mi suerte?, la palabra ciega en Borges es fundamental porque lo está diciendo precisamente un ciego, alguien que la padece y sabe de qué habla cuando la menciona. Es interesante que relaciona la ceguera con la blancura. Exactamente, cuando me entregue el fin de esta aventura la curiosa experiencia de la muerte, lo que decíamos hace un ratito, la aventura de la vida termina siempre con la muerte, hay un refrán que es casi brutal, dice que todos tenemos la seguridad en el futuro de una lápida, y esto es durísimo pero es la verdad, todos sabemos que vivir implica también morir. Y él lo reconoce y lo presenta aquí, pero lo representa como algo curioso. Precisamente, y volvemos al título que es tan importante para el texto, es un enigma para él, y él se siente de alguna manera hasta casi desafiado intelectualmente para intentar descubrir o conocer que hay detrás de esa barrera casi inexpugnable que es la muerte. Termina diciendo quiero beber su cristalino olvido, no me niego a la muerte, asumo que la muerte forma parte de la existencia, y el emparenta a la muerte con el concepto de olvido. Es decir que cuando me muera voy a ser olvidado, nosotros decimos que no, que Borges vive en sus poemas, pero Borges persona es efectivamente olvidado, de alguna manera cuando pasa el tiempo tendremos las biografías, tendremos los datos, en estos momentos tenemos a muchas personas que compartieron tiempo con él, pero en muchos años va a quedar de Borges solo su obra, y la obra no es Borges, Borges es la persona. Lo que el de alguna manera está diciendo es que todos terminamos en el olvido, las pulsiones, lo que somos realmente termina desapareciendo, podemos dejar un legado, pero el legado aunque pueda representarnos no somos nosotros, y termina diciendo quiero beber su cristalino olvido, ser para siempre pero no haber sido. El anhelo contradictorio. Absolutamente, él siempre juega con la contradicción, Borges como también los grandes poetas, recuerdo en este momento un poema de Neruda que dice no la amo sino porque la amo, esa contradicción permanente que está muy bien que se de en el arte, refleja también la contradicción interior que muchas veces tenemos nosotros y que padecemos permanentemente.

7 Es que siempre buscamos querer ser, y continuar, y eternizarnos y proyectarnos, pero nos damos cuenta que a veces es mejor no haber sido, y es mejor que desaparezca todo lo que somos. Exactamente, el primero parecería no temerle a la muerte, dice quiero beber del olvido de la muerte, ser para siempre, es decir que de alguna manera en la exclusión del tiempo el siente que tal vez gane una existencia eterna sobre lo que tiene muchas dudas e insisto con el título, es un enigma para él, ser para siempre pero no haber sido, el lo que quiere es no dejar nada atrás, y la muerte implica dejar atrás. Ahora, en todo este contexto de este poema tenemos que entender que Borges era ateo, una persona que consideraba que no existía el Dios judeocristiano en el que creemos, y el de alguna manera juega con un concepto que es el concepto más radical para un ateo que es el concepto de la muerte. Es decir que si yo soy ateo y no creo en una realidad posterior a la vida digo que la muerte es el momento final de todo, es el momento donde no hay más nada, es la terminal definitiva de la vida, no queda otra estación más adelante. Borges juguetea con ese concepto y dice que no cree que haya más nada pero podría coquetear con el hecho de que si haya otra cosa. Supongamos que sí, o por lo menos dejemos la puerta abierta. Exactamente, juguemos aunque sea intelectual o artísticamente a pensar que hay otra posibilidad. La existencia genera angustia porque se acaba, porque es finita, y esa angustia, la famosa angustia existencial, la angustia de ser y de tener que transitar por la vida, y de tener a veces falta de objetivos, y a veces objetivos muy claros en la vida, pero objetivos que se apagan cuando me choco con la muerte, debe generar una angustia terrible. Lo sabemos porque lo hemos vivido, y por eso también necesitamos darnos cuenta de que hay algo más allá, de que la vida es un pasaje transitorio, de que estamos en esta vida para después acceder a otra realidad, que es una realidad sin tiempo ni espacio como dice Borges donde vamos a estar más allá de nuestra tangencial realidad actual, y donde vamos a realmente conocer lo que Dios tiene preparado para nosotros, siempre adelante para un cristiano hay algo más valioso que lo que queda atrás. Por eso el dolor es soportable, por eso la angustia es soportable, porque sabemos que hay algo más, porque sabemos que hay otra cosa. Porque no es un enigma, si bien lo es en muchos aspectos, pero no un enigma que no tenga resolución. Exactamente, es un enigma porque hay muchas cosas que como decíamos recién no podemos imaginar cómo va a ser una vida sin tiempo.

8 No lo comprendemos. Pero a pesar de eso sabemos que hay algo más allá, y sabemos lo más importante que hay más allá, sabemos que hay un Dios de amor que nos está esperando. Jesús dice voy a preparar un lugar para ustedes, y de alguna manera nosotros sabemos que no es solamente una continuidad, sino que es una continuidad que se da en determinados términos y con determinadas condiciones, que vamos a estar en contacto con nuestro padre más cabal, que vamos a estar en contacto con el amor de un Dios que nos puso en la tierra y nos dio un sentido para nuestra vida, y que permitió que nuestra vida no se acabe ahí sino que continúe creciendo después de esa barrera que para muchos es inexpugnable que es la muerte. Todas las personas tenemos la trascendencia al alcance de la mano, hay que tener la capacidad de fe, de tomar eso que Dios nos está ofreciendo para pegar el salto a la trascendencia final, a esa trascendencia que nos va a llevar a estar en contacto con un Dios de amor que se acordó de nosotros acá en nuestra vida terrenal y que quiere estar junto a nosotros también a lo largo de toda nuestra eternidad, son conceptos difíciles de asimilar Esteban porque la muerte nos duele a todos. Sin duda que es un enigma como lo era para Borges este tema de la muerte, de la vida, y de lo que pueda haber después de ella, pero si nos quedamos simplemente en el vacío sin tener la posibilidad de donde aferrarnos con esperanza terminará siendo trágico. Sin embargo, para quien la mira desde la perspectiva de Jesucristo la muerte también implica una resurrección y una vida eterna. Seguro Esteban, tenemos como dice la canción cuando allá se pase lista una patria celestial a la que volver, estamos acá porque queremos volver a esa patria celestial en algún momento y sabemos que Dios nos está esperando allá, nuestra vida es solamente un viaje y hay un punto de llegada y no de partida, y esto es lo verdaderamente interesante de la vida de un cristiano. Qué tristeza que me da pensar que un hombre inteligente y capaz como Borges no tuvo la capacidad también de dar ese salto de fe, que bueno es que nosotros podamos darlo en este momento, y tal vez hay algún oyente que no se anima o que le cuesta dar el salto de fe, yo le propongo que lo piense y que lo reflexione, que ore a Dios pidiéndole que le de fuerzas para poder confiar y que viva una vida plena sabiendo que esta vida no se termina acá en lo terrenal y lo contingente.