Influencia del color sobre las emociones Por Erwin Watermeyer, F.R.C. Director del Departamento Técnico de AMORC Revista El Rosacruz A.M.O.R.C.

Transcripción

1 Influencia del color sobre las emociones Por Erwin Watermeyer, F.R.C. Director del Departamento Técnico de AMORC Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Es un hecho muy bien establecido que los colores son capaces de ejercer una influencia profunda sobre la consciencia objetiva y subjetiva del hombre. Muchos de estos efectos psicológicos del color se han conocido durante muchos siglos Sin embargo, ha sido solamente en tiempos relativamente recientes que investigaciones científicas sistemáticas se han llevado a cabo en este vasto campo de investigaciones. Durante las dos últimas décadas se han publicado muchos libros y artículos de valor que tratan de los efectos psicológicos de los errores. De entre la gran cantidad de datos acumulados, han emergido ciertos principios generales. Parece que los colores pueden ejercer tres influencias fundamentalmente diferentes y definidas: su efecto puede ser estimulante, su influencia puede ser calmante o, finalmente, pueden ejercer un efecto deprimente sobre la consciencia humana. Los colores rojo, naranja y amarillo son, generalmente, considerados estimulantes. Por otra parte, la influencia del verde o azul-verdoso es calmante y tranquilizador. Finalmente, se ha encontrado que los colores azul, violeta y púrpura ejercen un efecto deprimente y dominante sobre la mente. En adición a estas tres influencias básicas, los colores también pueden originar sensaciones de calor o de frío. El rojo, naranja y amarillo se consideran como colores calientes, en tanto que el azul, violeta y púrpura, son enfriadores de acuerdo a su influencia. En esa relación, el verde y el azulado-verdoso no son calientes ni fríos, sino neutrales en sus efectos. Las influencias recién enumeradas parecen ser demasiado simplificados y totalmente faltos de complejidad. Un estudiante serio dudará de que las influencias de los colores sean en realidad tan simples como se han delineado. Tal estudiante está completamente acertado en su punto de vista. Las leyes y principios recién dichos, son los fundamentos básicos. Si estos principios fundamentales han de ser exitosamente aplicados, entonces muchos puntos adicionales deben tomarse en consideración. Desde un punto de vista psicológico, parece haber sido bien establecido que los colores no poseen poderes inherentes de por sí. Por ejemplo, no hay poder intrínseco en el color rojo que produzca el efecto de excitación. Las influencias emocionales que los colores ejercen sobre el hombre se deben en su mayoría a impulsos condicionados que han sido establecidos de diferentes modos, sea a través de la educación o a través de la experiencia personal. Desde nuestra más temprana niñez, todos hemos sido entrenados para aceptar lo que podría denominarse como el tradicional simbolismo occidental del color. Se nos ha enseñado, por ejemplo, que el blanco es un símbolo de pureza y que el negro es un símbolo del mal. Hemos aprendido que el rojo simboliza el alzamiento de la emoción y la pasión, y que está asociado con la furia y la lucha. Sería posible dar una larga lista

2 detallando los tradicionales simbolismos del color que todos hemos adoptado a través de la educación. La influencia del color también se origina en ciertas asociaciones inconscientes, ocasionadas por la experiencia personal. Estas asociaciones probablemente son el origen de los poderes que los colores pueden ejercer y que previamente fueran descriptos. A través de la experiencia personal, hemos aprendido a asociar el color rojo como la sangre y el fuego y de tales asociaciones probablemente se origine su efecto excitante. Similarmente, hemos aprendido a asociar el color amarillo con el sol de largo alcance que trae luz y vida a un mundo obscurecido. Quizás es de esta asociación inconsciente que el efecto del amarillo sobre nuestra consciencia es de alegría y estímulo positivo. Igualmente, asociamos el verde con la tierra, con vegetación viviente, tal como el pasto verde, los árboles y los caminos extensos, y quizás de tales asociaciones derive el color verde sus efectos calmantes y tranquilizadores. Finalmente, hemos aprendido a asociar el color azul con aquel del cielo claro y la atmósfera rarificada. La amplia extensión del universo, y quizás es a través de esa asociación que el azul produce un efecto suavizante sobre nuestra consciencia, evocando dentro de nosotros imágenes que indican la pequeñez de nuestros seres individuales dentro de un universo vasto e inmensurable. Estas consideraciones bien pueden explicar las influencias psicológicas que se sabe que definidamente poseen los colores. El color tiene tres dimensiones Sin embargo, antes de que podamos aplicar exitosamente los principios fundamentales declarados al comienzo de este artículo, existe aun un número de factores adicionales que deben considerarse. Por ejemplo, debe mantenerse en mente que cada color posee tres dimensiones. Así como se requieren tres dimensiones (largo, ancho y fondo) para localizar precisamente cualquier punto en el espacio físico, así también se requieren tres dimensiones para determinar, completa y particularmente, cualquier color en especial. Cuales son las tres dimensiones del color? Hay actualmente en existencia varios sistemas de especificación del color. Los físicos, que principalmente tratan con haces de luz, usan un sistema de notación de color. Los pintores, que mezclan pigmentos sobre un lienzo, usan un sistema diferente que ha sido adaptado a sus necesidades particulares. Los fabricantes, que requieren muestras precisas de color para indicar los colores de sus productos, usan aun otro sistema diferente. Sin embargo, no importe qué sistema de especificación de color se use, en cada caso tres cantidades o dimensiones se requieren para completar y precisamente especificar cualquier color en particular. El tema de las dimensiones del color es difícil y técnico y no se hará ninguna tentativa para discutirlo en detalle en este artículo.

3 Para llegar a un entendimiento en cuanto a la naturaleza de las tres dimensiones del color, podríamos preguntar en qué aspectos, cualquiera de dos colores, arbitrariamente elegidos, pueden diferir el uno del otro. La manera mas fundamental en la cual cualesquiera de los dos colores pueden diferir es en aquello que se llama "matiz". Un matiz es idéntico con el nombre de un color fundamental. Así, el rojo es un matiz y también lo son el naranja, amarillo, verde, violeta, púrpura y muchos otros. EI matiz es la dimensión más fundamental del color. Sin embargo, dos colores que sean del mismo matiz pueden aun diferir en muchos otros aspectos. Por ejemplo, podemos elegir dos matices de rojo, el primero un rojo obscuro, como el marrón, en tanto que el otro matiz puede ser un rojo diluido, como el rosado. Esta consideración nos lleva a la segunda dimensión del color, la que se podría llamar la "saturación" del color. Esta dimensión toma nota del hecho que cualquier matiz puede ser diluido por el blanco o ser obscurecido (en las pinturas) por el negro, y a través de tal mezcla sacar un tinte o un tono. Así, el rosado es un matiz del rojo que ha sido diluido por la adición del blanco, en tanto que el marrón es un matiz del rojo que ha sido obscurecido. Es lógico, pues, que la saturación (o valor, como algunos artistas la llaman) añada una dimensión enteramente nueva al color; particularmente, por medio de ella, cualquier matiz específico puede extenderse a familiar de una multiplicidad de tintes y de tonos. Pero el matiz y la saturación no son las únicas dimensiones del color. Existe una tercera dimensión que es necesaria si un cierto color ha de ser completamente especificado. Dos colores pueden ser de idéntico matiz y saturación, pero puedan diferir en aun una tercera manera, en otras palabras, en "brillantez". Por ejemplo, podemos mirar dos tonos idénticos del mismo matiz de azul, pero la primera muestra puede ser extremadamente vívida en tanta la segunda puede ser tan tenue como para ser apenas perceptible. La brillantez es la tercera dimensión, que es necesaria si un cierto color ha de ser completamente especificado. De estas consideraciones (y muchos ejemplos adicionales podrían citarse) se puede deducir que los colores poseen tres dimensiones, es decir, matiz, saturación y brillantez. Debería mencionarse que los varios sistemas de notación de color usan especificaciones ligeramente diferentes para las tres dimensiones. Así, la notación de color inventada por Munsell usa los términos matiz, valor y croma para sus dimensiones de color, en tanto que los sistemas de color de Ostwald y Birren especifican sus dimensiones en términos de matiz, contenido de blanco y contenido de negro. Las limitaciones de espacio no permiten una discusión de los varios sistemas de notación de color que hay en existencia. Y el lector que está interesado debería consultar los tratados técnicos que describen este tema. Al considerar los efectos psicológicos de los colores, debe prestarse una correcta atención a las dimensiones del color. Por ejemplo, se dijo que un matiz rojo es capaz de producir excitación. Sin embargo, uno inmediatamente se da cuenta de que si el rojo ha de producir un efecto de excitación máxima, entonces no debería ser ni un tinte, como el rosado, ni

4 debería ser un tono, como el marrón. Además, el poder excitante de un matiz rojo dependerá grandemente de su brillantez es decir, si el matiz es intenso y vivido o si solamente es tenue y apenas visible. Obviamente, los matices vívidos de colores puros (matices no modificados ni por el blanco ni por el negro) colores de gran brillantez, son los estimulantes emocionales más poderosos. Por lo tanto, matices de gran intensidad deberían usarse cuando se desean poderosos efectos emocionales. Haces de luz coloreada proveen fuentes de color de la más grande intensidad, y por lo tanto son usados mas exitosamente cuando se desean efectos de color para experimentos místicos. Hasta los colores más vívidos que se puedan crear a través del uso de las pinturas, no se comparan con las vividas intensidades de colores de poderosos haces de luz. En conexión con esto, debe mantenerse en mente que la extensión del área sobre la cual es aplicado un color, influye sobre el efecto del color. Cuanto más grande el área del color, mas pronunciado será el efecto del mismo. De esta manera las intensidades relativamente débiles de las pinturas y pigmentos pueden ser parcialmente contrarrestadas al aplicar sus colores a lo largo de grandes superficies, como ser paredes enteras. Este principio debe usarse cuando van a ser decoradas habitaciones para convocaciones místicas. Colores y estados de ánimo Cuando se van a usar efectos de color para ejercicios místicos, es importante comprender que el color es solamente un instrumento, un auxilio, un medio hacia un fin. Los colores, cuando actúan solos, producen solamente un ánimo general. Es, sin embargo, posible establecer una reacción acondicionada en la gente, por ciertos colores. La más común es la del color violeta para propósitos de meditación. Sin embargo, el éxito de tal reacción se deriva de las asociaciones inconscientes del color con el ánimo, más bien que de cualquier poder intrínseco del color en sí. Ningún color como tal, cuando es dirigido sobre alguien, producirá automáticamente una elevación de la consciencia. Sin embargo, el juicioso uso del color puede ayudar muy poderosamente a traer tal elevación, cuando es aplicado correctamente en conjunción con otros elementos dramáticos. Al usar del color durante ceremonias y rituales, las asociaciones tradicionales y simbología de los colores deberían considerarse de manera de aumentar su efecto. Sin embargo, en la mayoría de los experimentos de una naturaleza mística los colores deberían ser suaves y elegirse en forma que induzcan un ánimo subjetivo. Por esta razón, los colores que poseen un efecto aquietador y tranquilizador como ser los azules, azules-verdosos y violetas, son preferibles a cualesquiera otros colores. Naturalmente, la aplicación de los principios del color a los experimentos místicos y el efecto de las vibraciones sobre la mente subjetiva, es un tema vasto. En el Curso de Color en la Universidad Rosacruz, se ocupan muchas semanas en delinear en detalle las muchas leyes y principios que deben seguirse si el color ha de usarse exitosamente en el trabajo místico. En este artículo no se ha intentado discutir estos principios en su totalidad. Sólo

5 han sido enumerados esos fundamentos de los cuales un entendimiento es absolutamente esencial para alcanzar el éxito.