23 PORTADOSSIERES_31 PORTADOSSIERES.qxd 26/01/17 16:43 Página 23 los dossieres de Siria busca la paz

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1 de Siria busca la paz

2 INTERNACIONAL Rusia, Turquía e Irán impulsan el diálogo en Siria En busca de la paz Por primera vez se sentaban en la misma mesa aunque sólo fuera para la foto representantes del Gobierno sirio y de los grupos armados rebeldes tras casi seis años de sangriento conflicto. La conferencia en la capital de Kazajistán, Astaná, auspiciada por Moscú, Ankara y Teherán, ha sido apenas una toma de contacto, pero ha abierto la puerta a nuevas rondas de conversaciones y a una posible solución pactada de la guerra. El evento también ha reforzado la posición del Kremlin y ha evidenciado el cambio de criterio turco, dejando a Estados Unidos y Occidente en una situación al menos, temporalmente de fuera de juego. Las posiciones para abrir negociaciones de paz en el conflicto sirio si Por Pedro Antonio Navarro Bashar al Assad ve reforzada su continuidad. D espués de meses de duros combates y de la trascendental conquista de Aleppo por parte de las fuerzas gubernamentales sirias, por fin llegaba la convocatoria de una conferencia de paz para sentar las bases que pongan fin al larguísimo conflicto, un año después del fracaso de las negociaciones mediadas por la ONU en Ginebra. El objetivo prioritario del encuentro sobre Siria en la capital de Kazajistán, Astaná, ha sido el de fortalecer la tregua declarada a finales del año pasado el 30 de diciembre, que frágilmente se sigue manteniendo en vigor. Según Mohamed Alush, el líder del grupo combatiente opositor, Yeish al Islam, que encabeza la delegación de los rebeldes en estas consultas: Venimos para estabilizar el armisticio del 30 de diciembre de 2016, si nos convencemos de que se consolida sobre el terreno, no solo en los documentos de negociaciones, podremos pasar a otras cuestiones en las rondas siguientes. La delegación del Gobierno del presidente de Siria, Bashar al Assad, y el equipo negociador de las facciones rebeldes del país árabe llegaban al unísono a la cita. La delegación opositora estuvo compuesta por 39 representantes de distintas facciones, bajo el paraguas del Ejército Sirio Libre (ESL), según informaba el vicepresidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Abdul Hakim Bachar, Por otro lado, la delegación gubernamental, estuvo integrada por diez miembros, entre los que figuran, aparte del ministro de Exteriores, Hibrahim Al Yafari, el diputado Ahmad al Kuzbari, el embajador sirio en Rusia, Riad Hadad, el consejero del Ministerio de Exteriores, Ahmad Arnús, un oficial de los servicios de seguridad sirios y dos militares. Pero el clima no era el ideal. El presidente sirio, Bashar al Assad, expresaba sus dudas sobre quién representaría a la oposición en la conferencia de paz: Esperamos que sea la auténtica oposición siria, y con esto me refiero a que tenga raíces en Siria, no en Arabia Saudita, en Francia o en Reino Unido. Debe ser una delegación de la oposición siria que discuta los problemas en el país. De ello depende la viabilidad y el éxito de las negociaciones. Junto con las dos delegaciones y los dos países auspiciadores Rusia y Turquía participaban en la conferencia, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura y el viceministro iraní de Exteriores para Asuntos Árabes, Hosein Ansari, que encabezaba la delegación de su país. La delegación rusa en Astaná incluía a representantes de los Ministerios de Exteriores y de Defensa. Tras la negativa de último minuto de los rebeldes a negociar cara a cara con el régimen de Al Assad, las conversaciones en de enero 5 de febrero de nº 1185

3 o siguen estando muy enfrentadas mientras el país se desangra. El enviado de la ONU, De Mistura, media entre las partes. la capital de Kazajistán no dieron lugar a una interlocución directa entre las partes enfrentadas. Los encuentros se realizarán a puerta cerrada, y serán indirectos, informaba Osama Abu Zeid, el portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS), que lidera la oposición armada en las conversaciones de Kazajistán. Por otra parte, el vicepresidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal agrupación política opositora siria, Abdul Hakim Bachar, había sostenido con anterioridad que la delegación opositora no está en contra de conversaciones directas con la existencia de un mediador de la ONU o los dos países garantes, Rusia y Turquía. Pero, definitivamente, los acercamientos habrán de esperar a una mejor oportunidad. Al Yafari se había referido a la delegación rebelde como representantes de grupos terroristas armados, agregando que la agenda del encuentro no está preparada aún. Por su parte, el líder rebelde Mohammad Alush había declarado que la oposición estaba lista para ir al fin del mundo con tal de frenar el derramamiento de sangre en Siria, pero, al mismo tiempo atacaba al Gobierno de Al Assad, calificándolo de Estado terrorista. El primer día de diálogo de paz entre el Gobierno sirio y la oposición armada concluía tras varios cruces de acusaciones entre las dos delegaciones y, después del segundo, solo quedaba clara la conclusión de que se emplazaban para continuar el diálogo el próximo 8 de febrero en Ginebra y bajo auspicio de la ONU. Durante la conferencia no ha habido ninguna discusión sobre posibles elecciones o el futuro de Bashar al Assad. Eso sí, el encuentro de Astaná ha sido el primero en que representantes del Gobierno de Damasco se sientan con una delegación de la oposición compuesta en su mayoría de facciones rebeldes armadas. En las conversaciones anteriores, en Ginebra, el bando opositor estaba formado principalmente por políticos. Por su parte, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que oficiaba de mediador, solicitaba la creación de un mecanismo de vigilancia y de implementación del alto el fuego en el terreno: En el pasado no lo teníamos y es la razón por la que fracasamos. Como consecuencia, Rusia, Turquía e Irán, los tres valedores de estas conversaciones de paz, anunciaban su intención de crear un mecanismo para supervisar el cumplimiento del alto el fuego en Siria, como resultado de las negociaciones: Se ha decidido establecer este sistema para evitar cualquier provocación, se subrayaba en un comunicado conjunto de los tres países, que también apoyan la nueva ronda de conversaciones del próximo 8 de febrero. Aunque, igualmente, rusos, turcos e iraníes se han comprometido a combatir conjuntamente al Estado Islámico y al Frente al Nusra, así como a intensificar sus esfuerzos para separar a la oposición armada siria de los grupos terroristas. Al término de los dos días de negociaciones, Al Yafari, jefe de la delegación gubernamental, aseguraba ante la prensa que el Ejército sirio proseguirá sus operaciones en la localidad de Ain Al Fiya, situada en el estratégico valle del río Barada que abastece de agua a Damasco. El rol de Occidente en Astaná. Durante la conferencia, estuvieron presentes en zonas contiguas diplomáticos de Reino Unido, Francia, Holanda y Arabia Saudí para seguir el proceso de las negociaciones. Pese a haber sido formalmente invitada a participar, la Administración del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que no enviaría una delegación formal a las conversaciones de Astaná y que el embajador de Washington en Kazajistán, George Krol, representaría a Estados Unidos en el encuentro. Debido a la investidura presidencial y a las exigennº de enero 5 de febrero de

4 INTERNACIONAL Un parón en los ataques daba entrada limitada a la ayuda humanitaria. Un alto el fuego para la esperanza El antecedente inmediato a las conversaciones de paz de la pasada semana se originaba a finales de Un alto el fuego frágil, pero aún vigente- pactado por el Gobierno de Bashar al Assad y los principales grupos opositores entraba en vigor a las del 30 de diciembre, como parte de un acuerdo más ambicioso que busca pacificar la nación árabe. El presidente ruso, Vladimir Putin, anunciaba entonces que las dos partes habían firmado tres documentos para tratar de avanzar en la resolución del conflicto sirio. El primero contempla un alto el fuego en todo el territorio y el segundo incluye una serie de medidas para vigilar su cumplimiento y que correrán a cargo de Rusia y Turquía. El Ministerio de Exteriores ruso aseguraba en un comunicado que los dos países actuarán como garantes. El último acuerdo recoge la voluntad para iniciar negociaciones de paz. A este respecto, el ministro de Exteriores de Siria, Walid al Moualem, aseguraba que existe una posibilidad real de llegar a un acuerdo político que ponga fin a casi seis años de guerra el país. Eso sí, la tregua excluye expresamente a los yihadistas del Estado Islámico y el antiguo Frente al Nusra, así como a las Unidades de Protección Popular (YPG), los kurdos sirios, a los que Turquía considera igualmente terroristas. cias inmediatas de la transición, ninguna delegación de Washington asistirá a la conferencia de Astaná, había comunicado formalmente el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner. Lo cierto es que el papel de Washington ha quedado muy comprometido, y su capacidad de influencia en la zona, mermada. Por un lado, la posición de Trump resulta una incógnita, dado su expreso deseo de mejorar las relaciones con Moscú. Por otro, el apreciable cambio de estrategia de Turquía respecto a la cuestión siria. El primer ministro de este país, Binali Yildirim, acusaba al Gobierno del saliente presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de apoyar a los grupos terroristas en Siria. Yildirim calificó las acciones de Washington como un escándalo y criticó su respaldo a las milicias kurdo-sirias que combaten al grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (Daesh) en ese país. En declaraciones a la prensa, el diplomático turco afirmó confiar en que el Gobierno del nuevo presidente electo, Donald Trump, cambie esa política, a lo que el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, contestó, tachando de ridículas las acusaciones del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sobre el supuesto apoyo que la coalición encabezada por Washington presta a los grupos terroristas en Siria. Conversaciones secretas. Pero es posible que Estados Unidos sí acabe desempeñando un papel principal en el conflicto, aunque con un notable cambio con respecto a su actual estrategia. La página Web israe - lí DEBKAfile publicaba la semana pasada que el consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, el teniente general Mike Flynn, está manteniendo contactos secretos con su par ruso, Nikolai Patrushev, así como con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el rey de Jordania, Abdalá II. El motivo sería el de establecer un acuerdo para realizar un asalto combinado contra los bastiones del Daesh en Irak y Siria. El plan operativo también involucraría a los Ejércitos regulares de Turquía, Jordania, Irak y las naciones del Golfo Pérsico, según señala este medio. En este sentido, el pasado 15 de noviembre, el presidente sirio, Bashar al Assad, aseguraba en una entrevista que si Trump lucha contra los terroristas, está claro que seremos un aliado natural, junto con los rusos, los iraníes y muchos otros países que quieren derrotar a los terroristas. Abundando más en esta tesis, el rotativo estadounidense The Wall Street Journal informaba de que Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente electo, ha mantenido conversaciones privadas con diplomáticos, empresarios y políticos en París, el mes pasado, con el objetivo de promover modos de cooperación con Rusia para poner fin a la guerra en Siria. En la tesis contraria, el diario estadounidense The New York Times informaba acerca de la reunión celebrada en Moscú entre los cancilleres de Rusia, Irán y Turquía, que tenía como objetivo encontrar una solución política a la crisis siria, haciendo hincapié en que a la misma no fue invitado el secretario estadounidense de enero 5 de febrero de nº 1185

5 de Estado, John Kerry. El periódico interpretaba este hecho como un claro mensaje del eje formado por Moscú-Teherán-Ankara a Washington, intentando dejar a éste al margen de lo que va a suceder en Siria de ahora en adelante. Lo que sí parece claro es que los últimos avances registrados por las fuerzas gubernamentales en Siria, en especial en la ciudad de Alepo, segunda población del país, ahora reconquistada, y la ausencia de todas las potencias occidentales en dicha reunión, suponen una clara evidencia de que se está garantizando al presidente sirio, Bashar al Assad, su continuidad, con independencia de cualquier acuerdo que pudiera alcanzarse para poner fin al largo conflicto. La clave turca H asta ahora, Ankara venía apoyando a los rebeldes que luchan contra el Ejército gubernamental sirio. Sin embargo, ahora parece haber fijado como prioridad luchar contra sus rivales kurdos y debilitar al Estado Islámico. En cuanto a estos dos objetivos, Turquía cuenta con el apoyo ruso a cambio de dar marcha atrás en su demanda de cambio de régimen en Siria. Turquía parece actualmente más centrada en la lucha contra el terrorismo que en el apoyo a los rebeldes sirios, especialmente tras los atentados en los que el país se ha visto golpeado por los yihadistas. Especialmente tras el atentado suicida que tuvo lugar en el aeropuerto internacional de Estambul, que se cobró la vida de 43 personas y que las autoridades turcas atribuyen al EI. Ankara se ha sentido aislada a nivel internacional en un momento en que está luchando contra una insurgencia kurda doméstica y el EI. El hecho de que Turquía pueda suavizar su postura hacia Damasco, potencialmente es un paso crucial para cambiar el curso de la guerra civil en Siria. A principios de 2011, cuando estalló el La política de Trump con respecto a Siria, una incógnita. conflicto sirio, los países occidentales se posicionaron en contra del Gobierno de Bashar al Assad y empezaron a armar a los que denominaron opositores moderados. Desde ese momento, Teherán y Moscú comenzaron a estrechar lazos para impedir que se produjera un posible cambio de poder en ese país árabe. Además, otros dos asuntos motivaron un acercamiento aún más estrecho: la crisis de Ucrania y los diálogos nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 (Rusia, Estados Unidos, China, Reino Unido y Francia, más Alemania). En este contexto, cuando Rusia apoyó al gobierno derrocado de Víktor Yanukóvich y reunificó la Península de Crimea, Occidente, encabezado por Washington, recurrió a medidas de presión, así como a sanciones contra Moscú, lo que forzaba La presencia militar en Siria, clave geoestratégica para Rusia. al Kremlin a encontrar nuevos socios y fortalecer lazos con los que compartía una postura similar hacia Washington, por lo que se acercó a China, Irán y varios países de América Latina. En esos momentos estaban en marcha los diálogos nucleares, cruciales para Irán, y en los que Rusia desempeñó un rol positivo para alcanzar el acuerdo. Así que estos dos temas allanaron el terreno de una mayor cooperación que ni siquiera antes habían mantenido estos dos países. En los últimos tiempos, Teherán y Moscú han celebrado diferentes reuniones en las que han analizado la crisis que vive Siria y las posibles opciones que se pueden aplicar para acabar con ese conflicto. En este contexto, se puede mencionar la visita del mandatario ruso, Vladimir Putin, a Irán y su encuentro con el Líder iraní, el ayatolá Seyed Ali Jamenei; así como la visita de su canciller y vicecanciller, además de los viajes de las autoridades iraníes, en varias ocasiones, a ese país. La más estrecha y reciente cooperación que, de hecho, no tiene precedentes, ha sido el uso de un aeródromo en Irán para atacar las posiciones estratégicas de los terroristas en Siria, incluidos almacenes de armamento. Esto mientras, hasta ahora, los bombarderos y cazas rusos habían despegado de aeródromos nacionales y de la base siria de Hmeimim. De hecho, nº de enero 5 de febrero de

6 INTERNACIONAL el uso del aeródromo iraní ha contribuido notablemente a aumentar la eficacia del operativo antiterrorista. Los bombarderos han de cubrir una distancia de casi kilómetros para alcanzar las posiciones de los terroristas en Siria si realizan sus vuelos desde los aeródromos nacionales. Sin embargo, solo 900 kilómetros separan la base iraní de los objetivos en Siria, lo que disminuye el tiempo de vuelo en casi un 60 por ciento. El fallido golpe, clave. Después del fallido golpe de Estado en Turquía, numerosos gobiernos occidentales, como Alemania, el Reino Unido, Francia y Estados Unidos, entre otros, criticaron a Ankara, acusando de gestión dictatorial del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y, de hecho no le apoyaron, mientras que Irán y Rusia figuraron como los primeros países que dieron automáticamente su respaldo al Gobierno turco. Asimismo, el mandatario sirio, un día después de lo sucedido en Turquía, en un comunicado, condenó el golpe de Estado, un hecho que ha contribuido a un cambio en la política exterior turca hacia los avatares regionales. Erdogan calificó de puñalada por la espalda la postura de Occidente y elogió el posicionamiento de Irán, Rusia y Siria, que le apoyaron en esos momentos críticos. Posteriormente, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, manifestó que su país se había propuesto realizar operaciones conjuntas con Rusia contra el grupo terrorista Daesh en territorio sirio. Además, afirmó que el actual liderazgo político de Siria formaba parte del proceso de negociación; lo que revela un giro radical en la política exterior turca, acercándose a las posiciones de Irán y Rusia en Oriente Próximo. Posteriormente, Erdogan visitaba a Putin en Rusia, donde ambos mandatarios reafirmaron su voluntad de mejorar los lazos bilaterales y señalaron que abordarían la crisis siria desde un ángulo diferente al que ha habido hasta ahora. Incluso, Turquía afirmó estar dispuesta a abrir al menos una de sus bases aéreas a los aviones de combate rusos en el marco de la lucha contra el grupo terrorista Daesh. Posteriormente, el canciller iraní, Mohamad Javad Zarif, realizó una corta visita a Turquía con el mismo propósito y, durante el transcurso de la misma, se abordaron los mismos temas, cuyo eje principal fue Siria. El frustrado golpe de Estado se revela como un elemento determinante en el giro de los acontecimientos. Varios medios árabes informaban en las jornadas posteriores a la asonada que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue alertado por Rusia de un inminente golpe de Estado horas antes de que éste se iniciara. Otros medios occidentales publicaban también que Erdogan había sido aconsejado por Irán en las primeras horas del golpe para que movilizara a sus seguidores en las calles. Varios periódicos árabes citaron fuentes diplomáticas en Ankara, que señalaron que la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT) recibió informes de inteligencia de su homólogo ruso que advirtieron de un inminente golpe militar. Las consecuencias de un conflicto Según la mayoría de las estimaciones, unas personas han pedido la vida en la guerra de Siria desde marzo de Un conflicto, que comenzó como una revuelta contra el poder de al Assad en el contexto de los movimientos de la Primavera Árabe, y que derivó pronto en una guerra civil. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, además de los fallecidos, más de dos millones de personas han resultado heridas en el país desde el comienzo del conflicto. Naciones Unidas estima que 17,9 millones de personas todavía permanecen en Siria, de los 24,5 millones que habitaban el país antes del inicio de la guerra. Más de 6 millones están clasificados como desplazados internos tras verse forzados a abandonar sus hogares en busca de un lugar más seguro para vivir. La mayoría de las provincias han visto una aguda reducción de la población y muchos de los que quedan han huido de las ciudades buscando refugio en el campo. La vida continúa con cierta normalidad en muchas zonas de la capital, Damasco, pero en otras poblaciones millones de ciudadanos sobreviven con extrema dificultad. Naciones Unidas informa de que 13,5 millones de personas necesitan asistencia humanitaria y, de estas, 4,5 millones están en lugares de difícil acceso y en zonas asediadas. Los casi seis años de guerra prácticamente han destruido la economía siria, con un coste total de unos millones de dólares, según el Centro de Estudios Políticos para Siria. Con una tasa de desempleo de más del 50 por ciento -14 por ciento en 2011-, las familias sirias no alcanzan en su inmensa mayoría ni para vivir con lo justo. Casi el 70 por ciento de la población vive en extrema pobreza. La producción y distribución de alimentos se han visto gravemente afectadas por la guerra y, actualmente muchas regiones sufren altos niveles de inseguridad alimentaria porque incluso la ayuda que llega desde el exterior es frecuentemente desviada al mercado negro. El sistema educativo sirio ha sido destruido por la guerra El pan, antes de la guerra estaba subsidiado por el Gobierno de Siria, al igual que otros ali de enero 5 de febrero de nº 1185

7 El Ejército ruso detectó intercambios de información muy sensible entre altos oficiales del Ejército y mensajes codificados que mostraban que un grupo de militares estaba preparando un golpe contra el gobierno de Ankara. La unidad de inteligencia del Ejército ruso desplegada en Hamaimim, en la provincia de Latakia, en el norte de Siria, está equipada con sistemas electrónicos y de escucha que pueden recoger información muy sensible para los militares rusos que están llevando a cabo su misión en Siria. Esta ayuda rusa podría estar en el origen del cambio que Erdogan ha llevado a cabo en su política hacia Rusia antes del golpe. Ankara pidió excusas por el derribo del avión ruso SU-24 en noviembre de Cuatro días después de la intentona, los dos pilotos que derribaron el avión ruso fueron arrestados, acusados de tener vínculos con el golpe. Solo un día después del fracaso de la sonada, el presidente ruso, Vladimir Putin, llamó a Erdogan mostrándole su solidaridad y respaldo, y expresando su deseo de Erdogan se siente 'apuñalado' por Occidente. un rápido retorno a la estabilidad. Por otro lado, Erdogan contactó con los iraníes solo dos horas después de que el golpe se iniciara. Varios altos responsables de seguridad y de política exterior de Irán estuvieron en constante contacto con el presidente turco y sus ministros. Irán condenó el golpe también dos horas después de que éste empezara. Responsables políticos y de seguridad iraníes aconsejaron a Erdogan que movilizara a sus partidarios en la calle para frenar el golpe. El ministro de Exteriores iraní, Mohammad Yavad Zarif, estuvo al teléfono con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, durante las horas que duró la amenaza de derrocamiento. Ali Shamjani, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional Supremo de Irán, estaba en otra línea con responsables de seguridad de Ankara. Y el general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Al Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, estuvo revisando diversos escenarios que podrían surgir. Un alto responsable iraní declaró a la revista Al Monitor que sabemos que el golpe estuvo provocado por fuerzas extranjeras. Erdogan está hoy buscando jugar un mejor papel en la región y por esto quisieron derrocarle. Solo cuatro días después del golpe, Erdogan apareció en los medios y anunció planes para llevar a cabo un cambio fundamental en su política exterior que pondrá fin a las diferencias con los países vecinos. Prácticamente, una referencia directa a Siria. guerra. mentos esenciales, como parte del sistema de bienestar social. Pero, después de perder el control de amplias zonas de producción de trigo, los subsidios se acabaron y el precio del pan se disparó. En respuesta, el presidente Bashar al Assad decidió importar trigo de Ucrania y Rusia, lo que ha mantenido los precios relativamente estables en las zonas controladas por el Gobierno, como Damasco. Sin embargo, en otras, la especulación se ha unido a los desastres provocados por las armas. Mientras en la capital el precio del pan ha subido un 230 por ciento, en otras zonas, como Deri al Zour lo ha hecho en un por ciento; o un por ciento en Ghouta Oriental. Y así con la mayoría de alimentos básicos. La leche ha incrementado su precio un por ciento en Deri al Zour y en Ghouta Oriental, donde también el arroz ha multiplicado su coste por 30, el azúcar por 46, la harina por 16 o los huevos por 36. Adiós a la sanidad y la educación. En el transcurso de la guerra muchos centros médicos han sido objeto de ataques. Entre el inicio de la guerra, en marzo de 2011 y noviembre de 2015, la organización Médicos por los Derechos Humanos documentó 336 ataques a por lo menos 240 centros médicos. Estos ataques ocasionaron la muerte de 697 miembros del plantel médico. El número de profesionales de la salud disponibles se ha reducido en casi el 55 por ciento del total anterior a la guerra. El acceso a los centros de salud, tanto para los trabajadores como para los necesitados de asistencia médica, se ha visto interrumpido por la inseguridad. Encontrar un centro médico se ha vuelto difícil y más del 40 por ciento de la población no puede acceder a los servicios básicos de salud. El 58 por ciento de los 113 hospitales públicos funcionan parcialmente o están completamente fuera de servicio. Por otro lado, a medida que las familias huyen de Siria en busca de seguridad, el número de escolares disminuye en el país: hay un millón menos de los que había en De los que permanecen, más del 40 por ciento ya no va a la escuela. El sistema educativo de Siria ha sido destrozado por la guerra, con una de cada cuatro escuelas dañadas o destruidas, convertidas en refugio, o utilizadas por los militares. Y aun si las escuelas estuvieran intactas, no podrían funcionar, ya que una cuarta parte de los maestros del país unos ha abandonado sus puestos. nº de enero 5 de febrero de

8 INTERNACIONAL Triunfo de la diplomacia rusa L a presión ejercida por la diplomacia de Moscú ha conseguido sentar en la mesa de negociaciones a una delegación del régimen de Bashar al Assad y a siete grupos rebeldes (Felak al Sham, Ahrar al Sham, Jaish al Islam, Suvar agi Sham, Jaish al Mujaideen, Jaish Idlib y Jabhat al Shamia) que, en su gran mayoría, operan en el norte de Siria con el amparo de Turquía. Haber aceptado la participación de los movimientos Ahrar al Sham y Jaish al Islam se podría interpretar como una cesión de Moscú a Ankara y un cierto distanciamiento de su aliado sirio, que considera a todos sus opositores como terroristas. Claramente, la invitación a la conferencia no ha incluido a los movimientos rebeldes cercanos a Arabia Saudí; los kurdos del PYD de nuevo, una concesión al presidente turco Recep Tayyip Erdogan-, y las organizaciones yihadistas Estado Islámico y Jabhat Fateh al-sham (el ex Frente al Nusra vinculado a Al Qaeda). Las negociaciones recién concluidas en Astaná constituyen una piedra de toque para comprobar la orientación en materia internacional del nuevo presidente norteamericano, Donald Trump. Por su parte, Erdogan, profundizando en su cambio de posición en el conflicto sirio, ahora parece dispuesto a aceptar la continuidad de al Assad al frente del Gobierno de Damasco, una vez que el conflicto bélico concluya si los esfuerzos diplomáticos consiguen su propósito-. Tenemos que ser realistas, la situación sobre el terreno ha cambiado dramáticamente. Turquía no puede insistir en una solución sin Assad, comentaba recientemente a la prensa el viceprimer ministro turco, Mehmet Imek. Moscú también tiene clara la necesidad de al Assad en el poder, al menos Rusia e Irán ahora se cortejan. hasta que no se cuente con un recambio de garantías que mantenga la alianza estratégica de Damasco con Rusia y los acuerdos suscritos que permiten mantener el aeropuerto militar de Latakia y la base naval de Tartus al ejército ruso. Tras estos pasos dados por el Kremlin, la incógnita está en saber si la nueva administración estadounidense aceptará el mantenimiento de al Assad en el poder, si cambiará su posición de apoyo a los kurdos, tal y como exige Ankara y, en definitiva, si permitirá que Rusia recupere un papel de potencia en la región. Otra posibilidad que se está barajando es la de un acuerdo multilateral por el que Siria podría ser dividida en zonas informales de poder e influencia regional, quedando Bashar al Assad como mandatario durante al menos varios años más, pero con mucho menos poder.. El hipotético acuerdo permitiría amplios niveles de autonomía regional dentro de la estructura federal controlada por los alauitas de Al Assad, aunque esta eventualidad podría experimentar muchas variaciones, en función de la evolución de la situación. Para que esta solución fuese viable, sería necesariala aceptación de todas las partes involucradas: el propio Gobierno sirio, los rebeldes, Rusia, Turquía, Irán y, eventualmente, de losestados del Golfo Pérsico y Estados Unidos. Con esta fórmula, los poderes de Al Assad serían reducidosbajo el acuerdo entre las tres naciones. Rusia y Turquía permitirían que el mandatario sirio permaneciera en el poder hasta la próxima elección presidencial, renunciando entonces a la reelección en favor de un candidato alauita menos controvertido. Todo indica que Irán aún no está convencido de esta fórmula, pero Al Assad podría dejar el poder si se diesen suficientes garantías para él y para su familia. Mientras tanto y, en cierto modo, descolocados, los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Unión Europea se reunieron el pasado 16 de enero para discutir el estancado proceso de paz para Medio Oriente y la guerra en Siria. El objetivo declarado es promover una conferencia en abril próximo para encontrar una solución política al conflicto. La ministra de Relaciones Exteriores de la UE, Federica Mogherini, informó a sus pares de las iniciativas regionales del bloque, incluyendo diálogos bilaterales con países árabes, para discutir una vía hacia adelante en las negociaciones lideradas por la ONU hacia una solución política en Siria. La UE sigue insistiendo en que la eventual conferencia de abril podría significar el inicio de la transición política en el país. l de enero 5 de febrero de nº 1185