UN ESTUDIO DEL LIBRO DE LEVITICO XIII

Transcripción

1 UN ESTUDIO DEL LIBRO DE LEVITICO XIII El Pecado de Nadab y Abiú (Lv. 10:1-11) Este es uno de los eventos más solemnes y unas de las lecciones más formidables en la Palabra de Dios con respecto a la adoración. El fuego representa el Espíritu Santo. Debemos ofrecernos sin mancha a Dios por medio de Su Santo Espíritu, como ya lo hizo Jesús, Hebreos 9:14 dice: cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? La adoración al Señor bajo la influencia de otro espíritu es una abominación al Señor. Jesús dijo en Juan 4:24: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Se nos ordena adorar a nuestro bendito Padre Celestial por medio del Espíritu Santo y en verdad. Dios dispuso este relato acerca de los hijos de Aaron en Su Palabra como advertencia para los creyentes de la Era de la Iglesia. Todas esas cosas están registradas para nuestra instrucción (2ª Ti. 3:16). Por tanto, cuidémonos de ofrecer adoración al Señor bajo la influencia de algún otro espíritu. El juicio por ofrecer fuego extraño (Lv. 10:1-7) Lv. 10:1 Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Este acto de los hijos mayores de Aaron (Ex. 6:23) pareció a los espectadores muy similar al sacrificio que el Señor había mandado ofrecer a Aaron. Había fuego e incienso, pero el fuego no venia del altar. No era fuego santo. Iglesia Cristiana Luz de Cristo 1

2 El fuego extraño puede tipificar la adoración que no viene del Espíritu Santo. Parecería que aunque todo tipo de fuego sigue siendo fuego, existe un fuego específico que es santo y es el único que el Dios santo acepta. Debemos asegurarnos de que nuestra adoración tenga el origen en el Espíritu Santo y no en otro espíritu ni en las emociones carnales. Lev 10:2-3 Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló. A lo largo de las Escrituras encontramos que el Señor juzga con severidad a aquellos que se apresuran a cometer actos de maldad. Destruyo Sodoma y Gomorra con fuego, aunque no ha elegido hacer lo mismo con los homosexuales. Judas 1:7 aclara que Sodoma y Gomorra son ejemplo del juicio eterno en el fuego del infierno que espera a aquellos que practican la fornicación y la homosexualidad. Los primeros acontecimientos de actos de maldad son juzgados con severidad, lo cual revela el desagrado de Dios por estos actos y Su odio por el pecado. Por lo tanto, para demostrar que estaba disgustado por este fuego extraño, Dios mato a Nadad y Abiú con fuego santo. Lev 10:4-5 Y llamó Moisés a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel tío de Aarón, y les dijo: Acercaos y sacad a vuestros hermanos de delante del santuario, fuera del campamento. Y ellos se acercaron y los sacaron con sus túnicas fuera del campamento, como dijo Moisés. Los que ofenden al Señor tienen que ser sacados de Su presencia y de la congregación para que no corrompan a los demás. Lev 10:6 Entonces Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar e Itamar sus hijos: No descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos en señal de duelo, para que no muráis, ni se levante la ira sobre toda la congregación; pero vuestros hermanos, toda la casa de Israel, sí lamentarán por el incendio que Jehová ha hecho. Los ministros no debían llorar a los muertos, porque si lo hacían, se estarían aliando en contra del Señor. La congregación podía hacer duelo porque al hacerlo, estaban lamentando el desatino cometido por los desobedientes, lo cual les servía como advertencia de que Dios era en verdad un Dios santo. Iglesia Cristiana Luz de Cristo 2

3 Lev 10:7 Ni saldréis de la puerta del tabernáculo de reunión, porque moriréis; por cuanto el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme al dicho de Moisés. No podían salir del tabernáculo porque el aceite de la unción, que simboliza la unción del Espíritu Santo, estaba sobre ellos y habrían sido corrompidos por la muerte. Si se hubieran corrompido, el Señor habría visto obligado a juzgarlos nuevamente con severidad. Al finalizar este pasaje, volvamos a meditar en la santidad de Dios. Debemos adorarles en santidad por medio de Su Espíritu. Las leyes con respecto a lo limpio y lo inmundo (Lv. 10:8-11) Lev 10:8-9 Y Jehová habló a Aarón, diciendo: Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones La cuestión de si los cristianos deben o no beber vino u otras bebidas alcohólicas ha atormentado a la Iglesia en muchos países, ya que no se ha podido llegar a un acuerdo general sobre el asunto. La embriaguez es condenada y prohibida en las Escrituras, pero el beber no. No obstante, aquí tenemos un mandamiento bien definido de no bebe vino cuando uno sirve al Señor, ya que el vino afecta de manera negativa las facultades mentales. Pensemos con seriedad en el consejo del rey Salomón: El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio (Pr. 20:1). Los pastores deben de abstenerse de beber vino cuando están ministrando porque si toman demasiado vino su juicio puede verse afectado. Lev 10:10-11 para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés. Los sacerdotes tenían que ser maestros de la justicia, como Esdras, que ayudo al pueblo a comprender la Palabra de Dios, como vemos en Nehemías 8:8: Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen al lectura. Iglesia Cristiana Luz de Cristo 3

4 Los sacerdotes debían ensenar al pueblo de Dios la diferencia entre lo santo y lo profano y entre lo que era aceptable a Dios y lo que no era. Aunque esto fundamenta mentalmente concernía a la comida, es importante observar que se ha establecido una norma para los creyentes del Nuevo Testamento en Hechos 15:28-29: Porque os ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de los cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. No obstante, es importante conocer la diferencia entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, las leyes eran grabadas en tablas de piedra, pero en Hebreos 8:10 se nos dice que deben estar escritas en las tablas de carne de nuestros corazones. Senos exigen normas mucho más elevadas, como el Señor enseno en Su sermón del Monte (Mt. 5:27-28, 31-32). Jesús citó las leyes del Antiguo Testamento; luego dijo: Pero yo os digo, seguido de una demanda de una consagración mayor. Luchemos para alcanzar la perfección, por la gracia de Dios, de manera tal que podamos llegar a este nivel de excelencia. El Pecado de Eleazar e Itamar (Lv. 10:12-20) La distribución y comida de las ofrendas (Lv. 10:12-15) Lev 10:12-13 Y Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar y a Itamar sus hijos que habían quedado: Tomad la ofrenda que queda de las ofrendas encendidas a Jehová, y comedla sin levadura junto al altar, porque es cosa muy santa. La comeréis, pues, en lugar santo; porque esto es para ti y para tus hijos, de las ofrendas encendidas a Jehová, pues que así me ha sido mandado. La ofrenda de harina simboliza el segundo mandamiento: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Los sacerdotes comían esta ofrenda, porque participan de la bendición cuando prevalece el amor. Es una bendición especial para el pastor cuando el amor arde intensamente en su congregación. Este amor es santo, y como tal, la ofrenda debía ser comida en el Lugar en el Lugar Santo. Los pastores de hoy son bendecidos cuando ver que sus miembros se aman unos a otros. Iglesia Cristiana Luz de Cristo 4

5 Lev 10:14-15 Comeréis asimismo en lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho mecido y la espaldilla elevada, porque por derecho son tuyos y de tus hijos, dados de los sacrificios de paz de los hijos de Israel. Con las ofrendas de las grosuras que se han de quemar, traerán la espaldilla que se ha de elevar y el pecho que será mecido como ofrenda mecida delante de Jehová; y será por derecho perpetuo tuyo y de tus hijos, como Jehová lo ha mandado. El pecho mecido, que simboliza el latido del pulso y del corazón del animal, es la porción del ministro, ya que él es el corazón y la vida activa de la congregación. La espaldilla derecha representa el gobierno. Así como Jesús, que cargó con el gobierno sobre Sus hombros, el pastor carga con el peso y las bendiciones del gobierno de su congregación. El Macho cabrío y la expiación (Lv. 10:16-20) Lev 10:16-20 Y Moisés preguntó por el macho cabrío de la expiación, y se halló que había sido quemado; y se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos que habían quedado de Aarón, diciendo: Por qué no comisteis la expiación en lugar santo? Pues es muy santa, y la dio él a vosotros para llevar la iniquidad de la congregación, para que sean reconciliados delante de Jehová. Ved que la sangre no fue llevada dentro del santuario; y vosotros debíais comer la ofrenda en el lugar santo, como yo mandé. Y respondió Aarón a Moisés: He aquí hoy han ofrecido su expiación y su holocausto delante de Jehová; pero a mí me han sucedido estas cosas, y si hubiera yo comido hoy del sacrificio de expiación, sería esto grato a Jehová? Y cuando Moisés oyó esto, se dio por satisfecho. El legislador esmerado, Moisés, que observaba cada jota y cada tilde de la Ley, y Aaron, un padre muy afligido que había perdido a dos de sus dos hijos en aquel día, pidieron perdón por la negligencia de los otros dos hijos de Aaron. En este caso, la misericordia se impuso a la Ley. Debemos tener la mente del Señor para cada situación, porque la clemencia de Dios puede imponerse a la justicia en algunos casos, como cuando Jesús perdonó a la mujer atrapada en el acto del adulterio en Juan 8. Los ministros deben comprender que en ocasiones, Dios es indulgente en algunas circunstancias extremas para Su pueblo. Iglesia Cristiana Luz de Cristo 5