Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar hasta el día en que fue llevado al cielo, luego de

Transcripción

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2 Capítulo 1

3 Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar hasta el día en que fue llevado al cielo, luego de darles instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.

4 Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: --No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: --Señor, es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?

5 --No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre --les contestó Jesús--. Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

6 Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista. Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: --Galileos, qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.

7 Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, situado aproximadamente a un kilómetro de la ciudad. Cuando llegaron, subieron al lugar donde se alojaban. Estaban allí Pedro, Juan, Jacobo, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hijo de Jacobo. Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María.

8 Por aquellos días Pedro se puso de pie en medio de los creyentes, que eran un grupo como de ciento veinte personas, y les dijo: Hermanos y hermanas, tenía que cumplirse la Escritura que, por boca de David, había predicho el Espíritu Santo en cuanto a Judas, el que sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús. Judas se contaba entre los nuestros y participaba en nuestro ministerio.

9 (Con el dinero que obtuvo por su crimen, Judas compró un terreno; allí cayó de cabeza, se reventó, y se le salieron las vísceras. Todos en Jerusalén se enteraron de ello, así que aquel terreno fue llamado Acéldama, que en su propio idioma quiere decir 'Campo de Sangre'.) Porque en el libro de los Salmos --continuó Pedro-- está escrito: 'Que su lugar quede desierto, y que nadie lo habite'. 'Que otro ocupe su cargo.'

10 Por tanto, es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección, uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre nosotros. Así que propusieron a dos: a José, llamado Barsabás, apodado el Justo, y a Matías.

11 Y oraron así: "Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía." Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías; así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.

12 El capítulo comienza enfatizando una orden dada por el Señor Jesucristo a sus apóstoles. Esta orden tenía 2 indicaciones: No se vayan de Jerusalén Esperen la promesa del Padre Esta orden es la clave inicial para el desarrollo de la iglesia.

13 Esta instrucción específica era al mismo tiempo el factor condicionante que posibilitaría el cumplimiento de la promesa del Padre. Jesús les mandó que no se fueran de Jerusalén y ellos volvieron (v.4 y 12). También les mandó esperar y así lo hicieron.

14 La manera en que los discípulos esperaron el cumplimiento de la promesa del Padre determina un ejemplo a seguir: Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración

15 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. (Hch.1:14 - RVR)

16 Queremos Ser una Iglesia que siga el ejemplo de obediencia de los primeros discípulos. Obedecer es algo que nos cuesta mucho aprender debido a nuestra naturaleza rebelde.

17 Queremos Ser una Iglesia que sepa perseverar en unanimidad, a pesar de las diferencias. Perseverar: pros (hacia) kartereo (ser fuerte) Perseverar exige disciplina y la disciplina se forja con empeño.

18 Queremos ser una Iglesia que se dedique seriamente a la oración, esperando el cumplimiento de las promesas de Dios. Orar expresa reconocimiento de la soberanía divina y disposición al sometimiento a la voluntad del Padre.

19 Tenemos que entender bien que Perseverancia, Oración y Obediencia son elementos claves en el cumplimiento de los propósitos de Dios para Su Iglesia, por medio del Espíritu Santo. Ésta es la característica visible de la Iglesia del Señor Jesús.

20 A empujar! A un buen hombre que vivía en el campo, y que tenía cierta debilidad física, se le apareció Jesús un día y le dijo: "Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaña, y te pido que la empujes día y noche durante un año". El hombre quedó perplejo cuando escuchó esas palabras, pero obedeció y se dirigió hacia la enorme roca de varias toneladas, que Jesús le mostró.

21 Empezó a empujarla con todas sus fuerzas, día tras día, pero no conseguía moverla ni un milímetro. Pocas semanas después llegó el diablo y le puso pensamientos en su mente: " Por qué sigues obedeciendo a Jesús? Yo, no seguiría a alguien que me haga trabajar tanto y sin sentido. Debes alejarte, es estúpido que sigas empujando esa roca. Nunca la vas a mover!"

22 El hombre, trataba de pedirle a Jesús que le ayudara para no dudar de su voluntad, y aunque no entendía, se mantuvo firme en su decisión de empujar. Con los meses, desde que se ponía el sol hasta que se ocultaba, aquel hombre, empujaba la enorme roca sin poder moverla, mientras tanto, su cuerpo se fortalecía, sus brazos y piernas se hicieron fuertes, por el esfuerzo de todos los días.

23 Cuando se cumplió el tiempo, el hombre elevó una oración a Jesús y le dijo: "Ya he hecho lo que me pediste, pero he fracasado, no pude mover la piedra ni un centímetro". Y, pensando en su evidente fracaso, se sentó a llorar amargamente. Jesús apareció en ese momento y le dijo: " Por qué lloras? Acaso no te pedí que empujaras la roca? Yo nunca te pedí que la movieras, en cambio mírate, tu problema físico ha desaparecido. No has fracasado, yo he conseguido mi meta, y tú fuiste parte de mi plan".

24 Cuando Andemos con Dios John H. Sammis Cuando andemos con Dios, Escuchando su voz, Nuestra senda florida será; Si acatamos su ley, Él será nuestro Rey; Y con Él reinaremos allá. Obedecer, cumple a nuestro deber; Si queréis ser felices, Debéis obedecer."

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26 Pautas para Dialogar en Grupos Anima al grupo a que cuenten alguna anécdota personal respecto a cómo fue que les enseñaron a obedecer algo que les era muy difícil de hacer por propia cuenta en su niñez o adolescencia. Comienza tú mismo, para motivarlos. Llévalos a pensar por un momento qué habría pasado si los discípulos hubieran decidido esperar cada uno por su propia cuenta y cada uno a su manera Qué hubiera tenido que hacer Dios para continuar con Su Plan? (Haz que se pongan por un instante en el lugar de Él). Enséñales qué relación tienen la obediencia y la oración en el cumplimiento de las promesas de Dios y desafíalos a establecer un Pacto de Oración.

27 PACTO DE ORACION Comprometámonos seriamente a orar cada día, durante el desarrollo de estas semanas de estudio, pidiéndole a Dios que cumpla Su propósito en nosotros.

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