LLEVAMOS UNA BUENA NOTICIA EN EL CORAZÓN El Evangelio de los domingos en la escuela FMMDP

Transcripción

1 LLEVAMOS UNA BUENA NOTICIA EN EL CORAZÓN El Evangelio de los domingos en la escuela FMMDP Celebramos este domingo la Solemnidad de Corpus Christi, el día de la Eucaristía. La Iglesia nos invita al encuentro con Jesús presente entre nosotros en el pan y el vino y a amar de corazón a nuestros hermanos. Esta fiesta nos apremia, nos urge a salir al encuentro de los hermanos. Porque la Eucaristía, es la expresión del gran amor que Dios nos tiene, que nos entrega a su Hijo. Esto implica que, si nosotros nos acercamos a la Eucaristía y comulgamos el cuerpo y la sangre del Señor, somos hechos partícipes del mismo amor con que Dios ama y quedamos obligados a vivir para los demás, particularmente para los más pobres y necesitados. Cuando comemos el Pan y bebemos el Vino en la Eucaristía, nos hacemos responsables de ser solidarios con los demás hermanos, sean creyentes o no. Compartir y vivir la fe con la comunidad para ser testimonio de que el mejor alimento que tenemos es la Eucaristía. Siempre, y de forma especial en estos tiempos de crisis, la Eucaristía debe llevarnos a trabajar por el bien común, por compartir nuestro tiempo y nuestros bienes con aquellos que carecen de lo más elemental, trabajo, comida y vivienda. Muchos acompañaremos la procesión del Corpus, pero esta acción estará vacía de contenido si después nos olvidamos de acompañar a los más necesitados: aquellos que viven la enfermedad, la soledad de la ancianidad, el maltrato en sus más variadas formas y tantas carencias que amenazan la vida. En el evangelio se nos dice hoy: «Dadles vosotros de comer», por lo tanto, si somos realmente coherentes con nuestra fe, si somos seguidores de Cristo resucitado, tenemos que, al igual que se nos narra en el evangelio, hacer que los cestos rebosen y nadie quede sin alimento, así demostraremos que amamos al prójimo al estilo de Jesús. Feliz día del Corpus!

2 29 de mayo 2016 Santísimo Cuerpo y sangre de Cristo Lucas 9, 11b-17 El evangelio de este domingo es el único milagro de Jesús narrado por los cuatro evangelistas, lo que muestra la importancia que le dieron por lo que pudo ocurrir y por lo que representa. Los judíos esperaban que el Mesías fuera como un nuevo Moisés y repitiera los signos que él hizo, especialmente guiar a su pueblo y alimentarlo en el desierto. El hecho de que Jesús guiara y alimentara a su pueblo en el desierto significaba que había empezado el tiempo mesiánico. (Cf 6, 14-15). Cuando Lucas escribe su evangelio (en torno al año 80) para griegos y gentiles, era muy importante ofrecerles una catequesis clara sobre la Eucaristía y presentar a Jesús entroncado con tres personajes clave del Antiguo Testamento: Moisés, Elías y Eliseo. Así mostraba que Jesús no sólo era el Mesías, sino que venía a cumplir las promesas que había recibido el pueblo en el pasado. En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban. Poco antes había dicho Lucas que cuando los discípulos volvieron de una misión a la que habían sido enviados, Jesús y los discípulos se retiran a un lugar solitario (9, 10), cerca de Betsaida, en la zona norte del lago de Galilea. Pero la gente descubre dónde está Jesús y lo

3 buscan. Él los acoge, los recibe y les ofrece lo que tiene: una palabra que es Buena Noticia y la sanación de sus dolencias. Si eso les hubiera decepcionado se habrían vuelto a sus casas. El evangelista Marcos nos dice que Jesús y sus discípulos se fueron en una barca, pero la gente hizo el camino a pie y cuando llegó Jesús ya había una muchedumbre esperando, que parecía un rebaño sin pastor. (Marcos 6, 32-33) Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado.» Al caer la tarde las zonas descampadas, desérticas eran peligrosas. A los discípulos les preocupa el hambre de la multitud y recurren al sentido común: que cada uno se busque la vida como pueda! Él les contestó: «Dadles vosotros de comer.» Podemos imaginar la fuerza que tendrían las palabras de Jesús en aquel contexto. Pero no olvidemos la fuerza que seguirían teniendo en las primeras comunidades cuando se fue leyendo este texto y había grandes necesidades en la Iglesia naciente. Esta misma frase debe conmovernos hoy, día del amor fraterno, y ayudarnos a recuperar la Eucaristía como el sacramento de la solidaridad con los más pobres. Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.» Porque eran unos cinco mil hombres. Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.» Lo hicieron así, y todos se echaron. De nuevo nos encontramos con expresiones y números simbólicos, que nos reafirman el carácter mesiánico de Jesús. Moisés alimentó a su pueblo cuando estaba hambriento en el desierto (Éxodo 16). El profeta Eliseo sólo tenía unos pocos panes y alimentó a una muchedumbre y sobró (2 Reyes 4, 42-44). Para las primeras comunidades, era muy fácil acercarse al misterio de Jesús a través de estos personajes del Antiguo Testamento. Cinco panes más dos peces suman siete: el símbolo de la totalidad. Este pequeño número de alimentos, en manos de Jesús es la totalidad de lo que se necesita para alimentar al pueblo. En el Antiguo Testamento, los grupos proféticos eran comunidades de 50 (2 Reyes 2, 7), como Jesús manda que sea organizada la gente. Para ser profetas es necesario recibir el Espíritu Santo y este, se nos dice en el libro de los Hechos de los Apóstoles, se hace presente el día de Pentecostés, el día 50º. (Hechos 2,1ss) Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.

4 Este modo de presentar Lucas el milagro nos trae inmediatamente a la memoria los gestos de la Eucaristía en la Cena y en las primeras comunidades. Así establece una relación estrecha entre compartir los panes y los peces y la Eucaristía. Las necesidades del pueblo no se solucionan mandando a la gente a que se busque la vida como pueda, sino sacando del zurrón lo que cada uno hemos guardado para nuestras necesidades y nuestro bienestar. Jesús les da el alimento para que los discípulos lo distribuyan como servidores. En la Iglesia de los primeros años diáconos y diaconisas servían las mesas y llevaban a los pobres y enfermos lo que se presentaba como ofrenda en la Eucaristía. El numero 12 representa al Pueblo de Israel a través de las 12 tribus; representa también a la Iglesia a través de los 12 apóstoles. Al compartir y repartir se sacia el hambre de todo el pueblo y sobran tantos canastos como el número de los apóstoles. Podíamos resumir este evangelio en dos frases: Dadles vosotros de comer. Y todos comieron! Al final de las actividades te ofrecemos dos Anexos: el primero para reflexionar sobre el sentido de los Milagros. El segundo sobre la fiesta del Corpus en la historia de la Iglesia. El evangelio en las TIC texto del evangelio de hoy con dibujos, 2,45 minutos. escena del evangelio de hoy tomada de la película de Jesús de Nazaret. 5 minutos, se puede cortar. Aquí hay un muchacho canción de Jesús Francisco Paz Méndez, que nos puede ayudar a hacer nuestro el texto del evangelio de hoy, en la oración y el compromiso. 3, 48 minutos. Dime como ser pan de Salomé Arricibita. Canción oración que nos puede ayudar a vivir el auténtico sentido de la Eucaristía, hacernos pan nosotros mismos al estilo de Jesús. Reflexión del evangelio con dibujos de Fano. Puede sonar algo raro el tono argentino, aunque como ya el Papa nos tiene acostumbrados También podemos quitar el sonido y hacer la reflexión con las imágenes. 1. Personalmente. Pistas para acoger la Palabra Despues de acoger en silencio el texto del evangelio como Palabra de Dios para nosotros, nos podemos detener en cómo estamos viviendo la eucaristía: ü Qué valor real le doy a la eucaristía en mi vida?

5 ü Cuándo participo en ella? ü Qué afianza o renueva en mí? ü Cómo me lleva a ser más solidario, a implicarme en la vida de los necesitados? ü Pensando en mi realidad de educador cristiano, cómo ayudo a descubrir el valor de la eucaristía a mis alumnos? Pueden nuestros alumnos descubrir en el equipo de profesores de mi colegio una comunidad que se alimenta y fortalece en al eucaristía? O podemos reflexionar en el sentido del milagro y cómo vivimos esas situaciones en nuestra propia vida. Para ello lee primero el Anexo 1 y trata de situarte ante él. 2. En la clase 1. Con los videos que os proponemos, según la edad podemos trabajar tanto el relato evangélico, el texto del milagro, como la eucaristía. En ambos casos es importante, primero aclarar expresiones e ideas, en segundo lugar, personalizarlos. Que cada chico o chica, independientemente de la edad que tenga, llegue a entender que el mensaje es para él o ella. Que puedan llegar a plantearse: - Cómo viven la eucaristía - Qué panes y peces tienen y pueden compartir? - A qué nos compromete hacer la comunión, comulgar cada domingo Siempre es bueno que quede expresado en algo concreto, texto, dibujo, canción, etc. que relacione el evangelio con su vida. 3. En familia Ü Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no hemos entendido, lo que más nos ha gustado Ü Podemos detenernos a plantearnos cada uno personalmente: ü Qué valor real le doy a la eucaristía en mi vida? ü Cuándo participo en ella? ü Qué afianza o renueva en mí? ü Cómo me lleva a ser más solidario, a implicarme en la vida de lso necesitados? ü Cómo influye en mi modo de vivir la vida de pareja o la maternidadpaternidad? Ü Pensando ahora en nuestra vida de familia, cómo ayudo a descubrir el valor de la eucaristía a mis hijos? Pueden nuestros hijos descubrir en nosotros, los adultos de la familia, una pequeña comunidad cristiana que se alimenta y fortalece en al eucaristía? Cómo podemos mejorar? Ü Os proponemos terminar con una oracion para la que os puede servir alguno de los enlaces anteriores. ANEXO 1

6 EL MILAGRO MAS GRANDE Algunos se preguntan: Pero entonces, no hubo milagro? Fue sólo compartir? He aquí tres reflexiones a modo de respuestas: Primera reflexión: Cuál sería hoy el milagro más grande? Por ejemplo, en un determinado día del año, el día de Navidad, todas las personas tienen qué comer, reciben una cesta de Navidad? o podría ser que la gente comenzase a compartir su pan y llegar a quitar el hambre a todos y que sobrara alimento para otras gentes?... Cuál sería el milagro más grande? Qué pensáis? Segunda reflexión: La palabra Milagro (miraculum) viene del verbo admirar. Un milagro es una acción extraordinaria, fuera de lo normal, que causa admiración y hace pensar en Dios. El gran milagro, el más grande de todos es Jesús mismo, Dios hecho hombre. Es tan extraordinariamente humano, como sólo Dios mismo puede ser humano! Otro gran milagro es el cambio que Jesús consigue obtener de la gente, habituada a soluciones de fuera, Jesús consigue hacer que la gente afronte el problema a partir de ella misma, a partir de los medios de que dispone. Gran milagro, cosa extraordinaria, y que mediante este gesto de Jesús todos comen y la comida sobra. Cuando se comparte, hay siempre... y sobra! Por tanto, son tres los grandes milagros: Jesús mismo, la conversión de las personas y el compartir los bienes que genera abundancia. Tres milagros nacidos de la nueva experiencia de Dios como Padre, que se nos revela en Jesús: Esta experiencia de Dios cambió todos los esquemas mentales y el modo de vivir junto a los otros. Este es el milagro más grande: otro mundo es posible! Tercera reflexión: Es difícil saber cómo han sucedido de hecho las cosas. Ninguno está diciendo que Jesús no hizo el milagro. Hay hechos y muchos! Pero no debemos olvidar que el milagro más grande es la resurrección de Jesús. Por la fe en Jesús, la gente comienza a vivir en un mundo nuevo, compartiendo su pan con los hermanos y hermanas que no tienen nada y que están hambrientos: Y todos distribuían lo que tenían, y no había necesidades entre ellos (cf. Act 4, 43). Cuando en la Biblia se describe un milagro, la atención mayor no viene puesta en el aspecto milagroso en sí, sino más bien en el significado que tiene para la vida y para la fe de las comunidades que creen en Jesús, revelación del Padre. En el así llamado primer mundo de los países dichos cristianos, los animales tienen más alimento que los seres humanos del tercer mundo. Mucha gente tiene hambre. Quiere decir que la Eucaristía no tiene todavía la profundidad y la raigambre que pudiera y debiera tener. ANEXO 2 FIESTA DEL CORPUS EN LA IGLESIA Hoy celebramos la solemnidad del Corpus Christi. Antiguamente y todavía hoy en muchos países católicos se celebra esta fiesta con una procesión solemne, en la que se lleva expuesto al Santísimo Sacramento por las principales calles de la ciudad, acompañado con flores, cirios, oraciones, himnos y cánticos de los fieles. Sin duda todos hemos participado o presenciado alguna procesión del Corpus. Pero no estoy tan seguro de que todos conozcamos el origen y el significado de esta celebración.

7 Se celebraba en día jueves, dado que esta fiesta nació como una prolongación del Jueves Santo, y cuyo fin era tributar un culto público y solemne de adoración, de veneración, de amor y gratitud a Jesús Eucaristía por el regalo maravilloso que nos dio aquel día de la Ultima Cena, cuando quiso quedarse con nosotros para siempre en el sacramento del altar. La solemnidad del Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Se cuenta, en efecto, que el año 1264 un sacerdote procedente de la Bohemia, un tal Pedro de Praga, dudoso sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la Hostia santa y en el vino consagrado, acudió en peregrinación a Roma para invocar sobre la tumba del apóstol san Pedro el robustecimiento de su fe. Al volver de la Ciudad Eterna, se detuvo en Bolsena y, mientras celebraba el santo Sacrificio de la Misa en la cripta de santa Cristina, la sagrada Hostia comenzó a destilar sangre hasta quedar el corporal completamente mojado. La noticia del prodigio se regó como pólvora, llegando hasta los oídos del Papa Urbano IV, que entonces se encontraba en Orvieto, una población cercana a Bolsena. Impresionado por la majestuosidad del acontecimiento, ordenó que el sagrado lino fuese transportado a Orvieto y, comprobado el milagro, instituyó enseguida la celebración de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Al poco tiempo el mismo Papa Urbano IV encargó al insigne teólogo dominico, Tomás de Aquino, la preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de cantos e himnos para celebrar a Cristo Eucaristía. Fue él quien compuso, entre otros himnos, la bellísima secuencia "Lauda Sion" que se canta en la Misa del día, tan llena de unción, de alta teología y mística devoción. El año 1290 el Papa Nicolás IV, a petición del clero y del pueblo, colocó la primera piedra de la nueva catedral que se erigiría en la ciudad de Orvieto para custodiar y venerar la sagrada reliquia. Yo personalmente he tenido la oportunidad de visitar varias veces aquí en Italia- la basílica de Bolsena, lugar del milagro eucarístico, y el santo relicario de la catedral de Orvieto, en donde se palpa una grandísima espiritualidad. Después de esta breve noticia histórica, parece obvio el porqué de esta celebración. La Iglesia entera fieles y pastores, unidos en un solo corazón- quiere honrar solemnemente y tributar un especial culto de adoración a Jesucristo, realmente presente en el santísimo sacramento de la Eucaristía, memorial de su pasión, muerte y resurrección por amor a nosotros, banquete sacrificial y alimento de vida eterna. La Iglesia siempre ha tenido en altísima estima y veneración este sacramento, pues en él se contiene, real y verdaderamente, la Persona misma del Señor, con su Cuerpo santísimo, su Sangre preciosa, y toda su alma y divinidad. En los restantes sacramentos se encierra la gracia salvífica de Cristo; pero en éste hallamos al mismo Cristo, autor de nuestra salvación. El Papa Juan Pablo II publicó "Ecclesia de Eucharistia" dedicada precisamente al misterio de Jesús Eucarístico. "La Iglesia vive de la Eucaristía". "Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia En estos días el Papa Francisco. Por una parte, el Papa nos impulsa a la práctica de la adoración del Señor, exhortándonos a que en todas las iglesias catedrales in Urbe et in Orbe se dé el día de Corpus una hora de adoración del Santísimo, la cual deberá celebrarse entre las 17 y las 18 horas. Y, por la otra, el Papa seguido por todo el episcopado mundial, nos urge a salir al encuentro de los hombres para anunciarles el Evangelio y para subvenir a todas sus necesidades, también a las necesidades del pan y de la casa de cada día.