GALÁTAS - LA FILIACÍON

Transcripción

1 GALÁTAS - LA FILIACÍON No ma?s yo, mas cristo Semana 14 No ma?s yo, mas Cristo [2] (Ga? 2:20) Alimento Diario 1

2 Lunes Leer con oración: Ro 7:6; Ap 1:3 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: ( ). Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias (Ap 1:10-11a) EL PERIÓDICO ÁRBOL DE LA VIDA: UNA HERRAMIENTA PARA PREDICAR EL EVANGELIO El tema de esta serie de mensajes es la filiación, y estábasado en la Epístola a los gálatas. Esta epístola fue escrita por Pablo y estaba destinada a las iglesias de galacia, engendradas durante su primer viaje ministerial. Pablo y Bernabé fueron guiados por el Espíritu a esa región y llevaron el evangelio por donde pasaron. así, mediante tribulaciones y sufrimientos, se produjeron los frutos y las iglesias fueron establecidas. De igual manera, por donde pasamos, debemos dejar la semilla de la Palabra de Dios. Para contactar a las personas hoy, podemos contar con la Biblia, con los libros espirituales y también con el Periódico Árbol de la Vida (PaV). la Biblia es insustituible, debe estar siempre presente en nuestras comuniones, junto a los libros que nos ayudan a comprender el propósito de Dios, y también el PaV, que nos trae la verdad presente, es decir, las revelaciones que Dios está dando en los momentos actuales. El PaV surgió en 1989 como una herramienta para alcanzar a todas las personas y suplirlas con la palabra que Dios ha revelado. Desde el principio, fue muy utilizado y produjo muchos frutos. En nuestro medio hay un gran número de hermanos que recibieron el evangelio de la gracia o del reino por medio del PaV. cuando salimos a predicar el evangelio, les presentamos el PAV a las personas. Al ver su contenido rico, muchas de ellas querían recibir el periódico frecuentemente y hacían suscripciones. Lamentablemente, con el paso del tiempo, nos relajamos y poco a 2

3 poco dejamos de usar el PAV cuando salíamos a predicar el evangelio y, finalmente, el periódico cayó en el olvido. Como resultado, en los últimos días constatamos que había un número bajo de suscripciones, entre nosotros, inclusive. Por lo general, el carácter humano es así: comienza bien un encargo pero, con el paso del tiempo, se va enfriando. Hay muchos testimonios de personas que fueron alcanzadas por el periódico a través de los ejemplares que distribuíamos, pero no las valorábamos. Hasta los periódicos desechados eran usados por el Señor. Muchas personas, al encontrar alguna página del PAV, leían el título, eran tocadas por el Espíritu y creían en el Señor. La persona era salva sencillamente porque alguien había tenido el encargo de distribuir el PAV. Pero, gracias al Señor, recibimos la luz y pudimos arrepentirnos. Dejemos de lado toda pereza y tradición, retomemos nuestro encargo por el PAV. Si usted tiene el encargo de predicar el evangelio a algún amigo o pariente, puede obsequiarle una suscripción. Así, podemos establecer grupos de estudio bíblico en las casas para ministrar la Palabra a las personas. Al hacer esto, los frutos surgirán y permanecerán, pues predicaremos el evangelio llenos de Espíritu y vida. Así como Pablo y Bernabé predicaron el evangelio en novedad del Espíritu, nosotros también podemos hacerlo y ya no más según nuestra vieja naturaleza. Que el Señor nos conduzca en la predicación del evangelio. Punto clave: Valorar el PAV como herramienta para predicar el evangelio. Su punto clave es: Pregunta: Por qué el PAV es una herramienta práctica para exponer la verdad presente a las personas? 3

4 Martes Leer con oración: Gá 1:10-16; 2:19-20 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo (Gá 1:11-12) EL EVANGELIO PREDICADO POR PABLO A LOS GÁLATAS El primer viaje misionero de Pablo y Bernabé fue a galacia, una provincia del imperio romano. allí la predicación del evangelio tuvo éxito porque el evangelio que Pablo les presentó a los gálatas no vino de parte de hombres, sino por revelación que obtuvo de Jesucristo. Pablo no buscaba obtener el favor de los hombres y no predicó conocimiento para obtener la admiración de las personas (Gá 1:10-12). Entre los judíos, Pablo tenía una reputación admirable: Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles (vs a). Su predicación del evangelio consistía en presentar el plan eterno de Dios para el hombre y la obra de redención del Señor Jesús, que dio Su vida voluntariamente para salvarnos y derramó Su sangre en la cruz para limpiarnos de todos nuestros pecados. Al recibir el evangelio, por la fe, disfrutamos de la realidad de haber sido crucificados juntamente con Cristo. Cuando el Señor Jesús murió en la cruz, el viejo hombre también fue crucificado, con sus pasiones y deseos. Por tanto, en la cruz fueron exterminados el viejo hombre con su ego, la carne de pecado con sus pasiones y deseos. Debemos creer que nuestra persona también fue 4

5 crucificada; experimentemos el matar de la cruz diariamente, de manera que no le demos ocasión a la vida del alma y a la carne concupiscente. El Señor Jesús derramó Su sangre para lavarnos de los pecados y de Su costado fluyó agua para infundirnos vida. Aleluya! El viejo hombre fue exterminado! Ahora, como Pablo, podemos decir: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gá 2:20). El Señor Jesús ya nos purificó con Su sangre. Pese a ello, en nuestra experiencia todavía estamos propensos a cometer pecados. Debemos experimentar el elemento de la crucifixión para ser libres de las concupiscencias, y disfrutar del agua que fluyó del costado del Señor en la cruz, que representa el abundante suministro de la vida divina en nuestro espíritu. Pablo presentó todos estos aspectos del evangelio a los gálatas. Cuando el efecto de la cruz comienza a actuar, el ego y todas las cosas negativas llegan a su fin. El viejo hombre está crucificado, de la cruz en adelante sólo actúa la vida de Dios, por medio de nuestro espíritu. Punto clave: Tener un vivir crucificado con Cristo. Su punto clave es: Pregunta: Cómo debe actuar la cruz en nuestro vivir diario? 5

6 Miércoles Leer con oración: Sal 22:12-18; Ro 8:10; 2 Co 5:14-15; Gá 2:19-20 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros (Ro 8:11) APLICAR LA CRUZ EN NUESTRO VIVIR Ayer vimos que el hecho de que Jesús haya derramado Su sangre en la cruz nos proporcionó dos cosas muy importantes: fuimos lavados de todos los pecados y podemos aplicar la muerte de la cruz en nuestra experiencia de la vida divina, a fin de vivir para Dios. A pesar de que el Señor Jesús terminó con la carne de pecado y con el viejo hombre en la cruz, ocasionalmente todavía pecamos. Esto significa que el viejo hombre aún está actuando en nuestro vivir, por eso necesitamos aplicar la obra de cristo también en nuestra experiencia diaria. Este es el evangelio completo presentado por Pablo a los gálatas. Creemos que el Señor Jesús derramó Su sangre para perdonarnos de todos los pecados, debemos clamar para que el Señor nos limpie con Su sangre, pero necesitamos avanzar para poner fin al origen de los pecados. La manera de hacerlo es vivir en el espíritu, donde mora el Espíritu de Dios, por medio de invocar el nombre del Señor y tomar Su Palabra en oración. Así, el Espíritu que mora en nosotros hará morir los hechos del viejo hombre y vivificará todo nuestro ser. Los evangelios no muestran los detalles de la crucifixión de Jesús en lo que respecta a los sentimientos del Señor en ese momento, pero una palabra profética en el libro de Salmos presenta las circunstancias de Su muerte en la cruz: Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca como león rapaz y rugiente. 6

7 He sido derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes (Sal 22:12-18). Ese pasaje retrata los sufrimientos que el Señor pasó para salvarnos. Por la fe, cuando el Señor Jesús fue a la cruz, nosotros fuimos juntamente con Él y tenemos parte en Su muerte. Pablo afirma en Segunda de Corintios: Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos (5:14-15). El viejo hombre, la carne con sus pasiones y deseos, fueron exterminados en la cruz. Ahora podemos decir: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gá 2:20). Punto clave: Ejercitar el espíritu para vivir para Dios. Su punto clave es: Pregunta: Cómo nos identificamos con la muerte del Señor Jesús? 7

8 Jueves Leer con oración: Ro 1:4-6; 8:1-14 Si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis (Ro 8:13) FUIMOS CRUCIFICADOS CON CRISTO El evangelio predicado por Pablo a los gálatas muestra la importancia de la crucifixión del Señor Jesús y la manera de aplicar esta realidad en nuestro vivir. Por la fe creemos que fuimos crucificados juntamente con cristo; en la cruz, el viejo hombre y la carne, con sus pasiones y deseos, ya fueron exterminados. Antes estábamos bajo el yugo de la condenación de la muerte, por el pecado, pero ahora estamos bajo la gracia de Dios, por medio de la muerte de Jesucristo. Dios cambió nuestra condición de tal manera, que nos faltan palabras para describirlo. Ahora sobre nosotros no pesa ninguna condenación. Veamos lo que Pablo dice en romanos 8: ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (vs. 1-2). Antes vivíamos en el viejo adán, en el viejo hombre; pero hoy, por la obra del Hijo, podemos vivir en cristo en los lugares celestiales, libres del ego y del pecar. Dios envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (vs. 3-4). Al creer en Jesús, recibimos la oportunidad de escoger andar en el espíritu, donde mora el Espíritu, para cumplir el buen placer de Dios de producir muchos hijos maduros. Diariamente, al escoger un vivir crucificado, la vida de Dios crece en nosotros y somos reconciliados con el Padre cada vez más; así, ponemos fin a la enemistad con Dios. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 8

9 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios (vs. 5-8). Con el propósito de agradar a Dios, el Señor Jesús entregó Su vida voluntariamente para salvarnos. En la cruz, del costado del Señor fluyó sangre y agua: la sangre es para el perdón de nuestros pecados y el agua nos suministra la vida, mediante el Espíritu. Después de la muerte de cruz, el Señor Jesús fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos (1:4), y por medio del Señor recibimos la gracia por amor de Su nombre, para la obediencia a la fe, fuimos llamados a ser de Él (vs. 5-6). Por medio de la resurrección, el Señor llegó a ser el Espíritu que mora en nosotros: Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. ( ) Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis (Ro 8:11, 13). Somos de Cristo en Dios Padre; por tanto, no hay más lugar para el viejo hombre ni tiempo que perder con las obras de la carne. Si alguien ocasionalmente peca, basta que se arrepienta, confiese sus pecados, y así recibirá el perdón por la Sangre del Señor, para que luego busque vivir para Dios. Todos los que han sido crucificados con Cristo son guiados por el Espíritu de Dios y son hijos de Dios. Punto clave: Crucificados con Cristo y guiados por el Espíritu. Su punto clave es: Pregunta: Cómo podemos agradar a Dios? 9

10 Viernes Leer con oración: Ro 8:3-11; Gá 2:19-20; 1 Jn 1:7-9; 2:16-17 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (Gá 5:24) NO MÁS YO, MAS CRISTO VIVE EN MI! En el mensaje de ayer vimos que Dios nos hizo Sus hijos. Ccristo fue crucificado y puso fin al viejo hombre y a la carne de pecado. Por la fe, al recibir al Señor, tomamos parte en Su muerte de cruz y podemos aplicarla en nuestro vivir. Recibimos el perdón de pecados mediante la sangre del Señor derramada en la cruz. De allí en adelante deberíamos vivir totalmente para Dios. El problema es que, a veces, el viejo hombre se manifiesta y nos conduce a pecar; o los deseos de los ojos y de la carne son despertados y esto resulta en pecados, lo que desagrada a Dios: Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Jn 2:16-17). Pablo recibió este evangelio mediante la revelación y lo aplicó en su experiencia diaria: con Cristo estoy juntamente crucificado (Gá 2:20a). Él no dijo fui crucificado juntamente con Cristo. La muerte del Señor operaba en la persona de Pablo diariamente y, como resultado, su andar no era conforme a la carne o al viejo hombre, sino según Dios, al tal punto que testificó: Y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (v. 20b). Para nosotros, los que recibimos el Espíritu de Dios, el testimonio de Pablo debe servirnos de modelo; por eso debemos buscar vivir en el Espíritu, de modo que no le demos lugar al viejo hombre ni a las obras de la carne. El Señor terminó con todas estas cosas en la cruz, fuimos salvos 10

11 y perdonados por Su sangre. La clave para vivir diariamente en Cristo está en subyugar la mente, poniéndola en el Espíritu: Por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz (Ro 8:3b-6). Por tanto, cuando ponemos la mente en el Espíritu, el resultado es que Cristo es manifestado en nuestro vivir diario. Si eventualmente alguien peca, recordemos Primera de Juan 1:9: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Alabado sea el Señor! Es suficiente confesarlos delante del Señor para ser completamente lavados de todos los pecados. Una vez que somos lavados, podemos buscar vivir para Dios, porque los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (Gá 5:24). Ahora no andamos según el viejo hombre, somos guiados por el Espíritu de Dios. Alabado sea el Señor! Punto clave: Vivir a Cristo. Su punto clave es: Pregunta: De qué manera el ejemplo de Pablo nos puede ayudar a vivir por medio del Espíritu? 11

12 Sábado Leer con oración: Gá 1:6-17 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. ( ) Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles (Gá 1:11-12; 15-16a) EL EVANGELIO RECIBIDO POR REVELACIÓN Le agradecemos mucho al Señor por los escritos de Pablo. El evangelio que él anunciaba vino por medio de la revelación divina: Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo (Gá 1:11-12). Sus epístolas nos muestran que el problema de los pecados ya fue solucionado, el origen de los pecados se terminó. En gálatas 5:24 leemos: Pero los que son de cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. El viejo hombre con la carne de pecado, sus pasiones y deseos fueron eliminados en la cruz. El principal asunto que afecta nuestro vivir es cambiar nuestra mente y ocuparla o ponerla en el Espíritu para no andar según el viejo hombre. Éste ya no existe, porque fue crucificado. Por tanto, debemos decir como Pablo: con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (2:20). 12

13 Al creer en el Señor Jesús, disfrutamos de un hecho que debe marcar nuestras vidas: fuimos crucificados juntamente con Cristo y estamos crucificados con Él. Ahora Cristo vive en nosotros, y nuestro vivir es por la fe en el Hijo de Dios. El antiguo yo murió, y fuimos desarraigados del vivir pecaminoso para vivir para Dios. Generalmente se oyen predicaciones que hablan del derramamiento de la sangre del Señor para lavarnos de los pecados. Esto es correcto, pero debemos percibir que, en la cruz, el viejo hombre, de donde se originan los pecados, ya fue eliminado. No vivimos más para el viejo hombre, para el yo. Este yo ya no existe. Este debe ser el evangelio que predicamos. Debemos mostrarles a las personas que, al recibir al Señor, disfrutarán de la terminación del viejo hombre, la fuente de los pecados, a través de la muerte del Señor en la cruz, y que de ahora en adelante Cristo vive en ellas por medio de la vida de resurrección. Por tanto, están libres de la carne de pecado. Por la fe, al recibir al Señor, fuimos hechos partícipes de Su muerte en la cruz y podemos aplicarla a nuestro vivir. Punto clave: Nuestro vivir es por la fe en el Hijo de Dios. Su punto clave es: Pregunta: Cómo debe ser nuestra predicación del evangelio? 13

14 Domingo Leer con oración: Mr 16:15-16 Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Ro 10:15) TODOS PUEDEN EVANGELIZAR En la época del apóstol Pablo no había muchos recursos para difundir la Palabra de Dios. toda la obra de la evangelización era realizada personalmente por él, o por sus colaboradores, por medio de las epístolas que se entregaban a las iglesias en las regiones más remotas. Hoy tenemos la Biblia completa, impresa en diferentes idiomas a un costo muy accesible, tenemos innumerables libros espirituales que nos ayudan con la lectura de la Palabra de Dios, tenemos muchos folletos de evangelización y, además, tenemos el Periódico Árbol de la Vida (PaV). El PaV fue creado para compartir con todos los hijos de Dios la palabra que el Señor nos ha revelado. Éste sale mensualmente y se pueden hacer suscripciones anuales. Por medio del periódico podemos predicar el evangelio, obsequiándoles a nuestros amigos y parientes una suscripción. Otra manera es cumplir con la función de evangelizador, distribuyendo ejemplares junto con la 14

15 iglesia o presentando el PaV y recoger suscripciones en donde estemos. El periódico ya ha sido muy útil en la predicación del evangelio. Hay un sinnúmero de testimonios sobre personas que fueron alcanzadas por el PaV, que hoy están firmes en el camino del reino de los cielos, y muchos otros testimonios sobre los beneficios del periódico. aproveche e invierta en sus amigos; sorpréndalos y obséquieles una suscripción del PaV. Establezca una meta y haga 5, 10 o más suscripciones que pueda distribuir por mes. El Señor nos dio la filiación, el Espíritu prometido. Estamos crucificados con Cristo, ahora quien vive no somos nosotros, sino que Cristo vive en nosotros. Usted necesita obsequiar estas verdades a otras personas por medio del periódico. Punto clave: Usar el PAV en la predicación del evangelio. Su punto clave es: Pregunta: Cómo podemos utilizar el PAV en la predicación del evangelio? 15

16 Powered by TCPDF ( Lectura de apoyo La lectura de su Alimento Diario será enriquecida con el acompañamiento simultáneo de los libros que a continuación sugerimos: 16