Actívate en la Oración

Transcripción

1 Actívate en la Oración Serie Actívate, Parte 2 La oración es clave en la vida de los cristianos. Algunos han comparado la oración del cristiano con la respiración de los seres vivientes. Así como la respiración nos permite recibir el oxígeno que nuestros cuerpos necesitan y exhalar el dióxido de carbono que no nos sirve, así la oración nos permite inhalar la presencia de Dios y exhalar toda carga y aflicción de nuestra alma. En esta sesión aprenderemos más acerca de la oración, cómo orar, los diferentes tipos de oración, y la función de la oración en la vida del cristiano. I. Qué es el significado de la palabra orar y cómo es diferente a rezar? La palabra orar es la palabra utilizada en la Biblia para expresar la comunicación y comunión entre el hombre y Dios. La palabra rezar en la palabra utilizada por la religión tradicional. Rezar viene del término latino recitare, lo cual tiene el significado de recitar algo ya escrito. Conlleva la idea de recitar oraciones prescritas adentro de la religión, aunque también ha tomado un significado parecido al de la palabra cristiana oración. Orar viene de la palabra hebrea tefillah y la palabra griega désis y significa lo siguiente: Comunión con Dios que consiste en alabanza, gratitud, y súplica. La oración presupone la fe de que Dios existe, oye, se interesa y es galardonador de los que le buscan. Supone que existe una relación correcta entre el suplicante y su Creador, o que debe restaurarse dicha relación. Idealmente, la oración es una expresión del alma hacia Dios que manifiesta amor y aprecio, el deseo de la conducción divina, la confesión del pecado o peticiones específicas. ( De manera general, podemos concluir que la palabra orar es la palabra utilizada en la Biblia para expresar este concepto, ya no rezar lleva la idea de repeticiones. II. Qué enseñó Jesús acerca de la oración? Mateo 6:5-6: 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 1

2 A. No orar para ser vistos por la gente No hay nada de malo en orar en un lugar público. Pero no debemos ser motivados de manera incorrecta. En los tiempos de Jesús, los fariseos se paraban en las esquinas y oraban en voz fuerte para que todos los que pasaban supieran que eran fariseos. Oraban para ser vistos y recibir reconocimiento, no para tener comunión con Dios. Jesús instruyó a sus discípulos a orar en secreto, para recibir su recompensa en público. Por lo tanto, podemos concluir que el lugar más adecuado para buscar a Dios personalmente es un casa solos con el Señor. Sin embargo, esto no significa que nunca hay que orar en público. El asunto principal que Jesús estaba atacando era el motivo del corazón. No nos debe dar vergüenza orar en público, por ejemplo por los alimentos en un restaurante o por un enfermo en un hospital, o por un necesitado en la calle. Nuestra motivación siempre debe ser el tener comunión con Dios y levantar las peticiones, no el ser vistos por los demás. Jesús tenía el hábito de levantarse temprano y salir a un lugar solitario para orar. Él es un ejemplo para nosotros en la oración. B. No usar vanas repeticiones Jesús enseñó que no debemos repetir palabras vacías cuando oramos. Debemos tener cuidado con esto, porque aún los buenos cristianos pueden caer en hábitos equivocados en cuanto a sus oraciones. Mateo 6:7-8: 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Las vanas repeticiones son más como los rezos de la religión tradicional. Son una repetición de palabras que no son expresadas del corazón del cristiano a Dios, sino aprendidas y repetidas sin meditar en su verdadero significado. Las vanas repeticiones llevan a un espíritu pesado y cargado, mientras la verdadera oración del cristiano lleva a un espíritu ligero, alegre y lleno de paz. Algunos ejemplos de vanas repeticiones de parte de los cristianos: La palabra amén, sin sentidos Aleluya Gloria Sí, Señor 2

3 Todas estas palabras son válidas en nuestras oraciones, pero debemos tener cuidado de no caer en sólo vanas repeticiones que pierden su sentido en nuestro corazón. Debemos comparar nuestras oraciones a Dios con conversaciones que tendríamos con otras personas, pues Dios es como una persona en el sentido de nuestra relación con él. Las vanas repeticiones son señal de religiosidad y no de relación. C. La oración de fe puede mover montañas. Marcos 11:23-24: 23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Jesús enseñó que la fe es clave para recibir respuestas a nuestras oraciones. En este pasaje, Jesús utilizó la frase y no dudare en su corazón, sino creyere y creed que lo recibiréis. Jesús enfatizó la importancia de creer por lo que estamos orando para luego recibir las respuestas. La duda impide que recibamos lo que pedimos. Mateo 17:19-20: 19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. La duda trae inestabilidad en el espíritu. Santiago 1:6-7: 6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. D. Debemos orar sin desmayar. Lucas 18:1-8: 1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, hallará fe en la tierra? Si no recibes la respuesta a tu oración luego, no te desanimes! A veces hay obstáculos en el espíritu que impiden que recibamos lo que necesitamos. Es necesario seguir orando, seguir creyendo, seguir 3

4 pidiendo día tras día, sin dudar de la voluntad de Dios. A veces es la contradicción la que nos limita como cristianos. Pero debemos recordar que la contradicción que experimentamos en la oración debe hacernos más firmes, más tenaces, más determinados, en orar hasta recibir lo que estamos pidiendo. III. Cuáles son algunos de los diferentes tipos de oración? A. Oraciones de acción de gracias Una oración de acción de gracias es expresar nuestra gratitud a Dios. Es el tipo de oración que encontramos en el Salmo 9 y 18. Cuando damos gracias a Dios, es una forma de entrar a la presencia del Señor. Salmos 100:4: Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Debemos formar el hábito de activarnos en las oraciones de acciones de gracias todos los días. Hay miles de cosas por las cuales podemos dar gracias a Dios: Un día nuevo Protección de accidentes Por los hijos y la familia que Dios nos ha dado Por nuestra iglesia Por nuestro trabajo, nuestra casa, las posesiones que Dios nos ha dado Por la ciudad en donde vivimos Colosenses 3:15: Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. B. Oración de comunión La oración de comunión es el tipo de comunicación que Adán y Eva tenían con Dios antes de caer en el pecado. Es simplemente platicar con Dios sobre cualquier asunto. No es una intercesión profunda, sino una plática hermosa con nuestro Creador y Salvador. Qué bonito día hiciste hoy, Señor! Dios, cómo me gustaría que me dieras la oportunidad de conocer el país de Argentina. 4

5 Es simplemente comunión con Dios. Puede incluir otras formas de oración, tales como la alabanza y acción de gracias, pero el enfoque está en vivir en comunión con Dios, más que otras cosas. Es platicar con Dios como nosotros platicamos con otros seres humanos. Éxodo 33:11: Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. C. Oración de alabanza y adoración La oración de alabanza y adoración es una expresión hablada de alabanza y adoración. Es engrandecer al Señor, decirle lo maravilloso que es, el exaltar su gloria, su majestad, su hermosura. Es decirle cuánto le amamos y anhelamos estar con él en su presencia. El Salmo 95 es un ejemplo de este tipo de oración: Salmos 90:1-3: 1 Señor, tú nos has sido refugio De generación en generación. 2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. 3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres. D. Oración de intercesión La palabra interceder significa pedir a favor de uno. La intercesión es oración a favor de nosotros mismo, nuestros familiares, amigos y hermanos en Cristo. Podemos interceder por las situaciones difíciles de otros y ayudarles a llevar sus cargas. Un excelente ejemplo de intercesión se encuentra en el libro de Ester. Haman menosprecia a los judíos y hace al rey firmar un edicto declarando la exterminación del pueblo judío. Mardoque se entera del plan y le pide a Ester que interceda delante del rey por el pueblo. Ester 4:7-8: 7 Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos. 8 Le dio también la copia del decreto que había sido dado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrase a Ester y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a interceder delante de él por su pueblo. Por causa de la intercesión de Ester, el pueblo judío fue rescatado de esta terrible destrucción. De forma similar, nosotros podemos orar e interceder por personas y situaciones, y también Dios se moverá y actuará conforme a su perfecta voluntad. Si nosotros intercedemos, habrá respuesta desde el cielo! Ezequiel 22:30: Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. 5

6 Ezequiel estaba ya en cautiverio en la tierra de Babilonia. Veía lo que estaba pasando en Judá, y cómo Dios había determinado pagar a Judá por sus pecados, ya que no había quien se pusieses en la brecha, no había intercesores. Por lo tanto, Dios decidió derramar la copa de ira sobre el pueblo corrupto. IV. Hay algún ejemplo de oración en la Biblia? Hay varias oraciones importantes en la Biblia, las cuales nos pueden servir como modelos de la oración. A. El Padre Nuestro Mateo 6:9-13: 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Podemos notar lo siguiente acerca de esta oración: Inicia con el reconocimiento de quién es Dios: Nuestro Padre Celestial, pleno en santidad Procede a pedir por el establecimiento del Reino de Dios aquí en la tierra Sigue levantando nuestras necesidades personales Contiene un reconocimiento y confesión de pecado, pidiendo perdón, de la misma manera en que nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Incluye la petición de guardarnos de la tentación. Termina con alabanza a Dios. B. La oración de Salomón al dedicar el Templo Salomón levantó una oración delante de Dios y de toda la congregación el día en que fue dedicado el Templo. Esta oración, la cual se encuentra en 2 Crónicas 6:12-42, es una oración poderosa de alabanza, reconocimiento de la grandeza de Dios, intercesión y aún declaraciones proféticas. Salomón mismo se puso sobre un estrado delante del altar, simbólicamente ofreciéndose a sí mismo como un sacricio vivo (vs. 13). Dios respondió a esta oración enviando fuego del cielo para consumir el sacrificio sobre el altar. Probablemente la parte más reconocida de oración es la respuesta de Dios a Salomón en 2 Cr. 7:13-14: 2 Crónicas 7:13-14: 13 Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; 14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se 6

7 convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Estas palabras son el eco celestial, o la respuesta de Dios a las palabras de Salomón en 2 Cr. 6: Qué impresionante saber que Dios mismo responde a las oraciones de su pueblo con promesas que van de acuerdo con las peticiones levantadas! V. Cómo puedo orar conforme a la voluntad de Dios? 1 Juan 5:14-15: 14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. Una de las razones que no recibimos lo que pedimos en oración es porque a veces oramos por cosas que están fuera de la voluntad de Dios. Cuando pedimos mal, Dios no nos va a dar lo que estamos pidiendo. Él sabe qué cosas son buenas para nosotros, y Su voluntad reina de manera suprema sobre la nuestra. Debemos ser guiados por el Espíritu Santo y la Palabra escrita de Dios en la oración para poder orar conforme a su voluntad. Santiago 4:3: Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Cuando oramos por alguna cosa en particular, debemos discernir la voluntad de Dios en nuestra situación. Podemos orar conforme a las promesas de Dios expresadas en Su Palabra. Por ejemplo, podemos orar por la salvación de alguna persona, porque sabemos es Dios desea salvarle, puesto que está escrito en Su Palabra: 1 Timoteo 2:4: el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Podemos orar conforme al espíritu general de las Escrituras. Por ejemplo, sabemos que Dios es amor, y podemos pedir que Su amor venga y llene a las personas. Podemos orar conforme a la dirección del Espíritu Santo. Dios nos ha dado a Su Espíritu para guiarnos a toda verdad. Juan 14:26: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. El Espíritu mismo puede guiarnos para orar conforme a la voluntad de Dios. El Espíritu Santo puede interceder en y por nosotros. Romanos 8:26: Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 7

8 VI. Cómo puedo activarme en la oración? Algunos posiblemente nunca han aprendido a orar. Para muchos, el orar puede ser un gran reto de fe. Pero lo importante no es tu habilidad de orar, sino tu disposición. Dios mismo te puede enseñar, y la oración llega a ser mucho más fácil con la práctica. Así como podemos aprender a caminar o a andar en bicicleta o a nadar, podemos aprender a orar. Aparta unos minutos cada día para practicar la oración. Platica con Dios así como platicarías con alguna persona. Lee los Salmos. Hay muchos Salmos que contienen buenas oraciones que nos puede enseñar y guiar. Practica la oración en cada oportunidad que tengas: en la iglesia, en tiempos devocionales, en las Recargas. La práctica nos llevará a dominar el arte de orar. Recuerden que la elocuencia no es importante para Dios, sino la actitud del corazón. 8